Partida Rol por web

Úrsula sonrió a @Djinn a pesar de que él no se presentó y no sabía ni como se llamaba. Pero bueno, al menos había sido lo suficientemente educado para hacerlo, algo mucho más que otros visto lo visto. Después escuchó las dudas que planteaba y asintió repetidamente con la cabeza. Tenía razón y ella no lo había visto. Es cierto, hay muchas lagunas en todo esto. Dijo encogiéndose de hombros. ¿No creéis que esto será una conspiración de Ella para tenernos aquí a todos secuestrados al tiempo que se va cargando todos nuestros cuentos, verdad? Sabía que la magia de las brujas como ella podía ser muy poderosa y algunas sacaban su fuerza y energía causando el mal a los demás. 

Todo aquello le empezó a preocupar muchísimo. Quizá deberíamos ir a hablar con algún supervisor. Tenemos un mapa del lugar y podemos investigar este sitio. Aunque luego escuchó que Bella tenía todas las respuestas a sus preguntas y se puso de pie y la miró fijamente. Vamos preciosa, di algo, cuéntanos qué está pasando aquí.

Bella, notas como las manos de Djinn toquetean tu cuerpo hasta que al fin encuentran el libro y temes lo peor, efectivamente el tacto rígido del libro deja de tener contacto con tu cuerpo para ir a parar a las manos de Djinn que logra hacerse con él.
Djinn entre tus manos un ejemplar de "Cincuenta sombras de Grey en tus manos", no conoces el libro.

Robin: Nieves y Ruby me recomendaron que hablara con la señorita, pero entiendo que puede hallarse ocupada de momento y no deseo incordiar a nadie, así que si os interrumpo, puedo retirarme a aquella mesa para esperar.

-¡No! -Exclamó en un tono de voz desconocido para ella. Ahora que había conocido a uno de sus héroes, el mismísimo Robin Hood, no podía dejar escapar la ocasión de hablar con él y preguntarle por Little John y Ricardo Corazón de León y todos sus Hombres Felices...- Quiero decir...

Djinn: Para nada señor Longsley precisamente estamos todos igual que usted. Pregunte lo que desee y así todos  seremos informados de la misma manera. Tal vez pueda hacer preguntas que al señor caracortada (@Scar) no se la han ocurrido y viceversa. Vamos, preguntemos todos a Bella.

-Bueno, estaré encantada de responder, pero yo no sé... -un tanto intimidada, se volvió hacia el hombre negro-, de hecho, pensaba que usted era el que sabía...

Decidió entonces carraspear ligeramente, tratando de recuperar un semblante más adecuado y de ganar tiempo para pensar una buena respuesta. Afortunadamente, la imponente mujer que se presentó como Úrsula, comenzó a contar su terrible destino.

Úrsula: Yo solo soy una pobre desgraciada a la que le han hecho la vida imposible toda la vida. Yo solo he tratado de ayudar a los demás, pero en esta vida todo tiene un precio. Mi objetivo aquí es ser aceptada, aprender todo lo que pueda y escribir mi propio cuento. Estoy harta de que me miren mal por mi apariencia o por mi cuerpo. ¡No es justo!

 Bella desvió la mirada hacia el cuerpo de la susodicha, y enarcó una ceja con extrañeza al no encontrar nada por lo que pudieran mirarla mal. Si bien era cierto que era grande y alta, y su color de piel era exótico, no veía nada extraño en ella. No es que tuviera tentáculos en lugar de piernas o algo así...

Djinn: Oh dios mio... eso es tan triste... disculpad. Creo que se me ha metido algo en el ojo.

-Es cierto que no es justo encasillar como "villano" a alguien a quien se le da la oportunidad de cambiar, ya que puede crear animadversión en el resto... -la joven se retiró un mechón de cabello de la frente, pensativa-, pero quizás esta separación tenga más que ver con el hecho de que sus vidas han sido más difíciles y por lo tanto, deben recibir alguna clase de refuerzo extra para... para encaminar sus historias con el objetivo de que consigan un final feliz...

Titubeó.

-Un final feliz para todos -concluyó ella finalmente.

Úrsula:  ¿No creéis que esto será una conspiración de Ella para tenernos aquí a todos secuestrados al tiempo que se va cargando todos nuestros cuentos, verdad? Vamos preciosa, di algo, cuéntanos qué está pasando aquí.

 La afirmación de Úrsula inquietó profundamente a Bella. Pero no podía ser posible, su padre no la mandaría a un lugar como aquel si fuera peligroso. A no ser... a no ser que su padre no fuera quien la hubiese enviado. ¿Y si la habían secuestrado, como decía Úrsula? ¿Y si...?

-No, ¿qué podría sacar Ella de destruir nuestras vidas? Ya tiene un castillo y un... un dragón. ¿Por qué darnos clase, por qué ofrecernos todo esto, si podría simplemente tenernos secuestrados en una celda? No tiene sentido... En cualquier caso, sé tanto como ustedes de lo que está sucediendo. Quizás si me contaran de qué cuento prov...

La joven se interrumpió súbitamente al notar unas manos reptando por sus piernas, y con un sobresalto se inclinó hacia atrás de forma tan exagerada que poco le faltó para caer de espaldas sobre el suelo.

-¿Qu...? -Bella se cubrió la boca con la mano cuando vio que el hombre de piel oscura observaba el libro que había extraído a hurtadillas de la biblioteca- ¡Cuidado! 

A la velocidad del rayo, lo cubrió con sus propias manos, evitando las miradas de los demás.

-¡No pueden saber que lo tengo! -Siseó, preocupada.

-No, ¿qué podría sacar Ella de destruir nuestras vidas? Ya tiene un castillo y un... un dragón. ¿Por qué darnos clase, por qué ofrecernos todo esto, si podría simplemente tenernos secuestrados en una celda? No tiene sentido... 

¿Tú no eres la erudita? Le preguntó cuestionando su confianza. Sabes que los villanos de los cuentos se las ingenian para hacer todo el mal que pueden. Ella puede extraer energía y fuerza de cada cuento destruido. Afirmó mientras encogía sus hombros. Estaba diciendo lo primero que se le pasaba por la cabeza, pero para ella todo aquello tenía una lógica bastante irrefutable y no entendía que los demás no lo vieran. Lo de darnos clase puede ser una simple tapadera y.. miró a su alrededor, yo de momento no he visto clase alguna por ningún lado. Ni a nadie que nos enseñe esto, ni una reunión de bienvenida... nada... Cada vez estoy más convencida de que esto es una trampa. Si estuviéramos en una celda sería evidente el secuestro, de esta manera podemos pensar que hemos venido por voluntad propia. Y entonces su grado de paranoia llegó aún más, ¿y si Bella también estaba del lado de Ella y era su mano derecha?

En cualquier caso, sé tanto como ustedes de lo que está sucediendo. Quizás si me contaran de qué cuento prov... 

¿Pensaba que tú sabrías lo de nuestro cuento? ¿Por qué quieres saberlo? ¿Qué más da eso? 

Miro la portada del libro atónito y luego miro a Bella. ¡Por todos los rayos del cielo y la bendita paciencia de Alá! Una princesa tan mona... robando libros sobre ¡¡¡invocaciones de SOMBRAS!!! 

Devuelvo el libro a la chica con una mirada muy seria y gesto de desaprobación negando con la cabeza. No me esperaba esto para nada. Jugar con las fuerzas de la oscuridad es algo terrible.

- Ella nos dio en todo momento la posibilidad de volver. Sigue estando esa posibilidad. No cuadra nada con la perspectiva de alguien que intenta secuestrarnos.

Aunque no negaré que echo de menos una oficina de información o un manual de usuario. - sentencio pegando otro bocado a la tarta.

Anastasia se queda dormida en la mesa, vuestra conversación no la despierta, su gato Lucifer sigue dando vueltas por el salón, curioseándolo todo.

La alfombra entra por el techo ¿es el cielo de verdad? Nadie lo sabe. El caso es que aparece de repente, venida desde arriba y rodea a Djinn, instándole nerviosa a que le siga, haciendo que se levante de su silla casi tirándole al suelo.

Parece que tiene prisa por que la acompañes @Djinn.

Desorientado Ludovic caminaba por los pasillos, observando aquellas lujosas pero extrañas decoraciones que había alrededor del castillo... Estaba acostumbrado a aquellas estructuras con esas piedras dandole ese toque rústico, las antorchas en las paredes y los ocasionales escudos colgados en las mismas, nada de estas extrañas alfombras y esas pinturas de hombres de porte señorial. -Estoy seguro que es por aquí... Puedo olerlo.- Dijo para sí mismo mientras cada vez parecía ir más rápido, casi trotando por los largos pasillos hasta que llego a la puerta finalmente, y justo antes de que pudiera abrir, notó con una figura femenina se le acercó.

Casi hipnotizado la observó, mirando aquel rostro con esos rasgos finos y delicados, ese hermoso cabello largo con toques rojizos, pero lo que más llamó su atención fueron esos brillantes ojos de color púrpura los cuales combinaban con su ropa. -Por Frejya- Susurró el vikingo mientras este abría la puerta, mirándola segundos antes de volver su mirada hacia al frente.

Frente a sus ojos no se encontraba nada más aquellas amplias mesas, llenas de todo tipo de manjares los cuales algunos lograba reconocer el joven de cabellos rubios, si no un montón más el cual no había visto antes, pero eso no significaba que no le llamara la atención para probar estos. Pero a cada lado de la mesa había algo más... Tal parecía que eran otras personas.

Normalmente Ludovic podría actuar con total normalidad frente a otros hombres, después de todo se crió con muchos hermanos y entre otros muchos guerreros, pero las mujeres que formaban parte de su Clan por alguna razón lo hacían sentir muy nervioso, esa clase de nervios los cuales lo hacían poner una extraña y vacía expresión, incluso que al hablar no se le entendía, parecía o que su acento se marcara demasiado hasta ser casi inentendible, o que su lengua tal vez se le llegara a trabar, pero eso era algo difícil de decir. Pero lo que si podían notar todos, es que aquella expresión rara se manifestó en su rostro.

Tal parecía que la chica con la que se acababa de encontrar en el pasillo no era la única belleza del lugar. Allí estaba sentada una joven hasta tal vez más hermosa, la cual parecía estar discutiendo o hablando con aquel joven de tez oscura la cual daba la bienvenida a los recién llegados. Se quedó inmóvil unos segundos, mirando a @Bella por unos segundos antes de simplemente caminar de forma algo extraña y rígida hacia la mesa, sentándose un poco alejado del grupo como tal antes de servirse con las manos de unos trozos de pan, una gran cantidad de puré de papas e increíblemente se traía una bandeja con un pavo entero, antes de tomar con su mano una tarta la cual separó del grupo para traerlo hasta él, y sin ninguna pena al estar frente a otros este comenzó a devorar su comida, tratando de así saciar su endemoniada hambre.

Pero se detuvo en seco cuando una extraña alfombra aparecía de la nada, comenzando a tironear a aquel joven que se encontraba junto a @Bella, tal vez pudo hacer algo... Pero ni el mismísimo Odín iba a poder evitar que siguiera comiendo.

Mowgli, entras en el salón aún medio dormido, buscando algo que comer.

Encuentras a los presentes sentados en una mesa, hay más gente aún terminando de comer pero ellos son los que reconoces. Ninguno de los que anoche se acercaron a ti está pero ellos sí te suenan. Hay una alfombra voladora incordiando a Djinn.

Al fondo la mesa presidencial con lo que queda de la comida, que Remy va recogiendo.

Señorita Bella, hay algo que necesito saber. ¿Usted ha leído mi historia? ¿Qué sabe sobre ella? Lo pregunto, porque me está costando un poco procesar esto.

Luego de lo ocurrido hoy, me queda claro que todos los aqui presentes, no somos personas comunes y corrientes, y, aunque una parte de mi mente intente negarlo, la verdad es que no encuentro otra explicación lógica para esto. - digo pensativo.

Señorita Bella, tal vez si pudiera mencionar el nombre de mi mejor amigo y de cierto fraile amigo de la bebida que conozco, con eso me bastaría para poder asimilar la idea de que provengo de una historia ya escrita.

Luego sólo me restaría comprender porque alguien querría mejorar el final de nuestras historias, pero supongo que la señorita Cheshire podría iluminarnos al respecto. - agrego mientras miro hacia el cielo como si buscase a alguien en mitad de la nada.

Veo entrar a un forzudo escocés cuyo hambre rivaliza con la mía, empieza a comer como un auténtico lobo, así que empiezo a llenarme otra vez el plato de comida mientras le observo con suspicacia. Nadie come más que yo en esta universidad.

Mientras mastico con los dos carrillos llenos, el señor Loxley parece seguir demandando una demostración de su historia y le pide una y otra vez a la francesita princess (@Bella) que le cuente su cuento.

- Yo...gñmam...glups... yo, yo lo sé. He leído el libro y he visto tres versiones ... ñam, monch... tres versiones distintas de películas sobre ti. ¿Si te respondo tengo premio? - El chico parecía costarle aceptar que las leyendas y los libros solo son versiones transmitidas en el tiempo de los hechos que pasarán en su realidad. Ni siquiera tienen porque acercarse a la realidad.

Estaba a punto de darle una agradable charla sobre el multiverso, los estadíos cuánticos de la materia y cómo hemos llegado hasta aquí, pero ese maldito escocés sigue tragando como un jabato y me está ganando.

- ¡Por todas las lámparas de Agrabah! - grito al ver a la alfombra entrar gritando en su particular y eficiente lenguaje corporal - A ver, tranquilízate, alfombra... si hablas tan rápido me cuesta entenderte.

¿Es Aladdin? Ha pasado algo gordo - me pongo en pie con los brazos en jarras e inspiro profundamente. Chasqueo los dedos y de repente tengo un disfraz rojo en todo mi cuerpo con un rayo en el pecho - Disculpenme, me necesitan en otra parte.

Después me esfumo del comedor como un rayo detrás de la alfombra...

Me aproximo hacia las puertas del comedor, mi pequeña "aventura" en la hermandad ha conseguido abrirme el apetito, aunque, el musculoso y apuesto rubio que encuentro al llegar a ellas (Ludovic) me provoca otro tipo de hambre. ¿Acaso es exigencia de la universidad el poseer gran belleza? Al acordarme del joven de piel más oscura, mi pregunta se ve respondida de manera automática.

Paso detrás del muchacho, y veo como todo el mundo se encuentra reunido en la misma mesa. Con paso elegante camino hacia ellos, parecen estar enfrascados en una interesante conversación, de modo que, para no interrumpir, me siento algo más apartada del grupo, junto al muchacho cuyo nombre aún no conozco.

Tomo algo de comida, moderadamente, mientras observo como mi compañero engulle casi sin respirar cada cosa que se lleva a la boca. Me pregunto de qué historia, cuento, o leyenda proviene, pues sus modales, desde luego, no son griegos. Con una sonrisa pícara, y una ceja levantada, miro al joven directamente.

- ¿Te da tiempo a respirar, o voy a tener que hacerte el boca a boca?

Úrsula: ¿Tú no eres la erudita? Sabes que los villanos de los cuentos se las ingenian para hacer todo el mal que pueden. Ella puede extraer energía y fuerza de cada cuento destruido.

-Nunca he dicho que fuera una erudita… -se defendió Bella, alzando ambas manos frente a ella-. Y de todos modos, ¿cómo tienes tan claro que puede extraer energía de los cuentos? No tiene ningún sentido…

Afortunadamente, el Genio de la lámpara le devolvió el libro con el ceño fruncido, provocando que la joven se sonrojara al saber que había cometido una falta. Ella volvió a ocultarlo entre los pliegues de su falda, mientras el resto continuaba hablando.

Antes, sin embargo, de poder justificar sus actos, entró un enorme fortachón en la sala y, sentándose a solas, comenzó una batalla contra su propio estómago.

Robin: Señorita Bella, hay algo que necesito saber. ¿Usted ha leído mi historia? ¿Qué sabe sobre ella? Lo pregunto porque me está costando un poco procesar esto.

Sintiendo que su sonrojo se intensificaba sobre sus mejillas, Bella asintió.

-Sí, señor de Locksley, lo he hecho…

Robin: Señorita Bella, tal vez si pudiera mencionar el nombre de mi mejor amigo y de cierto fraile amigo de la bebida que conozco, con eso me bastaría para asimilar la idea de que provengo de una historia ya escrita.

La joven le dirigió una mirada de comprensión. Entendía perfectamente las dudas que podía tener Robin Hood sobre su presencia en aquel lugar, pues eran exactamente las mismas que sentía ella. ¿Cómo pensar que la humilde historia de uno mismo iba a convertirse en una leyenda, y más aún, a convertir a uno mismo en un personaje inmortal? La mera concepción de algo así bastaría para volverse loco.

La llegada de una alfombra viviente a escena y la salida inmediata del Genio de la lámpara concedió unos segundos a Bella para poder pensar.

-Bien. Robin Hood de hecho es famoso por estar rodeado de muchos amigos. Se hacen llamar “los Hombres felices”. En el libro que yo leí, prácticamente cada capítulo estaba dedicado a cómo conoció a uno de estos hombres. Sin embargo, creo que el más cercano a usted, señor de Locksley -prefería llamarle por su nombre “real” antes que por el pseudónimo, Robin Hood-, es Little John, aunque su nombre es sarcástico ya que se le representa como un hombre de grandes proporciones. Y el fraile a quien usted se refiere es el fraile Tuck.

La joven suspiró. Quizás por eso ella estaba allí, para dar respuesta a las tribulaciones de los demás.

-Sin embargo, me temo que no podría darles a ninguno una versión definitiva de sus historias, pues hay numerosas leyendas y escritores que han tratado de plasmarlas de distintas maneras. Creo que la realidad no tiene por qué ajustarse necesariamente a la historia que conozco.

Cada vez aquel hambre se apaciguaba, mientras podía ver como aquel sujeto que estaba con la chica linda parecía hacer lo mismo, como compitiendo mientras trataba de seguir la conversación que tenía con sus amigos a lo largo de la mesa, así hasta que este se retiró, y nuevamente apareció a mi lado la joven del pasillo.

A pesar de no parar aquel ritmo con el que comía la miraba de reojo, observando como ella también se servía mientras mis nervios aumentaban lentamente, esperando pasar desapercibido o que no quisiera hablar conmigo... Al menos hasta que lo hizo, donde me detuve al instante, tragando la comida antes de despacio voltear hacia ella. -No no... Estoy bien- Mi voz titubeaba al igual que hablaba en voz baja, con ese acento que tenía marcándose mucho, aunque no era del todo claro lo que decía, ya que parecía que hablaba en una mezcla de galés y español todo raro.

Al recibir las incómodas muestras de afecto de la hembra llamada Úrsula solo pude limpiarme con mi muñeca de forma felina despreciando sus halagos y afectos,no estaba interesado es escuchar su opinión sobre mi en este momento solo quería poder averiguar lo más posible sobre esta nueva vida y mi nueva apariencia pero realmente no sabía por dónde comenzar preferí mantener silencio esperando que los demás me ilustrarán cuando contestaran sus incógnitas pero para mi desdicha empezó un intercambio de palabras vacías por parte de la extraña hembra(@Úrsula) intentando exculpar su título de villana a lo que solo pude apretar mi cien -Todos sabemos porqué estamos aquí,quienes somos y qué hemos hecho- me parecía una acción humillante de su parte pero no quería gastar mi energías callandola.

Entre mis quejidos y disgustos internos escuche la voz de tan peculiar ser que apoyaba mis ideales en cuanto a descubrir como funcionaba todo por aquí pero ese sentimiento de satisfacción desapareció cuando en vez de intentar averiguar algo sobre lo que sucedió ese par de estruendosos empezaron a formular teorías sobre cómo la mujer que controlaba a la gigante bestia alada nos había secuestrado para destruir nuestras historias algo meramente ridiculo y son fundamentos ya que ella podría eliminarnos con un vistazo,pero para mi fortuna quien se mantenía calmada era esa mujer llamada Bella quien me hizo darme cuenta de cuáles debían ser mis próximos pasos a tomar.

Aquel sujeto (@Robin) se adelantó en preguntarle a Bella sobre su historia la cual respondió aparentemente bien a las dudas y aunque me vi tentado a preguntar de igual forma vi un gran obstaculo que podria revelar datos que no queria que nadie en este lugar conociera a lo que solo pude tomar la mano de Bella de forma amistosa -Quizás si lo prefiere podríamos tener una charla más amena mientras me enseña mas de esta nueva forma que poseo,realmente le estaria muy agradecido si me brindara su ayuda- intentaba sonar de forma gentil y convincente ignorando todo lo que sucedía a mi alrededor -Usted solo debe decirme donde y gustoso iré donde usted quiera.

Divertida por las reacciones del muchacho, esbozo una sonrisa coqueta. Con la punta de mi dedo índice, recorro el musculoso brazo del joven, y me acerco lentamente a su oído. Si bien aún siento la frustración de haber sido sorprendida e interrumpida por Jasmín, yo misma he apaciguado mis instintos, por lo que, por ahora, no busco más que una pequeña diversión explorando los límites de mi rubio amigo, aunque he de admitir que no me importaría llevar las cosas un poco más allá.

- Vaya... es una verdadera pena... - Alargo las palabras, y dejo que el joven note mi cercana presencia. - Yo soy Meg, encantada. Por cierto, ¿siempre eres tan elocuente? - Sin ningún tipo de reparo, lo miro intensa y directamente a los ojos, a la espera de su respuesta. Mientras tanto, me permito la libertad de admirar sus fuertes facciones. Parece criado como guerrero, pero... ¿será tan fuerte como Herc? Y, ¿será tan fuerte como aparenta donde realmente me importa...? Quizá deba comprobarlo, ¿no?