Partida Rol por web

Bella entras en el Salón, el desayuno ha terminado, todos los utensilios han terminado ya casi de limpiarlo todo. No hay nadie que los maneje, la escoba, la fregona todo funciona por si mismo. Está todo impoluto y arreglado.

Frente a ti se encuentra Anastasia, la chica que invocaba a Lucifer, acompañada de este gatito que va por las mesas intentando morder las migas que la escoba se deja:

También están Hércules y Djin hablando con Scar.

Ocultando algo entre las faldas, Bella entró en el comedor y dio un suspiro de alivio al encontrarlo prácticamente vacío. Sus pasos se encaminaron hacia la mesa ocupada por los caballeros de su quinta, pero se detuvo, dubitativa. Después, se encaminó hacia una mesa vacía, y luego otra vez hacia ellos, en un gesto claro de indecisión.

Finalmente, se armó de valor y se sentó junto al hombre de piel oscura, agachando la mirada y dirigiéndola hacia algo de comida que había quedado sobre la mesa.

-Hola... -saludó en voz baja, sin pretender interrumpir la conversación de los caballeros-. 

Decidió intervenir sólo cuando hubiese un hueco entre sus palabras.

Miro con gesto suspicaz a ese hombre que también dice ser un León (@Scar). Arqueo una ceja, me pongo de lado y le miro con los ojos como dos rendijas, frotando mi barbilla.

- Es usted un miembro de la fraternidad de Villanos... ¿porqué habría de creer sus acusaciones? Solo porque ese tío ha hecho... - miro el estropicio que están recogiendo las escobas animadas y relajo mis facciones - Bueno, vale. Se ha pasado tres pueblos.

Me acerco a una mesa donde estaban mis compañeros agrabienses para compartir impresiones mientras degusto un agradable trozo de pastel de zanahoria.

- ¿Os podéis creer lo que ha pasado? Al...  ese tío duerme al lado de nuestro... -  me giro hacia el amo pero este y la señorita Jasmin han desaparecido. En su lugar está la preciosa princesa francesa devoradora de libros (@Bella). - ¡Oh! tú no eres el amo.

Muevo mi cabeza hacia todos lados buscando a mis compañeros de reino. - Pero bueno... ¿Te lo puedes creer? - digo arqueando los hombros y preguntando a la preciosa princesa - me han dejado completamente solo ¡sin despedirse! ¡Qué desconsiderados!

Sonrío y le acerco mi plato con una enrome porción de pastel de zanahoria. Le paso un pequeño tenedor y le hago un gesto con el mío para que lo pruebe.

- Te has perdido una buena ¿sabes? Ha habido una pelea y han herido a dos princesas. Por suerte hemos conseguido salvar la situación con... - pongo un brazo flexionado para sacar bola - VALOR de héroe ¿sabes?

La cabeza aun me daba vueltas por los cantos de sirena, sacudí la cabeza un par de veces para volver en mi mismo, y eché un vistazo, ya no había nada más que pudiera hacer, la chica rubia estaría segura con Pegaso, y Ariel podía volver a dejar fuera de combate a esa bestia de Simba con una canción.
Me sacudí las manos y me dirigí a la mesa, el trabajo de héroe ya estaba hecho, mientras cruzaba el comedor iba tatareando la canción, sin siquiera darme cuenta - Wi-a-ma-ma-gue -.

Me senté junto a los demás y me quedé mirando, sin saber muy bien que hacer ¿Que estaba haciendo antes de romper mesas y salvar a gente?. Me rasqué la barbilla y miré la mesa ¡desayunar!, tenia que terminar lo que había venido a hacer en un principio, que era desayunar, y de paso tener una charla amistosa con sus compañeros, al menos los que se habían quedado.

Cita:

- ¡Esta claro!, ha habido algún error, es imposible que ese.. - no se me ocurría nada - ese león sea un héroe, imposible!, más le vale no volver a atacar a nadie - golpee con el puño la mesa, esta se quejo con un crujido y la mayoría de vasos y platos con sus cubiertos saltaron unos centímetros para unirse a la queja de su noble amiga. Al oír el ruido puse una mueca como si me hubieran dado un capón- Perdón, a veces me cuesta controlar mi fuerza, aunque de pequeño era mucho peor - solté una carcajada al recordar como había destrozado el Ágora - Destrocé el mercado del pueblo un par de veces, aunque fue un accidente, solo queria jugar con los demás chicos - sonreí y volví a mi plato para rescatar lo que se pudiera.
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Cita:

Miré a la joven que se acababa de sentar al lado del joven moreno, cuanto llevaba sentada ahí, ni me había dado cuenta. - Buenos días - saludé con una enorme sonrisa. La conversación seguía girando en torno a Simba, pero había algo que me picaba la curiosidad -¿Porque llamas amo a Aladin?- Le pregunté al genio mientras seguía desayunando tranquilamente.

Hercules: ¡Esta claro!, ha habido algún error, es imposible que ese..  ese león sea un héroe, imposible!, más le vale no volver a atacar a nadie -

Me giro hacia el heroico rubiales (@Herc) con una cuchara a rebosar de tarta que estaba a punto de meterme entre pecho y espalda. - Bueno... es cierto que ha veces el portal se equivoca. No sería la primera vez que un héroe acaba como un miserable villano, y lo que es todavía más extraño, que un Villano acabe pasando a la fraternidad de héroes.

Así que técnicamente... es posible. - me meto el trozo de tarta en la boca y cierro los ojos de placer - yo cgleo... ñam, ñam... yo cgleo que el chico... ñam, ñam.... gluuupss... - consigo tragar el pedazo de pastel y señalo con el tenedor - digo que yo creo que el chico solo ha tenido un mal momento. Tal vez le haya sentado mal algún plato, o tal vez la chica del pelo ultra largo le haya pisado la cola.

Pero está claro que su comportamiento debe tener consecuencias. Si a un héroe no se le reprende por algo así, imagínate lo que pueden hacer los villanos.

-¿Porque llamas amo a Aladin?-

- Pues la respuesta es sencilla.

Él es el diamante en bruto. Él es quien frotó la lámpara. Solo pidió un deseo, así que hasta que alguien más coja mi lámpara o hasta que formule sus tres deseos del todo, yo soy y seré su esclavo.

Suena peor de lo que parece, pero entra dentro del rollo ese de ser un Genio todopoderoso. 

Voy a meterme otra porción y la mitad del trozo de pastel se rompe, se cae y me mancha los pantalones mientras lo miro atónito. Miro la mancha y pongo una cara muy seria. - Bueno, ya sabéis... eso de "todopoderoso" es muy subjetivo. - digo limpiando la mancha con una servilleta.

Djinn: ¿Os podéis creer lo que ha pasado? Al...  ese tío duerme al lado de nuestro... ¡Oh! tú no eres el amo.

Bella le dedicó una tímida sonrisa al hombre de piel oscura. La textura carnosa de su piel del color del chocolate le llamaba poderosamente la atención. Había leído sobre hombres así, pero nunca los había visto, y casi debía contener las ganas de tocarle para comprobar que su tacto era igual que el de las personas blancas que conocía.

El joven le tendió un plato con un poco de pastel, pero antes de que ella pudiera probarlo, el chico ya había engullido buena parte de él.

Djinn: Te has perdido una buena ¿sabes? Ha habido una pelea y han herido a dos princesas. Por suerte hemos conseguido salvar la situación con... VALOR de héroe ¿sabes?

Bella abrió mucho los ojos, mirando a su alrededor. Por eso el destrozo, claro. Insegura, sostuvo firmemente el libro oculto entre los pliegues de su falda, sintiéndose repentina y absurdamente culpable. ¿Habrá sido...?

 Hércules: ¿Porque llamas amo a Aladin?

Como un perro a quien silban, alzó la cabeza al escuchar, al fin, un nombre familiar.  ¿Aladín? ¡Pero no era posible! ¡No había visto a nadie chino en aquel lugar! Aunque, a decir verdad, la joven francesa nunca había visto a un chino en persona. Decían que eran fácilmente distinguibles por los ojos rasgados, pero quizás no eran tan característicos como contaban los libros...

Y si el hombre de piel tostada le llamaba "amo", eso quería decir que era... ¡un genio! Pero ¿cuál? ¿El del anillo, o el de la lámpara?

Djinn: Él es el diamante en bruto. Él es quien frotó la lámpara. Solo pidió un deseo, así que hasta que alguien más coja mi lámpara o hasta que formule sus tres deseos del todo, yo soy y seré su esclavo. Suena peor de lo que parece, pero entra dentro del rollo ese de ser un Genio todopoderoso. 

¡El de la lámpara! Apenas pudo disimular una sonrisa de excitación, y casi dejó escapar una carcajada cuando presenció el espectáculo de la caída de la tarta, y cómo el torpe genio extendió aún más la mancha frotándola con una servilleta.

Entonces, Bella cogió su propio pañuelo de algodón, lo mojó en un poco de soda y le retiró las manos del pantalón al genio para frotar ella misma.

-Es más efectivo así... -murmuró-. Y, señor Genio... ¿quién es...? ¿Dónde...? Quiero decir, ¿los deseos...?

Tenía tantas preguntas atropellándose en su cabeza que apenas podía alcanzar una para terminar de formularla. Sin embargo, su conciencia se vio asaltada por algo que el muchacho había mencionado antes.

-¿Eres un esclavo?

Claro, eso explicaba que fuera negro a pesar de que Aladín se desarrollaba en China...*

Y, señor Genio... ¿quién es...? ¿Dónde...? Quiero decir, ¿los deseos...?

¿Ein? muevo las manos en círculos, esperando que la joven francesita llegue a... - ¡Por Alá! hija mía... ¡¿QUIERES TERMINAR ALGUNA DE LAS PREGUNTAS??!!

Me acerco a ella y la rodeo con mis brazos, esbozando una sonrisa y pellizcando su moflete - Es broma, es broma. Esta adorable chiquilla es la única de este curso que se ha leído mi cuento. Espero que no sea esa versión en la que soy una Genia y el amo acaba casándose conmigo (*)

Anda, ¿Como te llamas?

Me giro hacia el resto de los chicos y chica de la sala. El héroe rubiales es de nuestra fraternidad, pero el señor de gesto duro, ese solo puede ser d la Fraternidad de Villanos. Me pone.

- ¿Alguno ha estado antes en la Universidad? ¿Alguien puede contarnos qué va a pasar mañana? 

Sonreí y asentí - Un genio, claro! - No quería parecer un palurdo ignorante así que seguí con mi desayuno rico en proteínas y vitaminas, tal y como Phil querría, no podía descuidar mi entrenamiento. Eche la cabeza atrás y me bebí el zumo de un trago. No tenia ni idea de lo que era un genio así que decidí no volver abrir la boca para no parecer aun más tonto.

Cita:

Asentí dándole la razón ¿A que rayos se refería con subjetivo? Aunque claro no tenia muy claro lo que significaba subjetivo y tampoco eso de vivir en una lampara, era una lampara muy grande o el se hacia muy pequeño, con esos extraños poderes que tenia no me extrañaría nada ¿Como seria una lampara por dentro? ¿Tendría un Andron y unos baños?.

Sacudí la cabeza apartando todas esas ideas tan raras, lo mejor era seguir comiendo y no hacer preguntas tontas. Revuelto de huevos, media docena de higos, pan con opson, terminado.

Ahora ya podía empezar el día, como era debido - Buena suerte con todo eso de la subjetividad. Y las lamparas - Miré a los demás - Señorita - acompañé mi despedida de una sonrisa hacia Bella - Caballero - hice un gesto con la cabeza para terminar con Scar. - Que tengan un buen día - Me levanté y me dispuse a dejar el comedor, era hora de explorar este sitio y de paso buscar el gymnós, tenia que haber un gymnós.

Úrsula y Robin los presentes están sentados en una mesa charlando tranquilamente mientras yo voy recogidendo lo que queda del desayuno en la mesa presidencial.

Úrsula entró en el gran comedor y se dirigió hacia la mesa donde estaban todos sentados. Se quedó de pie sin todavía sentarse junto a ellos. No tenía muy claro si sería bienvenida o no, pero quería intentarlo.

Buenos días, mi nombre es Úrsula, dijo con un tono de voz extraño pues parecía que estuviera forzando una voz mucho más aguda que la suya. Luego se quedó mirando a Scar, que le pareció guapísimo y se acercó a él para ser el primero al que tenderle la mano y que se la besara. Me pareció verte por la hermandad, ¿verdad? Luego miró a su compañera de habitación, hola, no me quedé anoche con tu nombre, perdona.

Ingreso al salón con expresión pensativa y la camisa a medio abotonar, una vez allí, reviso todo el.salón con la mirada hasta encontrar a Bella.

Acto seguido me dirijo a la mesa de bella y me detengo a un par de pasos de la misma haciendo una leve reverencia.

Buen día señorita Bella, ¿Me permite sentarme? Necesito su ayuda, pues tengo entendido que usted es una erudita. - digo a modo de saludo y espero a que me invite a sentarme.

Genio: Por Alá! hija mía... ¡¿QUIERES TERMINAR ALGUNA DE LAS PREGUNTAS??!! Es broma, es broma. Esta adorable chiquilla es la única de este curso que se ha leído mi cuento. Espero que no sea esa versión en la que soy una Genia y el amo acaba casándose conmigo (*)

Viéndose envuelta por los brazos del Genio, Bella trató de zafarse rápidamente, como hacía siempre que Gastón se propasaba con ella. Tenía demasiada práctica, para su desgracia. Sin embargo, mientras forcejeaba débilmente contra el hombre de piel oscura, el libro que ocultaba entre los pliegues de la falda se deslizó hacia el suelo, y cuando por fin se vio libre del abrazo del Genio, Bella se apresuró a recuperarlo y esconder de nuevo el título.

El chico atractivo que se parecía a Gastón pero con el pelo más claro abandonó la estancia en aquel momento, para ser sustituido por esa extraña y altísima mujer que tenía la piel más o menos del mismo color que la del Genio. Bella disfrutaba más que nunca de poder conocer a personas tan dispares unas de otras, que jamás habría visto de haber seguido viviendo en su pequeña aldea.

Úrsula: Buenos días, mi nombre es Úrsula

-Buenos días -respondió Bella, poniéndose en pie para darle la mano-, yo soy Bella. Encantada.

Sin embargo, la mujer de proporciones exageradas ignoró su movimiento y se dirigió rápidamente hacia el caballero callado que había estado hablando con el Genio antes de que ella llegara. 

Úrsula: Me pareció verte por la hermandad, ¿verdad?  hola, no me quedé anoche con tu nombre, perdona. 

La aldeana miró a los tres, y de inmediato dedujo que eran villanos. Algo más inquieta, trató de disimular su azoramiento bebiendo un poco de té, ya frío, que había quedado sobre la mesa.

Afortunadamente para ella, las puertas del salón se abrieron para dar paso nada más y nada menos que a Robin Hood, y poco le faltó a la joven para atragantarse por la emoción. Para su sorpresa, el caballero se dirigió directamente a ella, dedicándole una reverencia.

Robin: Buen día señorita Bella, ¿Me permite sentarme? Necesito su ayuda, pues tengo entendido que usted es una erudita. 

 El sonrojo natural que coronaba las mejillas de Bella se extendió hacia el resto de su rostro, y esta asintió con la cabeza.

-Claro. Es decir, no me considero una erudita... -carraspeó, incómoda-. Sólo me gusta leer. He leído su historia y es maravillosa. ¿Consiguió casarse con...?

La chica se interrumpió rápidamente. Con la emoción por conocer a un personaje que tan bien conocía, casi había olvidado la promesa que se había hecho a sí misma de no revelar a nadie el contenido de sus propios cuentos. Tratando de disimular su torpeza, Bella volvió a tomar un sorbo de su té.

Úrsula estrechó la mano de Bella y la sonrió ampliamente y alegre de que alguien se presentase. Es un placer niñita, me alegro de concerte. Que nombre tan curioso. Pero lo cierto es que hace honor a tu nombre. Mientras esperaba a que Scar le respondiese decidió entablar conversación con ella. Dime, niñita, hay algo que te inquiete, te perturbe o te atormente? Estoy aquí para ayudaros. Y tras aquellas palabras se sentó al otro lado de Bella, en el hueco que había dejado el maleducado de Robin que no se había presentado ante ellos.

Habían llegado más personas pero eso no suponía ningún problema ya había plantado la semilla de la discordia entre los presentes con bastante éxito y parecía que aun teníamos más personas que me podrían ayudar a comprender este mundo.

Pero lo que no me esperaba era que alguien de la llamada hermandad de villanos se apareciera aquí (@úrsula) no tenía ganas para hablar con ella pero debía mantener mi papel como alguien educado -Si Tiene toda la razón pero ¿que digo?,me llamo Scar no habíamos tenido el placer de presentaros- Aún sin entender el gesto de acercarme la mano puse mi atención en una bella dama que fue llamado erudita (@Bella) intenté ser lo más educado posible ya que ella era una heroína -Si no es mucho infortunio me gustaría pedirle ayuda para aprender más de el como actuar en este mundo y en esta forma- Cómo un símbolo de respeto hice una reverencia uno de los pocos gestos de respeto que conocía.

Ludovic y Megara entran justo cuando el cocinero cambia el desayuno por la comida, y empieza a dejar manjares de todo tipo sobre la mesa presidencial.

Encontráis a los demás presentes en una mesa todos juntos.

Disculpad mi falta de modales señores, pero al igual que el señor Scar, también estoy teniendo algunos problemas para adaptarme a este cambio, pero no tengo inconveniente alguno en esperar un mejor momento para hablar con la señorita Bella.

En verdad este mundo en general me resulta confuso, pero quiero adaptarme lo mejor posible. - anuncio mientras veo llegar a Megara con Ludovic, a quienes saludo con una ligera venia.

Nieves y Ruby me recomendaron que hablara con la señorita, pero entiendo que puede hallarse ocupada de momento y no deseo incordiar a nadie, así que si os interrumpo, puedo retirarme a aquella mesa para esperar.

Úrsula: Dime, niñita, hay algo que te inquiete, te perturbe o te atormente? Estoy aquí para ayudaros. 

 "Quiero saber cómo está mi padre", "Necesito saber si mi destino es casarme con Gastón", "¿Será mi vida siempre la de una niña provinciana sin ninguna aspiración en la vida más allá de casarme?". Miles de preguntas e inquietudes se agolparon en la mente de Bella, pero detuvo su lengua y negó con la cabeza humildemente.

En ese instante, el otro atractivo caballero, esta vez algo más delgado que el resto de los personajes a los que había conocido en aquel lugar, se dirigió a ella.

 Scar: Si no es mucho infortunio me gustaría pedirle ayuda para aprender más de el como actuar en este mundo y en esta forma

-Claro, será un... un placer. Supongo -¿en esta forma? Probablemente sería otro animal convertido-. Encantada de conocerle, señor... ¿Scar? 

Le recomían las ganas de preguntarle cuál era su historia, su cuento. Cuál era su forma original, pero no se le ocurría ninguna forma de hacerlo para no resultar... invasiva. Así que en su lugar, agachó la mirada y la dirigió de nuevo hacia la mesa. 

De alguna forma que no habría logrado adivinar, había acabado convirtiéndose en la maestra involuntaria de muchos de ellos.

-Bueno, si tiene alguna pregunta...

En aquel momento, sin embargo, entró una pareja al comedor. A ella ya la conocía de la hermandad, pero él, voluminoso como Gastón, había pasado desapercibido ante sus ojos, y les dirigió un ligero y tímido asentimiento como saludo.

Encantada Scar. Le dijo plantándole dos sonoros besos en la mejilla sin que él fuera capaz de rechazárselos. Da gusto ver a hombres como tú en nuestra hermandad. Luego miró al resto, y quiso explicarse. Estoy ligeramente desmotivada con todo esto. Le contó sin que nadie les preguntase. Ella nos puso a cada uno en un sitio, y no entiendo por qué a mi me tuvo que poner en la hermandad de villanos, nos dijo que era hora de reescribir nuestro cuento y a mi ya me han encasillado. 

Yo solo soy una pobre desgraciada a la que le han hecho la vida imposible toda la vida. Yo solo he tratado de ayudar a los demás, pero en esta vida todo tiene un precio. Concluyó encogiéndose de hombros. Mi objetivo aquí es ser aceptada, aprender todo lo que pueda y escribir mi propio cuento. Estoy harta de que me miren mal por mi apariencia o por mi cuerpo. ¡No es justo! Concluyó dando un golpe a la mesa para después relajarse y tomar un pedacito de un pastel de carne que Remy había servido.

Observo como la dama francesita se esconde un bulto que se le ha caído entre las ropas. Pongo mis ojos entrecerrados, con una cara de sospecha evidente. ¿Qué podía querer robar un princesa? ¿joya? no, claro ¿comida? Tiene todo lo que quiere. ¿Sospechoso? por supuesto. ¿Me importa algo? ni lo más mínimo.

- Encantado Úrsula - digo estrechando su mano a pesar de que me ha ignorado completamente. Luego vuelvo a meter mis manos en las caderas de la princesita (@Bella) (*).

@Scar: -Si no es mucho infortunio me gustaría pedirle ayuda para aprender más de el como actuar en este mundo y en esta forma- 

El señor de la cara cicatrizada tiene toda la razón. - digo mirando a unos y a otros - ¿De verdad no les parece raro rarísimo que nadie nos explique en qué consiste todo esto?  Es decir, mañana empiezan las clases, y no tenemos ni idea de qué clases hay, quienes tenemos que ir a donde... ni que reglas hay en el campus ni nada, de nada... de nada. - digo cogiendo un donut indignado y pegándole un bocado. Miro a Úrsula y a Scar - ¿A los villanos tampoco os han explicado nada?

@Robin: Nieves y Ruby me recomendaron que hablara con la señorita, pero entiendo que puede hallarse ocupada de momento y no deseo incordiar a nadie, así que si os interrumpo, puedo retirarme a aquella mesa para esperar.

- Para nada señor Longsley - digo abriendo los brazos de par en par - precisamente estamos todos igual que usted. Pregunte lo que desee y así todos  seremos informados de la misma manera. Tal vez pueda hacer preguntas que al señor caracortada (@Scar) no se la han ocurrido y viceversa. Vamos, preguntemos todos a Bella.

@Úrsula: Yo solo soy una pobre desgraciada a la que le han hecho la vida imposible toda la vida. Yo solo he tratado de ayudar a los demás, pero en esta vida todo tiene un precio

- Oh dios mio... eso es tan triste... - Saco un pañuelo y me limpio las lágrimas nacientes.  - disculpad. Creo que se me ha metido algo en el ojo.

Luego levanto mi cabeza estirándola como un avestruz y sonriendo para estudiar a la pareja que acaba de entrar.

- Adelante, adelante. Pasad. Aquí hay pasteles y una princesa que nos va a explicar todo sobre la universidad - digo señalando a Bella.