Partida Rol por web

Le miro de arriba a abajo, desconfiado. No le tiendo una mano, porque me dé información no quiere decir que sea amigo.

Seguramente me ayuda por beneficio propio.

¿Quien contrató a esos tipos? ¿tanto miedo me tiene para no venir él a por mí? y además venir a mi propia casa. - escupo al suelo y me pongo firme, encarándome hacia él.

No soy tonto, así que le pregunto. Sea verdad o no, mejor tener algo de información. 

Al ver como arrojas el escupitajo hacia el piso, el cual cae curiosamente cerca de su cigarro arrojado anteriormente, hace un leve gesto de risa, ante lo cual hace un superficial comentario.

- Ja... Así dejaremos el suelo de Nagatenjouki hecho un asco...

Tras ese extraño sonreir, muestra una mueca torcida en su boca, a lo que luego regresa a la normalidad, para responder sin demora tus preguntes, mirandote fijamente, pero sin mayor expresividad en específico.

- Posiblemente se tratara de alguien que te estaba probando, buscando ver que reacción tenías. Quizá la misión ni siquiera se trataba de dañarte realmente, solo provocarte para que mostraras tus talentos. Una teoría plausible es esa, ya que, después de todo, el humano es un animal de engaño...

Pronuncia con un tono rimbombante de actitud científica, mientras mira hacia arriba por unos segundos, como pensando en nada. Luego de eso, te mira, mira su cigarro caído, y vuelve a mirarte. Al encararle, notas como parece suficientemente preparado para cualquier tipo de enfrentamiento, físico, social, o psicológico.

- Tengo por supuesto que no conoces nada, o poco de Gakuen Toshi. ¿Sabes sobre el caso del Open Cut? ¿O sobre las "Pócimas" de aumento de nivel? ¿Que tal de los robots reprogramados? Ahh... -Suspira- Mira, el punto es que, tienes que enfocarte en buscar la dirección correcta...

Pausa unos segundos, mirándote fijamente, ahora él encarándote, aunque no de manera intimidativa, ni nada, sólamente para llamar tu atención, a lo que luego completa su frase.

- ...Y yo conozco la dirección. Tengo una idea considerable de hacia donde va todo esto. Por su puesto, no te fuerzo a nada... Después de todo, sólo te ayudo porque... Me recordaste un tanto a mí mismo.

Dice con una extraña honestidad, la cual es seguida de un instante de una mueca... ¿Maniaca? Que no parece durar demasiado en apertura gestual, volviendo a su habitual, y al parecer contemplando la idea de tomar un nuevo cigarro de uno de sus bolsillos, elemento que no habías notado en dichos hasta ahora que abrió el segmento de la ropa.

 Le miro interrogante. Aun no entiendo bien qué es lo que ha dicho. - ¿Por qué coño me tengo que cruzar siempre con gente tan rara? - suspiro. Es mi sino. - digo en voz alta.

Tío... a estas alturas más vale que desembuches o lo próximo que va a salir de tu boca va a ser un montón de sangre y algunos dientes. - le digo mientras muestro mi puño cerrado.

Empiezo a cansarme de que tú y todos los demás den rodeos como si tuviera que rogarle algo a alguien. Si no quieres decírmelo, ya te puedes largar y yo seguiré mi camino. - estoy irritado y no me importa que se note.

Ante tus palabras, este tipo desconocido, únicamente hace un gesto, como si estuviese descolocado, pero no moviese demasiado su rostro al hacerlo notar, mas bien como si dijiese un "Ah", ante tus palabras y la actitud que conllevan. Se queda pensativo en ese mismo gesto, hasta que finalmente, parece decidirse. Su mano se mueve hacia sus ropas, a medida que habla.

- Ok... So be it...

Y entonces, saca algo, una moneda, normal, plateada, algo gastada, y oscurecida, pero en buen estado. La mira, con apatía, y la lanza hacia arriba, en un movimiento preciso.

- Spin, spin, spin...

Dice en voz semi-baja, a lo que luego, la toma en la mano, sujetándola con la otra, y mira el resultado. Tu también lo ves. Ha salido cara. Luego de eso, la guarda, y te mira.

- Lo que ha ocurrido, según mi teoría, es que te han enviado a probar, posiblemente personas relacionadas con el torneo de Nagatenjouki, en pos de saber tu poder previamente. Sin embargo... -Saca entonces un cigarro, y lo prende- Sospecho que también se tuvo que haber cruzado, metastaseado con alguien que te tenía rencor. Ni idea quien pudo ser. ¿Sabes quién te podría tener rencor? Ahí tienes una lista posible...

Se pone a fumar, sujetando el cigarro con su boca, y guardando el encendedor, dejando luego sus manos echadas a los costados.

- Sería eso, básicamente... ¿Aún vas a golpearme?

Se sujeta el cigarro, y exhala un poco de humo, mirándote con... Algo de curiosidad, dentro de lo que es su actitud "Normal". No hay nadie mas, visiblemente, en los pasillos.

 Le miro y durante un minuto me pienso si golpearlo o no. Me pone de los nervios todo este tipo de charla, en la que no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo. Me molesta.

No voy a golpearte, pero deberías decirme tu nombre y la escuela a la que vas. Si tan bien informado estás, debería saber donde buscarte si necesito algo más de ti. - le explico.

Tengo un buen montón de enemigos entre las bandas de las calles, - sigo pensando - también entre algunos miembros de otras academias... - la lista es grande.

Seguiré con la idea de ver a los que crearon el proyecto. Según tú, ellos son en parte responsables de lo que me pasó. Necesito más información.

Ante tu petición/pregunta, lo único que hizo, fué dar un leve suspiro, aún teniendo el cigarro en la boca, al parecer siendo un experto en la "Habilidad" de fumar, sin siquiera sujetarlo con las manos, las cuales estaban a ambos costados del torso del misterioso sujeto/joven o lo que fuese. Sus manos hicieron el gesto de... Apuntar hacia ambos lados, extendiendose por cada lado del sujeto.

- Tu alrededor... Aquel que ves... Nagatenjouki es mi lugar de estudios original...

Tras eso, sujeta su cigarro antes del "Peligro" a que cayera por haber hablado, lo pone a un lado con una mano, y deja la otra caída, a un costado, mirandote pensativo, dejando pasar unos cuantos, molestos para tí, segundos de espera, hasta que responde.

- Norman Sygma. Sore wa... Ore no namae... No importa si piensas que es un apodo o no, o cuan obvio pueda ser... Se me conoce así, en definitiva...

Sus parpados cayeron un poco, dejando en una mirada algo vacía, contemplativa. No volviste a ver su "Yo psicótico", que dejó salir vagamente por segundos. Dijo que le recordabas a sí mismo, o algo semejante. Aunque tu nunca usarías un... Apodo. Si. Si lo hiciste. Norman Sygma... No hay que ser ningun cerebrito para notar que, con su claro aspecto no extranjero/gaijin... Es una farsa total. Pero segun él, una aceptada, de manera oficial. ¿Porqué podrías a un mounstro como este recordarle a sí mismo?

- Sobre ellas...

Mira con recelo la puerta siguiente hacia la que ibas, en donde se supone deberán estar ellas dos, las posibles organizadoras del Torneo.

- Sólo... Ten cuidado... Kyuji Hitsuo...

Pronuncia tu nombre con temple, casi gélido, a medida que finalmente, se empieza a ir hacia la puerta contraria a la que estabas buscando llegar en primer lugar. Sin embargo, antes de cruzarla, se detiene, viéndose unicamente su pelo alborotado, pero corto, y el humo del cigarro que fuma, al cual le queda la mitad, o menos.

- ...Shikyoku.

Pronuncia de la nada, mientras sus manos se alzan, a la vez, mostrando diez dedos. Un número... Diez. Y Shikyoku, pronunciado por su boca.

Luego de eso... Termina por tomar el marco de la puerta, saliendo de dicha finalmente, dependiendo su demora o no si le dices algo más al final.

Una vez más... Nuevos, incontables caminos que recorrer... Pero para hacerlo con seguridad.

Me despido de él y me dirijo a donde iba. Sin más contratiempos y alertado por sus avisos de advertencia. No sé aun de donde sale toda esta gente y cómo saben acerca de mí y de mis problemas. Parece que lleve un letrero encima de mi cabeza - como si fueran los Sim- que diga las "quest" que tengo abiertas.

Refunfuñando me voy moviendo con cierta prisa hacia mi destino, no quiero que las responsables del proyecto se hayan marchado sin hablar conmigo.

Además de todo lo que quería preguntarles ahora además tengo que indagar sobre si fueron ellas las que me enviaron a ese grupo de gilipoyas.

A medida que avanzabas, veías los pasillos de Nagatenjouki. Justo tras haber pasado por la puerta que sellaba aquel salón, segmento de pasillo donde estabas con Sygma, ves a dos estudiantes entrar, algo sorprendidos por tu presencia, como si hubieses aparecido súbitamente. Luego, pasas hacia el otro sector de pasillo, pensando en que son algo exagerados estos sujetos, a la hora de tener hasta sus pasillos divididos. Quizá demasiada ¿Seguridad? O quién sabe.

Una vez al final de dicho, no tan angosto pasillo, ves la última sala, en la esquina del edificio, que parece un sector acomodado, como una sala de espera, o de reuniones, cerrada. Pasa un poco rato, en el que te sientes impaciente, y hasta molesto, para finalmente, percibir la puerta abierta, a través de la cual podrás pasar.

Ahí dentro... Finalmente, la ves.

A ella. Una sola persona. Sentada en un escritorio, una silla comoda, y elegante, vestida con el uniforme escolar. Posiblemente una estudiante de 3º año, tal como te dijo el Iinchou. Su figura es bella, sin exagerar, poseyendo buena cantidad en la parte inferior, pero tambien destacando en la parte superior, posiblemente una copa C, o un poquito, poquito más. Su piel es clara, sin llegar a ser pálida, su pelo es corto, llegando justo antes de los hombros, ordenado completamente, poseyendo unos ojos azules, oscuros, cubiertos por lentes. Su estatura supera por un poco el metro con sesenta, quizá poseyendo un metro con sesenta y cinco, o hasta incluso un poco más, superando un poco el promedio habitual de las mujeres en estatura. Su aspecto serio, remarca su actitud. Al mirarte, te habla, con parsimonia, dejando una voz que recuerde el sonido del agua, fluyendo.

- Muy buenas tardes...

Sin más, agregó posteriormente, a medida que arreglaba sus lentes levemente, volviendo a dejar su mano sobre el escritorio. Al frente, tambien, opuesto a la mesa, y a ella, había otra silla, donde podías tomar asiento, si querías.

- Nijino Aoi desu... Dozo yoroshiku shimasu...

Tras hacer una leve inclinación de cabeza, moviendo solo un poco el cuello para hacerla, te miró de nuevo. Su cabello estaba ordenado perfectamente, corto, mientras que sus ojos se fijaban en tí, pero sin clavarse.

- Por favor... Dígame... Que necesita... Señor...

Y así, era tu turno. Sus habilidades sociales resaltaban, emanaban poco menos. Podías... Agregar tu nombre para completar el "Señor", o quizá... Tirar una broma... O ir al grano, y decir que te habían tirado un grupo de Espers psicópatas, PsiquicoPsicópatas a tu casa, con el solo fin de probarte. O que te habían hackeado tu registro como Kysuo. O que podían irse a la mierda y que le ibas a patear el trasero. Muchas eran las opciones.

Y la otra, Futatsuki, la "Excéntrica", aún no se aparecía... No todavía. Solo ustedes dos, silencio, plantas, y ventana que daba hacia afuera, hacia un sol aún semejante al matutino...

 Kysuo. - agrego a su frase y luego tomo asiento en frente de ella, tras cerciorarme de que no hay nadie más en la sala.

Luego la miro. Dejo fijos mis ojos en los de ella. Nadie me va a dar miedo, ni me va a hacer retroceder. - Y hablo, lenta y pausadamente, pero con firme entereza.

Estoy aquí por vuestro proyecto. ¿Qué es lo que os proponéis con él? ayer recibí en mi casa la visita de unos "matones"... esper... he oído que tienen que ver con ello, así que he venido para que toméis la responsabilidad del ataque.

Luego de eso me levanto y cerrando el puño hasta que me crujen los nudillos, se lo muestro - No me hubiese importado darles una paliza en la calle, pero en mi propia casa y poniendo en peligro a mi familia, es otra cosa.

Así que estoy aquí para devolveros el favor y pediros que me eliminéis de vuestro estúpido proyecto.

Espero sus respuestas.

Aoi Nijino unicamente te mira a los ojos. No se intimida, pero tampoco se burla, para nada. Dirías que casi parece un robot, si no fuese porque mueve sus ojos, para notar tu gesto de furia, y haciendo mas bien un ademán, casi innotable, de que entiende tu furia, analizándola más que nada, pero sin desconsiderarla. Finalmente, vuelve a mirarte directamente, y apenas has terminado, se concentra, parece enfocada en... Algo.

Aoi - Naruhodô...

"Ya entiendo", dice, a lo que luego, cierra sus ojos, por unos segundos, y después los abre, notandose... Alterada. Afectada por algo. Sus pupilas se han contraído un poco. ¿Que le ha pasado? Al parecer la respuesta viene ahora, cuando te habla.

Aoi - Tres personas, una de ellas con piel pálida, todas con ropajes oscuros. Una mujer, dos hombres...

Se pone pensativa, pero con la misma pose que siempre ha llevado. Finalmente, vuelve a hablar.

Aoi - Por favor, pasa...

Mira hacia un lado, solo por un momento.

Momento, en el que la ves entrar, a ella, nada menos.

Su uniforme escolar, su figura esbelta, atlética, agradable, de piel vivaz, alta, y de cabellos extraños, como naranjos, tomados en dos trenzas circulares, bastante alocadas. Un rostro carismático, que casi, si no fuese por la situación, y tu mala hostia natural, te llevarían a sonreir. Unos ojos de color parecido al cabello, o al menos un castaño distinto. Nadie menos que la que viste en la foto, aparte de Nijino.

Futatsuki - Oh...~ Supongo que si me necesitas, es porque debo ser util, ne~!

Sonríe, aunque algo contenidamente, manteniendo la seriedad. Luego de hacerlo, mueve su mano a modo de saludo hacia tí, aún si estes a menos de dos metros de ella. Se posa a un lado de Nijino, sin sentarse.

Futatsuki - Ayudaré. Claro que sí ^^

Dice visiblemente de manera sincera, a lo que luego mira a Nijino, la cual de inmediato responde.

Nijino - Tres personas han atacado al señor Kysuo, aquí presente. Tengo imagen de quiénes son.

Pasa un pequeño rato, y luego Futatsuki, pensativa, responde.

Futatsuki - Umm... Skillout? No. Tenían poderes. Supongo que mercenarios como la previa Meltdowner-san...

Futatsuki - Precisamente...

Se sujeta los lentes en un gesto muy típico, a lo que Futatsuki se la queda mirando. Nijino la mira de vuelta, ante lo que la energética, mas concentrada joven, suspira, mirandote de nuevo. Finalmente, Nijino habla de nuevo.

Nijino - Si lo desea, podemos ayudarle a encontrar a estas personas. O sino, simplemente podemos... Quitarle del proyecto. Sería una lástima, porque esperabamos lograr algo notable este año...

Se vuelve a sujetar los lentes, ahora mas naturalmente, como si antes hubiese sido un reflejo extraño. Futatsuki se queda, calma, esperando tu respuesta, y preparada para ser la que te ayude con el asunto. Al gastar su propio tiempo, parecen demostrarte que les interesa, y que no han sido ellas las perpetradoras.

Aunque se ve demasiado bien...

Miro a la recién llegada, es verdaderamente linda y emana de ella un aura que llama a empatizar con ella. Sin embargo estoy bastante mosqueado así que simplemente la miro hasta que se queda al lado de la otra chica.

Hola. - saludo secamente.

Me rasco la cabeza - esperad un momento. Me váis a ayudar porque sois las responsables de este embrollo ¿no? - suspiro - y por mí está bien... pero aun no me habéis explicado cual es le motivo de vuestro proyecto. Si queréis que mantenga mi inscripción, tendréis que decirmelo... como dice mi madre: las cosas claras y el chocolate espeso.

Al final, parecen haberte llegado. "Sygma" te dijo que fueses cuidadoso. Quizá se refería a esto. Se sabe que los tipos de Nagatenjouki tienen buenas habilidades sociales, a la par con sus "Cerebritos". He ahí que han vencido al mismísimo Tokiwadai en más de un evento. Pasando al tema directo, Mezuteki Futatsuki parece tranquilamente alegre, siendo este su animo "Default", a lo que te saluda de vuelta, elevando su mano de una manera que se vería infantil, pero que le sale normal, agradable.

Futatsuki - Ohaa .^^.!

Sonríe levemente, con un rubor natural en sus mejillas. Nijino, por otro lado, tose un par de veces, delicadamente, para luego proseguir la conversación, respondiendo a tus ideas.

Nijino - Pues no. Nosotros no fuimos los perpetradores. Cierto es que teníamos pensado confirmar los verdaderos poderes de los participantes via Praxis en un momento previo al torneo, pero esto está fuera de lugar. Un ataque al hogar, dirigido específicamente, no es algo que esté en nuestros protocolos...

No parece estar mintiendo. Si, tu análisis crudo, que ha mejorado un poco en este día tan ajetreado, y lleno de personajes extraños, te lo dice. Pero aún así, maneja mucho sus propios movimientos, quizá como una manera de tic, u alguna otra cosa.

Si lo que dice es cierto, Sygma fué el que te engañó entonces. Pero su muestra de "Confianza" al dejarte posiblemente golpearlo, puede significar algo. Muchos enigmas, poca paciencia para resolverlos, o soportarllos siquiera.

Futatsuki interrumpe, entre medio.

Futatsuki - Por eso mismo iré contigo a buscar a esos tipejos. Si son, segun mis cálculos, no superiores a nivel 3, o 2, una nivel 4 como yo, contigo, un nivel 2, por lo visible, deberíamos hacerles peso, ¿No crées ^.^?

Al parecer Futatsuki tiene un buen tino analítico, para estimar niveles rápidamente. Además... Supones lo que pasó. Nijino es Telepática, pudiendo haber sabido lo que te ocurrió con detalle de imágenes, "Pasándoselo" luego a Futatsuki. Súbitamente, tras pensarlo, la misma Futatsuki te responde, con algo de demora, a tus últimas palabras.

Futatsuki - ¡Ohhh, sí! Mamá también solía decirme esa frase! ¡Todo claro y chocolate espeso!

Dice emocionada, a lo que eleva sus manos en puños al nivel de su cara, no en un modo de guardia, sino mas bien de clásico gesto kawaii. Por otro lado, Nijino mantiene su estancia, mientras empieza a responder tus preguntas.

Nijino - Sobre su pregunta, señor Hysuo... Organizamos este torneo, con el motivo de, divertir, tanto a público, como a Espers, así como para poner a uso los múltiples Poderes, de una forma saludablemente competitiva. Obviamente, habrán regulaciones, y metodos para que nadie salga completamente herido, segun sus voluntades.

Nijino saca unas cosas de debajo de su escritorio, como sintiendo un cambio en su propio proceder. Tiene en sus manos unos documentos, plastificados, con copias.

Nijino - Aquí, documentos sobre las condiciones del torneo. Puesto que usted ha tenido problemas con la situación, los merece.

Te pasa una de las copias. Son sólo dos páginas. Una hoja por cada lado. Que explica de manera bastante amena, para un documento legal, las condiciones del Tornéo.

Cita:

Luego, la parte de atrás pone reglas mayormente legales, como aprobación de Superiores y Supervisores, menciones de los distintos terrenos en los que ocurrirá el Torneo, u ocurriría si es que hay problema en alguno de ellos, y otros asuntos mas "Legales", y no tan directos, relacionados con el Torneo como un evento oficial de Nagatenjouki, y de Gakuen Toshi.

Una vez haz visto eso, Nijino te observa, con sus brazos sobre la mesa.

Nijino - ¿Que opina al final, señor Hysuo?

Futatsuki te mira, sonriendo levemente, sujeta al lado de Nijino en el escritorio, moviendo levemente su pie derecho, como un tic.

Futatsuki - ¡Cuando guste, Hysuo-kun ^o^!

Así... Parecen dispuestas.

Me rasco la cabeza - Supongo que es la mejor oferta que puedo conseguir... -meto las manos en los bolsillos. Por el momento estamos juntos en esto, busquemos a esos cabrones.

No confío en ellas, pero sin lugar a dudas seguir el resto de pistas me llevarían demasiado tiempo, además aún no sé qué significa lo que ese chico me dijo. 

Cuando queráis nos movemos, vosotros diréis dónde buscarlos. - me muevo hacia la salida de la sala. - Si os enmendáis, me replantearé mi retirada...

Al final, parecen haber llegado a un acuerdo. Ustedes tres. Notable ha sido que, incluso con un tipo testarudo como tú hayan podido manejar la situación en... Menos de diez minutos. Aparentemente sí son unas expertas, tal como te dijo Sygma, y por lo mismo, tus sentidos, de animal, animal humano, se tensan aún más, manteniendo la guardia, psicológica, y física, atenta a cualquier posible situación. Nijino Aoi se levanta, viéndose conforme con el resultado de esta reunión y su solución aplicada, o mejor dicho, por aplicar.

Nijino - Muy bien... Siendo de este modo... Pondré de mi parte...

Ahí es cuando, pasando por el lado del escritorio, se acerca a vosotros, poniéndose concentrada al lado de Futatsuki y de tí, quedando bastante contrastante en estatura, considerando que Futatsuki es alta, bastante para una mujer, casi de tu estatura, aparte de delgada. Nijino acerca la mano a vosotros dos, mientras Futatsuki la observa, pero actúa como si estuviese acostumbrada, o supiese lo que Nijino está por hacer.

Nijino - No penséis en... Nada...

A medida que acerca las manos, Futatsuki te mira, exhalando suavemente, a lo que te habla, con toda naturalidad, ofreciéndote un peculiar consejo.

Futatsuki - Mejor cierra los ojos, si es tu primera vez... Telepatícamente hablando...

Hace el comentario poco menos que como un chiste, sobre la "Primera vez". Por un segundo tu mente invoca a Saiyuki Fujiwara, por un motivo que quizá ni tu propio análisis mas intenso podría decifrar, pero rápidamente, cerrando tus ojos, al menos una vez, logras dejar la mente en blanco, completamente. Luego tus ojos se abren, y queda a tu voluntad de ese momento ver si los cierras de nuevo, porque la mano de Nijino ya está, rozando tu cráneo levemente, al igual que el de Futatsuki, la cual, cruzada de brazos, sólo cerró sus ojos con descuido.

Ahí es cuando... Sientes... Nada. No sientes nada. Quizá tu mente es demasiado tosca para sentir algo tan fino como un "Poder Psíquico Psíquico", o quizá el uso que le dió Nijino a su Poder fué demasiado sutil. No importa de todos modos. Saca su mano segundos después, para posicionarse de nuevo tras el escritorio, solo que mas tirada hacia donde están ustedes, como signo de compañía, y de menos lejanía. Futatsuki abre los ojos, y alegremente, extiende uno de sus brazos a modo de elongación sin sentido aparente.

Futatsuki - ¡Perfecto! ¡Ahora Nijino-chan podrá comunicarse Telepáticamente con nosotros mientras nos mira por las cámaras cercanas a donde vayamos!, ¿No?

Nijino - Más bien, ustedes solo tendréis que pensar, para que yo busque los datos necesarios, apoyándolos desde aquí, para no eximirme del asunto...

Futatsuki - ¡Suugoi! ¡Vamos entonces! ¡Hysuo-kun!

Te iba a tomar el brazo en un impulso producido por su emoción tras el gesto de apoyo de Nijino, pero se detuvo antes mostrando una decente agilidad y velocidad de reacción propia, mirándote con rostro algo contrariado, y luego buscando sonreir lo mejor posible, pero de manera natural.

Futatsuki - Gomen... Suele pasarme cuando me emociono... Avanzemos...

Nijino - Mantened vuestro foco...

A medida que vais saliendo, avanzáis por los pasillos, tú y Mezuteki Futatsuki, la cual avanza con sus manos en la nuca tranquilamente. A medida que pasáis algunos ocasionales alumnos que están por ahí os miran algo sorprendidos, tratando de disimularlos, notándote al lado de la joven de pelos naranjos que bien podría ser popular, y debe serlo, con aquella figura y carisma que posée, lo cual a ella misma no parece importarle ni un poco, así como tampoco parece notarlo. A medida que pasas por el mismo lugar donde viste la foto extraña, y donde hablaste con Sygma, un reloj se puede notar en medio de las paredes, en cual...

¿Qué?

Te fijas, claramente. Han pasado al menos 15 minutos. Si sumas lo poco que conversaron, no puede, de ningún modo, haber sido tanto el tiempo que estuvieron. Haces memoria, y tienes un pequeño recuerdo. Una pantalla en negro, completa, como si se hubiese posado alrededor tuyo, justo en ese momento en que Nijino activó la Unión Telepática entre los tres. Se sintieron como segundos... Pero fueron minutos completos. Al parecer eres bastante debil ante esos poderes, temiéndoles como indicaste en el cuestionario con razón infundada, ahora sabiendo que, una persona de dos Niveles por sobre tí con un poder Psíquico Psíquico, te ha logrado causar tal impresión. Ya a la salida, y en pos de avanzar por el camino que tenían, Futatsuki te mira raro, deteniéndose.

Futatsuki - ¿Ocurre algo, Hysyo-kun? ¿Te encuentras bien?

Mira preocupada, no parece notar que es lo que pasa. Se acerca un poco, buscando fijarse en que te ocurre.

 No estaba seguro de como me había vuelto a dejar liar. Que tenía debilidad por las chicas era evidente, pero esta vez había algo más: quizás fuera debido a sus habilidades psíquicas o quizás a que eran más listas que él. Como fuera, volvía a estar en movimiento.

Ya se me ocurrirá algo si me la juegan. - iba pensando mientras ambas hacían y deshacían a su voluntad. Y antes de que se diera cuenta una de ellas, la telépata se acercó y le puso las manos en la cabeza - pero ¿qué coñ...? 

Y a pesar del aviso, decidió mantener los ojos abiertos. No parecían hostiles, no parecían peligrosas... pero por eso mismo no quería perderlas de vista.

Y otra cosa por la que no dejaba de sentirse incómodo era... que no me gustaban que hurgaran en mi cabeza. Tener secretos e intimidad era uno de los pocos privilegios a los que podía aspirar, así que rehuí el contacto con Nijino, todo lo posible.

No es nada Futatsuki-kun - respondí más exhausto de lo que pensaba. 

Aún habiendo pasado por todo aquello, difícil de describir, haces consciencia, o más bien retienes consciencia de tí mismo. Algo vas recordando, hilando los hechos. Tras el momento en que Nijino puso su mano sobre tu cabeza, pudiste ver tres "Mundos", o más bien Mentes. Una era la mente de Nijino, un lugar ordenado, y aislado, y de colores oscuros. Luego, la mente de Futatsuki, que se manifestaba colorida, palpitante, vibrante, y variante, aunque no tan "Feliz" ni "Positiva" como se pensaría, demostrando que no es todo lo que parece. Finalmente, tu propio mundo interno, o paradigma sináptico general. Un lugar plomizo, que recuerda mucho a Aquel Lugar, aquella facilidad en donde estuviste, pero mas abierto, como si sus paredes hubiesen sido rotas por impactos, uno tras otro, siendo el piso un lugar como una planada, o un campo baldío, en el que se puede mover de manera "Libre". Tras Conectar las tres Mentes con la Telepatía, pasó un rato, debido a que fué necesario que tu cerebro, no acostumbrado a tal poder, dejase pasar un rato, confirmando así tu "Miedo" escrito en el informe de Nagatenjouki a los poderes psíquicos de tipo psíquico. Al parecer es una muestra de confianza, o un método seguro. Pero nunca se puede saber.

Futatsuki hace un gesto con su brazo, como si fuese a hacer algo. Por un segundo parece detenerse, como pensando "Quizá no le agrade", a lo que finalmente, lo hace. Te abraza. Si, una mujer como esa, menuda chica, te abraza, sin embargo, es un abrazo mas como el de una compañera de batalla, o de deportes, el cual viene con una palmada que confirma su notable fuerza física, para luego, tras segundos, unos 5, o poco más, te suelta, mirandote con energía, y haciéndote el gesto del dedo pulgar aprobativo.

- Ánimo, Hysuo-kun! Ya nos encargaremos de todo esto!

Posteriormente, sale, con sus manos atadas a la nuca. Has sentido sus... Sí, y parece notarlo, ocultando su sonrojar al caminar delante tuyo. "Ojala no se haya fijado mucho en mis..." Parece pensar, mientras se mira hacia abajo un par de segundos, en pos de avanzar finalmente, siguiéndo así ambos el camino, una vez que estás mejor.

Avanzáis por los Sectores de Gakuen Toshi. Muchos parques, muchas hélices que nunca dejan de moverse, mucha vegetación y mucha urbanidad. Todo en armonía extraña, en una ciudad científica que, sólo conociéndole, como lo haría alguien como tú, puede ser sabida realmente por sus problemas internos.

Al menos habrán recorrido unos 4, o 5 sectores, teniendo en cuenta que estos son rectangulares, y a veces irregulares en forma y alcance, sabiéndose que Gakuen Toshi está alrededor de una bahía, pero aún así se encuentra bastante extendida, siendo ya casi un 40% del tamaño de Tokyo.

Finalmente, se dirigen más hacia central, alejándose de las seguras locaciones de Nagatenjouki. Futatsuki parece menos que preocupada, aunque hay un momento en que se detiene. Parece estar pensando fuertemente. Sí, es el Nexo Mental. Que, a pesar de haber buscado alejarte de Nijino, oyes.

Futatsuki - "¿Me encuentro en el lugar correcto, Nijino-san?"

Nijino - "Sí... Sólo unos pasos más, aquel apartado vacío es donde deberían estar, según los datos que tengo"

Futatsuki - "¡Genial! ¡Nos vemos, Aoi-chan!"

Nijino - "No... Me llames así... Futatsuki-kun... Hasta pronto"

Finalmente, lo veis. A lo lejos, un sector que parece el borde de un edificio, o que mas bien lo es. Aparentemente es algo como un estacionamiento no muy usado, o algo pequeño. Un clásico sector donde se reunen macarras, pero mas "Customizado", por la falta de destrucción y la aparente "Aislación" que produce al verle. Pilares que van cubriendo, y sectores de muros que ofrecen una protección que no sabrías denominar como mínima u óptima.

Futatsuki se pone seria, indicando que ya han llegado, al parecer.

Avanzas, bajando, ya que se encuentra por debajo del area de suelo que recorrieron antes, todo el tiempo. Normal en Gakuen Toshi, aunque conveniente, al parecer, para estos bastardos.

Apenas llegan a la puerta, Futatsuki sonríe. Apenas cualquier problema como cerradura, o trampa aparezca, el A.I.M. de la joven pelinaranja se activa, manipulando agradablemente la conexión entre partículas, sin que ella mueva un dedo. Te sonríe y guiña un ojo al notar esto. Pasan sin más, con ella posando sutilmente una de sus mangas sobre la puerta, usando la contramuñeca con la ropa encima, de modo que no deja huellas, empujando así la misma puerta.

Y ahí, están.

A los dos tipos, faltando justamente, la tipa.

Uno, es el pálido raro, el cabrón que cruzaba paredes y se hacía intocable.

Y el otro, es el de ropajes descuidados, que intentó agarrarte con algo, pero nunca supiste que poder tenía

Ambos, están uno frente a otro, en cuclillas, o al menos el pálido, porque el otro está poco menos que echado, como un bulto, semi-sentado. Hablan sobre algo. O lo hacían.

Y atrás de ellos, hay alguien más. Otra persona. Un hombre, también, aparentemente mayor, o mas maduro que ellos, con mejor apariencia, pelo negro, con mechones, corto, y con guantes negros cubriendo sus dos manos. Tiene estilo, se nota.

Además, de que Futatsuki, lo reconoce...

Futatsuki - Uso...

Pronuncia en voz baja, como sin creérselo. Parece... ¿Nerviosa? No. No puede... Sí. Si lo es. Al estar Unido a ella Mentalmente la "Oyes", casualmente.

"Que hace él... Aquí... No esperaba algo como esto..."

Aquel tipo, el del centro, que no es de los que atacó tu casa, sonríe, con calma, a medida que parece curioso, de ver a Futatsuki nada menos.

Ambos sujetos, el palido y el descuidado te miran. Te reconocen... A los dos minutos de mirarse mutuamente, todos, los dos grupos distintos. Al final, el despreocupado habla, que está a tu derecha, tal como estuvo antes, en aquella pelea en tu departamento.

Tipo descuidado - Omae... ¿Que haces aquí? Viniste a por la revancha?

Tipo palido - No olvides que huímos...

Tipo descuidado - Betsuni... Algo que me despereze...

Ambos miran al tercero, al del fondo. Dicho, cierra sus ojos, como queriendo omitir comentario. Futatsuki se compone rápidamente, y se prepara, tensando su cuerpo.

Futatsuki - Gomen nasai, chicos... Pero me temo que vengo a hacer justicia, no en nombre de Nagatenjouki, sino en pos de Hysuo-kun...

Ante esto, los dos pelmazos que atacaron tu casa miran desconcentrados. Al parecer oir Nagatenjouki los acojona... Pero parecen no tener opción. Antes de que la busquen, Futatsuki hace un chasquido de dedos con su mano derecha, como si hubiese activado un botón que tuviese sujeto en sus manos. Sonríe ella ahora, pasando a explicar, como si fuese cual buen anime, la situación.

Futatsuki - Ni intentéis huir, que he atado toda salida probable. Somos nosotros cinco ahora, y aquí...

Y entonces, es cuando los pelmazos, el palido y el despreocupado se levantan, ya sabiendo que no tienen opción. Palido-san te mira cual fantasma que parece, y Despreocupado-san te mira con molestia, como diciendo "Jodete", e incluso de mala gana.

Al interior de tu Cerebro, Oyes la voz de la atlética joven pelinaranja.

"Hysuo-kun... Yo me encargaré del de al fondo... Posiblemente tenga que disuadirlo. No... No es la idea que sufras. ¿Te podrías encargar de los otros dos? Asi tendrás tu venganza por tus manos propias. Yo me encargaré de que el Otro no cause mayores problemas, y después si quieres los interrogamos o algo!"

Sientes su energía en su voz, optimista, a pesar de todo. Aquel tipo, el de guantes, se levanta, mirando a Futatsuki... Y hablando por primera vez en el "Cálido encuentro".

Sujeto de guantes - No esperaba encontrarte aquí de todos los lugares, Futatsuki-kun... No sé que asunto tienes con mis compañeros, colegas, pero... Supongo que habremos de duelar una vez más...

Ajusta sus guantes con cada mano, mirando luego a la joven del consejo estudiantil. Su voz es levemente grave, pero con un tono distinto, diferenciante, mas relajado, menos tosco, mas experimentado quizá. Algo así como una versión no arrogante de Zaitsu. No al menos tanto, o tan abiertamente como él.

Así, parece comenzar una inevitable batalla.

Una en la que, apenas comienza, Futatsuki se prepara para ir en contra del Sujeto de guantes, calculando sus movimientos a cada paso. Os encontrábais a unos 6 metros de distancia, que se van reduciendo con lentitud. Aquel lugar mide en total, en metros, unos 10 x 6, con 5 de alto. A medida que empieza a palpitar tu A.I.M., te sientes...

Más poderoso.

Más amplio, más extendido. Tus usos de A.I.M. voluntarios se habían gastado...

Pero algo te hace sentir que podrías usar... ¿Más?

Algo ha pasado, y lo notas. Te sientes con mas potencia.

Y por su puesto, con ganas de patear traseros.

 Avanzo detrás de Futatsuku, recorro unos cuantos sectores sin darme cuenta, tras el abrazo de esa niña, me distrae pensar en sus... ehmmm... contra mi torso, y de alguna forma eso me trae recuerdos de aquella otra chica que parecía tan agradable y simpática.

Cuando me quiero dar cuenta estoy adentrandome en un bloque de edificios. Sigo a Futatsuki a los niveles inferiores, y allí los encontramos, en compañía de otro tipo al que parece que mi compañera de armas conoce.

Allí están, falta la chica... pero no importa, ya me ocuparé de ella en otro momento. Esos dos cabrones lo van a pagar y muy caro. Me crujo los nudillos y me coloco las nudilleras metálicas, útiles indispensables para poder usar mi poder sin joderme las manos.

He venido a devolveros la visita. Y espero llevarme un buen recuerdo de aquí. - digo con una mueca, confiado de mis posibilidades.

 Asiento a las palabras de mi compañera y como confirmación me pongo en guardia. Os voy a dar una paliza. - y diciendo esto me lanzo al ataque, cargo contra ellos, sin dejar a ninguno flanquearme, lo ideal sería acabar con el cruzamuros, pero me parece más peligroso el otro tipo, el que parece de aseo descuidado.

Le lanzo continuos golpes acelerados, no solo aumento la velocidad de mis ataques, sino también aumento la potencia del golpe y la temperatura del aire en el espacio en el que mis puños golpean, para tener una posibilidad de combustión más elevada.* 

Parece que aun no le he cogido el tranquillo por lo que mi velocidad se mantiene, así es como el primer golpe falla mientras que el segundo, que ya vuelvo a ser consciente de mi ritmo, consigue dirigirse al objetivo. Potenciado debidamente y aumentando la temperatura alrededor.

Por fin, una batalla.

Ya había llegado la hora. Ya no más chácharas, ni incoherencias, o extrañezas, sino aquello que más te gusta, realmente. Sentías tu sangre hervir, la adrenalina por tu torrente fluir, llegando a tus músculos, preparando hasta tus huesos para el daño recibir, a medida que mirabas a esos dos payasos, bastardos que invadieron tu casa, tu hogar. Ahora llegaría la hora de devolverles el favor. Serían ellos los que sentirían el miedo, y no podrían escapar. Literalmente, Futatsuki selló el área, molecularmente, así que, físicamente, no podrían huir, sólo pelear, en aquel rectangular lugar.

Ya había llegado la hora.

Quebrarías sus estúpidas ilusiones.

A tu derecha, Despreocupado/Malvestido-san. Sus ropajes descuidados, su actitud desconsiderada.

A tu izquierda, Palido/Muerto-san. Su postura poco menos que de muerto, su piel cual fantasma.

A tu lado, y avanzando, Futatsuki, con movimientos gráciles, atléticos, sexys, y sobretodo, hábiles, en dirección al Sujeto de guantes, que se encontraba mas atrás de los dos Pelmazos que serían tus enemigos, oculto en parte por algunas sombras, pero visible completamente, sonriendo levemente, confiado, esperándola. Un gesto bastó para que os entendiérais, y no era telepatía, sino la conexión espontánea de dos personas que enfentan la vida con sus cuerpos, con sus propias vidas, directamente.

Te lanzaste por el Malvestido, a medida que este parecía molesto, al parecer diciendo con su actitud algo como "Osas tocarme, bastardo", a lo que entonces, mueve sus brazos hacia abajo, intentando algo... Que no funciona. Tu golpe, que tampoco es mejorado por tu poder, le llega, pero lo aguanta con su hombro, prácticamente sin recibir daño, mostrando ser tozudo.

Tu segundo golpe, sin embargo, al mismo Objetivo, termina no sólo por llegar, sino que además... Producir algo espectacular.

Notas como hizo un gesto de pegar sus manos, como si quisiera hacerte algo, pero tampoco le funciona, sólo que esta vez, a tí si te sale. Ofreces un puñetazo, con todo tu hombro extendido, torso incluso, rodilla, y muñeca, impactando en medio del aire...

Y causando una explosión en frente de él. Al ser inestable, y no conocer tú los valores numéricos necesarios, ha resultado muy distosionada, pero sin duda ha sido una maravilla, como un fuego artificial pequeño, que te maravilla por instantes, como si fueses un niño pequeño ante algo mundano, pero que se siente grandioso, o que es grandioso, y más aún, un logro.

Hacia atrás sale disparado, cayendo sobre su culo en el piso, con la cara algo quemada, y las ropas mas hechas pedazos de lo que las tenía, ahora sí siendo todo un Malvestido absoluto. Te mira con molestia, y su actitud despreocupada desaparece, a medida que te observa desde la distancia de dos metros, caído en el piso, mirando hacia tí, tras haber sido impactado por aquella explosión aérea, ígnea, y acelerada en daño. Una marca profunda quedó en su mejilla izquierda, donde le lograste pegar directamente entremedio de toda la explosión del aire cercano a tu brazo.

Atrás tuyo, sin embargo, aparece el Palido/Atraviesa-paredes. ¿Cómo? Nunca lo viste. Ni siquiera percibiste que se desplazara por el lado. No lo recuerdas, por mucho que tu cerebro, estimulado por el sistema simpático, intente recordarlo. Te mira frío, y cruel, para luego, con un taser, pegarte en el pecho, causándote un gran dolor, y haciendo que caigas al piso. Un ataque deshonesto, y pragmático, además de ejecutado directamente. Su tazer es de esos de mano, a cuerpo a cuerpo, no como el de L-Okaa-sama, que era a distancia. Te mira, y parece que su arma tiene aun unas cuantas cargas, por lo que reconoces, quizá unas 2 más. Al mismo tiempo, el otro tipo, que estaba tirado en el tipo, te ve caído, y aprovecha para intentar algo. Sus brazos se mueven hacia abajo, como al ritmo de una serenata, para luego...

...Hacer que tu cuerpo, de la nada, como atrapado por una mano de demonio invisible, sea aplastado contra el piso. No sólo estás siendo presionado por la fuerza conocida como Gravedad, sino que además es como si cada fuerza tensil de tu cuerpo, cada superficie que permite que se cohesionen tus células, así como lo que te explicaban en química con el agua, con las gotas de agua, fuese tirada hacia abajo, en una especie de malla invisible, que te aprieta en general, pero detalladamente al contorno de tu cuerpo. No se puede ver, pero sientes que está ahí, y asfixia, oprime, limita, paraliza.

No hay ningun golpe de suerte, salido de tu Realidad Personal, aún si se sienta esta misma más poderosa. No sientes tu "Voluntad" moviéndose tan intensamente, quizá porque la batalla comenzó aún hace poco. Peliaguda la tienes, a lo que, en un movimiento vago, de cara, estando atrapado por esta "Red gravitacional/tensil", y echado/sentado en el piso, con ambos idiotas mirándote, logras ver, a una buena distancia, como va Futatsuki.

Hacia adelante, se abalanza, la atlética joven, para tratar de impactar al Sujeto de guantes negros con una especie de impacto concentrado de... Algo. Parece fuerte, pero entonces, apenas esta esfera de color naranjizo pálido, salida de la palma de Futatsuki, se dirige, con una potencia mounstrosa,hacia su enemigo, este tan sólo hace un movimiento con su mano enguantanda... Y  no ocurre nada. Nada. Absolutamente nada. Tal como si el ataque que lanzó tu compañera de armas hubiese sido omitido completamente, desvanecido sin ningun rastro. Futasuki, cansada, mira a su oponente, el cual le habla, con el mismo tono misterioso y sonoramente audible de antes.

Sujeto de guantes ~ Nada mal, Tsuki-kun... Pero sigues siendo ingenua...

Su voz por un instante tornó algo oscura, mientras a Futatsuki parecía cabrearle que le dijeran "Tsuki". Acto seguido, el Sujeto formó una especie de... Látigo, no, una especie de púa, o línea, larga, y delgada, casi no notable, de color negro puro, la cual usó para impactar lateralmente a tu compañera en el cuello, impactándole secamente,a velocidad de intención, para luego...

Sacarle sangre. Un brote saltó notoriamente, en un momento dramático, casi detenido en el tiempo, paralelamente a tu propia tribulación. Parecía como si el poder de esa cosa negra pudiese haber decapitado a Futatsuki... Sin embargo, esta sólo se sobó un poco su terso cuello, viendo como tenía una marca con poca sangra, siendo la mayor parte de la otra herida impedida, debido a su manejo sobre las ataduras moleculares. Sonrió, con el optimismo y el brillo que la caracterizaban, mirando confiada a su oponente, al Sujeto.

Futatsuki ~ No me llames así. Sabes que no me gusta. Soy Futatsuki. Mezuteki Futatsuki... Nagara-kun.

Nagara ~ ...

Aquel tipo de guantes, cuyo nombre fué revelado, mira con molestia, y ya no tanta confianza. Deja sus dos manos a un lado, y cierra sus ojos. Futatsuki también se concentra, mucho más que antes, tanto que oyes su mente como un vacío armónico, como eso de los Samurais y la No-Mente. Por otro lado, la concentración, el foco de percepción vuelve a tu propia circunstancia.

Apretado, por esta fuerza, que no sabes cuanto va a durar, y que ya ha estado ahí más de 20 segundos, pero que no te ha causado mayor daño físico, sólo dolor y molestia intensa, ves como el Palido prepara su tazer, para volver a dirigirlo hacia tí, pero notas como si estuviese esperando el momento preciso para atacar con dicho, aún teniéndote a piso y atado. Por otro lado, el otro sujeto, el Malvestido, se sonríe, volviendo a su confianza y despreocupación inicial, acercándose con su pierna, para tratar de darte una senda, y agradable patada hacia tu parte superior, a pesar de haber sido dañado antes, haciendo amago de sus fuerzas, para levantarse, y pegarte con gusto.