Partida Rol por web

–¿Maik? Sea pues…– Inquirió sin mirarlas mientras levantaba su arma apuntando en la dirección que le habían señalado.

–Tienes tres segundos –le dijo al aire con cierto aire de mala hostia, más por sentirse emboscado que por otra razón–, dos, uno…

El camuflaje no servía de nada contra aquellas dos cromadas. Al parecer poco les quedaba ya de humanas... La fortuna era que al menos el hombre trajeado parecía estar llegando a una especie de trato con ellas. El problema era que no entendía lo que decían sobre lo del modelo N4D-3SH-1K0, y aquello parecía repercutir directamente en ella.

¿Acaso Petrushka tenía algo que ver con cualquier otro aparato? ¿Por qué se suponía que estar al lado de ella equivalía a estar buscando a ese modelo N4D-3SH-1K0 del que hablaban?

Fuera como fuese, la aparato desactivo su sistema de camuflaje haciéndose visible a escasos metros del líder de aquellos hombres. Poco le servía ya el camuflaje contra la amenaza real de aquel lugar y lo que menos le interesaba era crear un conflicto con los supuestos "aliados". En cualquier caso, su atención estaba fija en las cromadas, independientemente de que aquel hombre trajeado le estuviese hablando a ella y apuntando con una pistola.

Luka parecía asustado... pero, si todo iba bien, pronto saldrían de allí. Si no... tal vez Petrushka tendría que terminar lo que se había inciado.

Las cromadas habían bajado la guardia al negociar con Kopernik y ahora todos tenían puesta su atención en Petrushka. Sabaka aprovechó ese breve instante de confusión para entrar en acción. Le había dicho al ruso que no se metiera en su negocio y este había ignorado sus palabras. El aparato no venía con él y el muchacho no era asunto suyo. No era quien para negociar por ellos. Sin pensarlo dos veces, las piernas del mensajero lo impulsaron en una carrera de vida o muerte en la dirección en la que la cromada del fusil de plasma se encontraba. Era un todo o nada. Un ahora o nunca. No había margen de error y Sabaka lo sabía...

Ver a Sabaka correr hacia ella como un animal en estampida no era algo que Ava esperaría. La cromada apenas tuvo tiempo para volver al levantar el rifle de plasma. Y aunque consiguió apretar el gatillo y el percutor mandó la señal al cañón del arma para que este vomitara plasma, estaba sentenciada. Sabaka la había sorprendido y ella había disparado casi a ciegas. El arma lanzó un impreciso reguero de muerte por la habitación y, aunque una de las ráfagas impactó a Sabaka en el hombro, no fue suficiente para detener su férrea determinación de acabar con ella. La cromada maldijo para sus adentros. Fue lo último que hizo. Una fracción de segundo después el golpe marcial había acabado con su vida.

—¡Avaaaaaa! —El grito de la otra cromada al contemplar a su hermana morir fue desgarrador. Un alarido lleno de dolor, rabia, impotencia y desesperación. Uno de esos sonidos que al escucharlos quedan grabados para siempre en la retina de tu cerebro.

En ese mismo momento el instinto de su brazo se movió como una serpiente rápida y mortal, y los venenosos colmillos de su mano se hundieron en el tierno cuello de Ratón. Tenía nuevamente a su presa y esta vez no lo iba a soltar. No con vida. Aunque sabía que moriría después, esa era su venganza. La pistola apuntaba otra vez a la sien y los allí presentes tuvieron la certeza de aquella mujer se llevaría al muchacho a la tumba...

Eva va a matar a Ratón. Tenéis una sólo oportunidad de evitarlo.

Una única acción de sólo uno de vosotros.

Si falláis Ratón morirá.

¿Qué hacéis?. Y sobre todo: ¿Quién lo hace?.

—A ver niñata. Veo que no te enteras... Es a mi a quien tienes que apuntar. ¿O acaso fue el chaval el que se cargó a tu hermanita?.

—Te lo voy a explicar despacito a ver si lo pillas: La única forma de que salgas de aquí respirando es soltando al chaval. Lo sueltas y en paz. No lo sueltas y el aparato aquí presente, que tanto gusto te dió ver, te va a desollar poquito a poquito. No vas a ser tan afortunada como tu hermanita.  

—Y por tu jefe no tienes que preocuparte. Me da la impresión de que pronto va a tener mas de un dolor de cabeza como para preocuparse por ti...

Sabaka, eso es un Ultimatum en toda regla. Te pediré que hagas la tirada cuando llegue el momento.
Te la has jugado. Ya sabemos que a la cromada le da igual morir aquí y ahora...

¿Los demás interferís o intentáis hacer algo mientras Sabaka habla?.

En el momento en el que Petrushka vio a Sabaka moverse, supo lo que tenía que hacer:

Sin perder ni un sólo segundo, avanzó a toda prisa hasta la cromada que quedaba viva. Su estupefacción por haberse quedado sin hermana le daba una ventaja para atacar. Debía aprovechar aquello antes de que fuera tarde y acabara con la vida de Luka. Así pues, cuando estuvo a una distancia perfecta, giró su cuerpo sobre sí misma en un giro de 360º y preparó su talón para el impacto que se iba a producir.

Su talón había descrito un movimiento lateral ascendente, para el cual Petrushka había tenido que inclinar su torso hasta llegar casi al suelo. Tras ello, y con una velocidad pasmosa, su talón descendió hasta golpear la cara de la cromada. El golpe fue tan brutal que el cuerpo de la cromada cayó en seco produciendo un sonido espantoso al chocar contra las losas.

Era imposible que sobreviviera a la violencia del golpe. De hecho, lo más probable fuera que su cráneo hubiera cedido al impacto del talón... hundiéndose al interior de su cabeza y desfigurándolo por completo.

Eran salvajes y no entendían de reglas, eso KoperniK lo tenía claro y el cuerpo carbonizado de uno de los jóvenes estaba como prueba de ello.

En su lugar permaneció quieto y escrutando los movimientos mientras el tablero cambiaba otra vez rápidamente. Quería entender las nuevas reglas del juego y ver cuáles eran sus nuevas opciones.

Eso ha sido arriesgado Petrshka. Y aunque has sido realmente rápida, abrirte paso entre todos esos rusos y llegar a la cromada antes de que esta pueda apretar el gatillo es una proeza que parece estar fuera del alcance incluso de alguien como tú.

Antes de que consigas llegar a ella la cromada aprieta el gatillo. Dime:

¿Quién recibe la bala?.

Kopernik. ¿De qué cojones va todo esto?. ¿No habías llegado a un acuerdo con las gemelas?.
Iban a ponerse de tu parte y a darte una valiosa información, pero... ¿ahora qué?. 
Todo por culpa del tipo raro y ese androide que lo acompaña. Van a joderlo todo. 
El tipo raro ha matado a una de ellas y el androide ese parece que va a cargarse a la otra.

¿Vas a permitirlo?.
¿Dejarás que la información se pierda como gotas en la lluvia?.

Aún puedes evitarlo.