Partida Rol por web

En la pared superior dos enormes pantallas se encendieron mostrando los rosotros sorprendidos de Knight y Brontzman. En la esquina de cada pantalla un mapa virtual ubicaba el recorrido de un punto en lo que parecía una península. Había una serie de pantallas adicionales que daban información sobre el estado físico de los visitantes, controlando ritmos cardíacos, respiración, etc...

- Todo va según lo previsto.- informó Zimmer - ¡Los primeros visitantes externos acaban de entrar en una Victoriana plenamente operativa!

El equipo al completo prorrumpió en un sonoro aplauso. La gente estaba realmente contenta, como cuando una nave espacial aterriza en otro planeta.

- Bien.- se volvió hacia Feelgood y Szorwski - En breve llegarán a Seamouth, nuestra pequeña población pesquera virtual, donde se alojarán en una casa de su propiedad. En Victoriana está amaneciendo así que tendrán un día entero para interactuar con el entorno creado gracias a las referencias del doctor Feelgood y poblado por las primeras IAs de Victoriana. Señor Szorowski: ahora que su hombre está en la simulación podemos hablar libremente. Nuestra esperanza es que el señor Brontzman interactúe de una forma normal con la gente pero, en caso de que no sea así, es mejor que sean las IAs quienes sufran su recaída antes que la gente normal. ¿No cree? En la simulación, por petición expresa del FBI, se han incluido algunas situaciones estresantes para comprobar el estado del sujeto. Todo está aprobado por el Consejo. - dijo mirando a Lockart - Pero eso no sucederá hasta mañana por la mañana según los horarios reales, lo que coincidirá con la noche en Victoriana.

Se volvió hacia las pantallas.

- Siempre es fascinante ver las primeras reacciones de los visitantes. En este caso doblemente ya que ninguno de los dos ha visto nunca Victoriana.

Un mosaico de pantallas comenzó a iluminarse mostrando diversos lugares del pequeño pueblo pesquero, donde gente de época empezaba sus labores diarias. Szorowski observaba fascinado aquel conglomerado de pequeñas escenas cotidianas de la época victoriana. Parecía imposible pensar que lo que veía no era un documental o una película de la época. Feelgood, mucho más habituado, se preocupaba tan solo de constatar que el diseño que había realizado para aquel pequeño pueblo pesquero seguía siendo tan exacto como en su última visita¹.

El doctor Feelgood observaba nervioso las pantallas que mostraban la simulación. Temblaba de excitación, pero también que estaban juzgando su exhaustivo trabajo. Había sido concienzudo en cada detalle, asegurándose de que todo estaba bajo control durante el proceso. Se sentía como Slslartibartfast, de La guía del autoestopista galáctico, alardeando de haber creado los fiordos noruegos.

—No he tenido la oportunidad de comprobarlo, pero imagino que habrán tomado buena nota de mis indicaciones respecto al vestuario y los enseres domésticos, ¿correcto, señor Zimmer?

La sensación de estar viendo a los sujetos de pruebas desde fuera le resultaba extraña. Él ya había sentido el frío, la humedad, el traqueteo. Ya había contemplado las luces de gas, la majestuosa puesta de sol y el resbaladizo suelo empedrado. 

—Espere, ¿ha dicho "situaciones de estrés"?

- Sigo pensando que el sombrero de copa es excesivo.- comentó la Zimmer señalando la pantalla donde se veía al conductor hablando con los visitantes - Es un milagro que no salga volando. Quizás debamos reducir la intensidad del viento...

La doctora Mizarelli negó con la cabeza. Contemplaba extasiada aquella recreación tan perfecta que podría ser una película proyectada en un cine cualquiera.

- Claro, las intervenciones. Cuanto más tiempo vaya todo en automático sin intervención externa más estable permancerá el sistema. Situaciones de estrés, doctor Feelgood, nos referimos a que hemos provocado un pequeño incidente nocturno para comprobar como responde el señor Brotzman ante un detonante de ansiedad. Según todos los médicos que lo han tratado debería mantenerse estable pero precisamente por eso nos lo han enviado. Si no se cumplen esas predicciones quisiéramos saberlo en un entorno controlado. No se preocupe: no se trata más que de un pequeño robo en la mansión. Pueden revisar el código del nodo 8.

- Están equivocados... lo siento. - la afirmación de Jacob fue tan categórica que casi se escuchó un silencio tras ser formulada. Llevaba tiempo callado. Mientras los operarios preparaban a los dos sujetos del experimento no había abierto la boca e incluso  ahora, al tiempo que todos se maravillaban con la simulación creada, el agente del FBI permanecía en silencio. Quizá el comentario de Basil fue lo suficientemente definitorio... o tal vez su absoluto tono de "está todo bajo control" lo que hizo que la gota colmase el vaso de la paciencia de Szorowski.

- Todd Brotzman no es un asesino pasional. No respondía a estímulos cuando delinquía. Es un sociópata. Está siendo tratado como tal en la institución penitenciaria en la que se encuentra recluído. Medicación, terapia... Si a una persona normal le haces jugar a... ¿cómo se llama ese videojuego dónde eres un ladrón de coches? Bueno, pues robará coches, se hará mafioso y pasará todas las pruebas que le propongas aunque ello suponga delinquir. Si a alguien como Brotzman le sueltas en Victoriana entenderá que es su particular parque de atracciones para asesinar. Ya lo verán. 

Un sonoro suspiro resonó tras el discurso. Realmente estaba agobiado. No quería que pareciera que él sabía más de todo aquello que ninguno de los presentes... más bien al contrario, era consciente de que su presencia allí era casi prescindible. Pero la realidad era que desde el primer momento había tenido un mal fario con todo aquello y ahora que estaba en la boca del lobo la sensación de que algo malo iba a suceder era más patente que nunca.

- Solo espero equivocarme.

- No se preocupe. En el fondo pase lo que pase será beneficioso para la sociedad. Si Brotzman se desmadra nadie sufrirá daños reales, ni siquiera su acompañante, y podrán procesarlo para que vuelva a ser encerrado. Si supera la prueba, la primera de ellas, porque quiero recalcar que esta es una situación experimental, podemos estar en vías de conseguir un avance sin precedentes para este tipo de conductas. Sea como sea siempre ganan los buenos. Piense que si no fuera por Victoriana los médicos habían dado un aval para la condicional dentro de dos años.- vio la sorpresa en el rostro del agente - ¿No se lo han contado? Quizás sea información confidencial pero creo que merece saberlo. De cualquier forma y al igual que todo lo que suceda en esta sala y ahí dentro - señaló la pantalla - todo queda confinado en nuestro acuerdo de confidencialidad.

Se acercó al detective:

- Relájese señor Szorowski. Pase lo que pase usted sale ganando.- y luego añadió en un susurro al oído - Créame: estoy con usted. Dudo que ese animal se redima, pero esto lo encerrará de por vida.

Se apartó con una sonrisa y saludó al resto:

- Señores, mi presencia aquí es totalmente prescindible y dentro de dos horas tengo una reunión en Nueva York con la Junta Directiva. Estarán encantados de saber que la prueba ha comenzado de forma exitosa. Tienen mi teléfono para cualquier cosa que quieran comunicarme. Pase lo que pase, por favor, avísenme a mí primero.- le guiñó un ojo a Zimmer y Mizarelli.

Edgar asintió, sin estar todavía del todo convencido. Le preocupaba la estabilidad del proyecto pero confiaba en el saber hacer de la compañía. Él, por supuesto, había puesto bastante de su parte en la verosimilitud de la simulación. Una prueba de ello era, precisamente, el comentario del señor Knight.

—Ah, sin duda se refiere a la esencia para caballeros elaborada por Pierre-François-Pascal Guerlain, químico y el perfumero más célebre del siglo XIX —dijo para sí mientras apuntaba los datos del perfume para comunicárselos más adelante al sujeto de pruebas.

Emitió con satisfacción uno de sus ronquidos característicos. Había puesto atención hasta en el más mínimo detalle, pues todo tenía que ser perfecto. ¿Y quién mejor que él para cerciorarse de que todo encajaba en su sitio? Sin embargo, le preocupaban las "intervenciones" que mencionaban Zimmer y Lockhart. Creía haber leído todos los detalles acerca del comportamiento de las Inteligencias Artificiales, y aún así sentía que algo se le escapaba. Tal vez solo fuese la manía adquirida después de haber leído todas las aventuras de Sherlock Holmes y haber estudiado por su cuenta su "método", pero necesitaba conocer hasta el más mínimo detalle de Victoriana para sentirse satisfecho.
Con un gesto apresurado y nervioso, navegó a través de los archivos que había descargado en su holotablet.

Mientras Feelgood revisaba datos en su holotablet, Zimmer apuntó el comentario de Knight:

- La verdad es que no les falta razón. Deberíamos haberles entregado algún tipo de dossier especificando la ubicación de Seamouth, su entorno y año exacto. ¿Podemos hacer aparecer ese periódico?

- Eso sería un desperdicio de recursos ya que habría que alterar la física de la habitación inicial de la casa para hacer aparecer algo de la nada. Y no podemos 'bloquear' el sistema con ellos dentro. Queda totalmente descartado. Tenemos unas ventanas de tiempo muy concretas para las modificaciones externas y debemos atenernos a ellas.

La mujer se acercó a un panel.

- Resultará mucho más económico una variación del patrón de una de las iAs para que les comunique esa información.

Pulsó varias zonas de la pantalla escogiendo ciertas rutinas de datos para unirlas entre sí. De pronto se encendieron varias luces rojas en diversos monitores.

- ¿Tan al límite estamos? ¡Es sólo un patrón de conversación! ¿Cuántas IAs hay ahora mismo activas en el pueblo?- le preguntó a uno de los operarios.

El hombre revisó otro panel para informar:

- Ochenta y cinco.

La mujer lo miró extrañada.

- ¿Tantas? ¿Está seguro? Creí que la apertura inicial solo implicaría a una docena.

- Hicimos unos cambios de última hora.- informó Zimmer - Creímos que era mejor darle vidilla al pueblo para cuando bajaran. Y ya lo ha dicho usted: hacer cambios en caliente es mucho más costoso. Aún así... me sorprende que haya ochenta y cinco, creo recordar que el número máximo se había establecido en ochenta y dos. Será mejor que revisemos esa información.

La doctora Mizarelli asintió y ambos se dirigieron hacia la puerta.

- Señor Felgood, señor Davila, quedan ustedes al cargo. Cualquier cosa que el señor Szorowski necesite para realizar sus informes no duden en dársela. Explíquenle un poco como va el terminal básico y los monitores. Es una buena situación para ver como responde una persona sin entrenamiento previo al control de monitoreo. Pero procuren no abrumarlo con tecnicismos.

Y tras decir esto ambos salieron por la puerta.

Mientras aquella charla tenía lugar Feelgood seguía indagando en su holotableta. Había un intinerario básico de sucesos: a mediodía llovería ligeramente, por la noche se levantaría niebla y un viento un tanto desagradable. Los animales del bosque eran tratados como eventos, sin entidad propia, al menos en la primera versión, así que había cientos de 'disparadorees' para regular su comportamiento automatizado. Pero las IAs eran otra historia: a ellas se las había diseñado para tener un formato de libre albedrío atendiendo a sus personalidades y motivos, por lo que no tenían un 'circuito' que las moviese¹.

Precisamente en el momento que la doctora Mizarelli alteró el libre albedrío del conductor se produjo la sobrecarga. Era normal: aún siendo una intervención neuronal, que no necesitaba de cambios en el entorno físico de la simulación, requería de un desgaste de energía del sistema considerable.

Pero Feelgood buscaba los 'eventos de estrés'. Encontró que a las dos de la mañana estaba programado que el viento tirase la rama de un arbol cercano a la casa para provocar una rotura de vidrios. También se añadía un gramófono que se pondría en acción un poco después, a volumen alto, con una melodía de baile. Una noche de Halloween en toda regla. Y algo más: había un código llamado 'evento 203' que solo se activaría si se introducían una clave específica, pero no figuraba como general. Parecía reservada para los niveles de Mizarelli y Zimmer².

Luego vio un dato que le llamó la atención. Efectivamente el contador de IAs en marcha se había modificado dos veces. Una a primera hora de la mañana, con la clave del usuario de Zimmer, estableciendo la cantidad operativa en 82. Pero luego había una segunda ampliación de IAs, unos minutos después, que al parecer se había activado de forma automática a 85. ¿Algún procedimiento en cadena?³

Felgood levantó la cabeza pero tanto Zimmer como Mizarelli se habían ido ya. De todos modos no estaba seguro de si debería informarles de su descubrimiento. Después de todo ese tipo de análisis iba más allá de sus atribuciones.

Jacob miraba las pantallas ciertamente fascinado. Los avatares ,¿se llaman así?, de los usuarios que habían entrado a la simulación no sólo eran tremendamente exactos sino que en todo momento daba la sensación de que no había "ordenador" por ningún lado. Como si de una película se tratase... sólo una cámara y un par de actores. Ciertamente aquello superab todo lo que el agente del FBI había imaginado. Seguía dudando de la supuesta eficacia médica o psicológica que quisieran darle al asunto... pero como elemento de ocio muy probablemente aquello revolucionaría el mundo en pocos años. 

Así... no pudo evitar sonreír al ver la casa a la que se había acercado Brotzman y Knight. Sin duda era la de Psicosis:

- He visto esa película un millón de veces... - comentó con una sonrisa en los labios hacia el doctor Feelgood. Desconocía la exactitud de su trabajo pero todo parecía encajar como en la más lustrosa de las superproducciones de Holywood. Y sin embargo, no reparó en que, quizá, usar otra casa, una menos evidente, habría sido mejor idea. 

- ¿Quién es el guionista...? Quiero decir... aquí hay una historia. No solo es una simulación de un escenario en la que los sujetos se mueven libremente. Hay una historia que contar, ¿verdad? ¿Quién la ha escrito? 

Szorowski interrumpió sus pensamientos, tornando su expresión preocupada por una más afable:

—No hay un guión definido, tan solo los sucesos programados que han mencionado Zimmer y Mizarelli. Ningún personaje se mueve según un patrón especificado, sino que funcionan como las Inteligencias Artificiales de un videojuego: tienen un "libre albedrío" en función de la personalidad con la que fueron diseñados. Y sí, en efecto, me inspiré en la casa de Psicosis a la hora de plantear el edificio. Pensé que sería agradable que los sujetos de prueba encontrasen elementos familiares durante su "estancia" en Victoriana. ¿Qué opina usted?

Intentaba obviar por el momento lo que acababa de descubrir, pero todavía seguían inquietándole aquellos cambios.

No es exactamente una duda sobre los tecnicismos, pero me hago un lío con los números.

Zimmer dijo que había establecido el máximo en 82 y luego había crecido a 85 (lo cual le sorprendía); pero luego yo encuentro que él lo había fijado en 79 y había subido a 82. ¿Soy yo que lo he leído mal o es así?

Si, ¡fallo mío! Corrijo el post de información para que coincida con lo que dio Zimmer.

De pronto una señal apareció en uno de los muchos monitores. Era una comunicación entrante. Uno de los operarios pulsó un par de botones y apareció el rostro de Lockhart en pantalla. Era evidente que hablaba desde su móvil, en el helicóptero.

- Aquí Lockhar ¿Qué pasa? ¿Hay algo que tengáis que comunicarme para el Consejo?

Por la forma de preguntar parecía que estaba respondiendo a una llamada, aunque nadie de la sala había lanzado dicha llamada.

Al doctor Feelgood le tomó por sorpresa la llamada del sr. Lockart. Era evidente que no se esperaba que contactasen con ellos tan pronto, y menos presuponiendo que eran los propios supervisores los que tenían una pregunta:

—No, no… todo parece estar sucediendo de acuerdo a lo planeado, sr. Lockart. Las… "intervenciones" han comenzado —comentó tras comprobar, en una de las pantallas, como Knight echaba un vistazo por la casa —. Por lo demás, no hay nada que deseemos comunicar al Consejo; al menos por el momento.

Miró al resto de operarios, incluido a Szorowski, buscando confirmación a sus palabras. ¿Había realizado alguien alguna llamada sin que él tuviese constancia?

Davila revisó el sistema.

- Ups. Ha debido ser algún cruce. Salió una notificación automática del sistema no programada. No se preocupe señor Lockhart, como bien ha dicho Feelgood aquí va todo según lo previsto.

El otro asintió y colgó su terminal. Davila repasó el sistema de logs:

- Nada importante. Por lo que veo la modificación de antes para pasar información hizo que el sistema diera una señal de advertencia que en lugar de llegarle a los terminales de Zimmer y Mizarelli fue al del Lockhart.

Levantó la mirada para la pantalla para ver como seguían las cosas dentro de Victoriana.

Felgood miró extrañado la escena. No tenía constancia alguna de haber indicado que hubiese artesanía africana en la casa, ni sabía del contenido de esas cajas. ¿Quizás cuando Victoriana estaba fuera de servicio las IAs realizaran cambios en el lugar?

«¿Se habrán tomado alguna licencia los de diseño?» Se preguntó Edgar mientras se fijaba en la estatuilla que Knight había sustraído del chinfonier. No parecía posible pero siempre existía esa posibilidad. Había sido bastante exhaustivo y preciso en sus indicaciones, aunque quizá a alguno de los diseñadores o programadores le había salido la vena creativa. 

—Me parece que fui bastante claro cuando enumeré todos los posibles detalles artísticos y/o decorativos presentes en el entorno, ¿de dónde ha salido ese fetiche? —dijo dirigiéndose al resto de operarios con un deje de severidad en su voz —El exotismo es común en esta época, cierto, pero habíamos indicado que únicamente añadiríamos elementos orientales y árabes. En aquella época, Japón abrió sus fronteras comerciales y todo lo que venía de las islas niponas estaba de moda. Los poetas también pusieron de su parte con elementos de China, las India y los motivos arabescos. Los ídolos africanos también estaban presentes, pero más hacia final de siglo y principios del XX; recuerden a Picasso y a Modigliani que… ¡GRNAC!

El doctor Feelgood se interrumpió a sí mismo con un ronquido. Ya había empezado con su verborrea habitual y no quería que los demás se distrajesen del punto esencial:

—En fin… ¿De dónde ha salido esta estatuilla? ¿Lo sabe alguien?

El dr. Feelgood revisaba su holotablet para encontrar el origen de ese cargamento. Cabía la posibilidad de que una IA hubiera decidido decorar por su cuenta y riesgo la casa pero alguien tendría que haber dado de alta los objetos en el sistema para que pudiera hacerlo. Encontró una referencia a una carga entrada por el muelle pero se sorprendió al ver que el contenido estaba codificado. Intentó revisar quien había codificado dicha información pero sus credenciales no parecían llegar para ello. Es más: ni siquiera estaba firmada la petición de codificación, lo cual era especialmente extraño. Normalmente cuando una zona estaba 'sellada' había una firma de quien había bloqueado la información (Mizarelli o Zimmerman, que eran los que tenían el nivel superior) pero en este caso el sello sólo tenía una 'D' como firma de usuario¹.

Los técnicos se encogieron de hombros ante su pregunta. El rostro de Davila mostraba el mismo desconcierto que el del director artístico.

Volvió a mirar aquella figura. Si no se equivocaba era una figura africana, quizás nigeriana. Probablemente una representación de algún espíritu, quizás un hombre elefante². ¿Tendría algún significado específico? ¿Formaba aquello parte de los 'eventos'?