Partida Rol por web

Valladolid (1559-2012)

[2012] Capítulo 1: Bajo la luna del Demonio

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21/06/2015, 23:22
Narrador

Los dedos ágiles de Óscar no tienen muchas dificultades para forzar el seguro que mantiene las bicicletas del ayuntamiento en su lugar y tras liberar dos de ellas los dos vástagos empiezan a dirigirse hacia la catedral.

Las farolas iluminan las aceras con el color cálido y anaranjado del tungsteno, acentuado esta noche por el color rojizo que el eclipse de luna imprime por toda la ciudad. Los árboles se bambolean con suavidad, mecidos por el viento nocturno. Las calles de la ciudad están prácticamente vacías mientras se dirigen hacia el centro. Apenas se cruzan con alguna persona paseando un perro, o pequeños grupos saliendo de algún bar. Sin embargo, ellos se mantienen alejados de los grupos, buscando a personas solitarias

La caza es fructífera y hasta en cuatro ocasiones consiguen alimentarse en su camino sin sufrir ningún percance, la última en una calle cercana a la catedral. Poco a poco Óscar va cogiendo más confianza y el temor por perder el control disminuye.

Las calles del centro están menos despobladas que las de Parquesol. A pesar de la hora pueden ver pequeños grupos de gente moverse de un lado a otro rápidamente para combatir el frío que asola la ciudad. Finalmente llegan hasta la plaza de la Universidad y los ojos de ambos se desvían inconscientemente hacia el que ahora saben que es uno de los centros neurálgicos de la sociedad cainita de la ciudad, situado enfrente de la catedral inacabada. 

Saciados, contemplan el edificio. Ahora la cuestión es encontrar la forma más sencilla para colarse dentro.

Notas de juego

La catedral ocupa una manzana entera, la fachada principal da a una calle peatonal estrecha, con bastantes bares y vida nocturna. Uno de los laterales da a una plaza y en esta fachada se puede ver el cambio entre la parte acabada y la incompleta. En otra de las fachadas se pueden ver el principio de lascatacumbas inacabadas tras una verja. Finalmente, la última fachada tiene otra de las puertas principales a la catedral y la puerta a los jardines, desde los que también se puede acceder a las catacumbas. Esta parte se encuentra en la misma plaza que el edificio de la Universidad.

Podéis moveros por los mapas a placer y si no se entiende o tenéis cualquier duda sobre la situación, preguntadme todo lo que necesitéis ^^. 

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22/06/2015, 23:29
Óscar Fernández

En el trayecto hacia la Catedral Óscar se sorprendió cada vez más de lo sencillo que era alimentarse junto a Sonia. Además, que los donantes parecieran disfrutar lo hacía más fácil. Sin embargo él sabía que aquello era como cuando alguien regalaba droga delante de la puerta de un colegio: aunque a los chavales les gustara, estaba mal. Mucho.

Después de la última vez que se alimentaron los ojos de Óscar se desviaron hacia una de las tiendas de aquella calle, y estuvo tentado de hablarle a Sonia de los chocolateros que había allí. Eran unos pasteles de chocolate, cubiertos de chocolate y con chocolate por dentro. Pero lo mejor de todo: la chica siempre estaba al fondo, cocinando, y ni se daba la vuelta si no la llamaban. Siempre estaban pidiendo ser robados. Y cuando un chocolatero pedía algo así tanto a Óscar como a Rocky les era difícil resistirse. Además, eran mil veces más ricos que lo mejor que el Mercadona pudiera ofrecer. Más, incluso, que las tortillas precocinadas. Por un momento se pensó, de hecho, si tratar de conseguir un par en ese momento, para ellos. Pero la inevitable realidad no tardó en dibujarse en la cara del chico cuando dejó de soñar al recibir el recordatorio de Mel de lo que pasaría si intentaban comerlos. Ya no estaban para esas cosas. Y ya nunca lo estarían.

En silencio Óscar recorrió el último tramo hacia la plaza de la Universidad, llevando al entrar en ella los ojos hacia lo que ahora sabía que era el Elíseo. En ese momento odiaba a toda aquella estirpe, odiaba aquel lugar y se odiaba a sí mismo. Y todo por privarle de aquellas delicias del cielo.

Un poco enfadado se dirigió hacia el lugar donde se ataban las bicis del ayuntamiento en aquella plaza y dejó allí la suya, candándola de nuevo. Luego dirigió sus pasos hacia la Catedral, deteniéndose antes de decidir por dónde entrar.

- A... Allí es por donde les dije que se-se podían colar. - Afirmó, señalando el lugar en cuestión*. - Su... Supongo que irían por allí. - Valoró, sin querer dar un primer paso hasta que su compañera diera su aprobación. Y entonces se le ocurrió lo que consideró una magnífica idea. - Pe-pero puedes llamarles. - Propuso. - Si quieres.

Notas de juego

Si a la directora le parece bien la historia chocolatera, claro. El sitio existe, los pasteles también, y es cierto lo de la mujer que sólo viene si hablas. Pero no sé si en este mundo se mantienen esos detalles concretos o ella es una lupina con percepción 8. O bien pensado quizá lo es, pero disimula, no son excluyentes. O.o

*Link.

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23/06/2015, 00:57
Silvia Pereira

Silvia pareció un tanto estremecida por los susurros melódicos de aquella niña. Tal vez simplemente se le hacía complejo, extraño el ver aquellos ojos que dejaban siglos de vida tras de sí, en un cuerpo infantil, como si de una broma macabra se tratase. Pero no parecía intranquila. Al igual que el resto, había serenidad en su estado. Simplemente fue una contradicción de la que no pudo aislarse. Las palabras de Francisco la "despertaron" momentaneamente. Le miró ligeramente sorprendida. ¿Se escondía acaso un poeta debajo de aquel Tremere?.

-¿Por qué nos has traído aquí?- Preguntó con cuidado, apoyando la curiosidad de Eric, pero en un segundo plano. Casi como el eco de sus preguntas.

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23/06/2015, 01:13
Sonia Aguirre

Sonia se sorprendió de lo mucho que añoraba desplazarse en bicicleta y de lo poco que había notado ese hecho hasta el momento en que empezó a pedalear. Incluso el tic de su mano pareció calmarse en contacto con el manillar y apenas interfirió en la estabilidad de la bicicleta.

Quizás aquella calma melancólica de su época de estudiante -cuando mayor preocupación era cómo habrían pasado la noche sus cultivos y con quién la habría pasado Antonio- ayudó que le resultara más fácil controlar la cantidad de sangre que quería tomar de cada buen vecino, o quizás la nana muda que llevaba por colgante le permitía disfrutar de ese verano azul en pleno invierno, pero fuera como fuese, Sonia llegó a la Catedral renovada.

Al entrar a la plaza siguió los pasos de Óscar e hizo lo propio con la bicicleta.

Cuando le señaló el punto por el que los otros debieron haber entrado, Sonia asintió con la cabeza y empezó a avanzar hacia el lugar cuando Óscar tuvo una mejor idea.

Bueno...- se planteó diversos motivos por los que podía ser inoportuna esa llamada pero finalmente acabó por descartarlos todos - Solo tengo el número de Nuria. ¿La llamo a ella?- preguntó como si verdaderamente tuviera más opciones, y sin esperar respuesta presionó sobre el número que aparecía en su pantalla como llamada perdida.

Tras llevarse el teléfono a la oreja durante algunos segundos la odiada locución hizo que Sonia hiciera una mueca con la boca. "Este teléfono está apagado o fuera de cobertura. Inténtelo de nuevo más tar-" La nosferatu colgó, lo guardó de nuevo en el bolsillo y miró a Óscar sacudiendo la cabeza. - Lo tiene apagado. ¿Entramos a buscarlos?

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23/06/2015, 01:22
Estefanía Iriarte

Los labios de la niña, que aparenta unos once años, se estiran en una sonrisa tranquila, como si la rápida sucesión de preguntas de Nuria le divirtiesen. Y sus ojos brillan al contemplaros de nuevo uno a uno, paradójicamente con la expresión con la que un adulto observa a un niño. Su voz resuena de nuevo con una suavidad atrayente cuando empieza a hablar. 

- Les esperaremos para comenzar entonces. - Dice, asintiendo muy levemente con la cabeza. - Pero yo no os he traído. - Continúa, mirando hacia Silvia durante un instante. - Si estáis aquí es porque queréis saber más de lo que os han contado, que probablemente será poco. - Añade, sonriendo de nuevo y dedicando una mirada de soslayo hacia Francisco. Entonces niega con la cabeza. - No os lo voy a contar yo. A veces, para comprender las cosas, uno tiene que verlas por sí mismo. 

Mira a su alrededor atentamente, como si hiciera mucho que no se fijase en aquel lugar, con ese gesto de intentar ver algo con ojos nuevos, cuando estás acostumbrado a verlo con frecuencia. Cuando termina sus ojos se posan de nuevo sobre vosotros y se detienen en Eric, al que observa con un brillo curioso al ver su expresión y sus mandíbulas apretadas. 

- Este lugar es antiguo y es un buen catalizador, como la luna de sangre. Muchas cosas han pasado aquí y los ecos de toda esa magia resuenan todavía por sus paredes. El momento es propicio y el lugar necesario. Pero no tengáis prisa, ya lo comprenderéis.

Su mano hace un leve ademán hacia el suelo. - ¿Por qué no vais tomando asiento en vuestros lugares? - Os dais cuenta entonces de que en distintos puntos de ese plano surcado en la piedra hay siete círculos más grandes. Y al contemplarlos aparece en vosotros la sensación de que están preparados para que os situéis en ellos. Uno en cada uno. Ni siquiera llegáis a plantearos por qué debería ser así, sencillamente sentís que es como debe ser y la necesidad por complacer a la muchacha tira de vosotros, con una suave firmeza que se mezcla en vuestras emociones.

- En cuanto lleguen los que faltan empezaremos. Ya los siento cerca. - Dice finalmente, antes de que su sonrisa se vuelva de nuevo infantil y su mirada se dirija hacia el tremere. - Mientras tanto, quizá Francisco quiera continuar recitando para nosotros esos versos de Milton. 

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24/06/2015, 03:35
Óscar Fernández

Óscar esperó, desviando aún su mirada hacia la Universidad, algo molesto, la respuesta de Sonia. Sabía que ella nada tenía que ver con aquel malestar, ni mucho menos, de modo que al escuchar sus palabras trató de apartar aquella idea de su mente.

Asintió a su primera pregunta. Estaba convencido de que lo hiciese o no Sonia llamaría de igual manera, pero prefería alimentar la ilusión de que alguien podía llegar a tener su criterio en cuenta. El chico ni siquiera tenía en cuenta que aquella era una idea que él mismo había propuesto y mientras esperaba a que la Brujah cogiera el teléfono bajó la mirada hacia el suelo, esforzándose de manera consciente para no ponerse a hablar con sus compañeros. Echaba de menos poder hacerlo, la verdad. Ese era otro motivo para odiar esos días en que hacía tanta vida social.

Cuando de nuevo Sonia se dirigió a él para dar una noticia que dejaba como inútil su idea Óscar se planteó durante un momento la idea de entrar a buscar a los otros. No le gustaba mucho lo de saltarse la verja y entrar a la Catedral. Al menos no esa noche. Ni probablemente la siguiente. Quizá podían esperarles fuera un rato. O un par de días. Sin embargo la voz de Rocky cantando de nuevo aquello de Óscar, nenaza, huevos de corbata le dio el impulso que le faltaba. Como respuesta el Gangrel se dispuso a saltar directamente aquella valla, decidido a entrar por donde fuera para no demostrar que era un cobarde.

Una vez al otro lado* se giró hacia Sonia, buscándola con la mirada y haciéndole un gesto para que se uniese a él. - Si... Si quieres te ayudo. - Se ofreció, dándose cuenta de quizá habría sido más inteligente esperar a saltar él después. Al fin y al cabo, ayudarla desde ese lado sería imposible,

Notas de juego

Iba a tirar Destreza + Atletismo. Sin embargo, si la dif es 6, creo que prefiero quedarme con éxito marginal. :)

*Suponiendo que lo consiga.

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24/06/2015, 16:24
Eric Maneiro

Mi expresión de disgusto y tensión se va desvaneciendo poco a poco, como si mi naturaleza entendiese que este lugar está bien y que otras cosas pueden esperar. Mantengo la mirada a la niña cuando esta me observa con curiosidad, pero el reto en mis ojos ya es una traza de lo que en un principio pudo parecer. La escucho atentamente y si bien hace unas semanas lo de la magia me hubiese dado la risa, ahora ya no me parece descabellado en absoluto. Frunzo el ceño con pura curiosidad al pensar en qué tipo de magia puede haber en este lugar, y acto seguido me dirijo a mi sitio. Por instinto encuentro y me sitúo al lado del mío, no sentándome aún. Finalmente la curiosidad me puede, realizando una pregunta a la muchacha.

- ¿Cómo te llamas? - Pregunto como si fuese la información más crucial en este momento.

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24/06/2015, 22:03
Sonia Aguirre

La Nosferatu empezaba a acostumbrarse a los silencios de Óscar antes de sus acciones, a verle actuar sin tener ninguna información de que pasaba por su cabeza hasta verle ejecutarlo. Algo que hubiese sido impensable en el laboratorio, pero con lo que se sentía extrañamente cómoda, incluso divertida. Aquella vez ni siquiera había pensado que se alejaba de ella por su olor, y fue precisamente estar libre de ese pensamiento lo que hizo que Sonia se apresurara a seguir sus pasos y plantarse al otro lado de la valla con esa prisa e ímpetu contagiado.

Ya lo has hecho. - le sonrió tal como ponia los pies al otro lado. 

Luego volvió a sacar su teléfono móvil - Si te parece podemos ir mirando la cobertura, no creo que Nuria lo haya apagado, así que cuando falle la cobertura, estaremos cerca. Supongo. -añadió al darse cuenta que había concluido demasiado rápido y se encogió de hombros - También puede que falle en toda la Catedral y que sea absurdo. - desde el momento en que pronunció la palabra Catedral algo encajó en su cabeza y fue apagando su voz paulatinamente.

Enlazando sus recuerdos con la toma de conciencia de dónde estaba alzó la mirada hacia la luna y su mano izquierda volvió a acelerar su tic. - En las celdas es probable que no haya cobertura. - comentó volviendo a su idea anterior y bajando su mirada al Grangel.

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25/06/2015, 00:41
Óscar Fernández

Óscar dio un paso atrás, dejándole espacio, cuando vio que Sonia se disponía a saltar también la valla. Sin embargo cuando ella habló, diciendo que él ya la había ayudado, la miró confundido. El chico no tenía ni la más remota idea de a qué se podía referir. Aunque bueno, aquella chica ya había demostrado un par de veces estar un poco mal de la cabeza. Él no iba a decírselo, claro, pero tampoco había que intentar entender todo lo que decía.

Acto seguido, cuando ella propuso lo de ir comprobando la cobertura, Óscar no supo muy bien qué contestar. Pensándolo bien, quizá era más fiable entrar en la Catedral y pegar un par de gritos.  A punto estaba de responder cuando ella dijo algo más, hablando del último lugar que Óscar quería visitar en ese momento.

- En las... - Empezó, repitiendo aquellas palabras por si las hubieras escuchado mal. Entonces tomó aire y lo expulsó despacio antes de retomar aquella frase. - En las celdas... - Completó, nervioso y visiblemente asustado. Una vez más la voz de Rocky le animaba de aquella particular manera a enfrentarse al miedo, pero Óscar sólo tenía que pensar en la voz que había oído en su cabeza la noche anterior para pensar que lo mejor era marcharse a por unos chocolateros. Aunque no pudieran comerlos, podrían dárselos a un montón de gente que les daría un buen uso.

- Las-Las celdas... - Repitió una vez más, con su mirada clavada en el suelo. - Ya... - Dijo al final, sin saber cómo enfocar aquella conversación en la que él explicaba a su compañera como una persona normal que sólo pensar en aquello le daba yuyu, ella lo aceptaba y ambos se marchaban de ahí tranquilamente a buscar a Carlos en otra parte.

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25/06/2015, 00:58
Mel

- Puedes estar tranquilo, Óscar. - Intervino entonces Mel, tratando de calmarlo. - Si fuese algo malo, Elisa te lo habría dicho, ¿no? - Preguntó de manera retórica. - Y si no te lo hubiera dicho ella, habría sido Ennoia.

- Además, - Retomó después. - piensa que aunque allí haya algo no tenemos por qué ir a eso. Vamos, buscamos a los demás, y nos marchamos. - Propuso, como si aquel plan fuera de lo más animado.

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25/06/2015, 01:01
Rocky

- ¡Óscar, Óscar, Óscar, Óscar! - Empezó la ardilla, abandonando por primera vez en aquellos minutos la cantinela. - ¡Idea, tío! ¡Idea! ¡Ideaza, jo! - Exclamó, casi histérico. - ¡La mejor puta idea de la puta historia, jojo! ¡Escucha! ¡Escucha! ¡Escucha, jojo! Mira, tío, mira, jo... ¡Tiene tres putas partes, como todos los putos planes de puta madre, jo! ¡La primera, jo! - Empezó a enumerar. - ¡Entramos, jojo! ¡La segunda, jojo! - Continuó frenético. - Decimos que sí, que vamos a las putas celdas... ¡Y nos vamos a otro sitio, jojo! ¡Jojojo! ¡Tú déjame a mí, que yo le hago el lío, jo! ¡Verás, tío, verás! ¡La voy a llevar a la puta sacristía, y no se va a dar ni cuenta, jo! Y luego allí... Luego allí... Luego allí... ¡Jojojo! ¡Tercera parte, jo! ¡La emborrachamos con el puto vino de la puta misa, jojo! ¡Jojojo! ¡Y que se le olvide lo de las putas celdas, jo! Y luego... Luego... Luego... ¡Cuarta parte, jojojo! - Continuó, dejando ya de lado el detalle de cuántas partes se suponía que tenía inicialmente el plan. - ¡Cuarte parte! ¡A follar como putos salvajes en la puta sacristía, jojo! ¡Jojojo! ¡Jo! Vamos, tío, vamos... ¡Que borracha no te puede decir que no, jo! Y luego... Luego... ¡Quinta parte, jojo! ¡Esperamos a que venga el puto cura, jo! Y entonces... Entonces... ¡Lo emborrachamos a él, jo! Y le pintamos pollas en la frente, jo... ¡Jojojo! ¡Va a dar la puta misa con putas pollas en la puta frente, jo! ¡Jojojo! ¡Jojojo! ¡Jo! ¡Verás...! ¡Verás...! ¡Verás cuando la puta Sonia lo puta vea, jo! ¡Jojojo! ¡Va a flipar con la puta idea, jo! ¡Jojojo! ¡Jo!

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25/06/2015, 01:21
Óscar Fernández

Con un suspiro Óscar bajó la cabeza, frustrado por no poder hablar en voz alta con sus amigos. Aquello era difícil. Quizá tendría que empezar a plantearse fingir que encontraba más fantasmas, o algo parecido. O contar la verdad. Si la Nosferatu había entendido lo de la chica del chalet, esto lo comprendía más todavía.

Sin embargo tal y como aquella había llegado a su mente, desapareció, dejando atrás sólo el miedo a volver a ser dejado de lado por sus particularidades. A que también ella lo rechazase y no por una fantasma desconocida, ni nada de eso, sino por sus dos mejores amigos.

Sólo por si acaso Óscar alzó despacio la mirada, intentando ver si Sonia estaba atenta. Quizá podía hablar con Rocky y Mel en bajito si ella se había quedado observando las estrellas, o jugando con el móvil o algo. Pero parecía poco probable.

- Las celdas... - Repitió una vez más, sin tener muy claro todavía como proceder. - Sí, claro... - Asintió entonces, echando un vistazo hacia la Catedral. - Ahora vamos. - Concluyó, y a punto estuvo de mentir a continuación, diciéndole que conocía un atajo por otra entrada, o algo parecido. Pero cuando miró a aquella chica que un rato atrás había sido poseída por un demonio ectoplasmático, que le había enseñado a alimentarse sin hacer daño a la gente... No fue capaz. Así que terminó por acercarse a los arcos que había al nivel del suelo, consciente de que aquel era el camino bueno.

- Es... Es por aquí. - Dijo con inevitabilidad, sabiendo que se estaba arrastrando a sí mismo a un destino que quería evitar. Era consciente de que siempre podía explicarle todo el asunto de la voz en su cabeza, y todo lo demás, pero eso sólo dejaría mal a su Sire, y Óscar no estaba dispuesto a eso sólo por justificar su propia cobardía.

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25/06/2015, 01:53
Narrador

Desde el suelo de ese pequeño rectángulo de césped los dos vástagos tienen que dar un pequeño salto, descendiendo hasta un nivel en el que la abertura queda por encima de la altura de las cabezas, como el tragaluz de una celda. 

Os encontráis ahora en una habitación de piedra pequeña y aparentemente vacía, no hay más luz que la que llega de la calle. El suelo de la celda está cubierto por una gruesa capa de polvo y frente a la ventana, podéis ver una puerta entreabierta que da a un pasillo.

Este pasillo se abre a ambos lados de la celda y está tenuemente iluminado por la luz que llega a través de lo que parecen ser otras celdas como aquella, a ambos lados de la vuestra. Los sonidos del viento y algún coche ocasional llegan lejanos a vuestros oídos y os hacen sentir ajenos a ese mundo, como si bajo el suelo de la ciudad hubiera un universo diferente, más oscuro y polvoriento, pero al mismo tiempo más envolvente. Más tranquilo y silencioso. A la derecha el largo pasillo parece perderse en la oscuridad y al mirar hacia la izquierda podéis ver que se tuerce en un recodo hacia la derecha. 

Percibís entonces un tarareo suave que parece provenir de la única de esas puertas que se abre en la pared de enfrente. Una puerta que está entreabierta y que no debe dar hacia el exterior. Suena dulce y de alguna manera resulta maternal e infantil al mismo tiempo, como una nana tarareada para ayudar a dormir.

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25/06/2015, 02:14
Narrador

Es entonces cuando te das cuenta de que el ronroneo de esa Bestia que habita dentro de ti resuena en armonía perfecta con ese tarareo, como si ella lo hubiera percibido antes que tú. Su vibración se extiende bajo tu piel, haciendo latir suavemente la vitae que llena tus venas y durante un instante te sientes más vivo de lo que has podido sentir desde que te abrazaron. Hacía mucho que no te sentías sencillamente tan bien. 

La sensación de calma aumenta con cada paso y una intensa atracción parece empujarte hacia esa puerta. De alguna forma sientes la necesidad de abrirla, de ver qué hay más allá, hasta que terminas por no distinguir si es tu Bestia la que quiere seguir avanzando o eres tú mismo la que lo desea con fuerza. 

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25/06/2015, 02:15
Estefanía Iriarte

La niña amplía su sonrisa al ver el cambio en la expresión de Eric, como si todo encajase ahora en su lugar. - Estefanía. - Responde con una risita suave. - Disculpad que no me haya presentado. Con la sorpresa de que vinierais juntos parece que olvidé mis modales. 

Entonces ladea un poco la cabeza y suspira. - Están cerca, puedo sentirlos. Disculpadme un momento. - Cierra los ojos y parece concentrarse al bajar el rostro mientras de su garganta comienza a brotar de nuevo esa melodía que resuena en vuestras venas y os apacigua. 

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25/06/2015, 18:25
Francisco Ansúrez

No tendría que insistir varias veces, inmediatamente tras fijarme en los círculos me acerqué a uno de ellos y agaché la mirada para fijarme en los detalles del mismo. Me olía que serían para efectuar algún ritual, claro que, no esperaba que fuera algo dañino. Y no iba a sentarme sobre el suelo, eso seguro.

Enarqué una ceja cuando Estefanía sugirió que podría continuar recitando versos, una idea que desestimé de inmediato.

Iba a preguntar por los círculos pero se puso a cantar de nuevo. Habría detestado hacer que parase por alguna de mis preguntas, así que esperé a que terminara. Mientras eché un vistazo a Silvia y pensé en lo lianta que había sido en cuanto nos bajamos del coche: "¿No dijo Nuria que habían visto a Carlos por aquí y por eso decidimos venir? ¿Qué razón tienes tú si no?"

Será chanchullera, pensé. 

Pero poco me importaba ahora como había querido ocultar cada uno sus motivos, ahora estaba ahí y solo tenía oído para el canto de la chica.

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25/06/2015, 18:44
Francisco Ansúrez

Desgraciadamente Estefanía tenía toda la razón, no me habían explicado casi nada sobre el pasado de Laura o sobre lo que está sucediendo en esos momentos.

Aquella chica había leído mi mente en el elíseo, no le costaría mucho volver a hacerlo. Así que solo por si acaso me esforcé en aclarar mis pensamientos y no pensar en ninguna cosa que pudiera comprometer al clan.

Pese a todo esto, una duda se formuló en mi mente: si mi Sire no me había explicado nada, ¿por qué iba a hacerlo ella que no tenía ninguna obligación conmigo?

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25/06/2015, 22:14
Silvia Pereira

Silvia, al igual que otros, observó su supuesto sitio en aquel dibujo. Hubo una ligera expresión de desconfianza. Esa desconfianza o precaución que se tiene ante lo desconocido. Pero pronto estuvo tranquila, sosegada. De nuevo el canto de aquella niña anciana relajó sus facciones hasta el punto de poder decirse que estaba disfrutando. Era como el canto de la sirena que atrae a su presa. Pero no se sentía como tal. Se giró hacia atrás esperando ver de un momento a otro a Óscar y compañía como auguró la anfitriona, dejándose envolver por la melodía, con una discreta sonrisa de satisfacción y calma.

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25/06/2015, 22:43
Nuria Herrero

Al ver la sonrisa de la muchacha, la mia se vuelve más amplia, y sin rechistar, me muevo, hasta "mi sitio" y me siento en el suelo- Estefanía...-pienso, mientras mi cabeza se convierte en un hervidero. ¿Por qué me siento tan bien? ¿Por qué Francisco se muestra tan hosco? ¿Cómo puede mostrarse hosco ante algo así? Ella es sencillamente... No, no sabría describirlo.

Reclino la cabeza hacia atrás, desde mi perspectiva, y suspiro. Casi me sale natural, pero no. Más bien, tenía ganas. La sensación que se agolpaba en mi pecho me había obligado a hacerlo. 

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25/06/2015, 23:10
Sonia Aguirre

Sonia asintió a las indicaciones de Óscar tomando su titubeo inicial como una pregunta en lugar de entenderlo como su modo habitual de expresarse y caminó junto a él hasta que un pequeño rectángulo pidió un poco de orden para pasar a través de él.

De nuevo bajo tierra, Sonia suspiró para sus adentros, empezaba a cansarse de pasar noche y día en agujeros. Parpadeó una única vez, en un gesto innecesario para sus ojos pero necesario para sí misma, para dejar a José con sus cosas y centrarse ella en las suyas. 

Apenas tuvo tiempo de hacer un barrido a la celda cuando cuando todo su cuerpo reaccionó a la melodía que se escurría por una puerta semiabierta, tan oportuna como si la hubiese estado esperando, tan dulce como si solo fuese para ella.

Y, por primera vez estuvo de acuerdo con su bestia interior, sintió su ronroneo como una expresión de toda ella, y en ese momento empezó a comprenderse y hipnotizada por esa placentera sensación de calma y plenitud avanzó hacia la puerta, y sin ni siquiera acordarse de que Óscar estaba con ella, terminó de abrirla lo justo para que su cuerpo pasara y siguió el camino que el hilo de Ariadna hecho voz le indicaba.