Partida Rol por web

Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 1.2] Estación de Nieblas - Conversaciones nocturnas - FINALIZADA

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16/02/2018, 18:26
Narrador

Notas de juego

Buenas a todos,

Esta escena la creo para que tengáis vuestros roles paralelos a la escena principal, conversaciones que se hayan podido dar después de la reunión.

Podéis rolear entre PJs o pedir un rol con un PNJ (para pedirlo, usad vuestra escena personal).

Cualquier duda, por el offtopic ^^

IMPORTANTE 

— Recordad marcar a quien toque, no marquéis a los que no estarían presentes xD

— En todas vuestras escenas, pone el encabezado: Lugar del encuentroCastillo de Brest, finales de octubre de 1264

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16/02/2018, 18:30
Gevrog Menguy

Despacho del Príncipe, Castillo de Brest, finales de octubre de 1264

Tras la reunión y presentación, solicitaste una reunión con el Príncipe. No tuviste excesivos problemas para concertar la cita, al fin y al cabo eras la protegida de su sire y eras conocida por Gevrog. El primogénito de Margawse te recibió en su despacho, estaba sentado en una silla de madera tras un escritorio escasamente poblado, apenas un pergamino extendido y una pluma.

Pasa, Sybilla, no me sorprende que mi madre te haya mandado aquí —suspiró levemente —. ¿Estás siendo atendida correctamente?

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16/02/2018, 18:34
Artur de Aquilare

Lugar del encuentro Castillo de Brest, sala del trono, finales octubre de 1264.

Artur esperó unos instantes y, en la larga noche, como ya había indicado, aprovechó un aparte para charlar con la dama Sybilla.

- Lo primero, os agradezco el momento para tener estas palabras juntos. Y quiero aprovechar para aconsejaros que toméis algunos libros, aunque sea para examinarlos lejos del resto, si es vuestro placer. Faltando lo que falta para amanecer, me da la sensación que, de otro modo, no vais a tener tiempo para poder leerlos. Aunque si os soy sincero no es ese el motivo por el que deseaba hablar con vos. Y también, para seguir con ese rumbo de la sinceridad... el motivo es político. Profundamente político. Sois la consejera de Rennes. Así que me veo forzado a reconocer que con toda probabilidad sois más ducha en juegos políticos que yo. A pesar de todo, con tiempo, quizás, jugaría. Pero así... permitidme empezar con una pregunta franca ¿por qué la consejera de la más importante de las cortes de toda Bretaña va con un grupo de jóvenes y desarrapados?

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16/02/2018, 18:56
Bohort du Lac

Salón del trono, Castillo de Brest, finales de octubre de 1264

Cuando buscaste a Bohort lo encontraste casi en el mismo lugar donde lo dejaste, el caballero malkavian se encontraba conversando con Edwin du Saint Brieuc, al presentarte volvió su rostro perennemente sonriente para saludarte.

Monsieur Eadwig —saludó con un asentimiento —. Espero que vuestras conversaciones con los otros.. postulantes hayan sido beneficiosas, ¿qué se os ofrece, monsieur?

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16/02/2018, 20:26
z/Eadwig du Josselin
Sólo para el director

La sala del trono estaba mucho menos congestionada que unas horas antes, cuando los vástagos se amontonaban para recibir al Príncipe y escuchar su proclama. Eadwig se sentía aliviado de haber dejado la sala de reuniones. De allí no habían salido muchas cosas productivas, sino que habían estado perdiendo el tiempo viendo quien imponía su voluntad ante quien.

Eadwig había sacado conclusiones apresuradas acerca del normando, pensando como todos los Gangrel era propenso a comportarse de forma rebelde, ya que la costumbre de vivir alejado de las ciudades les daba un amplio y buscado margen de libertad.  En todo caso, el caballero ventrue había intercedido en defensa del guerrero, y pocos momentos después se había dado cuenta de que tal vez Artur haya leído las intenciones de Ingvar mejor que él. Sin embargo, no se arrepentía de cualquier comentario pasivo-agresivo echado en dirección del castellano, el exabrupto con el que inició el momento tenso que se vivió en aquella sala, sin duda había sido a causa de la falta de diplomacia, hecho que a Eadwig le había molestado más que el contenido mismo de sus reclamos.

Rápidamente, una vez comenzado el debate, los dichos del normando se habían tornado casi en órdenes impartidas hacía el resto, administrando y dividiendo a los vástagos en dos grupos, e invitando a aquellos con los que tenía cierta afinidad a unirse al suyo, y teniendo la “grandilocuencia” de dejar que Artur reclamara el liderazgo del segundo grupo si le apetecía. Eadwig no sabía si el cortesano habría aceptado o no, lo habrá estado pensando unos momentos, y tal vez lo habría hecho, de no ser porque el caballero no aceptara las disposiciones que se estaban tomando. No tanto porque no haya estado de acuerdo, sino porque el orgullo no le permitía dejarse gobernar por ningún vástago ajeno a su Clan, que no posea la posición ganada para aquello.

El noble salió de la sala de reuniones dando un bufido, exhalando cualquier comentario atragantado. Allí, en la sala del trono divisó a Bohort y a Edwin, que seguían en el mismo lugar donde los había encontrado por primera vez aquella noche.

- Mi buen amigo Bohort, todavía no hemos podido tomar ninguna decisión, los otros cainitas se quedaron estudiando algunos textos proporcionados gracias a la gentileza del Príncipe Gevrog. Todos hemos acordado que lo mejor antes de tomar cualquier decisión será aguardar por la información que ellos puedan llegar a sacar de dichas lecturas. – le dijo cordialmente al sonriente Malkavian, su permanente sonrisa había llegado a incomodarlo en varias ocasiones, pero ya se había acostumbrado a ella. – Debo decirles que me sorprendió no verlos allí. Suponía que al haber contestado el llamado se nos unirían en la misión de desentrañar este misterio que afecta a toda la región. A no ser que claro, prefieran evitar la compañía de otros cainitas e investigar el asunto por ustedes mismos.

Luego se dirigió hacia el vástago que poseía un nombre similar al suyo.

-Monsieur Edwin, tener una espada como la vuestra al servicio de una misión de tamaña magnitud sería un alivio para todos los que nos embarcásemos en ella. – luego se volvió una vez más hacía su conocido. – Y ni hablar de vuestros servicios, mi querido amigo.  

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16/02/2018, 20:30
Sybilla

Lugar del encuentro Castillo de Brest, sala del trono, finales octubre de 1264.

Sybilla había acompañado al noble de Aquilarre, portando una franca curiosidad por saber cuáles serían las cuestiones que debía parlamentar con ella. 

Escuchó su discurso, que poco a poco iba afilándose, como la punta concisa de una daga, hasta acabar abordando con franqueza la cuestión que esperaba, sorprendiese a más de uno, y que finalmente, sólo el noble de Aquilarre se había atrevido a preguntar- Es una cuestión interesante y aguda, la vuestra.-admitió, guardando silencio durante unos instantes, pensativa, como si dudase cómo responder a aquello, antes de proferir mayor palabra- Lo cierto es que no me interesa ese puesto en la corte del Príncipe Gevrog. Creo no estar insultando a mi anfitrión al mencionar que mi lugar en Rennes está mejor considerado y me proporciona mejor posición e influencia que cualquiera que pudiera obtener aquí.-explicó- Defiendo los intereses de mi mentora, la Príncipe de Rennes y Bretaña, en lo que respecta a estas tierras y en lo que respecta a su chiquillo, Gevrog. -confesó, sin añadir mayor detalle- Cuáles son éstos en concreto, como comprenderéis, es una cuestión tan sólo reservada para aquella a la que se debe mi lealtad. -añadió, devolviendo con aquellas palabras la sinceridad ofrecida.

Y bien, ¿portáis vos sólo vuestros propios intereses, monsieur? ¿O quizá abanderáis la causa de alguien más? Yo también siento curiosidad, al ver a alguien como vos, rodeado de aquellos a los que habéis llamado jóvenes y desarrapados, ¿os consideráis joven o desarrapado? ¿O veláis por intereses específicos?- preguntó, dibujando una media sonrisa, que se perfilaba, sutil, en sus carnosos labios carmesí. 

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16/02/2018, 21:40
Artur de Aquilare

Lugar del encuentro Castillo de Brest, sala del trono, finales octubre de 1264.

- Reconozco que confirmáis mis sospechas, y del mismo modo, que agradezco vuestra franqueza al contestarme. Por favor, transmitid a vuestra señora mis más respetuosos saludos, y para el caso que os comuniquéis con ella antes que este asunto nuestro llegue a su fin, hacedle saber que Artur de Aquilare comprende y asume su condición de Señora de Bretaña- por un segundo guarda silencio, pensativo, para luego apostillar- Y transmitid, si os place, también un afectuoso saludo a su chiquilla, la ilustrísima baronesa Elaine Menguy. Sin duda, ambas son figuras políticas de la mayor magnitud, y mis respetos por lo que han creado es sincero. En cuanto a mi... sí, con franqueza, soy un recién llegado a estas tierras y sí, soy relativamente joven. Quizás decir desarrapado sea excesivo- confiesa con una sonrisa divertida- en cuanto a vuestra otra pregunta, supongo que sabéis (o que averiguaréis en tanto preguntéis sobre mi con una facilidad tan insultante que sería no solo osado, sino ridículo, negarlo) que la consejera Mayra de Urueta es mi mentora. Por tanto, no os engaño si afirmo que mi deseo es que aquella a la que debo lealtad mejore su posición como consecuencia de mis actos. E igualmente que si con los mismos logro que la posición de mi sangre, y la mía propia, mejoren en estas tierras extrañas, eso será bueno. Y eso pasa por ayudar a terminar con la amenaza, con lealtad y probidad. Creo en la lealtad. La otra opción no sólo es absurda, sino también desagradable. ¿Os parece quizás que mis intereses pueden contrariar a los vuestros o a los de vuestra señora?-  pregunta finalmente el lasombra- Porque os aseguro que no hay nada más lejano a mi deseo que perjudicar o molestar a la señora de este dominio.

Su última frase y, de hecho, todo su discurso, está tamizado de elocuencia, elegancia y sinceridad. ¿Pero es posible conocer si realmente es sincero o no? Esa, probablemente, es otra cuestión.

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17/02/2018, 14:12
Sybilla

Lugar del encuentro Castillo de Brest, sala del trono, finales octubre de 1264.

¿Conocéis a Elaine Menguy o símplemente deseáis que os allane un camino que más tarde deberéis recorrer?- preguntó, aún con aquella sonrisa en los labios- Descuidad, en cuanto me sea posible transmitiré vuestras palabras a mi mentora, y a su chiquilla. Aunque debo advertiros que Margawse no es una figura política que se deje influenciar por palabras engalanadas y vacías. - apuntó- En cualquier caso, mostrar vuestros respetos, es un comienzo adecuado, debo admitir.- reconoció, guardando de nuevo silencio, mientras terminaba de escuchar su discurso. No era difícil adivinar por la expresión de Sybilla que había cierto disfrute relacionado con aquella conversación.

Vos mismo lo habéis dicho. Reconocéis a mi señora sus dominios, y no deseáis interponeros en sus intereses. Y mientras tal cosa sea verídica, al menos vos, no contrariaréis mis intereses, que son los de mi señora.- expuso- Sin embargo, vuestro reconocimiento quizá no es el de vuestra mentora, a la cual no tengo el placer de conocer. ¿Qué me decís? ¿Reconoce vuestra mentora también el dominio de mi señora sobre estas tierras?- preguntó, mirando a través de los ventanales, hacia la noche indeterminada- Si lo deseáis, también podéis hablarme de ella. ¿Qué consideraríais relevante sobre Mayra de Urueta?

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17/02/2018, 14:34
Artur de Aquilare

Lugar del encuentro Castillo de Brest, sala del trono, finales octubre de 1264.

- Me parecería poco elegante mandar un afectuoso saludo a alguien desconocido, ¿no os parece, dama Sybilla?- respondió el lasombra tras unos instantes- En todo caso, espero que si llegara el momento en que mis actos pudieran quedar fuera de los deseos de la señora de estas tierras me lo hicieráis saber. Pues no hay mayor desgracia que ponerse en el camino de otro sin saberlo, y sin pretenderlo. En cuanto a vuestra pregunta, vano sería el que finge poder hablar en nombre de quien no le ha dado tal potestad. Lo que sí puedo aseguraros es que mi mentora no es desleal, ni traicionera y que, como ambos, disfruta de la politica y del conocimento. Estoy convencido que no siente deseo alguno de ir en contra de vuestra señora y, también, que no tendría ningún problema en que, una vez termine este asunto, ambas os reuniérais, si lo tenéis a bien. En dicha reunión, sin duda, podrá responder a vuestras preguntas con mucha más perfección de lo que yo podría.

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18/02/2018, 10:10
Sybilla

Lugar del encuentro Castillo de Brest, sala del trono, finales octubre de 1264.

Buena observación.-aseveró, antes de terminar de escuchar al noble castellano, con un asentimiento- Me agrada vuestra... Honestidad. Y en pago por la misma, sí, os puedo ofrecer mi consejo, o si lo preferís, mi advertencia personal, en caso de que vuestros pasos os lleven a interponeros entre mi señora y sus intereses.-concedió- Y por supuesto, cuando todo esto no sea más que una anécdota que traer al recuerdo, será un honor para mí conocer a vuestra mentora, Mayra de Urueta.- añadió, estirando ligeramente su sonrisa.

Pero vuestra mentora no se encuentra aquí ahora. Y es con vos con quien hablo. -expresó, dejando cláramente a un lado cualquier mención hacia la mentora del noble castellano- Prefiero entonces conocer vuestras opiniones sobre determinados asuntos, y me tomaré, si os parece correcto, el atrevimiento de preguntar, ¿qué opinión os merece toda esta cuestión? La niebla, el llamado del Príncipe... Los invitados a su corte con los que, al parecer, compartiremos camino en más de una ocasión...

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18/02/2018, 10:22
Artur de Aquilare

Lugar del encuentro Castillo de Brest, sala del trono, finales octubre de 1264.

- Desgraciadamente, salvo a Selin, no conocía previamente a ninguno de los miembros de nuestra expedición, y tampoco había oído hablar de ellos. Por lo poco que han demostrado hasta ahora... bien, pudiera ser que fuéramos capaces de cumplir nuestra misión. Aunque es evidente que prejuicios y desconfianza serán el primer escollo. Y también la falta de un liderazgo claro. Sin embargo, nadie está capacitado para ese cargo... salvo quizás vos, por vuestra posición. Aunque temo que sois más consejera que líder, y vuestro punto fuerte es más la percepción que el liderazgo. Puedo equivocarme- hace una pausa pensativo antes de continuar- A pesar de mis reticencias el vikingo parece tener la capacidad resolutiva necesaria para algo así, y unos obvios deseos de destacar que, bien dirigidos, pudieran favorecer que nuestra empresa culminara con éxito. Parece, además, hombre de mar y de hacha, y pudieran ser puntos fuertes igualmente, sobre todo si, reconozco que para mi sorpresa, está cultivado. No creo que mucho pero, sin duda, es una sorpresa agradable. El caballero ventrue no lo conozco. Si es un vampiro sometido al deber, y si su deber está en el lugar adecuado, sin duda será un activo útil. En cuanto a las damas, mi opinión es positiva de todas ellas. La toreador hija de Mahé siente por mi odio y desprecio ahora mismo, pero no parece que sea un estado poco habitual en ella. Sin duda es sincera y tiene una incapacidad patológica para guardar dentro opiniones debastadoras, lo que la debilita pero puede resultar muy útil. También es evidente su deseo de agradar a su señora. ¿Quizás hay allí un juramento de sangre o es sólo el poderoso encanto de la dama Mahé y su efecto en la voluntad, mente y alma de la dama Leyre? Imposible saberlo pero, sin duda, será leal mientras lo sea su señora. Leída, cultivada, con una obvia capacidad para la dialéctica y con los dones nocturnos de su sangre, no será válida para el combate, pero probablemente sí para todo lo demás. Selin es todo lo contrario: su procedencia, condición femenina, y falta evidente de nobleza humana, hará que no facilite nuestras relaciones con los mortales. Sin embargo su preocupación por estos, y su deseo de eliminar una amenaza que tiene tantas connotaciones sobrenaturalmente oscuras es profunda. Tiene un profundo ideal de justicia dentro que hará probablemente que mantenga su palabra. Es evidente que está cultivada y sabe combatir.-  hace una pausa- Por último la dama Maëlis sabe pensar, sabe leer y sabe esperar. De todos los citados, es la única cuya estirpe es poderosa de por sí en estas tierras, y por tanto, une utilidad, inteligencia y probables intereses personales. Aunque es innegable su deseo de colaborar, y su por ahora impecable trato.

Tras la larga disquisición hace una pausa, mirándote para comprobar el efecto de sus palabras, antes de continuar.

- He dejado vuestra primera pregunta para el final. La niebla. No se nada de la niebla excepto que apareció hace poco. La conclusión es lógica: hace poco hubo una modificación de la situación de estas tierras que, o bien ya se había producido (o iniciado) antes, o bien ha llegado de algún modo a las mismas. Es eso lo que tenemos que solventar ya que una niebla con estas características, incluso si no estuvira provocada por un ser sobrenatural, sería peligrosa. La explicación obvia a la misma es evidente: hay brujos entre nosotros, y uno de sus representantes estaba en la reunión. LLevan mucho tiempo intentando crear una capilla, y sus conocimientos le ameritan tanto para crear la niebla como para luego destruirla.  Y si lo hacen bien, ganarse así prestigio y afecto. Es la explicación más sencilla y obvia... y por tanto con toda probabilidad falsa. Pero no conviene desestimarla de inmediato. Algo ha cambiado. Y es la búsqueda de ese algo lo que debe llamar nuestra atención.

Hace una nueva pausa y mira a Sybilla.

- El señor de estas tierras, movido por el enfado de lo ocurrido, y la probable preocupación por su chiquillo, tomó una decisión pasional y no meditada que, estoy convencido, ha molestado profundamente a vuestra señora y a su chiquilla. No era lo que ellas hubieran preferido, a buen seguro, y desde luego no les agrada la promesa que hizo, ni sus implicaciones. Modifica el campo de batalla que con tanta elegancia y mimo ambas preparan- se pasa la mano por el mentón, pensativo- pero es su chiquillo, la señora de Bretaña lo puso en este lugar de predominio, y al margen de sus desconocidos sentimientos, no quiere desautorizarlo. Con lo que os manda a vos para comprobar lo que está pasando, evitar que nadie pueda manipularlo, y saber de los "postulantes" y de sus verdaderos intereses para cuando haya, si hay, que cumplir la promesa. Como véis, no dejo nada en el tintero, y comparto mis preocupaciones con vos. Como he dicho, soy leal a la autoridad y el poder de estas tierras. Y decidme, ¿muy desencaminado quizás?- hay una sonrisa inteligente y divertida en los ojos del lasombra al hacer la última pregunta.

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18/02/2018, 10:51
Sybilla

Lugar del encuentro Castillo de Brest, sala del trono, finales octubre de 1264.

Sybilla escuchaba la respuesta del noble de Aquilarre, sin disimular su expresión de sorpresa progresiva, así como la diversión y e incluso la admiración merecida que titilaba en sus pupilas oscuras a medida que progresaba aquel discurso lleno de deducciones acertadas y conclusiones razonables y mordaces, que provocaron que coronase el final de su argumentación, y respondiese a aquella pregunta suya con una risa cantarina y comedida, mientras se llevaba la mano enguatada a los labios, con decoro. 

Monsieur, debo admitir que para nada... Para nada desencaminado. Yo no lo habría expresado mejor.-reconoció- Reconozco que en estos momentos, poseéis mi admiración y mi reconocimiento. Y puedo aseguraros que Margawse Menguy oirá hablar de vuestro nombre, cuando se de la oportunidad. -aseguró, observándolo, con comedido entusiasmo- En efecto, el liderazgo no es algo que me resulte atractivo. Como bien habéis apuntado, lo mio es... Percibir. Percibir y aconsejar.- admitió, con un leve suspiro forzado- En cuanto al resto... Mi opinión se asemeja a la vuestra. Conozco un poco más al normando, y al caballero ventrue, mas no de manera lo suficientemente íntima como para poder arrojar algo más de luz sobre lo que podéis aportar vos mismo. Y sobre Leyre de Abin he llegado a las mismas conclusiones. El vínculo de sangre es casi tan obvio como... ¿Su incapacidad patológica para guardar dentro opiniones debastadoras?- dijo, con la sonrisa de nuevo, estirándose en sus labios carnosos. 

En cuanto a la niebla... En efecto. La teoría que conduce hacia los usurpadores es la más simple. Y con toda probabilidad, no será la que arroje la explicación completa a este asunto que nos concierne.-coincidió- Sin embargo, como bien entenderéis, no puedo responderos si lo que deducís sobre las preocupaciones de mi mentora, mi hacer e incluso el hacer de su chiquillo, es acertado o no...- expuso, sin pretender justificarse, tan solo apuntando una obviedad, aunque ya el hecho de que no pudiese negar nada de aquello, delatase bastante. 

Guardó entonces silencio, una vez más, mientras lo observaba detenidamente, ahora quizá con un matiz distinto, con un interés renovado- Oh... Sin duda suponéis todo un descubrimiento para mí en estos instantes. - reconoció - Escuchándoos hablar, no puedo sino corroborar lo que ya sospechaba de vos. Y es que supondríais toda una agradable sorpresa plagada de ingenio y diplomacia.- expresó, antes de torcer el gesto, en una mueca de somera preocupación- Ahora, sin embargo, me encuentro en un dilema. Pues me percato de que, de tener que confiar en alguien en medio de este asunto urgente que nos atañe, vos seríais al mismo tiempo, la mejor opción y la opción más temida. - reconoció- Así que, permitidme preguntaros, monsieur... ¿Debería confiar en vos? ¿O debería temeros? O quizá ambas cosas... ¿Una confianza cautelosa sería la mejor opción a la hora de tratar con vos?- preguntó, divertida. 

 

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18/02/2018, 11:38
Artur de Aquilare

Lugar del encuentro Castillo de Brest, sala del trono, finales octubre de 1264.

No respondió Artur de inmediato, llevando su mano a la barbilla para acariciársela mientras meditaba en la pregunta de la dama.

- No es Bretaña lugar para que un lasombra pueda imaginar, siquiera, disputar o perjudicar el dominio de vuestra señora. Tampoco es esa mi pretensión. Sí, mi clan no tiene casi presencia aquí, y sí, soy un hombre ambicioso y orgulloso. Pero no soy un necio, Sybilla. Y no soy un mentiroso. Os he dicho que soy leal, y con toda sinceridad, la posibilidad de estar en buenas relaciones con el poder de Bretaña me es más grata que cualquier otra de las posibilidades. ¿Por qué iba yo a ir en contra de vuestra señora? Incluso si alguien me ofreciera un puesto de dominio a cambio de una hipotética traición, e incluso si esa traición pudiera tener éxito, la posición de mi clan no habría mejorado, y mi posición sería tan débil como un gigante con los pies de barro. Pero es más: soy leal. Comprendo los beneficios de la jerarquía y, aunque no os niego que considero que los dignos merecen gobernar sobre los indignos, creo de todo corazón que vuestra señora debe ser la que gobierne Bretaña. ¿Abrigo la esperanza de tras todo esto obtener reputación, mérito, prestigio, posición incluso, para mi y para los míos? Sí, y tal esperanza es mi motivación. Pero estoy convencido que es al abrigo de vuestra señora, y no en su contra, donde radica mayor posibilidad de cumplir esa esperanza. Y, como os dije, la lealtad es para mi muy importante. Vuestra señora es la señora de estas tierras. Y por tanto, en tanto mi presencia sea aceptada y los términos de la lealtad entre señor y vasallo se cumplan, la mía. 

Guarda silencio, serio ahora mientras mira a la dama.

- Como veis, os soy sincero. Ni siquiera insultaré a vuestra inteligencia diciendo la respuesta que mi respuesta implica a vuestra pregunta. Pero, permitidme, si os place, ¿algo de vos a cambio de mi sinceridad? Vuestra posición en la corte de Bretaña, y vuestra misma conducta, llama poderosamente mi curiosidad. Os he dado mucho sobre lo que yo soy... ¿tal vez podéis darme algo a cambio sobre lo que vos sois? Algo que no hubiera deducido previamente, quiero decir.

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18/02/2018, 22:26
z/Eadwig du Josselin

Ingvar había pasado justo frente a Eadwig, aprovechando para susurrarle una invitación.

-Me gustaría hablar con vos más tarde, Eadwig. Desconfío de muchos, pero no de vos.

Eadwig había contestado con un asentimiento de cabeza, para luego retirarse de la habitación para que los vástagos pudieran leer en paz, y se dirigió hacia la sala del trono, donde aprovechó para conversar con el resto de los invitados.

Notas de juego

Ingvar, tenemos via libre para narrar nuestro encuentro por aquí :)

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18/02/2018, 22:45
Ingvar Lundson

Notas de juego

Ya creía que ibas a darme calabazas XDDD

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19/02/2018, 13:34
Ingvar Lundson

Fue un rato más tarde cuando Ingvar, habiendo terminado la primera parte de su lectura, abandonó durante un rato la sala para, según dijo, relajarse un momento antes de continuar su tarea. Los pasos del Gangrel lo llevaron de nuevo hasta la sala de ceremonias a la que, un buen rato antes, se había encaminado Eadwig du Josselin.

Cuando por fin lo encontró, se acercó mientras le hacía un gesto con la cabeza, una invitación para separarse por unos momentos del resto de presentes del lugar. Cuando se encontraron finalmente en un lugar en el que creyó que estaban fuera del alcance de las escuchas sobrenaturales, Ingvar comenzó a hablar.

-Tal vez haya tardado demasiado en la lectura. –Comentó el guerrero normando con sencillez, a modo de disculpa. Su sonrisa socarrona había desaparecido, reemplazada por un aura de serena resignación. –Lo cierto es que creo que esta conversación con vos será para nosotros más provechosa que todo lo que podamos encontrar en los volúmenes del príncipe. Aunque nuestros educados y pomposos compañeros piensen lo contrario, claro.

-Y no me fío de casi ninguno de ellos
. –Siguió hablando casi inmediatamente, y recordando las conversaciones de la noche, añadió. –Algunos parecen mentir más que hablar, y los que no, dudo que nos sean de ayuda cuando tengamos que salir a campo abierto. Y doy por sentado algo… quienquiera que esté detrás de la niebla, ha neutralizado al chiquillo de Gevrog sin ningún esfuerzo. Y dudo que Convarch fuese un inepto. Tal vez un idiota, pero no un inepto. Nuestros aceros van a tener que salir de la vaina antes del final. Por eso… creo que deberíamos planificar nuestra propia estrategia, vos y yo, y no dejarnos enredar en política. ¿Qué opináis?

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19/02/2018, 16:35
z/Eadwig du Josselin

Balcones del Castillo, Castillo de Brest, finales de octubre de 1264

 

El caballero diviso al normando en el momento en que este salía de la sala. Lo vio acercarse unos pasos e indicarle con la cabeza que lo acompañase. Eadwig se acercó a él y cuando estuvo a su lado comenzaron a hablar.

Eadwig siguió la charla mientras caminaba en dirección a uno de los balcones, donde sin duda tendrían un poco más de privacidad.

- Es cierto que la sinceridad no parece ser una cualidad muy recurrente en este tipo de encuentros, pero dada la gravedad de los hechos que nos incumben, esperaba un poco más de camaradería por aquí. – le dijo lamentándose. Cuando hubieron llegado a la ventana que daba a la terraza, el noble vástago salió a la luz de la Luna, apoyó firmemente sus manos contra el balcón de piedra, y levantó la cabeza para observar la inmensidad del paisaje que los rodeaba. – Dime, tengo la impresión de que Sybilla te había advertido sobre Artur, estoy en lo correcto?

Eadwig se dio la vuelta y apoyando su espalda contra el balcón para ver de frente a su interlocutor dijo – Sí estas en lo cierto, y lo que se esconda detrás de esa niebla se ha deshecho de Covarch tan fácilmente, no sé de qué servirá el acero. – Negó un par de veces con la cabeza. - No, hasta no ser conscientes de qué se trata, preferiría no tener que encontrarme con la niebla. – Eadwig sabía cómo sonaba eso. – No me malinterpretes, no me he ganado una reputación en el campo de batalla por ser cobarde. Pero si hay algo que he aprendido en mi carrera militar es que, si logramos encontrar una debilidad, y logramos ejecutar con precisión un plan para explotar dicha ventaja, tenemos la batalla en gran medida a nuestro favor. Pero sobre todo debemos procurar no perder el factor sorpresa, y no dejarnos caer en el camino de esa niebla sin saber con qué nos enfrentamos. – hizo una pausa. – Lo que sí puedo prometer es que, al final llegado el momento, mi espada estará a vuestro lado.  

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19/02/2018, 17:20
Ingvar Lundson

Balcones del Castillo, Castillo de Brest, finales de octubre de 1264

Ingvar dejó escapar una ligera risa cuando Eadwig mostró sus teorías sobre Artur. Podría haber sido, podría haber sido, pero no era el caso.

-¿Sybilla? –Contestó finalmente. –No, no fue ella. Creo que fue simplemente mi instinto… ya me ha tocado tratar con demasiados políticos arrogantes actuando como enviado de Raynier. Lo suficiente como para reconocerlos desde lejos. Todo falsas cortesías, adulaciones o mentiras. Y cuando sea el momento, huirá como un cobarde. Apostaría por ello. Bah. Y los demás… bueno, el tiempo lo dirá. Puede que al final estemos vos y yo espada en mano, y nadie más. Pero debería ser suficiente.

Una sonrisa se pintó en su cara mientras pronunciaba esas palabras. Lo cierto era que, puestos a tener a alguien al lado en un combate, Eadwig era una alternativa más que aceptable. Lo único que lo incomodaría era tener a Artur a la espalda…

-Pero no me malinterpretéis, tampoco yo hablo de lanzarnos a la carga contra esa niebla. Quienquiera que la esté utilizando, nos lleva ventaja. No, primero habrá que descubrir de dónde surge… quién la manipula… y después atacar. Otra forma de hacerlo es un suicidio. Pero tenemos trabajo si queremos averiguarlo. Rumores, y rumores. Esta tierra está llena de historias, y yo comienzo a tener algunas sospechas acerca de algunas de ellas. Pero aún es pronto para revelarlas. Primero busquemos en Crozon, y después… bueno, después puede que sea el momento de que hagamos algunas preguntas en otras partes.

Y tras un segundo de pausa, como si quisiera aclarar algo, añadió.

-Por cierto, si antes os había sugerido viajar con Artur era simplemente porque prefería que alguien de mi confianza viajara en ese grupo… No estoy seguro de a qué se puede dedicar cuando no tenga un ojo en él, y eso me inquieta. Pero si decidís navegar conmigo a Kermorvan, seréis más que bienvenido a bordo.

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19/02/2018, 17:59
z/Eadwig du Josselin

Balcones del Castillo, Castillo de Brest, finales de octubre de 1264

 

Eadwig hizo un gesto con la mano, como desechando el ultimo comentario del normando con cierta displicencia. – Para serte franco, lo primero que me interesa averiguar sobre el patrón en las apariciones de la niebla, si una vez que aparece en una nueva zona, desaparece de aquellas en las que ya ha pasado, sería lógico intuir que se está dirigiendo hacía un lugar en específico. En cambio, si mantiene sus apariciones en todas las zonas afectadas, eso descartaría mi primera sospecha. Lo cierto es que, al sugerirme que me dirigiese a Cornualles, estabas desbaratándome mis planes.  – le dijo apaciguándolo. – Pero probablemente no me habrías sugerido esa vía de acción de haber sido consciente de mis intenciones, en cualquier caso, tal vez haya sido mi culpa. No te preocupes. – concluyó, para terminar de echar tierra al asunto.

- Creo intuir en tus palabras que guardas al igual que yo ciertas sospechas y tenéis razón en guardar silencio frente a ellas. – Eadwig, pensó que tal vez esta charla no estaba siendo todo lo productivo que debiera, y agregó. – Si quieres comenzar a trazar un plan, te aconsejaría que, si nuestros caminos se separan en el inicio de esta aventura, antes de llegar a Cornualles, hayas analizado concienzudamente en quien te puedes fiar y en quién no. Allí comenzarán los verdaderos peligros, y debemos procurar enfrentarlos juntos y sin tener que preocuparnos por cuidar a la vez nuestras espaldas.

 

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19/02/2018, 20:42
Ingvar Lundson

Balcones del Castillo, Castillo de Brest, finales de octubre de 1264

 

-Sí... no creo que tarde demasiado en decidir quién es de fiar y quién no... pero no quiero apresurarme. -Calló durante unos momentos, en los que se giró hacia el castillo e hizo un amplio gesto con la mano, abarcándolo. -Ahí dentro todos han tardado muy poco en tildarme de salvaje iletrado, ¿os habéis dado cuenta? Y sin embargo, sé latín y muchas más cosas que he aprendido de mi mentor. Por eso sé que una conclusión precipitada puede llegar a ser muy... muy peligrosa.

-Y por eso precisamente he guardado silencio sobre mis sospechas, no porque desconfíe de vos. De hecho... -Hizo una pausa, como si valorara si debía expresarlas en voz alta o no. Finalmente, frunció ligeramente el ceño y miró directamente a los ojos de Eadwig. -Bah, tanto da. Os lo contaré, pero no debéis tomarlo sino como una idea al viento. No tengo de momento razones para darle peso. Pero... en esta tierra, una leyenda que pesa sobre las demás es la de Riothamus. El antiguo gobernante de Cornualles. Y las ruinas de su castillo son uno de los lugares más "encantados" de Bretaña. Cuando terminemos de investigar en Crozon... tal vez me aventure hasta esas ruinas, para averiguar cuán vacías están en realidad. Pero como os digo... prefiero no mencionárselo al resto, al menos de momento. Confío en vuestra discreción, Eadwig.

Parecía que el normando hubiera acabado de hablar, pero de pronto añadió abruptamente una frase más.

-Por cierto, sois caballero y cristiano. ¿Os dice algo el nombre de San Guénolé?