Partida Rol por web

Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 1.3] Estación de Nieblas - Kermorvan - FINALIZADA

Cargando editor
21/11/2018, 11:43
Sybilla

La unión del mundo feérico y el mundo vampírico...-Repitió, pensativa, para si misma, con un leve asentimiento, antes de escuchar la respuesta de la dama del lago a la pregunta de Ingvar, sorprendiéndose ante la mención indirecta de Margawse, su señora, sin añadir nada en aquel momento a sus palabras. Nada que no fuera un agradecimiento- Os agradezco yo también vuestra colaboración. Transmitiremos vuestro mensaje a vuestro hijo, no os quepa duda. -dijo, observándola detenidamente, durante unos instantes- Y de nuevo... Gracias, mi señora. Por la paz. -añadió, inclinándose, cortés.  

Dedicó asimismo un asentimiento a Ingvar, al percibir su mirada, y su gesto, indicativo de que aquella reunión tocaba a su fin, y posó la mirada oscura sobre Leyre, aún sumida en aquella suerte de trance en el que debía preguntarse algo sobre si misma que quizá no tenía respuesta, llegando a preguntarse la propia Sybilla si acaso, de no encontrarla, quedaría así por siempre. Una ligerísima y breve sonrisa escapó de sus labios al pensar que de producirse tal situación, el silencio acaecido sobre la cría majadera de Mahé sería súmamente agradable, pero aquel pensamiento le pareció demasiado sibilino en el mismo momento en el que fue formulado, y trató de corregirse a si misma, diciéndose que al fin y al cabo era bueno contar con una tercera cabeza, aunque fuera una cabeza llena de pájaros. 

Finalmente posó las pupilas negras como ala de cuervo sobre Lamarr, y sobre Aimeric, dedicándoles un breve vistazo, antes de volver a prestar atención a Viviane, esperando aquellas últimas palabras de la dama antes de dar cualquier clase de indicación a los mortales. 

Notas de juego

Por si lo quieres tener en cuenta para tu actualización, la intención de Sybilla es decirle a Lamarr que se encargue de su señora al salir, si tenemos que hacerlo, y que Aimeric lleve la antorcha. Eso, si podemos salir XD

Cargando editor
21/11/2018, 23:35
Viviane du Lac

Cueva al norte de Kermorvan, noche del 30 de octubre de 1264

—Diez horas antes del amanecer—


Viviane os contempló unos instantes más con una sonrisa enigmática, negó con la cabeza con una naturalidad plena. Con gracilidad, se deslizó unos pasos para colocarse frente al estanque.

Nada más. Cumplid el pago y no habrá deudas entre nosotros. Las deudas son losas, no las queráis nunca sin que tengáis una forma de zanjarlas —aconsejó como lo haría una madre —. Podéis marchar libremente, tal como lo habéis hecho al venir.

Se acercó entonces a Leyre con majestuosidad, el rostro de la matriarca malkavian mostraba cierta decepción, pero se colocó cerca de la toreador mientras negaba con la cabeza.

Es una lástima lo de esta muchacha. Tanto potencial desaprovechado, pero potencial, al fin y al cabo —se lamentó mientras acercaba sus labios al oído de Leyre —. Porque de eso se trata, que este no es tu lugar y aun buscas un propósito. ¿Dios? No, esa arpía no es Dios, solo un sucedáneo roto. ¿No está Dios dentro de cada uno?

Se separó de Leyre regresando frente al estanque, la antigua monja pareció recobrar la conciencia de su alrededor en ese momento. Viviane empezó a adentrarse en las aguas, unas aguas que se mantuvieron mansas, como si nada las atravesara.

Mañana por la noche pasarán cosas sumamente interesantes —pareció fantasear —. No sé el qué.. pero mañana.. sí.. mañana por la noche muchas cosas cambiarán..

Sin dar pié a responder, Viviane desapareció bajo las aguas dejándoos solos en la claroscuridad de la caverna.

Notas de juego

Próximo post, el sábado.

Leyre, vuelves a tener control de ti misma.

Cargando editor
22/11/2018, 08:20
Leyre de Abin

Mi mente se ve sumergida en una espiral de pensamientos e ideas a cada cual más agobiante y terrorífica.

¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué esta actitud? ¿Por qué soy así?
Mi cabeza se traslada a recuerdos mucho tiempo olvidados: el dolor de un alumbramiento, las misas de maitines, la vara de padre, un juglar rasgando unas cuerdas...

Siento que mi cuerpo no me pertenece, que todo lo que existe de mí en este mundo es un ovillo de enredos memorísticos que se suceden sin orden ni concierto, que se persiguen, atrapan y superponen con un ritmo demasiado frenético. Pasan por delante de mis ojos como el paisaje a través de una carreta de caballos desbocados, y aún siguen ahí cuando cierro los párpados en un esfuerzo desesperado para que paren.

Si tuviera un corazón vivo dentro del pecho, este latiría al ritmo frenético de los tambores de batalla. 

Cuando Viviane se aproxima a mí apenas la veo a través del prisma deformado de mi memoria atacándome vilmente, y me susurra unas palabras que, como el aliento de Dios, me devuelven a la vida.

Porque de eso se trata, que este no es tu lugar y aun buscas un propósito. ¿Dios? No, esa arpía no es Dios, solo un sucedáneo roto. ¿No está Dios dentro de cada uno?

Jadeo, mareada, mientras trato de que mi mente vuelva al lugar que le corresponde (esto es, en el interior de mi cuerpo), y deje de dar vueltas a mi alrededor, exponiendo a los elementos mis recuerdos más sórdidos.

-Dentro de ti sólo hay mezquindad -murmuro, mientras la mujer se interna en las aguas.

 Tras un fúnubre epílogo, la doncella desaparece, y me vuelvo hacia mis compañeros, ceñuda.

-Me alegro de que os hayáis puesto calzas marrones esta noche, normando. Así nadie se ha cerciorado del pavor que os ha causado una sola cainita.

Le hago una señal con la cabeza a Lamarr, para que me acompañe a la salida. 

Nunca he confiado en mis compañeros de viaje, pero es obvio que no puedo contar con que mi vida esté a salvo con ellos. No moverían ni el dedo meñique por ayudarme.

Cargando editor
24/11/2018, 12:18
Sybilla

Sybilla observó cómo Viviane du Lac sacaba a la chiquilla de Mahé de su trance. Escuchó con atención aquellas últimas palabras pronunciadas por la dama del lago, entrecerrando ligeramente los párpados, conteniendo una nueva pregunta tras sus labios, dibujando una breve pero clara mueca de inquietud, antes de que aquella suerte de ente terrible, infantil y etéreo se sumergiese de nuevo en las aguas que presidían aquella gran oquedad de piedra, desapareciendo. 

La dama oscura guardó silencio, contemplando aún aquel fluido estanco en quietud, cuando llegó a sus oídos el nuevo rezongo de Leyre de Abin. Sybilla se obligó a suspirar, enarcando una ceja, antes de mirar hacia Ingvar, encogiéndose de hombros- Hay quien confunde la valentía con la estupidez, normando. Hay de hecho quien confunde tales cosas y aún se preocupa sobremanera del color de los ropajes ajenos.-apuntó, antes de decicar una seña a Aimeric, para que se pusiera en marcha junto a ella, guardando cierta distancia con la airada chiquilla de Mahé. 

Cargando editor
25/11/2018, 16:33
Ingvar Lundson

Finalmente la audiencia tocaba a su fin. Con una última y ligeramente inquietante advertencia sobre la noche siguiente, la imagen de la voluble mujer regresó a las profundidades de las aguas de la misma forma que había emergido de ellas, dejando a Ingvar con la extraña sensación de que, en realidad, podría no haber estado realmente allí en ningún momento.

Una reflexión a la que bien podría haber dedicado unos minutos, pero que fue interrumpida casi antes de comenzar por la voz de Leyre, cargada de amargura y de reproches, haciendo mención al color de su ropa íntima. Antes de que él pudiera contestar, fue Sybilla la que cortó las quejas de mademoiselle de Abin de forma algo brusca. El normando asintió a sus palabras en mudo reconocimiento.

Sin embargo, no fue capaz de resistirse a contestar a la pulla de la Toreador.

-Me avergüenza admitirlo, pero he debido civilizarme. –Comentó animadamente. Lo cierto era que, haciendo balance, la noche había sido relativamente productiva. Tenían información y líneas desde las que continuar investigando… más de lo que había esperado, y eso lo animaba. -Últimamente Raynier ha logrado convencerme de las bondades de no tratar de asesinar a cada cainita desconocido con quien me topo. Pero no temáis, buscaré unas calzas rojas para poder bañarme en sangre y cumplir vuestras expectativas tan pronto como sea posible.

Conteniendo la ligera risa que pugnaba por surgir de su garganta, se contentó con sonreír y echar una última mirada hacia atrás, hacia la tranquila laguna de la caverna, antes de encaminarse también hacia la salida, cerrando la marcha.

Cargando editor
25/11/2018, 18:16
Leyre de Abin

Airada, sin prestar atención a mis acompañantes, recorro el camino de vuelta hacia la entrada de la cueva. Al menos el normando tiene a bien avergonzarse ante su propia cobardía, lo cual me consolaría si no fuera porque aún siento las zarpas de esa mujer hurgando en mi cabeza.

-Y vuestras mercedes que han tenido bien desarrollar una buena charla con esa mujer, ¿tenéis alguna idea de lo que sucederá mañana por la noche? 

Con un poco de suerte, seré yo la elegida para dejar este espantoso mundo.

Cargando editor
25/11/2018, 21:54
Ingvar Lundson

-No ha tenido a bien dar más detalles sobre las sorpresas de mañana... -Replicó un aún sonriente Ingvar. -Sin embargo, ha sido bastante habladora en otros aspectos. Nos ha dicho que el efecto de la bruma simplemente confunde a los mortales, pero que para los miembros de la Estirpe es similar a sentarse a ver el amanecer. Una respuesta que a la vez confirma la última suerte del chiquillo de Gevrog.

A medida que se acercaban a la entrada de las fauces del dragón, Ingvar entrecerró los ojos, tratando de adivinar si todo estaba en el exterior igual que antes, o si algún tipo de desagradable sorpresa los esperaba.

-Por otro lado... -Continuó, en voz más baja, mientras su sonrisa se perdía a medida que su atención se desviaba hacia la salida de la cueva. -Ha puesto un nombre para nuestra misteriosa enemiga, aquella que invoca la niebla. Uno de lo más adecuado para las leyendas rurales. Morgaine, la bruja. 

Cargando editor
26/11/2018, 00:35
Sybilla
Sólo para el director
- Tiradas (1)
Cargando editor
27/11/2018, 00:19
Narrador

Has oído hablar de Morgaine, un nombre incluso más restringido y evitado que el del propio Riothamus. Pero tu cercanía y servicio a Margawse te hace saber más sobre la "olvidada" bruja cainita.

Morgaine servía al propio Riothamus, sabías que había fuertes rumores de que era el poder tras el trono, y tras la revuelta encabezada por Margawse fue exiliada o destruida, no se sabe con claridad. Sabes que era una hechicera poderosa, y que Margawse sentía especial odio y aversión por ella, aunque cada vez que ese tema salía a colación tu benefactora zanjaba el asunto con autoridad.

Cargando editor
27/11/2018, 00:25
Narrador

Norte de Kermorvan, noche del 30 de octubre de 1264

—Nueve horas antes del amanecer—


Vuestro regreso al exterior fue tranquilo, ningún sonido inusual o visión extraordinaria. Solo vuestros pasos y palabras, vuestros ghoules os acompañaban en silencio respetando vuestra conversación. El acantilado estaba tal y como lo habíais dejado, el sonido de las olas romper contra las rocas y el ululante viento que recorría las paredes de piedra vertical de vuestra posición.

Notas de juego

Estoy a la espera de que toméis una decisión hacia donde ir.

Cargando editor
28/11/2018, 09:08
Ingvar Lundson

Una vez en el exterior, Ingvar se permitió relajarse al ver que el mar estaba tan limpio de bruma como cuando habían entrado. Presumiblemente, porque la bruja estaba en otro lugar. Un lugar que, a juzgar por las últimas profecías de Viviane, bien podría ser Brest. Unas profecías que no dejaban de llevar consigo una advertencia implícita de peligro en la fortaleza. Sin embargo, bien cierto era que el chiquillo de Viviane, al que debían dirigirse, también estaría allí.

-La noche aún es joven. –Dijo el normando de pronto, alzando la vista hacia el cielo cuajado de estrellas. –Y el tiempo es bueno para navegar. Si quisiéramos ser testigos de aquello que vaya a suceder en Brest mañana, podríamos navegar hoy mismo hasta allí y saldar nuestra deuda con Viviane. Hasta donde alcanzamos a saber, Bohort podría estar aún allí. Por otro lado, Gevrog quería saber la suerte de su chiquillo… aunque dudo que se sienta complacido.

Haciendo un ligero ademán al resto del pequeño grupo para empezar a ascender la senda del acantilado, el gangrel echó a andar mientras continuaba pensando en voz alta.

-Acordamos reunirnos con los demás ocho noches después de la recepción en Brest, en la aldea de Camaret, pero sólo hemos consumido dos de esas noches. Incluso perdiendo dos más para regresar a la fortaleza de Brest, dispondríamos de tres días para investigar algo más de los alrededores de Kermorvan. Y en el peor de los casos, podríamos navegar hasta Camaret en lugar de cruzar los bosques.

-¿Qué pensáis? –Preguntó, girándose para observar a Leyre y a Sybilla con sus ojos brillantes. Una sonrisa aleteaba en sus labios, aunque lejos de parecer burlona, Ignvar parecía genuinamente animado por las perspectivas de acción. –Doy por hecho que lo que suceda mañana en Brest puede ser peligroso, pero en el peligro es donde las cosas avanzan. ¿Navegamos, pues, de regreso esta noche?

Cargando editor
28/11/2018, 09:11
Leyre de Abin

Ingvar: Doy por hecho que lo que suceda mañana en Brest puede ser peligroso, pero en el peligro es donde las cosas avanzan. ¿Navegamos, pues, de regreso esta noche?

Por si la demente de la cueva no fuera suficiente, ahora el vikingo del demonio tenía ganas de meterse de lleno en el lugar más peligroso de toda Bretaña.

-¿Sabéis que algunas plantas y animales presentan vivos y llamativos colores para advertir de su toxicidad o peligro? -Comento, echándome hacia atrás una de las trenzas- El necio que se atreva a jugar con una de esas víboras sería doblemente necio: por conocer la advertencia y aun así ignorarla. Se nos ha dado la bendición del conocimiento: utilicémoslo.

Huyamos en dirección contraria -siento deseos de decir.

-¿Creéis que podríamos recoger al resto del grupo y encaminarnos a Brest a tiempo para lo que sea que pueda pasar? ¿Podríamos enviarles algún mensaje para encontrarnos allí? -Acabo cediendo-. Y después, todos juntos, compartiremos la triste (pero poco sorprendente) noticia sobre el chiquillo de nuestro Príncipe. 

En ocasiones, mi propia bondad me traiciona.

Cargando editor
28/11/2018, 09:35
Ingvar Lundson
Sólo para el director

Notas de juego

¿Cómo de viable veo lo de recoger al resto y volver a Brest? ¿Complicado, no?

Cargando editor
28/11/2018, 12:15
Narrador

Sabrías que el lugar donde desembarcaron los demás está algo más al sur, quizá os llevaría una hora, hora y media como mucho, si navegáis con presteza, llegar a Camaret.

- Tiradas (1)
Cargando editor
28/11/2018, 14:30
Ingvar Lundson

Ingvar parecía estar a punto de contestar con mordacidad a las palabras de Leyre, pero su última pregunta pareció tranquilizar al normando a la vez que lo sumía en la reflexión. Dándose de nuevo la vuelta, continuó ascendiendo por el sendero, con la mano derecha apoyada en la pared de piedra y la mirada desviándose cada pocos segundos hacia el cielo, tratando de leer las estrellas.

-Aún queda tiempo hasta el amanecer… si partiéramos ahora mismo… podríamos alcanzar Camaret en una o dos horas. –Contestó finalmente. -Y navegar de vuelta a Brest en el doble de ese tiempo. Si no tuviéramos ningún retraso, deberíamos alcanzar la fortaleza antes de que el amanecer nos sorprendiera entrando al puerto.

-Sin embargo… dudo que nuestros compañeros estén esperando nuestra llegada en el puerto. Habrán buscado un refugio escondido. Al fin y al cabo… si la situación fuese la inversa, no estoy seguro de que pudieran encontrarnos fácilmente si fuesen ellos quienes arribaran a Kermorvan.

-Es relativamente arriesgado. –Sentenció, encogiéndose de hombros, y miró a Sybilla, que aún no se había pronunciado, antes de continuar. –Pero si lo creéis conveniente podemos intentarlo. Otra opción sería que Lamarr o Aimeric viajaran hasta Kermorvan mañana y contactaran con sus ghouls durante el día. Eso les permitiría navegar hasta Brest al caer la noche… con suerte, llegarían a tiempo para la fiesta de Mograine, y nosotros nos aseguraríamos estar bien resguardados de la caricia del sol.

Notas de juego

Sin ánimo de molestar, adelanto mi posto para meter la información de tiempos de viaje consultada y que así Sybilla pueda contestar con los datos.

Disculpas por usar celeridad xD

Cargando editor
29/11/2018, 21:55
Sybilla

¿Más peligroso que la niebla, o que esa mujer que la invoca? ¿O incluso que la dama del lago, voluble y cambiante como el torrente de un río, y claramente capaz de obnubilar nuestro juicio?- contestó, ante las afirmaciones de Ingvar- Será peligroso, sin duda. Pero creo que nos encontramos en peligro tanto aquí como en Brest. -indicó- De manera que, dado que tenemos una deuda que saldar, yo diría que deberíamos volver a la fortaleza esta misma noche. Gevrog debe contar con mensajeros que puedan efectuar la tarea de poner sobreaviso a nuestros compañeros, y que puedan realizar tal trayecto bajo la luz del sol, más segura y carente de ardides que confundan a unos y presenten el amanecer ante otros. -apuntó, cruzándose de brazos- Tales mensajeros podrían partir hoy mismo. - concluyó.

-En definitiva, yo apuesto por navegar de regreso. -declaró- En cualquier caso no cabremos todos en la embarcación en la que hemos llegado a Kermovan y aquellos que partieron hacia Camaret cuentan con sus propios medios. 

Cargando editor
30/11/2018, 10:18
Leyre de Abin

Pongo los ojos en blanco. Otra vez dudas y tribulaciones, como si no tuviéramos suficientes decisiones que tomar...
-Hagamos lo que queráis, pero hagámoslo rápido o no tendremos suficiente margen para reaccionar en caso de que nuestros planes se trunquen.

Notas de juego

Cargando editor
30/11/2018, 10:42
Ingvar Lundson

-En ese caso, no perdamos más tiempo. –Dijo el normando, encarando una vez más el camino de regreso. –Navegaremos de regreso esta misma noche, y que sea Gevrog quien lance el aviso a nuestros compañeros… o no, según su criterio. Al fin y al cabo, creo que aún habríamos de investigar algo más este lugar antes de desecharlo.

Terminaron de ascender la senda del acantilado para encarar el camino que los llevaría de regreso a la aldea. Fue ése el momento en el que Ingvar, que llevaba un tiempo meditando el comentario de Sybilla, intervino de nuevo.

-En cuanto al peligro… ¿de verdad creéis que Brest es ajeno a la niebla? –Añadió, sonriendo sin girarse, con sus ojos rojizos fijos en el camino frente a él. –De hecho, creo que sería terriblemente melodramático que nuestra bruja mostrara algunas de sus cartas mañana, en Brest. Sería una adecuada declaración de intenciones por su parte.

Cargando editor
02/12/2018, 21:14
Sybilla

No he descartado nunca tal posibilidad. -indicó, con un leve encogimiento de hombros- No hay nada que podamos descartar al respecto, ahora mismo.-dijo, observando el horizonte, mientras emprendía, junto a los demás, el camino de regreso.

Cargando editor
03/12/2018, 09:23
Leyre de Abin

-¿Creéis que podremos impedir nada de lo  que esté por ocurrir? Haya niebla aquí, en Brest o en la mismísima Roma, la habrá estemos nosotros o no. Lo mínimo que podemos hacer, viendo que vuestras mercedes acceden, es avisar al Príncipe y que él tome cartas en el asunto.

Me cruzo de brazos, hastida.

-Al fin y al cabo, nos mandó investigar ¿no es cierto? -Bueno, no estoy segura. Han pasado muchas noches y en muchas noches suceden muchas cosas; por ejemplo, a estos dos les ha dado tiempo de...-, no nos ordenó resolver el problema, sino averiguar cuál era. Ya lo conocemos: marchémonos.

Necesito un buen baño antes de que me alcance la niebla asesina y muera dejando un precioso montoncito de cenizas.

Inquieta, me ajusto bien los guantes entre los dedos, y hago una seña con la cabeza para instar a los inmortales a caminar.