Partida Rol por web

Armand (le cambie el nombre), sale de su habitacion para explorar el instituto. Tal vez por algun lugar este la clave para traer nuevamente a su hermana.

Ciertamente no era la respuesta que me esperaba, pero el viejo siempre me sorprendí.

-“Me quedare aquí pues prefiero ser un arma que destruya pare hacer surgir algo nuevo y mejor de las cenizas que un arma que solo destruya sin dejar nada a su paso”-

Me quede en silencio esperando las indicaciones y escuchando a las personas que serian mis compañeros en esta misión, cruce mis brazos esperando que el director prosiguiera…

 El director, con la mirada perdida, regresó a su escrito, sabía perfectamente donde se colocaba. Realmente no daba a pensar que fuese ciego a primera vista, sabía donde estaba todo a su alrededor perfectamente.

- Pues ha llegado la hora de tomar una decisión. Conocer la verdad implica tener unas responsabilidades, ¿porqué creéis que se creó el dicho de que la ignorancia trae la felicidad?, si seguís teniendo dudas sigo dispuesto a escucharlas, no me he ganado el puesto de director siendo un impaciente - se cruzó de brazos

Me quede en silencio esperando la respuesta o silencio de los demás, mientras camine hacia un rincón y apoyándome en el me cruce de brazos...

 Saliste de tu habitación y te encontraste con la gran inmensidad que suponía la Institución Velo de Tiresias, había muchos lugares que visitar o explorar para intentar hallar respuestas: los exteriores, las salas de entrenamiento, comedor, enfermería, talleres e incluso el despacho del mismísimo director.

Ricardo se queda quieto y relajado esperando que los demas aclaren sus dudas para poder continuar y saber sobre la mision. Parece mentira como pueden  estar por aquí sin tener muy claro que es, en mis tiempos la gente tenia siempre claro donde se metia antes de ir a un sitio y si no se encontraban colgados al dia siguiente.

Armand observo tranquilamente los exteriores del Instituto. Hacia poco tiempo que estaba allí, y lo mejor era acostumbrarse rápidamente a su nuevo hogar.

Recorrió tranquilamente los pasillos, observando a la gente que había en sus alrededores. Gente normal, la mayoría, si dejaba de lado que buena cantidad de ellos eran gente con algún impedimento visual. Claro, después de todo, es una escuela para no videntes, pensó el muchacho con tranquilidad. Se desplazaba a paso tranquilo, con ambas manos detrás de su espalda, dándole cierto porte caballeresco. Haci ya mucho tiempo que no se tomaba el tiempo para relajar, aunque el mismo era quien se lo negaba.

Finalmente, llego a los exteriores del Instituto. Trato de hacer una imagen mental de los edificios que estaba viendo, para poder ubicarse fácil y rápidamente. Después, respiro hondamente el aire del día, llenando sus pulmones lo mas que pudo. Incluso casi desperezándose.

- Aaaaahhh. - Dijo en una exhalación de agrado. Me gustara este lugar, creo...

Una vez hecho todo esto, miro si había alguien cerca de donde estaba. Tal vez alguien seria tan amable de ayudarlo en darle un diagrama rápido del instituto.

Por supuesto que tenía dudas, nadie le había respondido coherente y directamente por lo que volvió a hablar

-¿Director, podría decirme un poco más explícitamente que es un acechador? ¿Qué significa el título? si llegase a serlo claro está.  Por otro lado usted me habla de combatir.  ¿Acaso esa es la única forma de colaborar con la Organización? Quizás podría dedicarme a confeccionar equipo para sus hombres.  No me mal interprete, es simplemente que no me siento capacitado para entablar un combate directo, sin embargo si usted considera que es necesario iré.-

-*¿Das? Yo no tengo nada mas que agrregarr, salvo que esperro que no me envien a combatirr como si fuerra un soldado del Congo. No tengo demasiada destreza en cuanto a esas cuestiones...

Se cruzó de brazos en su sitio, sin alegar nada mas.

Espero que al menos algún soldadito sea capaz de cuidar de mi integridad física. No tiene que tener mucho cerebro, para eso estaré yo.

¿No te basta conmigo? Me partes el corazón...

Bufó por toda respuesta.

 El Director con calma comenzó a responder a todas las preguntas.

- El título de Acechador es la manera oficial a la que designamos a todos los efectivos que directamente dedican sus esfuerzos a capturar y eliminar a los objetivos. Realmente es uno de los honores más grandes que puede recibir un miembro de la sociedad, pero no todos están hechos para ello, de ahí que os haya propuesto a vosotros cuatro para realizar esta misión de iniciación, es la única manera de conocer quien tiene potencial - El director hizo un gesto con la mano a la secretaria, la cual rauda y veloz le preparó un café instantáneo en una máquina que tenía en su propio despacho.

- Os recuerdo que no sois soldados, vosotros estáis un paso más allá. No siempre las armas son las mejores herramientas para luchar contra una criatura sobrenatural ¿qué haríais si se tratara de un ente incorpóreo que no puede ser herido por una pistola o cortado con un sable? es ahí donde la mente juega un papel importante. - Cogió su café y dio un pequeño sorbo.

- Siempre podéis rechazar esta oportunidad, todos habéis demostrado dominar vuestro destino en el momento que habéis venido o permanecido en este lugar. Kiandra, si lo desea puede dedicarse por entero al cuerpo técnico, pero eso no implicaría ser un Acechador, ayudar siempre se ayuda, la pregunta es ¿cual es vuestro límite?¿hasta que punto deseáis ser útiles y luchar contra las amenazas exteriores? - El director se quedó en un profundo silencio.

 De repente te topaste con una mujer vestida con harapos de tela roja, era esbelta y muy alta, tenía una escoba en la mano además de una carretilla con productos de limpiezas. No dudó en saludarte en el momento que te notó tan desorientado

- Hola joven, te noto perdido ¿crees que puedo ayudarte en algo? - dijo con una sonrisa tierna.

-Eso erra todo lo que necesitaba oirr. Con gusto tomarre parrte de forrma activa
La respuesta vino con un deje de altivez caracteristico. Si tenia un punto fuerte (o debil, segun para quien) era el ego y ya fuera de forma intencionada o no, el director había golpeado favorablemente esto a su favor.

-Guau- dijo sorprendido Kiandra pues aquello le parecía excesivo.  Se sintió más que honrado y supuso que, a pesar de que no se sintiese del todo preparado, al menos debía intentarlo, además aquella podría ser una buena ocasión para probar el equipo que había diseñado.

-Esta bien.  Iré  ¿Donde se hará el briefing de la misión?-

 El Director sonrió y alzó los brazos, fue entonces cuando la secretaria activando un botón provocó que una enorme pantalla de plasma se situara justo detrás de Richter. En ella podíais observar el logotipo de la Institución junto con una marca de "Top Secret".

- Espero que esto resuelva vuestras dudas - dijo mientras se acercaba a la pantalla y comenzaba a navegar por una interfaz muy cuidada, en ella había innumerables archivos con nombres codificados, probablemente tenía la información sobre todo lo relacionado con lo paranormal.

 Fue cuando dio un par de toques en la pantalla, cuando salió el la apariencia de vuestro objetivo.

 - Este hombre que hay aquí, es Samuel Doukas, conocido entre sus seguidores como "Cardenal Esperanza". Se trata de un hombre peligroso y con muchas influencias en la mente de los débiles. Ha creado su propia iglesia fanática en Francia con la intención de convocar a demonios como herramientas de purga para la sociedad actual. Sabemos que existen muchas iglesias con su doctrina pero tan solo si eliminamos a su líder se conseguirá acabar con toda la iglesia de raíz. - Espera unos segundos para así seguir con la explicación.

- Sabemos que dará una misa en un barrio pobre de Niza, vuestro objetivo será capturarle con vida para así neutralizarle como imagen sagrada de su fanática iglesia, tan solo estará permitido acabar con su vida si resulta una amenaza latente ¿alguna pregunta? -

Las cosas no cambian, el mal siempre acecha y siempre estamos nosotros para detenerlo...¿Tiene algun tipo de poder o pacto con alguna entidad sobrenatural? ¿Algo que señalar sobre su escolta? Mira detenidamente la pantalla para retener y odiar esa cara.

-Para variar- dijo Kiandra -Yo tengo algunas.  ¿Por qué no eliminarlo directamente antes de que haga algo que pueda ponernos a nosotros y a los pobladores en peligro?  Después de todo si es cierto lo que planea, una bala en la cabeza será tan demoledora para su imagen sagrada como la captura con vida.  Además así nos ahorraríamos intentos de rescate y agresión por parte de sus seguidores.  Por otro lado e independientemente de esto.  ¿Sabemos donde exactamente se presentará, será al aire libre o en un edificio? de ser en un edificio ¿Qué sabemos sobre él? plantas, entradas, salidas de emergencia, cercanía con otras edificaciones sensibles  ¿Contará con protección? si cuenta con ella ¿Serán sólo humanos o podemos esperar entidades... sobrenaturales?  ¿Cómo abandonaremos el lugar una vez hayamos capturado o matado al padre?-  Hizo un segundo de silencio y luego agregó  -Bueno, primero estas dudas, luego seguiré con las demás-

Armand observo extrañado a la mujer, pero agradecía que alguien fuese tan atento para preocuparse por su bienestar.

- Oh. - Dijo casi en un soplo al verse asaltado sin haberle mediado palabra antes. - Buenos días. Si, disculpe, estaba tratando de ubicarme. Soy nuevo aquí. Mi nombre es Armand Lemonde. - La voz del joven era encantadora, fruto de años de práctica de etiqueta. Además, se podía apreciar cierto tinte de acento francés en su habla, aunque era muy insignificante.

El muchacho hizo ademán unos momentos, para permitir presentarse a la mujer. Quería demostrar unos excelentes modales para dar una buena impresión.

- ¿Puedo preguntarle su nombre? -