Partida Rol por web

No suelen rechazarme para dar un paseo y menos con baño incluido. sonríe algo molesta. Así que tú mismo. Yo no puedo bañarme ahora y paso de hacer gimnasia, odio las pesas y los que se pasan horas subiendolas y bajandolas. dice jugando con su pelo y esperando el deseado postre.

al final va a ser un estirado pretencioso el tio este... jo.

jajaja

No es que rechaze dar un paseo contigo, es simplemente que lo pospongo. ¿Estas acostumbrada a conseguir todo a la primera? Eso es interesante... jajaja

Termina de beber su zumo y lo deja sobre la barra, un poco más cerca del camarero mientras se hecha mano a la cartera.

¿Me dice cuanto le debo? Le pregunta al camarero Lo de la señorita tambien.

Se gira hacia ella.

No se moleste. Es que una compañía en un sitio como estos se agradece enormemente. No sabe la de días que puede pasarse uno sin dirigir una sola palabra.

No es necesario que me invite. finge cabrearse. Bueno, postponer algo triste es aumentar una agonia, postponer algo alegre es disfrutar del camino al éxito. recita divertida con aspecto magnanimo.

jajajaja... ríe a carcajadas. parece que hay pocas cosas que puedan aburrirle o angustiarle.

Nos veremos pues en la cena, invito yo esta vez. le guiño un ojo despidiendome, pues me da la impresión que se retira ya.

No puede aparentar no estar asombrado tras la frace que suelta y sin dudarle le da la enorabuena.

Buena frace, me ha gustado. Lo anotaré en mi cuaderno de fraces celebres. Jejeje.

Saca un billete de su cartera y se lo pasa al camarero para que se cobre.

Está bien, nos veremos en la cena.

Recoge la vuelta y se la guarda en el bolsillo derecho de su pantalon.

Ahora, tengo que darme mi baño de costumbre. Nunca se deberían de perder las costumbres. Y le guiña un ojo afectuosamente. ¿Nos vemos pues en este mismo restaurente a la noche?

Jajajaja... me temo que no. le guiño un ojo. Tengo por costumbre probar cada comida un restaurante nuevo. Búscame si quieres compañía.

quizás encontraría otra buena compañía antes... no era cuestión de cerrar ninguna puerta, pero mejor abrir también las ventanas.

No soy de buscar tesoros por ahí. Pero puede que tengamos la suerte de coincidir en el restaurante por la noche.

Otro nuevo guiño de ojos.

Pues nada, encantando, Ellie. Me voy a pegarme mi baño.

Y sin decir nada más, da media vuelta, y esquivando las mesas y sillas del restaurante, se dirige a la zona de habitaciones para recoger su ropa de baño.

Espero mis postres y los como tranquilamente sin mayor prisa o agobio. No me gustaba mucho el agua asi que el hecho de no tener que bañarme me aliviaba más que nada.

Luego iré a ver las exposiciones... y bueno, espero encontrar otros entretenimientos hasta la cena.

no tenía ganas de pensar en el trabajo, pero indudablemente terminaría en su cuarto haciendo notas y leyendo reseñas en su portátil.

Mientras la gente venía, paseaba y llegaba al restaurante donde estaba Ellie terminando su almuerza. Uno de los trabajadores de la nave, pasaba por los distintos bares, restaurantes y demás sitios para soltar panfletos sobre proximas actuaciones en el gran teatro. Al parecer se había suspendido la obra que se iva a repetir mañana, pues uno de los actores había caido enfermo. En su lugar se estrenaría un musical titulado: Sonia y la fábrica de Hadas.

Leí el panfleto que ofertaba una nueva obra...

Buf... cuentos de hadas... que rollo... pero el hecho de ser un musical le atraía, ya que le gustaba mucho la música y cantar, cosa que no se le daba del todo mal.

aún así terminó con su postre de chocolate y se dirigió a la exposición de fotografía como había pensado en un principio.

La exposición de fotografía está realmente interesante, y se pueden ver varias obras de desconocidos en este mundillo, gente que está empezando y quiere abrirse paso en este campo tan dificil.

Entre las obras que se exponen, se pueden ver algunas realmente buenas:

Entre la gente que pasea viendo las fotografías, se puede ver que en su mayoría no saben apreciar el buen hacer de un fotografo. Simplemente pasean a una velocidad moderada y hechando un vistazo sobre cada imagen.

Disfruto tranquila de las exposiciones, pero me mareo un poco de los vaivenes de la nave, así que decido irme a mi cuarto y descansar un poco.

Cuando despierto es algo tarde, así que me ducho para espabilarme, me arreglo informal y me voy en busca de un restaurante que tenga pizzas.

No tengo mucha esperanza de encontrar al chico guapo de esta tarde, pero espero encontrar algún otro.

Llego a la zona de restauración y echo en falta una cita, no sé por qué, pero esta noche no tengo ganas de estar sola. Así que habrá que salir a cazar...

En la pizzería había numerosas mesas de colores, dando un aspecto de guardería, con grandes poster sobre las paredes de deportistas y un pequeño espacio donde los niños pequeños podían meterse a jugar en un laberinto de cuerdas, igualmente, de muchos colores.

Al fondo del establecimiento se encontraba la barra donde varios jovenes atendían a los clientes que pedían distintos tipos de pizzas.

La clientera en su mayoría no superaba mucho más los 30 años y el 90% eran menores de 24 años.

Me senté en la barra y pedí un zumo y una pizza tropical.

Me divertía ver a esta gente joven tontear, jugar o incluso ligar en aquellos sitios. Irradiaban frescura y nada de preocupaciones.

Esperé mi turno y cené tranquila.

La gente entraba y salía, pedía su cena después de esperar su cola, y luego estaba atenta a su número, para recoger su pizza de la barra. El ruido, aunque había mucha gente hablando y ya se sabe que la gente joven habla normalmente muy alta, no era muy alto, por lo que se podía estar tranquilo.

Tras la cena tranquila decidí ir a dar un paseo. Como esto no era un crucero por el mar, no se podía salir al exterior de la nave, pero había una zona de cristales donde podías ver el firmamento en todo su esplendor. así que alli me fui, las estrellas vistas tan de cerca eran impresionantes.

Pero allí solo encontré parejitas y enamorados, lo que me revolvió el estómago. Así que me fui a un bar de copas llamado La Oca Luis. Era un nombre gracioso, así que entré a ver qué se cocía por allí.

Pedí un coctel sin alcohol y me senté en la barra de nuevo.

El bar era sin duda uno de los más lujosos que había en la nave y el personal que en el trabajan se notaba que eran barman profecionales, por su manera de mover la coctelera, por lo antento que estaba la clientela a como realizaba los coctel, como mezclaba los licores y como servía en los basos. Multitud de basos que había por todos lados.

Todo estaba reluciente y los precios no eran realmente caros. Cuando Ellie pidio su cóctel sin alcohol, el barman se extraño, pero inmediatamente comenzó a prepara en la cóctelera un coctel con zumos, algunas hojas aromaticas y un poco de hielo picado y tras varios segundos agitandolo, lo virtío sobre un baso ancho y largo.

Todo estaba perfectamente iluminado y creaba un ambiente de lujo.

Ummmm tenía una pinta estupenda el sitio ese. Pero todavía mejor el coctel, que daba pena de tomar por la presentación tan exquisita que mostraba.

eché un vistazo a ver si veía algún joven apuesto y sin compromiso.

Evidentemente la sorpresa fue mayor cuando después de girar su cabeza para ver la gente que allí estaba, se encontró con Matt, sentado en uno de esos sillones cómodos y bonitos, leyendo el periodico y con un cóctel sobre la mesa baja que había delante de él. Estaba perdido entre las páginas del periodico, leyendo distraido y bastante tranquilo.

Esta era mi oportunidad... di un paso decidida, pero después dudé un instante. Ya me rechazó una vez... y creo que no estoy tan desesperada por un polvo no???...

vale si! me acerqué a él y me senté directamente, con mi coctel sin empezar en una mano y con la otra bajando el periódico para que pudiera verme.

Esperas a alguien??? dije con mi mejor sonrisa.