Uff, menos mal, que servicio tan bueno, no ha tardado nada de nada
Buenas tardes - digo al taxista cuando me acerco al coche corriendo - al mercado por favor.
Abro corriendo la puerta del copiloto y me siento apresuradamente dentro.
El taxista asiente con la cabeza y arranca. Al poco rato, para en el mercado.
12 Coronas, por favor.
Le doy el dinero al taxista y salgo del coche.
Gracias - le digo antes de cerrar la puerta.
Ahora tendré que buscar al tipo, no tengo ni idea de qué aspecto tiene...
El taxista coge el dinero y lo guarda. Cuando Melba sale del coche, vuelve a incorporarse de manera lenta al tráfico rodado de la ciudad, quedándose ésta sola en el mercado. Un lugar bullicioso y lleno de puestos a lo largo de una calle estrecha y concurrida de gente que va y viene.
Bueno, ¿quién me ha mandado a mi estar aquí ahora sola, en un lugar que desconozco totalmente y buscando un tío que no conozco de nada y que ni siquiera sé cómo es....me voy a crear complejo de Paco Lobatón.
Me paseo por el mercado observando los distintos puestos y buscando a un hombre que esté solo, ya que al decirle que era confidencial no esperaba que viniera acompañado, pero era posible. Pero con tanta gente paseando de un aldo a otro no tenía esperanzas de encontrarle tan fácil.
-Tranquilo Mitch ... me las podré apañar solo ... dije dejando claro que había entendido perfectamente a que se refería Hunter ... pero no debía entrometerle en mi misión ... eso solo conllevaría problemas ...
-Te mantendré informado Mitch ...
Después de despedirme de forma breve salí de la habitación directo hasta las 413 ... necesitaba comprobar que Melba se encontraba bien ...
Salgo de la habitación pero antes de ir a la habitación compruebo si hay alguien al pasillo ... si no hay nadie llamo a la habitación 413 ... si hay alguien ... pues me describes el asunto :P
Poco a poco va paseando por el mercado, bullicioso a estas horas, hasta que se aproxima a una zona donde hay un poco más de especio para poder andar, ya que han coincidido un par de puestos cerrados y la gente no se amontona como en el resto del mercado. En ese momento, un hombre, que se encontraba paseando en la dirección contraria de Melba y para y se fija en ella. Se da cuenta de que busca a alguien, así, que decide acercarse.
Buenas, disculpe señorita, estaba buscando a una persona... no se si.... ¿Melba? ¿Se llama usted Melba?
Pregunta duditativo y con educacion.
Sales de la habitación, accediendo a un pasillo solitario, pero con la luz encendida, por lo que hace poco, alguien ha tenido que pasar por allí. La habitación 413 está a tan solo un par de habitaciones más a la izquierda, en la pared de enfrente.
Observaba las variedades que se vendían en aquel mercado hsata que alguien chocó conmigo. El extraño me llamó por mi nombre ¿Cómo sabe que soy Melba? aunque tampoco está seguro...
¿Quién es usted? - pregunto al hombre antes de revelar mi identidad, había que andarse con ojo con extraños, o al menos eso le decía su madre.
Le miro extrañada esperando su contesta, aunque en la mente le rondaba el nombre de Harding, pero no podía estar confiando en la gente así como así.
La luz encendida ... observé justo al salir de la habitación ...
Me guardé el arma en la parte trasera del pantalón y avancé hasta la habitación 413 ... la que se suponía que era de Melba ...
Una vez allí miré a lado y lado del pasillo y me aseguré que nadie venía ... entonces golpeé dos veces las puerta de la habitación ...
-Melba ... soy Ryan ... ¿estás bien?
El hombre no para de mirar a todos lados, se muestra algo nervioso, pero intenta disimular en lo máximo posible.
Soy Harding.
Sólo dijo eso, en espera de no equivocarse de mujer, si no era Melba, sería cuestión de seguir buscandola, y si lo era, sabría que había quedado con él.
Los golpes calleron en un saco roto. No hubo respuesta tras el otro lado de la puerta, ni ningún ruido de movimiento ni nada parecido que se pudiera escuchar desde el pasillo.
Está bien - me pongo recta y prosigo - soy Melba.
Me encontraba algo nerviosa e insegura, la conversación que tuvo con él por teléfono no le gustó demasiado, no quería verse envuelta en ningún lío que para eso ya había tenido suficiente.
Se dibujó una sonrisa en su cara y bajo la chaqueta, se dibujaba muy mal disimulada una pistola. Se acercó un poco más a ella.
Me alegro que haya venido antes de tiempo. Y añadió. Y sola.
Espero que nadie esté al tanto de todo esto. Puede resultar peligroso para los dos. Soy Randall Harding.
Aquel hombre era evidente que hacía tres años que se mantenía fuera del campo de batalla, pues había engordado unos kilos, pero aún mantenía el temple y la mirada de un soldado, y su voz, sonaba autoritaria.
Maldita sea ... ¿donde estás Melba?
Necesitaba saber donde estaba Melba ... temía que algo le hubiera pasado y mas allá de lo personal que pudiera haber ella era parte de mi misión ... y debía protegerla ... por lo que necesitaba entrar.
Examiné el cerrojo de la habitación e intenté abrirla de alguna forma ...
Tirada: 1d20
Motivo: Abrir puerta
Resultado: 15
Te dejo una tiradita :P
Connor se acercó a la cerradura y la estudio detenidamente, tocando levemente con sus dedos e intentando comprender como abrirla, pero se dio cuenta de que era un sistema electronico muy perfecto, o al menos eso parecía, ya que sus conocimientos en esta materia eran nulos. No tenía ni idea de que hacer para poder saltarse esa cerradura sin dañarla con un disparo, e incluso con eso, no sabía decir a ciencia cierta si no se bloquearía la puerta.
Es una cerradura electronica, y se usa la habilidad de Electronica, que no tienes. Así, que poco vas a poder hacer.
Malditas puertas electrónicas ... murmuré al observar el mecanismo que se mostraba ante mi y que era incapaz de reconocer su funcionamiento ...
Era extraño que Melba no contestara ... ni al teléfono ni a la puerta ...
Me alejé de la puerta y me dirigí de nuevo hacía la recepción del Hotel ... quería comprobar si los tipos que estaban en el restaurante aún estaban allí y preguntar por Melba ... quizás la habían visto salir mientras yo estaba en la habitación ...
Connor se acercó al ascensor, que aún se encontraba en esa planta, y bajo con rapidez a la recepción. Allí, la señorita se encontraba sóla, atendiendo algunas cosillas que tendría que hacer, moviendo sus brazos por debajo del mostrador y sentada en una silla.
Me relajé un poco al escuchar su voz.
¿Y bién? - le digo - ¿De qué me quería hablar? ¿Dónde vamos para estar más seguros de que no nos escucha nadie? - yo tampoco quería meterme en problemas y más por lo que me acaba de decir. ¿En qué lío estaba metido? y más aún...¿En qué lío me estaba metiendo a mi?
¿Sabes? Hay Herejes por todos lados y hoy en día y cada vez más, los lugares públicos son menos seguros. La Oscuridad está en todos lados.
Apretó con fuerza sus puños y se acordó del día que abrió la tumba y apareció el Tentador Oscuro. Sintió miendo como aquel día. Siempre le pasaba, siempre le volvían aquellos recuerdos, aquel frío en el corazón, aquella fuerza invisible, aquella Oscuridad que lo cegó, el Tentador Oscuro... No podía evitarlo, no podía dejar de temblar y los nudillos se le pusieron blancos de apretar. Por un momento, se olvidó de la pressencia de Melba.
Desde que volvió de la jungla, la gente lo había considerado un héroe, por eso no reparaban mucho en su forma de actuar, en su forma de desconectar del mundo real y volver a aquel día fatídico. Se lo perdonaban todo y Harding.... Harding simplemente no se daba cuenta de nada.
Necesito su ayuda.
Estaba sudando, pero era normal en él. Nada de que preocuparse.
Han llegado a mis oídos su ambición, su fortaleza mental y su personalidad. Necesito alguien que odie la Oscuridad, que haya estado en la cárcel y halla salido y no haya sido tentado por la Oscuridad. Necesito un científico que sea valiente.