Partida Rol por web

Se acercó aún más; mi sexo iba a explotar de tanto roce y sentí un revoltijo de sabores con el solo roce de su trasero sobre mi sexo, al subir su mano para retirar el cabello de su cuello. No aguanté y casi mordiéndola para arrancarle la piel la besé como nunca había besado a nadie tras dejar que Marco separase los labios con los de Natasha, la junté contra mí, oprimí mi pecho contra su espalda y quería sentir como las tetas de las dos chicas se presionaban.. duras paraditas, ricas!.

Tenía una pasión incontrolable, quería arrancarle la ropa, tampoco nunca me había comportado de manera tan salvaje. Jugaba con la lengua de Nat., su lengua exquisita era caliente.. No me pude contener y la acerqué más oprimiendo mi sexo contra su trasero aumentando mi excitación; subí mi mano y apreté su teta tan fuerte que me olvidé de si ella sentía dolor o no.
Mi otra mano dejó de jugar con el sexo de Monic y se dirigieron hasta la cintura de Natasha donde se colaron por debajo de su ropa para empezar a bajar su ropa interior..

Al ver que Mario se centra más en Natasha decido no permitir que Monic se enfríe. Le agarro de la cintura y le doy la vuelta para que quede cara a cara conmigo.

Mis manos agarran sus nalgas fuertemente, asiéndola con fuerza contra mí, para que esta vez, note mi excitación en su sexo. Al sentir el roce de sus pezones en mi pecho, un frenesí hambriento de lujuria comienza a crecer apasionadamente en mi. De vez en cuando lanzo lujuriosas miradas a Natasha para que no se rompa el vínculo entre los cuatro.

De nuevo centrado en Monic, la beso en el cuello y bajo lentamente hacia sus pechos. Mi lengua y mis dientes juguetean salvajemente estimulando al máximo sus tetas, deseando que se pongan tan duras como mi entrepierna. A su vez mi boxer abultado lucha con cada balanceo por adentrarse en el sexo de Monic, rozando sus labios, su clítoris.

Poco a poco me aparto y al ritmo de la música termino de quitarme los pantalones. Me acerco de nuevo a la chica y tomo su mano, llevándola directamente al interior de mi calzoncillo Tranquila, que no muerde... Le susurro al oído a Monic con la respiración entrecortada de placer

Ahogo un gemido y viendo que Marco se está ocupando muy bien de Monic y sintiendo la mano de Mario que se está ocupando todavía mejor de mí.

Excitada a más no poder, me giro para quedar frente a frente a Mario, lo tomo con mi mano derecha de la cintura del pantalón, tiro de él para que se acerque a mí y le planto un beso, pasional, mientras que con la mano libre comienzo a sobajear su entrepierna, apretando un poco y sintiendo su forma.

Los dedos de Monic seguían jugando con Natasha cuando de pronto Marco le agarra y le da la vuelta. -Luego vuelvo contigo, cielo... -le dice a Natasha con voz sugerente-, y contigo también -le dice ahora a Mario.

Marco se acerca; ahora podía sentir su miembro de forma directa, le encantaba. Qué maravilla, piensa al sentirlo en su mano. Lo acaricia y aprieta ligeramente y poco después le baja los calzoncillos dejando al descubierto todo su potencial. Ahora sí, empieza a mastubarle mientras al mismo tiempo le besa. Monic comienza a mover sus caderas rozando su sexo con el cuerpo desnudo del chico, estaba muy excitada y un pequeño gemido escapa de su boca. Escuchaba también a Natasha y a Mario; sentir que otra pareja estaba ahí, junto a ella y que tarde o temprano terminarían todos juntos le encantaba. Se lo estaba pasando genial.

-No me moveré..- responde a Monic acompañado de un guiño.

Repaso con la mirada el hermoso cuerpo de la mujer y acaricio con el reverso de mis dedos el costado desde la cintura hasta los pechos. Ella lanza un beso, que correspondo con pasión. Siento como las manos de Natasha recorren mi cuerpo, estimulando aún más mi erección. Cuando sin previo aviso, empieza a masajear mi zona..

- Ah... - un gemido ahogado al sentir la lengua caliente de Nat pelándose con la mia. Mi excitación empezaba aumentar y el echo de que pudiera venir alguien au´n me excitaba mas si cabe..

Su mano fría contrasta con el calor acumulado en mi pene, pero no tengo tiempo para pensar en ello. Mis latidos aumentan el ritmo.
En escasos segundos la tengo entre mis labios saboreando todo el sabor que desprende ellos. Mis manos se deslizan por su espalda semidesnuda hasta llegar a sus braguitas y sobar ligeramente sus nalgas. La cogo entre sus piernas y hago que se enreden en mi cintura. Voy dando roces con mis labios mientras la llevo hacia una de las paredes...

Allí la empotro suavemente y mis labios se empiezan a escurrir por su mentón, por sus pechos ,moviendo mi cintura para sentir su sexo y roce.

-¿Como te encuentras?...- Susurro un instante cuando me separe para mirarla a los ojos y sonreír...

-Ardiendo -le respondo con el pulso acelerado a causa de la excitación.

Me aferro a su espalda y lo abrazo fuerte con las piernas, atrayéndolo todavía más a mí. Mis caderas se mueven siguiendo el movimiento de las suyas. Siento la fuerte musculatura de sus brazos, la tensión en todo su cuerpo, pero siento aún más el exquisito contraste entre el calor que irradian nuestros cuerpos y el frío de la pared.

Ahora me toca a mí... susurro en el oído a Monic. Flexiono lentamente las rodillas hasta quedar mi cara a la altura de su sexo. Lanzo una mirada lasciva a la chica antes de de acercar lentamente la lengua hacia su entrepierna.

Mis manos agarran sus muslos abriéndolos ligeramente. la punta de mi lengua comienza a explorar lentamente las ingles siguiendo los surcos de los labios. Finalmente la punta de mi lengua encuentra su objetivo. Comienza a juguetear lentamente con el clítoris de Monic, deseándo acrecentarlo, deseándo que la chica gima de placer. Los movimientos circulares se alternan con otros incisivos, el ritmo aumenta poco a poco hasta ser casi inhumano.

De vez en cuando lanzo miradas de complicidad  la chica mientras sigo saboreando su intimidad con locura. mi lengua cada vez se apreta más contra su sexo adentrándose más y más en él.

Mmmmmm...

Sonrío tras su respuesta..

-Sihhhh......- Le indico que guarde silencio con una sonrisa y que se calme entre mi cuerpo, por un momento quiero que sea solo mía, y espero que ese momento nunca se acabe.
Mientras hacia ese gesto de silencio mis labios se acercaron a los suyos para darle un piquito ,después otro y así mas rápido hasta que se enreden y se humedezcan ellos solos. Mis caderas se mueven ligeramente, es imposible evitar eso, y quiero sentir su sexo junto al mio.

Los brazos y las piernas de Natasha soban mi cuerpo me hace sentir un sensual cosquilleo en mi cuerpo por lo que hace que arquee un poco la espalda al sentir ese contacto en mi piel..

No se el tiempo que pasa, cuando decido bajarla y que su espalda se escurra por la pared. Me despido de sus labios por su labio inferior, su mentón, sus pechos de nuevo, hasta llegar a su vientre y mordisquear su ombligo. Miro hacia arriba y mis dedos juegan con el borde de sus braguitas y no tardare mucho en bajarlas, a no ser que ella quiera otra cosa..

-Aaaaahhhh... -jadeo al sentir que él, al igual que yo, busca frotarse más y más.

Nuestros labios se vuelven a encontrar y mi lengua busca el encuentro con la suya, trenzándose en una deliciosa batalla al interior de su boca. Enredo mis dedos en su cabello tras la nuca y lo beso con ardorosa pasión.

Sus manos, poderosas, me aprisionan contra él mientras que las mías, delicadas, se aferran a él. El tiempo parece confabulado con nosotros y transcurre lento, o será que estoy tan sedada por la pasión que no me doy cuenta de su pasar.

Mario me suelta, mas sigue aplastándome contra la pared, me gusta sentir su cuerpo, grande y poderoso en comparación al mío, ejerciendo su masculino dominio. Sus manos y boca comienzan a besar otras zonas de mi cuerpo, mis ojos se entornan y el vientre me da un tirón, deseo que me posea, sentirlo mío y no me importa el modo ni el lugar.

Entonces llevo mis labios a su vientre y empiezo a deslizarlos por el, y rozarlo dulcemente con mi lengua. Todo mientras le voy bajando las braguitas. No hay momento para las palabras, solo para los gemidos y roces.

Dejo que levante un pie, después el otro y con sus bragas en mi mano las dejo caer en algún punto del suelo. Pongo sus piernas encima de mis hombros para comerme su sexo bien comido donde mi lengua al principio va lenta pero luego empieza a coger velocidades insospechadas mientras voy mordisqueando su clítoris...

-Ven...- Paro unos instantes, demasiado largos para mi gusto y la llevo hasta la barra pasando tan cerca de Marco y de Monic que se podía oler su pasión. Allí la apoyo encima de la barra y empiezo a besarla, a sus labios, a su cuello, hasta llegar a sus piernas para escurrir mis labios por su ingle y sus muslos..

-Si quieres que pare dímelo..- Empiezo a pasar mi lengua de nuevo por sus labios mientras los abro con dos dedos, mi lengua sube y baja rápidamente y le voy mordisqueando el clítoris con pequeñas succiones..

Mario me apoya sobre la barra, siento su respiración sobre mi sexo ardiente. Me inclino hacia atrás, apoyándome en los codos y separo mis piernas para dejarle vía libre y que él pueda hacer a su antojo.

-Si quieres que pare dímelo... -me dice ymi respirar se acelera todavía más.
-Sigue, por favor sigue -le respondo en un suplicante jadeo.

Levanto levemente la cabeza, observando, deleitándome y vibrando con lo que su boca me hace. Mi clítoris se pone más duro, el tratamiento que Mario me está dadno me hace vibrar. Llevo una mano a la entrepierna y lo ayudo a mantenerme los labios abiertos, le afrezco mi clítris, mi vulve roja e hinchada... me ofrezco a él.

La lengua de Marco hacía maravillas, conseguía que todo su cuerpo vibrara, su piel se pusiera de gallina... Estaba disfrutando de verdad y no podía ocultarlo. -Mmmm no pares -le dice casi sin voz, entrecortada por los pequeños gemidos que salían de su boca.

Sentía cierta presión en su sexo porque Marco se apretaba cada vez más hacia él, y eso le gustaba. -Siii... -dice extasiada de placer.

Su pelvis empezó a moverse lentamente, alante atrás, ayudando así a que su lengua recorriera todo cuanto ella quería. cada vez tenía más ganas de que le penetrara, quería sentir su miembro en su interior, pero aún podía resistirse un poco más e iba a hacerlo. Él se merecía lo suyo.

Estaba demasiado excitada y le costó apartarse de Marco. Se hubiera quedado ahí eternamente, pero adoraba que ellos sintieran lo mismo. Así que con cuidado, agarró a Marco del pelo e hizo que se apartara y se levantara. Un beso con lengua pareció ser el relevo, y ahora era ella la que se agachaba hasta quedar de rodillas. Antes sus ojos quedaba ahora el gran miembro de Marco. Ya lo conocía, pero aún así no dejó de excitarse por sus perfectas dimensiones. Un pequeño masaje fue el precedente, después se inclinó y empezó a practicas el mejor sexo oral que sabía. A ella le encantaba, y sabía que a ellos también...

En mi pantalón se puede distinguir perfectamente la forma de mi miembro, pugnando por salir de su prisión de tela, pero sólo tengo ojos para perderme en la clara mirada de Natasha.. y para recorrer la deliciosa redondez de sus incitantes labios.

Sonrío al verla mientras entro en su cuerpo con mis caricias y roces.. avanzo sobre ella sin perder de vista su mirada hasta que los labios se vuelven a encontrar en un apasionado beso. Tratando de ganar un poco de espacio, consiguo atrapar entre sus labios su lengua y la chupo, recorriendo toda su longitud.

-Me vuelves loco, cielo...-

Embriagado por la suavidad y el aroma de su piel me voy encarando a ella para besarla y disfrutar de sus labios y de su forma de besar, poco a poco y mutuamente nos encontramos de pie.
Beso su boca, su mentón y bajo hasta encontrarme con el sujetador a medio quitar, me deshago de el y de mis boxers, escuchando el sexo que transmiten Monic y Marco...

Ohhhh siiii no puedo evitar gemir al sentir el contacto de la lengua de Monic. Estoy excitado al límite y así lo demuestra el tamaño de mi entrepierna. Observar como el miembro se adentra y desaparece rítmicamente en la boca de la chica me produce un placer escalofriante que sube por mi espalda hasta arrancarme de nuevo otro gemido Siiiiiii

El lado salvaje en mi interior comienza a despertar, agarro suavemente a Monic por la cabeza y acompaño su movimiento !Tú si que sabes como hacerme disfrutar cielo...¡ mi voz ahora es más elevada denotando el salvajismo sexual que crece por momentos.

Instintivamente y antes de alcanzar el clímax aparto repentinamente a Monic y la ayudo a incoporarse. Tras esto la pongo de cara a la pared más cercana y le susurro por la espalda ...Espero que hayas sido buena porque voy a cachearte... Con una sonrisa mordisqueo juguetonamente su oreja y su cuello mientras mi brazo la envuelve desde atrás aferrándose a sus pechos y masageándolos con fiereza. Encorvo poco a poco a la chica hacia delante hasta que apoya sus manos en la pared. Con la ayuda de mi pierna, abro las suyas hasta dejarlas completamente separadas. Con mi otra mano bajo a su pubis y comienzo a acariciar sus labios, su clítoris, sintiendo su humedad. A su vez mi miembro se apreta fuertemente contra sus nalgas para acabar introduciéndoselo entre las piernas, frotando su sexo pero sin llegar a penetrarla.

Monic suelta un risita juguetona, mezcla de excitación, cuando Marco le sugiere si ha sido una chica buena.

De cara a la pared, con el frescor de ésta sobre su piel, el contraste del calor de los dedos de Marco es maravilloso. Nota cómo acaricia su pubis y un escalofrío le recorre la espalda. Después siente el potente miembro del chico acariciar su sexo y se estremece de placer. Ohh... si...
Gime el sentirlo tan cerca, pero sin llegar a penetrarla. Lo estaba deseando, no aguantaba más. Estaba muy húmeda, se podía sentir.
-Vamos, quiero que seas mío... -susurra con voz entrecortada. Las caderas de Monic se mueven levemente para acentuar más el roce y excitarla cada vez más.

Escuchaba de fondo los gemidos de Natasha y mario; le encantaba, pero no quería que esa fiesta, su fiesta, se quedase en algo de dos simples parejas. No, eso sólo era el comienzo.

Sus manos me recorren, se deshacen de todo aquello que le estorba. Siento su cuerpo cerca del mío, la dureza de su sexo pugnando por liberarse. Sonrío con mi respiración, le meto la lengua en la boca al mismo tiempo que mis manos bajan hasta su cintura para abrirle el pantalón.

-Te deseo -le dijo jadeante y le meto la mano bajo la tela, mi mano sabe muy bien hacia donde va y pronto encuentra lo que busca, atrapándolo.

Sus piernas brillantes se deslizan por mi cintura apretándome mis nalgas semidesnudas mientras siente el calor que disipa su sexo junto al mio..

-Acércate....-

Pensaba que es poco lo que me separa de su piel: pedazos de tela que caen y se amoldan a las formas de su cuerpo, aquellas que velan los contornos deseados de su piel, y completan la ilusión material que se encuentra frente a mi. Sentía como me iba comiendo con el pensamiento cuando me rozaba con su mano mi sexo hasta completar la máxima erección..

En ese instante la penetro sobre la barra mientras mis manos bajan hasta su cintura y empiezo a mover mis caderas. Al principio lento para que vayamos sintiendo el placer a la vez, notando cada salida y cada entrada..

-Es toda tuya...- susurro a escasos milímetros de sus labios sin dejar de mirarla.

Un gemido escapa de mis labios al tiempo que mis caderas van acompasándose al ritmo que me marcan las suyas, sintiendo a cada instante la exquisita fricción de nuestros sexos. Es toda tuya me susurra él con sus labios casi pegados a los míos y yo contraigo los músculos en un intento por apresar su miembro en mi interior.

Mi vulva hinchada, brillante a causa de mis propios fluídos, abraza su sexo, lo mismo que mis labios y mis caderas comienzan a marcar un nuevo ritmo, moviéndose en círculos, buscando más y más puntos de fricción. Abriéndome, ofreciéndome a él, dejando que me haga suya a la vez que lo hago mío.