Partida Rol por web

Me alegro de que hayais descubierto algo más que yo... Subir al Huargo? Me paro un momento a pensar. Estoy de acuerdo en que ha sido un mago. Eso no lo he dudado nunca. Cómo encontrarlo es la incógnita a resolver. Oskari, puedes ver entonces hacia dónde se dirigen las huellas?

Con su característico andar renqueante, Aigor hace su aparición ante el grupo con unos papeles entre manos que entrega a Papagena. Todos los que le miran por unos instantes pueden ver que su joroba ha cambiado obviamente de sitio, pero al fijarse mas detenidamente se encuentra en su lugar. ¿Ilusión óptica o magia?

-Hija, esto es lo que he encontrado-anuncia satisfecho-Espero que tu puedas leerlo mejor, ese hombre tiene una letra endiablada.

- GRan trabajo Oskari - comenta el quaesitor- Y buen trabajo tambien mirar los registros de la biblioteca - se queda mirando el lugar por donde presumen que ha salido el asesino- Quizás podría realizar aqui el conjuro de  Sombras del Pasado... en la biblioteca tal vez el asesino se sirviera de algun instrumento, poseyera a alguien, o tuviera algun conjuro. Pero tal vez aqui... pudiéramos ver su rostro real  

Remiel alzó su poderosa voz, bramando y clamando a las fuerzas de la naturaleza mientras intentaba perforar con la magia el velo que allí se establecía. Hacía movimientos ostentoso mientras notaba el fluir de la magia recorriendo su cuerpo. 

-Hay dos juegos de huellas, uno que vienen y otro que van -respondo mirando a Michel- y ambas se alejan de la Domus, por lo que estoy interesado en seguirlas. ¿Me acompañas mientras el resto lanza todos los conjuros pertinentes? -a simple vista, no parecía ocupado como el resto, por lo que el Miscellanea era el candidato perfecto para unirse, ya que no pretendía alejarme solo del resto del grupo-. Tengo una corazonada sobre la dirección que tomaron esas huellas.

Armand escucha a los compañeros, y parece mirar el lugar pensativo

- Si, voy a realizar el ritual en este lugar. Creo que es donde podemos extraer más datos sobre lo ocurrido. El lugar por donde ha tenido que entrar y salir nuestro asesino... al menos eso parece. - observa a Oskari y a Michel cuando hablan de salir de la domus- Si fuera posible no os alejéis demasiado, sodales. No olvidéis que desconocemos el nivel de poder de nuestro adversario, y las medidas que ha podido tomar para defender su huída. Al fin y al cabo ha sido capaz de hacer todo esto... y de ser un mago poderoso, por mucho que haya realizado apostasía de sus juramentos para la orden, vamos a precisar todo nuestro poder para poder vencerle. Tened cuidado, pero confío en vuestro buen juicio. Yo tengo para un buen rato aquí... casi para la próxima hora monástica. - mira a uno de los grogs- Ve a buscar a quien se ocupe de la intendencia, y solicita para poder realizar las actividades de investigación que se nos faciliten cuatro peones de vis, a fin de poder realizar los correspondientes rituales de adivinación. - mira al resto de magos presentes- ¿Alguno puede ayudarme en el ritual de Sombras del Pasado? Remiel, ¿has averiguado alguna cosa de interés?

Gracias a tu magia puedes averiguar que se trataban de varios hechizos de ataque de Ignem y algún hechizo de Vim, pero se encuentran tan destrozados que no logras averiguar cuales pudieron ser en el pasado. No tienen nada que ver con los retazos de magia que pudiste ver en la biblioteca y que te inspiraron cierto temor.

Papagena mira a Septimus.

- No, o no mucho, hay algo en el cadaver que no le acaba de hacer gracia a Jax... y no se que puede ser.

En ese momento llega Aigor con los papeles de la biblioteca, Papagena los coge y le sonrie, luego les echa un vistazo.

Así que la comunicación entre la putilla y el lobo no era tan buena como pensaba en un principio. Sonrió cruel, ante la ignorancia de qué podría ser por parte de la mujer, y siguió con la mirada la entrada del jorobado.

¿Por qué se le permite entrar y salir a sus anchas a este grog por toda la Domus?

Malhumorado por no encontrar respuestas, se acercó al cadáver a ver si podía descubrir algo por sí mismo. Lo observó todo y esperó, con una sonrisa cínica en los labios, que Papagena le comunicase lo que había encontrado, si es que encontraba algo, en esos pergaminos. 

-Añadid al listado de cosas que necesitamos dos, no, tres piezas de alabastro o de mármol de aproximadamente un palmo. Las necesito para un hechizo -dijo sonriente y misterioso Excelsius, su pose de autosuficiencia un ejemplo de manual de narcisismo. O genialidad. O una mezcla de ambas.

-He detectado un combate mágico en la estancia, utilizaron hechizos de Ignem y de Vim, sin embargo poco queda ya que pueda identificar con mi poder. No obstante, creo que el mago que lanzó estos conjuros no era el mismo que estuvo en la biblioteca.- se detuvo un momento para meditar su respuesta- la magia es menos poderosa, menos... escalofriante. 

No observas nada que no hubieses notado en tu primera* inspección del cadáver, solo que ya empieza a adquirir el característico rigor mortis.

Raudos como flechas los grogs abandonan el sitio para cumplir las ordenes, dejandoos solos. Al cabo de un rato, regresan con los materiales que les habéis pedido, pero no regresan solos, Tortious y Atalantios los acompañan.

Apoyando la mano en la balaustrada, asiente satisfecho-Veo que no habéis perdido el tiempo desde que os dejamos, sodales. ¿Habéis hallado algo que pueda ayudarnos en este entuerto?

Remiel permanece en silencio mientras mira Armand, a modo de reconocimiento como líder. 

"Espero que nuestro Tremere charlatán no comience a abrir esa boca que tiene" pensó el hechicero aún sabiendo que Septimus intentaría hablar el primero para pavonearse de unos descubrimientos que no le correspondían. 

- Todos estamos trabajando de firme, praeco Atalantios, primus Tortious - los modales y la forma de dirigirse Armand a ambos magos demostraba facilidad en las relaciones sociales... al menos con otros magos- Aun estamos lejos de saber lo que ha pasado aquí, pero espero que estemos sobre las pistas adecuadas. La sodal Papagena, con la ayuda de su huargo, ha averiguado que es posible que los asaltantes, o el asaltante, pudieron entrar por la apertura natural cercana a la biblioteca - dice señalando a la apertura que hay sobre sus cabezas- Ante esos hechos el sodal Oskari usó su magia para ascender por el señalado hueco, encontrando unas pisadas en el techo que parecen indicar que este es el lugar por el que, quien quiera que fuera, accedió a la biblioteca. Encontró dos pares de huellas, unas que llegaban a la domus y otras que abandonaban la misma. El sodal Excelsius ha intentado destruir las ilusiones que pudieran estar enmascarando nuestro conocimiento del lugar, sin que al parecer dicho intento haya revelado nuevos datos. Y el sodal Remiel ha detectado que se produjo un combate mágico, con hechizos de Ignem y Vim. Sin embargo hay algo peculiar: el agresor no parece tener la presencia que notamos en la biblioteca, sino una menos escalofriante. Me atrevo a preguntarme si la presencia que notamos fuera de alguien que nos observaba con algún tipo de conjuro, y que ese alguien mandara a hacer el trabajo sucio a un "sirviente" que fuera quien materialmente realizara el asesinato... aunque es difícil saberlo. Tal vez estuvieran los dos, o el sirviente, una vez dentro, invocara al maestro - Armand parece pensar en voz alta, pero es evidente que va señalando, uno por uno, los méritos de cada uno de los magos en la investigación- Ahora estábamos esperando que los grogs trajeran tanto los cuatro peones vim precisos para que pueda realizar en este lugar el ritual de Sombras del Pasado como las tres piezas de alabastro de un palmo que el sodal Excelsius precisa para su conjuro. Mientras ambos actuamos, Papagena está observando el listado de los libros que se han sacado de esta biblioteca y quien los ha cogido; y es posible que los sodales Michel y Oskari salgan para tratar de ver a donde llevan esas huellas. Estábamos precisamente hablando de eso en este momento

Papagena levanta la vista hacia Septimus tras pasar un rato revisando nombres y como aquel al que ha visto a un muerto le responde con voz pesadumbrosa.

- Nada, no he encontrado nada -dice con una sonrisa cinica en respuesta a la del propio mago, luego se gira hacia Armand y Atalantios y anncia ya en voz algo mas alta- No hay indicios de que nadie ajeno a la domus haya estado frecuentando la biblioteca, asi que mis sospechas llevan a que alguien ha ayudado al asaltante y se ha encontrado bajo embrujo ó el asaltante ya sabia donde, como y cuando iba a estar lo que se ha llevado.

Ante esto se acerca a enseñar a Atalantios el listado con los nombres con sus andares sinuosos y sugerentes innatos en ella.

"Nota mental, buscar el libro de "Plantas exoticas del Mediterraneo" cuando acabemos con esto"

Piensa al ver el nombre de su amante de hace unas horas junto al titulo del libro.

Mientras esperaba a que Michel arrancara el paso para ir fuera, escuché la conversación que Armand estaba teniendo con Atalantios y Tortious. Es a él a quien habría elegido para que hablara por mí y por el resto del grupo y, como si supiera que era el favorito para desempeñar dicho cargo, comenzó a narrar todo los descubrimientos que habíamos hecho en conjunto, sin quitar el mérito a nadie.

-Praeco Atalantios, primus Tortious, si me disculpan, tengo un rastro que seguir para ver a donde lleva -un leve asentimiento de cabeza como despedida, un ligero vistazo a Michel y luego al resto, fue todo lo que hice antes de empezar a andar. Cualquiera estaba invitado a acompañarme, no hacía falta decir nada, simplemente elegí al Miscellanea porque no parecía ocupado como el resto-.

Estaba escuchando las palabras de Papagena y observando la sonrisa cínica que esta le devolvía (cosa que le hizo tanta gracia que soltó una carcajada) en el mismo momento en el que empezó a escuchar voces fuera de la biblioteca.

Salió a ver qué estaba pasando y se le congeló la cara por un momento. La rabia hervía dentro de su sangre y corría por sus venas envenenando todo su cuerpo. Armand se le había adelantado, había tomado el mando y él no podía hacer nada para impedirlo. Se acercó con una sonrisa cínica al grupo que habían formado, y escuchó con atención lo que estaba diciendo el Quaesitor. La verdad es que no lo hace tan mal... Al menos, cuando de los informes se trata. Veremos de qué es capaz este "líder". Espero que tenga la buena manera de escuchar mis consejos. Incluso la voz dentro de su cabeza, la que ponía forma a sus pensamientos, parecía resentida con el suceso. 

El salvaje de Oskari iba a ir a seguir las huellas. Se lo pensó por un momento... pero ahí no estaba haciendo demasiado y los demás iban a hacer un ritual y un hechizo, que quizás tardasen demasiado en terminar. Y si descubrían algo, él se llevaría parte de los méritos. Asintió con un movimiento leve de cabeza, para sí mismo.-Señores, si me disculpan... voy a acompañar a Oskari. Veo que va solo y ahora mismo eso es bastante peligroso.- No tenía afecto al muchacho, pero tenía que "integrarse" en el grupo o... hacer parecer que se integraba.