Partida Rol por web

Mientras todos están concentrados en el hueco del altar mayor tu escuchas unos ruidos que hay a vuestro alrededor. Mirando con atención logras ver una silueta oscura semioculta entre la maleza, y un detalle de ella, dos ojos que te están mirando.

Ante la vista del hueco, me quedo un poco desconcertado. ¿Estaría aquí dentro? o igual está más abajo... ¿cómo decía el papel aquel... intento recordar las palabras exactas sin conseguirlo

Tan solo Carmen está mirando hacia la jungla mientras el resto observa el hueco donde deberia estar el tesoro. En ese momento un chillido os da un escalofrio, a vuestro alrededor hay varias siluetas oscuras semiocultas por la vegetación y la oscuridad. Al fijarse durante unos segundos veis a muchos hombres negros, armados con machetes, lanzas, incluso algún rifle. Os han rodeado y os apuntan con las armas, en total serán dos docenas.

La única que está realmente preparada es Carmen, al resto os ha pillado desprevenidos, y ahora que mirais con atención tampoco veis a Sorel, es posible que haya oido a los salvajes y se escapase el muy cobarde. Solo caben dos posibilidades, rendirse o luchar contra ellos a pesar de estar en inferioridad de condiciones.

Observo el derredor con total estupor, me sabe a trampa barata y nosotros fuimos muy estupidos como para darnos cuenta. La verdad es que me da un poco de risa, todos piratas experimentados, un par peleando por ver cuál ego está más inflado y nos han pillado in fraganti. Bueno, no moriré como una cobarde, si hay que morir, será luchando.

¡Mierda! ¿De dónde han salido todos esos! Esto tiene toda la pinta de ser una trampa, y no sé si la culpa será de Morgan, pero si salimos de esta va a tener que dar unas cuantas explicaciones. Por el momento, parece que toca luchar para salvar el pellejo. Echo la mano a la cintura listo para sacar la espada y la daga.

Saco mi espada, mientras grito- ¡Que alguien agarre al viejo! ¡Nos ha tendido una trampa!

Al parecer, ninguno está dispuesto a entregarse así como así, ni mucho menos yo. Si debo morir, será de la mejor forma, entregándolo todo. Pero yo tengo un as bajo la manga.

-TRANQUILO BOCASECA, TRANQUILO.- Le hago un gesto como para que baje su arma, y le guiño el ojo.

Luego levanto el rifle que "tomé prestado" del viejo, se lo muestro a los acechadores y lo tiro al piso (No muy lejos del grupo). Espero unos segundos, siempre observando a los negros. Esperando la oportunidad en que desvíen sus miradas al arma que arroje al suelo y no me presten tanta atención *.

En ese momento saco mis dos trabucos rápidamente y disparo 2 tiros (A 2 negros distintos) a los que tienen los rifles. La batalla por la supervivencia había comenzado.

Carmen se queda parada unos instantes, sorprendida, pero reacciona con la misma rapidez que Bocaseca. Son más, pero seguro que no tenemos otra salida -piensa mientras desenvaina su espada

Busco al supuesto jefe de la tribu, mientras me escabullo. Mi intención es hacer un trato con ellos, o escapar si al resto de mis compañeros les da por intentar matarlos... Aún asi, si se me interponen, me defiendo.

Ataco con mi espada a los enemigos que se van acercando, usando la daga para defenderme.

Carmen reacciona rápido y saca uno de los puñales que guarda en la bota. En un instante, se lo lanza al primero de los indígenas que vé. Es la hora e la verdad, y no se dejará matar tras haber llegado hasta aquí. Por eso no se arrepiente al sesgar las vidas de esos hombres. Desenvaina su espada y alza una plegaria al dios de los piratas, si es que existe, para que les vuelva a guiar de vuelta a su casa, el mar.

Os poneis en círculo tratando de protegeros, el único que se lanza hacia ellos es Jack, pero lo hace intentando ocultarse mientras avanza. Se oye un grito salvaje y pronto comienzan los disparos, casi todos vosotros escogeis a un objetivo, menos Carmen que lanza su puñal fallando el resto logra acertar con su tiro.

Por desgracia algunos de ellos portan rifles y también disparan, además de lanzas que comienzan a caer a vuestro alrededor. José recibe un tiro en el costado y una lanza se le clave en la pierna, cayendo al suelo entre gritos de dolor. Bocaseca es herido por una bala también en el hombro izquierdo y a Carmen se le clava una lanza en la espalda, de momento permanecen en pie pero están malheridos.

Jack se lanza en busca del líder de los salvajes, logra divisar a uno que va con la cara pintada y un gran estandarte, además está gritando ordenes a los demás. Justo cuando va en su dirección una lanza se le clava deteniendo su avance.

La cosa pinta mal.

Saqué mi espada sin poderlo creer, aquello era una locura, eran demasiados y ya teníamos algunos heridos. Como fuera, no iba a morir como una cobarde, así que la empuñé y me dirigí al más cercano y que fuera lo que fuera.