Partida Rol por web

Al segundo intento, la cerradura al fin cede, aunque eso no abre del todo la puerta. Un segundo disparo atraviesa la madera, igualmente a altura media, pero sin daño para ti ya que estas agachado...

Luego el desmadre. Lichester pasa sobre ti, sientes el peso del vampiro en tu espalda al pisarte. El maldito esta gordo, te saca el aliento. Pero su fuerza aparta la puerta y la traba detras, una silla. Alcanzas a ver un cuarto con un par de pantallas y luego una ventana que se rompe, por la cual entra Natalia iracunda... Los dos se abalanzan al unisono contra alguien que ocupaba el cuarto. Todo termina en un par de segundos. 

Desde el suelo, ves que ambos sujetan a un muchacho de lentes y algo gordito, que ronda los 18 quizas. Su arma, un revolver ajado, cuelga de la mano sujeta hacia atras por el mayor de los Nosferatu. En efecto, Lichester le tiene apresado por los brazos, mientras Natalia le sostiene del cuello. El gordito llora, murmurando piedad. 

En fin, es un espectaculo patetico salvo por una cosa. Las lagrimas del chico... Son rojas, color sangre.

Recuperando el aliento por la "pasada por encima" de Lich, miro el espectáculo que se desarrolla delante mío, hasta incluso de la sangre que llora la víctima. ¿Lloran sangre? ¿Qué carajo me metí? Cuando vuelva voy a abrazar a mi niña, estoy loco, estoy loco.

Estoy por entrar y me doy cuenta de que dejé evidencia por todos lados en el lugar, limpio con mi manga la perilla de la puerta que toqué, también la tecla que encendía y recojo el billete que dejé por debajo de la puerta para luego volver con los otros dos locos acompañados de otro que también lo está pero por poco tiempo más.

El gordito debe saber lo que le espera, porque llora fuerte. Las lagrimas son casi chorros que le corren por ambos ojos, hasta la remerita, manchandola de rojo... Ambos monstruos lo huelen.

-Jm... tiene aroma a basura... ¿Quien es tu sire? ¿Cual es tu afiliacion? 

Jadea, suspirando y tratando de contener el llanto, recuperar algo de compostura....

-¿Eh? Afiliacion? Snif, No, yo no se nada...¿Ustedes son como yo? nuff..¿En eso me voy a convertir??

Parece absolutamente confundido. Mientras podes ver el cuarto, un taller informatico bien surtido. 3 computadoras, 4 pantallas, un proyector, un par de impresoras, varias alacenas con cd y discos. Tambien parece un poco fana del anime el gordito. En pocas palabras un nerd. 

Mira a Natalia y luego a vos. Parece extrañado. Vagamente, te hace un gesto con la gran cabeza.

-Agarra algo donde juntarle las lagrimas. 

Luego mira al chico. Suelta un brazo, para acariciarle el cabello con delicadeza, gesto que resulta mas aterrador si cabe.

-No sabes nada... Entiendo. A veces sucede asi. Si, puede que termines como nosotros. Pero si contestas bien nuestras preguntas, puede que podamos ahorrarte ese tormento. Empezemos por lo basico... ¿Quien te convirtio? ¿Cuando lo hizo? Y como hiciste con tu familia....

Después de borrar mis huellas y ver el comienzo del interrogatorio Lich me pide que le pase algo donde tomar las muestras de sangre. Voy a la cocina y con un repasador en la mano abro alacena, heladera, bajomesada hasta dar con n par de frascos que cumplan dicho objetivo.

Pero al llegar me doy cuenta de dos detalles, la policía va a venir pronto y segundo es que ellos pueden desaparecer literalmente, pero yo no. Tomo las muestras y cierro los frascos para dejarlos al alcance de ellos. - Si me permiten, me tengo que retirar porque vendrá la policía y yo no me puedo hacer "humo" para desaparecer cuando lleguen los patrulleros. -

El chico esta lloriqueando algo cuando volves.

-... entonces nos encontramos en la plaza, pensaba que era como un sueño, tremenda diosa dandome bola a mi... Pero despues insistio en que vayamos a un lugar mas intimo. Entonces...

Lich le aprieta suavemente el brazo, conminandole al silencio.

-A ver, un momento. +toma uno de los frascos y junta solo unas gotas de las lagrimas, luego se lo pasa a Natalia. Entonces te escucha.+ Si, esta bien. Buen trabajo. Nos contactaremos con usted nuevamente de ser preciso, señor Galantti. O quizas le visitemos en su morada. Es un buen edificio, bien ubicado. Puede que hagamos negocios en otra ocasion al respecto de algun alquiler, quizas... Hasta entonces.

Viendo que mi intento de conseguir una muestra no salió como esperaba, pienso en retirarme lo más rápido posible del lugar. - Veremos como sale eso entonces. - Mierda, ya todos saben donde vivo la reputamadre. Pienso mientras con el mismo repasador abro la puerta de calle pero no completamente, primero miro para todos lados esperando ver si alguien está mirando que es lo más probable que suceda con los dos disparos que hizo este tipo.

No ves a nadie, por ahora. Pero ciertamente el callejon es algo oscuro, abundan las sombras donde podria haber asomado alguien a pispear que pasa... Lo que si ois con claridad son las sirenas, nada lejanas. Existe la chance de que no esten viniendo para aca concretamente, pero arriesgarse no suena inteligente. Lo mejor es rajar cuanto antes. Sin el auto de Natalia, tendra que ser a pata. Otra no queda.

Antes de salir me saco la camisa y la hago un bollo para que no la vean los ojos indiscretos, uso el repasador para taparme el rostro sosteniéndolo con una mano mientras con la otra sostengo la camisa y salgo corriendo hacia la esquina para alejarme del lugar hacia el pasaje que está delante, luego sigo mi escape por San José atento hacia donde vengan las luces. Sin detenerme corro hasta Lisandro de la Torre y paro en algún lugar oscuro para ponerme la camisa.

Desde así sigo pero caminando hasta Gral López y termino caminando hasta Avenida Freyre finalmente para tomarme un taxi.

Tus precauciones resultan buenas, y a pesar que vislumbras las sirenas en una ocasion, logras llegar a Freyre sin problemas. No pasas inadvertido a los vecinos, cruzas un par de veces con veteranos que estan tomando el fresco y en una ocasion una parejita chapando se sobresalta al verte pasar, pero nada serio. 

El corazon no te da respiro hasta que te encontras dentro del taxi. Buena noche. Fuiste a impresionar a Betiana y terminaste complice de asesinato, como minimo. La noche pasa ante tus ojos como un mal montaje de pelicula, alcantarillas, datos, monstruos y la escena final en aquella casita, con la mujer gorda y el gordito lloron. Ojala no hallas dejado alguna huella, pero por lo menos no anduviste muy cerca de la mujer ni del chico, algo es algo. Salvo por cuando colgaste el telefono... Un escalofrio se desliza por tu espalda ya sudada. Tuviste cuidado con las huellas despues que agarraron al chico y limpiaste todo lo que tocaste a tu paso desde entonces, pero te falto ese detalle de antes...

La realizacion llega mientras el taxi te esta dejando en casa, en tu edificio. Pero no es la vuelta del triunfador precisamente, o al menos, no se siente como tal.

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda. Me fijo si está el auto para por lo menos estar más tranquilo, busco si tiene alguna "sorpresa" como ser en el baúl, abajo del auto, en la guantera, etc. No vaya a ser que termine con algo "extra" aparte de estar cortando clavos por mucho tiempo por la huella.

La camioneta esta ahi tal como te habian prometido. Un vistazo intensivo no te revela ninguna sorpresita... gracias a Dios. No podes abrirla sin las llaves. Caramba, pequeño detalle... ¿Donde te las habran dejado? Puede que se las hallan pasado a Ceci, pero mas rapido seria... el buzon. Sip, ahi en el buzon de tu departamento estan las llaves. Una buena al menos. 

En el departamento te encontras con el silencio. Cecilia no llora, sino que duerme agotada. Si supiera la clase de noche que haz tenido... Te huele un poco la ropa a alcantarilla, suerte que el taxista no dijo nada. Pero no solo es esa mugre. Tenes las manos manchadas en un sentido menos literal, con una muerte, quizas dos, en las que ayudaste. Todo por Betiana... Ojala realmente valore lo que estas sufriendo por ella. Con eso en mente, te vas a descansar. Mañana sera otro largo dia.

Finalmente llegué al departamento, me saco la ropa y la pongo a lavar, me ducho cambiando la rutina de hacerlo a la mañana, lo hago con la idea de sacarme la peste de encima, esa que a pesar de todos mis esfuerzos persiste y está destruyendo mi alma. Todo sea por la señora Betiana. Pero dormir es complicado, me siento sucio. Voy a la pieza de Ceci y la veo dormir, me acuesto con ella y duermo abrazándola, como cuando era más chiquita y estábamos juntos los tres bajo un mismo techo. Cuando suena el despertador, este me recuerda con su sonido que tengo falta de sueño acumulado y me está pasando factura con interés y todo. Después que Ceci se va por la mañana, me voy al trabajo con cansancio y algo de sueño.

Llego y voy directo a la oficina, mi primer objetivo es solucionar la metida de pata del día anterior, aun sabiendo que estoy haciéndolo desde esta oficina. Pero no puedo dejar cabos sueltos por tantos lados, no cuando estoy tan cerca de lograr estar más arriba y cerca de la señora Betiana.

Entrar desde la compu de la oficina es dificil... Toma tiempo, pero finalmente entras al log y borras la entrada que registra tu intento de intrusion. Queda limpio. Tambien borras este acceso, aunque te toma mas laburo. Se hacen las 8 y media para cuando terminas... Con algo de suerte, todo esto queda atado y en el pasado. El tercermundismo tiene algunas ventajas, a psera que don Carlos insista que vivimos en el primero. Pero si intentaras algo asi en los ordenadores de USA seguro te fichan al toque. 

Un poco de tu alma, lo que queda, regresa al cuerpo con vos cuando finalmente dejas el teclado. No hay manera de saber si el trabajo quedo perfecto sin arriesgarse otra vez, pero si la policia no viene a voltearte la puerta del rancho pronto, se puede decir que zafaste. Al menos de esto. Otra cosa muy distinta es lo de la casita...

A pesar del éxito con subsanar mi error informático sigo tenso y por una razón obvia, el maldito teléfono. ¿Cómo carajo puedo solucionar eso? La evidencia no va a una computadora donde yo puedo desaparecerla o modificarla incluso. Me dedico a seguir trabajando lo que mi cabeza me permite, pero con distracciones obvias. El día pasa monótono con la gente que entra y que sale, las dos perras están siempre disponibles para mi pero no es momento de meterme en más líos por ahora.

Dejo pasar la oportunidad una vez más mientras trato de despejar mi mente para centrarme en lo importante, quizás cuando vuelva a ver a la señora Giovanni pueda hacerla mía.

Luego de volver a casa, pasas otra tarde incomoda con Ceci hasta que llega, como la batiseñal, el llamado de uno de los monos de Betiana. El angel de pelo rojo te espera en su lugar favorito, el España. Todavia no sabes exactamente porque es asi, pero ese restoran le agrada, aunque solo beba... y no alcohol. 

Desde la llamada misma, el mono te va adelantando mas o menos de que va la cosa. Es lo esperado.

-La señora espera un informe completo de lo que paso anoche. No olvide traer un mapa de Santa Fe, y a su hija...+Ceci. Parece que la señora no se ha olvidado de tu bebe. Que lindo detalle.

Un examen de los policiales no revela nada. Pero encontras un obituario que puede ser lo que buscas, Olga Narvaez de Barragan, 43 años por las fechas. La saludan y lloran sus familiares blabla. Es la unica muerta en el rango de edad que tendria esa mujer. No hay referencia a los nombres de los familiares. 

Revisar un poco los datos en internet no arroja resultados positivos. La mujer era un fantasma. Esta empadronada, y figura tambien tanto el registro civil de ella como su marido, el cual esta fallecido. Al parecer no era santafesina, sino chaqueña y lo mismo el. Pero no hay nada mas, ni tampoco de que tuviera hijos o familiares vivos. Resulta obvio que lo demas habra sido alterado o borrado, y habiendo visto las habilidades del chico, no resulta dificil adivinar por quien.

Con toda esa información, que es menos de la que desearía tener pero más era imposible, me preparo como siempre. Ceci puede seguir tirada en su cuarto con tal de que no me moleste en estos momentos, para algo le pago para que la traten.

Cuando termino todos mis preparativos parto hacia el ya conocido España y con toda la ilusión de haber hecho más de lo que me pidió y ser valorado por ella hasta el punto en que me permita hacerle tantas cosas que deseo.