Partida Rol por web

-La cortesia Giovanni siempre resulta peculiar...+murmura en voa alta alguien, entrando. Es una hermosa y joven mujer, de tez morena y cabellos ondulados. Viste un despampanante traje purpura, y adornos que parecen ser oro, los cuales le dan un aire gitano. Sus curvas son firmes y adecuadas, aunque la mayor atraccion viene de la boca insinuante y unos profundos ojos azules que desentonan un tanto con el tono de la piel.

Entra como una diva, seguida por las miradas de ambos ghouls guardias... La mujer te mira fijamente un instante, y luego toma asiento en el sofa individual.

-Interesante eleccion del lugar de reunion, señora Betiana.

Sonrie ligeramente, sin moverse de su acomodo. 

-Di por sentado que preferiria algo intimo e informal, lady Mercedes. +indica con displicencia. Te hace un ligero gesto.+ Estimada, este es Martin Galantti, el joven de quien hablamos en las negociaciones... Martin, ella es la dama que mencionaba, lady Mercedes.

Admiro como todos los demás la belleza de la invitada, su figura cautiva a cuanta persona la mire, pero mis ojos están más centrados en Betiana y sus verdes ojos, eso me hace perder el equilibrio. Pero las palabras que hace solo instantes escuché hacen que mi atención recaiga de nuevo en la reciente llegada Lady. - Buenas noches Lady Mercedes, un placer conocerla. - Y me inclino respetuosamente a modo de saludo.

-Seguramente... +sonrie de forma enigmatica. Enseguida, pasa la vista a Betiana y a la mujer junto a ella, como si la viera por primera vez. Entrecierra los ojos, para luego echarse atras en el sofa+... Debo decir que estoy algo sorprendida. Nuestro negocio de por si ya atrae ciertos riesgos. ¿Es necesaria una ruptura de esta clase?

Esboza una ligera sonrisa, perversa y sensual.

-Desde luego que no... Simplemente deseaba amenizar la velada con un bocadillo. Su memoria sera borrada al terminar. +dice, acariciando la cabellera corta y blanca de la anciana+ Por supuesto, siempre puede haber algun desliz, pero esas cosas pasan...

Frunce el labio, sin añadir nada. Seguidamente introduce la mano en su espalda, sacando un CD de alguna parte. Extraño, la ropa no da lugar a ninguna clase de bolsillo salvo el apretado escote... Te lo entrega para que se lo aproximes a Betiana.

-Los datos solicitados. Su seguridad estandar era realmente alta, como habiamos previsto, aunque no lo suficiente. Tengo que decir que mi equipo estallo en risas cuando encontramos un backdoor tan absurdamente sencillo, aunque estaba bien disimulado... ¿Pero el cumpleaños? Es tan clasico...

-La imaginacion no es su fuerte. +indica, con ligera altaneria, pero vuelve al tema de inmediato+ Me complace que lograran el resultado, fuera o no divertido. Por mi parte, aqui tiene... 

Saca una tarjeta de su escote, con marcada sensualidad, y la alza para que la tomes. Tiene su aroma.

-Numero de cuenta y datos relevantes. La cantidad acordada ya esta dentro. Ademas, tienen a Martín, para lo que le necesiten. Preferiria que me sea devuelto en una pieza, y tal cual lo entrego. ¿Tu tambien, no es verdad, querido? +añade, ronroneando.

Algo grande se está cocinando entre ambas poderosas mujeres y yo soy parte fundamental en esto. Me siento casi flotando cuando saca desde su escote una tarjeta que tiene un aroma que me deja terriblemente excitado, sin disimulo alguno mantengo la misma entre mis manos para luego dársela con cortesía y respeto a Lady Mercedes. - Por supuesto señora Betiana. - Dejando una respuesta abierta para cualquiera de los comentarios dichos por Betiana, como ser todo lo que necesiten y volver en una pieza para ella. Obviamente que prefiero volver en una sola pieza, pero en este juego tengo que estar dispuesto a todo con tal de complacerla y así será.

-Por supuesto... +dice, recibiendo la tarjeta, a la que da un breve vistazo y luego desliza en el escote+ Con esto el trato queda cerrado. Le deseo que tenga una buena noche, señora Betiana... +dice, incorporandose.

-¿Tan pronto? ¿No se quedara a cenar? +dce con una sonrisa, tomando a la anciana del cabello. Con gesto firme tira de ella para atras, exponiendole la garganta. La anciana llora, y un monton de lagrimas corren por sus mejillas, mientras reza fervientemente entre balbuceos...

Entrecierra los ojos de una forma peligrosa.

-Seria un honor, pero tengo un compromiso importante en el Eliseo esta noche. Usted comprendera. No es bueno molestar a don Diego llegando tarde. El no reacciona bien a ninguna clase de falta, ni de cortesia, ni de las otras...

Algo al final de sus palabras suena marcadamente amenazante.

Se muerde ligeramente el labio inferior, pero la rojiza cabeza se mueve ligeramente asintiendo.

-Si... desde luego. Nuestro estimado principe es muy formal,.tiene usted razon. +se pausa un instante, con expresión calculadora+ Supongo que va a llevarse a Martin. Le solicitaria que antes de hacerlo, se presenten bien, Lady Mercedes. No le he enseñado tanto de nuestras circunstancias, para asegurar que este preparado. Y no quisiera que se vuelva una molestia mas tarde, donde no puedo serenarlo...

Un suspiro despectivo escapa de sus labios, como adivinando lo que Betiana se propone. Te mira de reojo, especulativa. Pero se encoje de hombros, cediendo al parecer.

-Como prefiera.+dice Mercedes mientras se pone de frente a ti+ Martin, esta soy yo realmente.

La figura, desde sus cabellos hasta sus vestidos, se desdibujan en un momento. En un instante, la morena ha desaparecido, siendo reemplazada por... una vision espantosa.

Parece el cadaver andante de una mujer, la piel verde y corroida, rasposa. Las manos terminadas en afiladas garras. Su hermoso pelo ha desaparecido. En lugar del lindo vestido, lleva unos jeans gastados y una musculosa raida. Apesta, y reconoces en la peste el hedor que sentiste antes de entrar, pero mucho mas fuerte. Lo unico que se mantiene de la bella mujer son los fuertes e intensos ojos azules, mirandote fijamente...

-Lady Mercedes, Primogenita de los Nosferatu de Santa Fe. +dice, en tono feroz.

Mientras intercambian palabras, me siento cada vez más importante y eso solo significa que me acerco más hacia Betiana. Con esto escalaré varios escalones, hasta incluso veré a gente tan importante que ambas se ponen nerviosas de solo mencionarlo. Cuando están terminando los formalismos hablan algo de enseñarme algo más y me emociono ante más hechos nuevos como este, pero lo que surge es algo espantoso.

Pareciera ser que ella es la verdadera y la otra una ilusión, su yo verdadero quizás sea incluso el último día que fue una humana, con sus ropas incluso y pasó a ser lo que es ahora. Mis piernas tiemblan como cuando vi las fotos de Victoria desmembrada y violada. Pero al igual que en esa oportunidad, aun me mantengo erguido. Miro con una mezcla de sentimientos, entre asombro y miedo el cambio producido en Lady Mercedes. Anonadado por como con un pestaneo su cambio fue completo, su control sobre su cuerpo es algo que da que hablar. - Un placer conocerla realmente Lady Mercedes, primogénita de los Nosferatu de Santa Fe. - Repitiendo el título mencionado por ella y acompañando mis palabras con una reverencia.

Esboza una ligera sonrisa. Los dientes estan algo putrefactos, pero aun asi afilados. 

-Recordare esas palabras. +murmura en tono lugubre.

Mira a Betiana, la cual se muerde ligeramente la uña del meñique, sonriendo. Algo fluye entre ambas, un aire tenso.

-Me lo llevo. Supongo que lo necesitara cuanto antes, asi que es mejor empezar ahora que la noche es joven.

-Por supuesto. Martín, deja tus llaves a Ruben, asi lleva tu auto a casa. No conviene que quede estacionado por aqui. +contesta, con practicidad, pero tambien con cierto apremio, como si ya no deseara que la reunion continue. ¿Y porque no podes quedarte con tu auto? Aunque bueno, lo ordena ella... Mercedes hace una ligera reverencia, llevandose la garra derecha al seno izquierdo, un gesto que se ve extraño en ella. Luego se retira hacia la puerta... sin volverles la espalda.

Solo por un momento pienso en las palabras de Betiana y hasta tiene razón, mejor dejar el auto en mi casa y después ya veré como volver. Le doy las llaves a Rubén y me despido con la mayor cortesía hacia mi señora. - Adios señora Giovanni, estoy seguro que serviré a los fines que usted me encomienda. - Me retiro de la misma forma que Lady Mercedes, dado que se ve que denota respeto entre ambas partes y quiero ir aumentando mis conocimientos con respecto a las formas y maneras. Y así me retiro, sabiendo que por lo menos hoy soy una pieza muy valiosa en el juego que se está desarrollando.

Afuera, Ruben (uno de los monos) recibe tus llaves, haciendose cargo con un gesto. Ni miran a la nosferatu ahora en su verdadera forma. Ella, no obstante, vuelve a asumir el disfraz de la belleza purpura en un instante, con una sonrisita desdeñosa. Pero solo le dura un segundo, ya que adentro de la casa empiezan a oirse gemidos ahogados...

Mercedes les vuelve la espalda y empieza a caminar en direccion al Oeste, hacia el laguito del parque, con un andar sensual y provocativo, al menos con esta apariencia. No te ordena nada. A vuestro alrededor la noche esta comenzando de verdad. La brisa se escurre entre los arboles, refrescante, un balsamo despues del calor diurno... Vuestro destino, al parecer, es el mismo lago, aunque no te cierra del todo que puede querer de vos ahi.

Ahora cuando vuelve a su forma humana y sin los atentos ojos de Betiana encima mío, es cuando aprovecho a mirar con detenimiento a Mercedes. Ella delante mío y mis ojos en todo su cuerpo, pero lo que me llama la atención es la falta de un vehículo y/o de seguridad inclusive, pero seguro que están fuera de mi vista. Sabiendo que ella sabrá llegar a tan importante lugar, me dejo guiar sin oponer resistencia, disfrutando cuando me es posible las curvas de la poderosa Lady.

Nadie aparece ni interrumpe tu vision de sus muslos contoneandose. Hay gente en el parque, desde luego, paseando. Pero lucen como habitantes normales del barrio. En un par de minutos, estan junto al laguito. Este se encuentra bajo, apesta y se ve sucio, contaminado. La municipalidad tendria que ponerse las pilas.

Ella mira a izquierda y derecha, como asegurandose que no estan siendo mirados, y sin preambulos da un saltito, cayendo en el agua sucia. Es una caida breve pero notable, unos 3 metros... Sus zapatos no parecen adecuados y resbala al pisar, rodando y empapandose por completo en el agua corrupta. Pero se incorpora enseguida, ilesa y aplomada, sin acusar la menor molestia por la caida o la mugre que le cubre. Ya parada el agua solo le llega a la rodilla.

-Abajo, Martin. Por acá. +dice suavemente.

Apunta vagamente con la mano y notas entonces la rejilla corrida de un tunel del desague...