Partida Rol por web

Warhammer 30.000: La Gran Cruzada

Trasfondo

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19/06/2018, 21:11
Vulkor Señor del Legado Oscuro

Estoy en ello, ayer me empece a currar un relato y me explotó el pc. Estoy con un portátil prestado y un cabreo fino, fino.

Te comentó la idea por si te parece bien Aegron. Los Heraldos han viajado mucho por el espacio disforme, con el tiempo que hace que tengo tus coordenadas mi flota de un salto muy preciso a pocos kilómetros de la atmósfera de Drola, la repentina brecha en el espacio disforme sobresatura las mente de los navegantes de tú flota siendo fácilmente sobrepasados.

En el planeta empiezan a caer los restos de la naves capital sembrando el pánico, mientras Vulkor y sus mejores hombres hacen un descenso orbital contra las fabricas de clonacion. Allí en las instalaciones entre cubas de caldo de cultivo genético se desarrollaría en encuentro final ¿Qué te parece? 

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20/06/2018, 01:34
(Lealista) Radius

Notas de juego

Lo siento, de mi parte, paso.

Siempre fui claro al respecto. En esta partida en particular, no me preocupa la parte del roleo (por lo menos no en el sentido de la descripción las batallas). Puedo aportar algo - no mucho - en las escenas entre los primarcas, pero esta "parte" de la partida no me convence.)

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20/06/2018, 03:45
Nicola, la Montaña

La Última Defensa de Necromunda.

Todo lo que veían mis ojos era el espacio disforme conforme el contador que indicaba la distancia hasta nuestro destino disminuía a gran velocidad. La iluminación verde de la sala de mando de Volcan continuaba presente, aunque ahora era un mero recuerdo del pasado, dado que los Robles Eternos no eran los mismos astartes del pasado. Todos habían cambiado, cierto que no exteriormente, pero sus mentes, sus corazones y almas no eran las mismas. Mientras que otrora habían luchado por proteger a la humanidad y evitado llevar la misma destrucción que los más veteranos habían vivido, en estos momentos iban directos a un punto de inflexión.

- Preparaos para la salida del inmaterium.

La voz de Nicola continuaba igual de calmada que siempre y resonó por todos los altavoces del acorazado. Posiblemente era el que más había cambiado de todos hasta la fecha, aunque aquellos con los que más trato había tenido podrían negar con vehemencia aquel hecho.

El primarca siempre había sido práctico y evitado los grandes derramamientos de sangre, al menos según cierto punto de vista, por lo que si ahora se dirigía a borrar un planeta del universo, claramente era porque había deducido que esa era la mejor forma de evitar una destrucción mayor. ¿Qué suponía un mundo frente a toda una galaxia? ¿O una galaxia frente a todo el universo? Evidentemente nada, por supuesto.

Instantes después de la orden de la Montaña, toda la flota que volaba por el espacio disforme pasó al universo real justo frente a su destino. Nicola pudo recordar claramente cómo se había opuesto a esta idea hacía una eternidad, pero ahora se encontraba justo llevándola a cabo y dispuesto a producir una destrucción mucho mayor, porque ahora Necromunda iba desaparecer.

El primer disparo no podía venir de ningún otro lado y Volcán abrió fuego seguido del resto de cruceros, barcazas y demás astronaves, reventando infinidad de sistemas de defensa del mundo colmena, lo cual hizo torcer el gesto al primarca. Según los informes de Ark'sul, parte de la flota de los Corredores del Sol debía encontrarse en el planeta, pero entre los objetivos que teníamos en las pantallas, no había ni una sola nave de batalla. Eso únicamente podía suponer una cosa, Radius había previsto el ataque, y tendría su flota preparada para la defensa, o bien había optado por movilizarse contra algún objetivo, dejándome la única opción de continuar destrozando sistemas de defensa hasta abrirme paso hasta las capas superiores de la atmósfera planetaria donde poder llevar a cabo el bombardeo, pero había demasiadas defensas y pronto las baterías de la superficie planetaria comenzaron también a abrir fuego.

Haces de luz y explosiones aparecían frente a los ojos de Nicola y eventualmente hacían temblar el acorazado. Entretanto los mensajes de las impactos desde otras naves comenzaron a llegar. El primarca bajo la mirada a su consola y no le gusto lo qie vislumbró. La flota de Radius continuaba sin aparecer, pero las defensas planetarias estaban provocando demasiados daños y, de seguir así, estaría vendido si los refuerzos enemigos se presentaban. Bien podía ser que el oponente ya no fueran orkos, pero la guerra que estabamos librando continuaba siendo de desgaste y no podía permitirse perder ninguna nave principal en este mundo. Menos aún cuando sabía que no había venido solo. Habíamos esperado cazar a Radius, lamentablemente no había sido así, y cuando los Segadores aparecieron la orden de retirada no se hizo esperar.

- Retirada, dejemos el resto a los Segadores.

Aunció el primarca a toda su flota y después pasó a contactar con los recién llegados, aunque en esta ocasión no usó ningún comunicador cuando las palabras telepáticas de la Montaña llegaron a su hermano.

El planeta está vendidos Nephleim. Ni rastro de los Corredores del Sol.

Por lo visto Nicola si había cambiado.

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20/06/2018, 09:31
(Legio XVI) Eon de Sycorax

Rodeado por los últimos hijos leales de sus hermanos, Duncan entró en la cañonera. Ahí estaba, justo al fondo: un inmenso sorporte vital, una mole de metal y cables que contenía los restos de Fabius. El zumbido de los sistemas indicaba que estaba en animación suspendida. Una suerte, no le llamaban "el Vil" o "el Bilis" por nada.

El Joven Halcón entró justo detrás del primarca.

-Se dice que ni siquiera ese traidor de Cawl posee tantos conocimientos de la simiente genética. Tal vez sepa tanto como el Emperador en persona.

Tal vez por eso Leng, el bibliotecario de Hantei, dijo.

-Sé que va a ser una opción impopular pero, ¿no podríamos eliminarlo para asegurarnos de que Nephleim no le pone las zarpas encima?

Sigma, que se había quedado fuera, estaba a punto de dar una réplica airada cuando su cabeza desapareció. Un solo disparo silencioso la convirtió en un borrón de sangre, hueso y carne polverizados.

Asesinos.

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20/06/2018, 18:26
Director

Notas de juego

Ok, no es problema. 

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20/06/2018, 20:19
Caballeros del Arca

-¿Al Trono? -dijo con un ligero tono de sorpresa mal simulado por ese vocalizador que llevaba- yo no soy leal ni al trono ni al Emperador ni a ti, Señor de la Guerra, soy leal a los ideales por los que se iniciaron la cruzada, a unir a toda la humanidad para mantenerla protegida -volvió a reír y negó con la cabeza, como si lo que estuviera escuchando por boca de ese primarca fuera el chiste más divertido de la historia- Señor de la Guerra, deberíais de hablar con vuestros hermanos. Honor dice -y no pudo evitar reír de nuevo.

Una parte de él esperaba una ejecución sumaria y repentina, tan rápida que ninguno de los presentes lo vería venir; pero no fue él el ejecutado.

-Pero qué... -empezó a decir mientras cojeaba un par de pasos para cubrirse con el androide que acababa de soltar sus ataduras. Se situó detrás de él y apoyó la mano derecha en la espalda del ser mecánico y unos cables salieron de los dedos del astartes para introducirse en el ser.

-Protocolos de defensa activos -sonó la voz mecánica y tomó una posición defensiva y estática mientras parecía hacer barridos por todos lados.

-Espero que no sea una prueba -comentó con acidez.

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21/06/2018, 12:21
Vulkor Señor del Legado Oscuro

El desafío al Señor de la Guerra.

En una frecuencia abierta difundida a lo largo de toda la galaxia se presentaba el Señor Herético ante todo el Imperio conocido, se podía ver que la transmisión se estaba realizando desde un servocraneo pero a pesar de ello la calidad era inusualmente buena, tal vez la Araña de Marte tuviera algo que ver en ello. Tras de él podían observarse los restos de un sofisticado laboratorio de clonación, era un lugar perturbador incluso para los recios hijos del Emperador más de un estomago podría descomponerse al examinar al detalle los macabros experimentos que allí se realizaban.-Saludos habitantes del Imperio, se me acusa de herejía y me siento orgulloso de ello ¿veis los horrores que acontecen tras de mi? pues no corresponden a ninguno de mi bando. Este es el laboratorio central de los Portadores de la Agonía.-el servocraneo giró para mostrar el cadáver de Aegron, sujeto con cadenas sobre una gran cuba de cultivo genético. Su aspecto era desastroso, roto como una muñeca de trapo carente de toda vida pudiéndose observar como su mascara había sido arrancada de cuajo dejando al descubierto parte de los huesos del cuello.-Mi padre tiene el valor de llamarme a MI herético cuando consiente estas aberraciones bajo su conveniencia, aquellos que antes eran mis hermanos decidieron mirar para otro lado a cambio de una tropa de linea más barata. Si esto es lo que significa ser hijo del Emperador estoy muy orgulloso de no serlo.

Duncan, Señor de la Guerra nuestro padre te esta utilizando eres un títere en sus manos pero ya es tarde para enmendar eso. Mis intenciones son claras y solo tú te interpones en mi camino, te estaré esperando con mi horda en Irlandia ven y enfréntate a mi si tienes valor. Tú legión contra la mía pero te abierto que mis números duplican a los orkos de Ullanor, tienes el lugar tienes mis números si la cobardía hace que no te presentes destruiré ese mundo sin ningún tipo de compasión y la humanidad sabrá que tú título no es más que otra vil mentira de nuestro padre.¡Muahahahaha!(risa malvada)-tras el ultimátum la transmisión se cortó de golpe sin dejar que contemplasen las múltiples ignominias que le tenía reservadas al cuerpo de su hermano caído. Aquellos que no habían visto a Vulkor desde los inicios de la herejía pudieron notar claramente un monstruosos cambio, el primarca se estaba volviendo más colosal si cabía, su fuerza parecía desmedida incluso parecía haber aumentado su tamaño¿cómo diablos había conseguido aquellos cambios en tan poco tiempo? En breve todos podrían contemplar el resultado de sus esfuerzos.

Irlandia
Irlandia
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21/06/2018, 16:34
Duncan Thorne Brodie

Duncan frunció el ceño ante las palabras del preso Caballero del Arca, y estaba a punto de replicar cuando uno de los otros renegados que discutían qué hacer con Fabius sufrió una muerte rápida y directa. Eso sólo podía significar que los traidores tenían agentes entre los Clados, y que parte se encontraban allí y ahora, dispuestos a liberar a ese canalla.

-¡A cubierto!-bramó, mientras seguía sus propias órdenes, buscando cobertura.

-Claro que es una maldita prueba, pero de la ignominia de los tuyos y su falta de escrúpulos. Pero no se llevarán a este preso, no mientras yo esté aquí-replicó al astartes, para después asomarse brevemente al otro lado del cajón de municiones tras el que se había parapetado.

-¿Alguien ve algo?

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29/06/2018, 14:31
Nicola, la Montaña

Keith, semanas antes de su conquista.

- Gui, ¿dónde guardaron los explosivos de los Heraldos?

- Están en el almacén 349 del sector J ¿Por qué?

- La Montaña, parece que se ha decidio a destruir Terra y debemos hacer los preparativos.

- ¿Es en serio?

- Eso he oído.

En ese momento Luca dejó de consultar su consola y se dejó el cuarto totalmente solo.

- Espero que vayas tu, parece una misión suicida.

- ¡Oh cállate!

-¿Seguro que esto son explosivos? Parece chocolate...

-¿Vas a decirselo tu al jefe con el humor que gasta? Yo tampoco.

-Esto acabara mal, te lo digo yo.

-Es esa puta actitud agorera la que hace que nuestra legion tenga fama de borde.

-¿Y las degollinas y las masacres?

-Detalles, detalles...

- La clave está en los detalles...

- Tonterías.

- Sabes que no.

- Y sabes que si no lo hacen los Corsarios somos los únicos capaces de ello.

- ¡Puf! Los Corsarios... ¡Fíate de ellos y seguro que pierdes la cabeza!

- Ahí tienes razón, por eso debemos hacerlo nosotros.

- Si tu lo dices...

- ¡Es de sentido común!

Acorazado Volcán, días más tarde.

Nicola mantenía una conversación con algún oficial de su legión, pero fuera quien fuera aquel desafortunado no pensaba identificarse, más que nada por la montaña
estaba furioso.

- ¿¡Cómo es que los explosivos para Terra no han llegado!? ¡YA TENÍAMOS LA OPERACIÓN EN MARCHAR! ¡INÚTILES! ¡TRAEDME AL RESPONSABLE! ¡Lo decapitaré yo mismo!

Notas de juego

Es lo que ocurre cuando crees que tienes 5 acciones y son 4 ;)

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29/06/2018, 18:23
Vulkor Señor del Legado Oscuro

El Heraldo que resurge de las Cenizas

La comunicación de Vulkor no se hizo esperar el bando lealista había perdido el poco respeto que le tenía al seguir las ordenes de un necio. Cuando el canal se abrió el Titan tan solo se limitó a aplaudir.-¡Bravo!No tengo mejores palabras para aquello que os merecéis y os habéis ganado a pulso, vuestro proclamado Señor de la Guerra ha caído en un ardid digno de su limitada capacidad ¿cómo si no escogería padre a aquel que nubla su juicio con alcohol y bagatelas?¿será acaso por que no es más que un mero títere?¿qué más os hace falta para abrir los ojos?Ante vuestra vista tenéis los hechos, no creáis mi palabra sino queréis pero esta claro que estáis condenados por los crímenes de vuestro padre.

¡Hijos de Imperio!Vuestro Señor de la Guerra os conduce como corderos al matadero, un títere sin cabeza que no es capaz de conducir una campaña de guerra ni ha defendido esa UNIDAD que tanto proclamaba. No ha dado la cara por la humanidad, ha permitido que sus hermanos más débiles murieran acosados por mis huestes sin mover un solo dedo ¡No se ha sacrificado como debería haber hecho!¡Además de un inútil es un cobarde!. Tenéis al Señor de la Guerra que os merecéis. 

Mi hermano Ark´sul ha luchado con mil veces más valor que ese iluso sumido en la embriaguez de los restos de las botellas del Emperador, aquellos mundos que veáis la verdad os alzareis y os uniréis a nuestra causa pues yo si brindo protección a los míos, si les defiendo de sus enemigos y les entrego los recursos necesarios para que prosperen. Aquellos que permanezcáis fieles pagareis vuestra ignorancia con la vida para honrar así la memoria de vuestro padre y vuestro Señor de la Guerra.-la señal se cortó tal y como vino difundiendo el caos a lo largo de la galaxia conocida.

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02/07/2018, 19:59
Nicola, la Montaña

Despojos de guerra.

El parpadeo de un nuevo punto rojo en el mapa de la consola y su posterior apagado era una gran noticia. No había costado una eternidad, pero al final habíamos descubierto dónde estaban los explosivos perdidos, lo cuáles ahora estaban siendo activados sistemáticamente uno por uno, provocando que diferentes transportes de mercancías y almacenes estallaran provocando una inmensa pérdida de recursos para su dueño.

Pobre Duncan, seguro que estás volviéndote loco, pero deberías saber que te lo mereces por robarme mis planetas.

Consideré mientras escogía el siguiente punto que estallaría, esta vez un transporte que en esos momentos dejaba el Segmentum Ultima y pulsé el botón consciente de que la explosión provocaría la eliminación de la nave y la muerte de toda su tripulación por los daños masivos que seguro sufriría. Después, amplié el mapa y observé el contador con el número de explosivos que quedaban pendientes de detonar y me sentí tentado de provocar explosiones emulando alguna obra sinfónica.

¿Aprenderás la lección si lo hago?

Me pregunté y para comprobar mi teoría, comencé a provocar explosiones simultáneas en varios puntos, luego cambié a otro segmentum y seguí jugando como si fuera un maldito niño.

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03/07/2018, 14:05
Duncan Thorne Brodie

Era un día triste para Duncan. Jamás pensó que tendría que dar semejante orden, pero esta fue impartida con urgencia, para ejecutarse a la mayor brevedad posible: debía iniciarse la evacuación de Argyle Primus. Durante estos últimos ciclos, había ocurrido lo impensable. Astartes contra Astartes, rebeliones contra el Emperador, el paradigma de la Humanidad y su Señor y Salvador por derecho propio. 

Y con lo impensable, había llegado el horror. Bombardeos capaces de arrasar mundos enteros. Los traidores se habían vuelto locos, y varios planetas habían desaparecido de la faz del cosmos. Seguramente aquella orden llegaba tarde. Seguramente las gentes de Argyle Primus no lograran salir a tiempo. Pero, al menos, debía intentarlo. Debía intentar preservar algo más que su recuerdo, algo más que los siervos que habitaban sus flotas y ayudaban a sus parientes lejanos Señores del Relámpago. Por si sus defensas no fueran suficientes. Por si los traidores decidieran volar eso también, como los cobardes que eran. 

-Quiero que se saque del planeta todo lo posible. Personas, reliquias, recuerdos... No dejaré que Argyle Primus muera convertido en una bola humeante.

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04/07/2018, 23:41
Nicola, la Montaña

Arreglando cuentas.

La LEGIO VII habían sido una legión poderosa desde que las primeras batallas por la unificación de Terra y como los Robles Eternos, habían demostrado que aquella fuerza no había disminuido luchando contra ingentes cantidades de orkos y devolviendo sus mundos al corazón del Imperio de la Humanidad. Por eso mismo, desde que Nicola los había guiado en su traición al Emperador, todos los planetas del universo temían que en sus corazones ver los torpedos destruyendo sus defensas y las lanzaderas con sus colores tomar tierra. Y los habitantes de Terra, la gloriosa y mil veces santa Terra, no eran ninguna excepción, por lo que cuando al fin llegaron, todos sabían exactamente cuál sería su destino.

A pesar de que el asalto al planeta ya estaba en marcha, tenía un objetivo claro en mi ataque a Terra y, siguiendo ese objetivo, fue que envié un mensaje abierto a todos sus habitantes. La imagen apareció en multitud de pantallas, con el característico tono verde que aparecía en todas mis comunicaciones desde Volcán, pero por lo demás reflejaba la imagen de cualquier otro marine espacial enfundado en su armadura.

Habitantes de Terra - los llamé dejando claro a quién me dirigía - Soy Nicola, comandante de la Séptima Legión de la Humanidad. Sólo lo diré una vez, no os pongáis en medio y no os exterminaremos. No estoy aquí para masacraros, tal y como hicieron los Corredores del Sol y los Señores de la Tormenta en mis planetas... incluído Arbórea - al mencionarlo, apreté el puño con fuerza y levanté un arma contundente de gran tamaño, posiblemente algún tipo de reliquia - El Señor de la Guerra aniquiló sin piedad mis subalternos, por lo que he venido a obligar al Emperador a recapacitar.

En ese momento bajo el arma y me quito el casco para que el aludido supiera que en verdad era yo, que al final me había cansado y que acudía en busca de respuestas, las cuales obtendría con su colaboración o sin ella.

¿Has oído padre? Sal de tu palacio y enfréntame. Ya han muerto muchos de tus hijos por tu culpa y ha llegado la hora de afrontar las consecuencias y ensuciarte tu mismo las manos.

Lo desafío delante de todo el planeta y estaba seguro que mi desafío no tardaría en propagarse por toda la galaxia, lo mismo que sus consecuencias, por lo que volví a colocarme el casco para después cortar la conexión. Tenía otro planeta que conquistar.

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06/07/2018, 13:23
(Legio XVI) Eon de Sycorax

+++++++++++++++

Origen: acorazado Horizonte

Destino: acorazado Roca de Argyle

Pensamiento del día: Cuidado, comprador

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Al Rey de la Tormenta: 

La Flota del Terror invoca una solicitud de parlamento motu proprio con vuestra augusta persona. El Gran Xenarca ofrece una promesa de salvoconducto para su último hermano auténtico y solicita una promesa recíproca para propiciar un encuentro en unas coordenadas a establecer. De lo contrario, se muestra dispuesto a realizar el parlamento por medios holográficos.

Transcripción literal: en nombre de Ark´sul, Aegror y Leucas, Duncan, te pido que hables conmigo.

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06/07/2018, 15:22
Duncan Thorne Brodie

+++++++++++++++

Origen: acorazado Roca de Argyle

Destino: acorazado Horizonte

Pensamiento del día: Honrad a los caídos, pero sobre todo, luchad por los vivos.

++++++++++++++++

Al "Gran Xenarca" y su Flota del Terror: 

La Flota del Terror invoca una solicitud de parlamento, y el Rey de la Tormenta responderá a dicha solicitud. Sin embargo, lo hará a través de medios holográficos.

Transcripción literal: en nombre de Ark´sul, Aegror y Leucas, Eon, hablaré. Aunque no te ha costado mucho atacar a lo que queda de los hijos del Gran Tiburón.

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06/07/2018, 16:00
(Legio XVI) Eon de Sycorax

La Horizonte había sido una sombra en las estrellas, como la silueta de un depredador en el agua. Ni en Catachán, ni en Jrun ni en ningún otro campo de batalla había hecho acto de presencia. Sin embargo, allí estaba, a la cabeza de una pequeña escolta de navíos astartes. La Agonía de la Luz, la Ave de Paso, la Fantasma de Tanith... todas ellas formaban parte de la armada de la XVI. Eon había acudido sin su corte de monstruos xenos, ¿tal vez era una buena señal?

Sin embargo, el lugar elegido para que los dos primarcas se encontraran no lo parecía tanto. Las coordenadas ofrecidas por el Corsario coincidían con el lugar que Ioweth había ocupado en la Galaxia antes de quedar resquebrajado por la potencia de fuego de los traidores. ¿Una burla? ¿Una señal de tristeza y respeto por la pérdida de un mundo eldar?

Las señales de la Flota del Terror, o de aquel fragmento en concreto, eran evidentes. Anclaban en formación, ocultos tras los asteroides que antaño fueran la luna de Ioweth, con los cañones preparados, pero no hacían ningún movimiento. Esperaban a que Duncan se acercara lo suficiente como para poder estabelcer una comunicación holográfica, aún lejos del alcance de las armas.

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06/07/2018, 16:15
Duncan Thorne Brodie

No pasó mucho antes de que La Roca apareciera, un auténtico coloso por derecho propio, capaz de alojar a toda la legión de Duncan, y eso eran muchos, muchos legionarios, si la situación lo requería. Y dada la reciente destrucción de Argyle Primus, seguramente lo requeriría. No acudió sola, por supuesto. Acudió con dos navíos de línea de escolta, el Sufrimiento del clan Haldane y el Buenas Acciones del clan Urquhart.

Tras el intercambio de los particulares códigos de saludo, la imagen de Duncan fue enviada de manera holográfica a la Horizonte. Sentado en su trono, con gesto serio, aunque se notaba cierto cansancio y tristeza... Y un fondo de ferocidad. No era para menos dado lo ocurrido durante los últimos ciclos estelares.

-Me has convocado, Eon, y aquí estoy. ¿Deseas burlarte por la pérdida de Argyle, Ioweth e Irlandia, o buscas otra cosa?

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06/07/2018, 16:38
(Legio XVI) Eon de Sycorax

Eon proyectó su imagen en pie, como si estuviera frente al trono de Duncan. Los ojos hundidos del Corsario y su piel aún más pálida que de costumbre hablaban de su caída en las sombras. Pero era su sonrisa, o más bien la ausencia de ella, lo que resultaba más inquietante. Eon de Sycorax era un granuja risueño que había reído en mitad de los peores combates y había conseguido transmitir alegría incluso después de las matanzas de Jrun o Laeran. El Rey Pirata que vio Duncan estaba mortalmente serio.

-¿Por qué iba a burlarme? Ya se burlan bastante los poderes del Sha´eil. Su peón Vulkor enfrentado a Padre y nuestra hermandad, que podría haber cambiado todo, hecha añicos. La Araña ha dejado un fantasma que me recuerda su pérdida cada vez que habla, y la sangre de Aegror en las manos del Matahermanos es todo lo que me queda de mi Señor de las Máscaras. Me echas en cara que ataque a los hijos de Leucas; así es: cubriré a los Leviatanes del rojo de Marte en memoria de Ark´sul.

La imagen de Eon cerró los puños con fuerza.

-¿Por qué seguir defendiendo a un Padre que se acantona en Terra y te abandona a tu suerte? ¿Por qué estar enfrentados? A ti te habría llamado hermano e incluso señor, y sé que Ark´sul habría hecho lo mismo. Y aquí me veo, junto al Alcornoque Eterno y de la Cosa-que-antes-fue-Nephleim enfrentado a ti. Y dudo que tú prefieras la compañía de Radius el Pomposo o de la Tempestad Invisible a la mía. Y ahora vuelve Arcturus y estoy seguro de que se plantean opciones, ¿verdad? Habría sido Señor de la Guerra si no hubiera hecho aquella chapuza en Ullanor, lo sabes tan bien como yo. ¿Por qué luchas, Duncan? ¿Un título vacío? ¿Un Padre indiferente? ¿Un pueblo que nuestros hermanos se han ocupado de diezmar destruyendo un planeta tras otro? El Imperio no existe, mi hermano.

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06/07/2018, 17:06
Duncan Thorne Brodie

Duncan escuchó las palabras de Eon, torciendo levemente el gesto. Aquella era una canción que le sonaba, una canción que ya había oído antes. Solo que esta vez tenía un ritmo más macabro que la vez anterior, y un regusto vil tras aquellas notas. 

-Poco queda de los Leviatanes que puedas matar, Eon-replicó el Rey de la Tormenta, con un deje de tristeza-igual que poco queda de Ark'sul que vengar. A día de hoy, sigo sin entender como ocurrió lo que ocurrió con él. Con él a mi lado, habríamos puesto en su sitio a esos genocidas pretenciosos que parece que sigues llamando hermanos. Pero de repente todo se descontroló, y lo que debía ser una ayuda para purgar a la XX, acabó en un condenado combate abierto entre varias legiones...-dijo, resoplando con disgusto. Muy pocas cosas habían salido como él había querido. Muy, muy pocas.

-Tienes razón en que nuestra hermandad podría haber cambiado todo, Eon. Absolutamente todo. Pero en nuestra hora más brillante, Magnar decidió que era el momento de pagar su pataleta con millones de ciudadanos inocentes. Nicola se volvió un bastardo asesino sin corazón. Y Nephleim... Prefiero no hablar de Nephleim. Lo que ha hecho está más allá de cualquier perdón.

-Precisamente por las promesas que albergaba esa hermandad debo seguir luchando, Eon-continuó-no sólo defiendo a Padre. También defiendo a los miles de millones de ciudadanos del Imperio, con mayor o menor fortuna. Sigo sin ser un carnicero, incluso en estos tiempos convulsos. Una y otra vez, he mantenido las bajas civiles muy por debajo del mínimo aconsejable, aún a costa de mis hombres y mis recursos. ¿Sabes que he encontrado por parte de tus compañeros? Planetas dejados a su suerte, listos para que cualquier xeno oportunista los conquiste. No les importa nada más que su frágil ego, son unos tiranos, unos déspotas sedientos de sangre que no pararán hasta que nos destruyan a todos... Y puede que ni siquiera entonces-dijo Duncan, con una furia creciente en su voz, mientras apretaba con fuerza el brazo de su trono, hasta el punto de que la ceramita del mismo se resquebrajó levemente. Pulsó unas cuantas teclas con rapidez, y una imagen se envió a la nave de Eon. La imagen de Aegror mutilado, aquella pequeña proyección, junto con Magnar vanagloriándose junto al Primarca caído de aquello.

-Míralo bien, Eon. Esto estáis haciendo. Cada vez que sigas las órdenes de ese bastardo, ten bien presentes esas imágenes. Cada vez que colabores con aquellos que no han podido soportar que se me nombrara Señor de la Guerra, recuerda como expusieron el cadáver de nuestro hermano-replicó, con furia, aunque no sólo eso. Un par de lágrimas resbalaron, bien visibles, de los ojos de Duncan-expuesto... Como una pieza de carne. ¡Están locos! ¡Sabes que están locos! ¡Y si no lo están, malditos sean mil veces, la alternativa es mucho peor!-añadió, resoplando, y perdiendo bastante de la calma que había mostrado.

-¡No quiero ser llamado señor!-dijo, arrojando con furia fuera de la proyección holográfica una copa, aunque parece que sin dar a nadie ni nada importante-¡lo único que quería era mantener la unidad, y que juntos protegiéramos a la Humanidad! ¡Y ahora Magnar, Nicola, Hantei y Nephleim cazan a las personas, a los astartes y a sus antiguos hermanos, como si fueran animales! ¡¡Exponen sus cadáveres!! ¡Aegror merecía ser tratado con respeto! ¡Merecía un entierro digno al menos! ¿Por qué lucho, Eon? ¡Lucho porque la Galaxia no esté gobernada por carniceros! ¡Por salvar lo que queda del Imperio! Y por la esperanza de que, cuando esta pesadilla termine, se pueda reconstruir de algún modo. 

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06/07/2018, 17:30
(Legio XVI) Eon de Sycorax

Eon se encogió de hombros.

-Tú no tienes al fantasma de Ark´sul susurrando a tu lado en el Consejo, Duncan. Los mataré a todos como los animales que son. Cuántas veces perdoné a Leucas su ignorancia, que lucía tan orgulloso, cuántas veces disculpé su barbarie. El Buen Salvaje... qué mentira, qué injusticia. La Araña habría construido un universo hermoso, y cayó bajo las garras de una bestia. Un necio obediente, sí, el Tiburón era el hijo ideal del Emperador.

Luego abrió los brazos.

-Mis hermanos están muertos, Ducan, tú eres el último que me queda. No hace falta que me convenzas de la bajeza de Vulkor o Nicola. Y no; ni siquiera están locos, simplemente son niños estúpidos, egoístas y a los que un dios con delirios de grandeza entregó poderes divinos y ejércitos de sobre-humanos, ¿qué podía salir mal, eh? Si presto mi flota a Vulkor es porque me jura que acabará con Padre, ¿qué crees que haré después? ¿Rendir pleitesía al Matahermanos? 

Lo dejó en el aire. Quería que Duncan entendiera bien lo que estaba insinuando.

-Yo también he hecho cosas atroces, Rey de la Tormenta. No las nombres por miedo a airarme. Descendí sobre Catachán y lo convertí en un jardín de venenos para los hemónculos de Comorragh. Ataqué las flotas de Tributii y los convoyes de refugiados para llenar mis propias arcas. Teñí las aguas de Jrun de rojo y entregué a sus habitantes aún leales a Lecuas a los loxatl, a los rak´gol y a los orkos para que se diviertieran. Yo soy el xeno oportunista del que hablas, hermano mío, yo soy, por lo visto, ese enemigo al que querrías enfrentarte si esta guerra civil terminara. 

Negó con la cabeza.

-Sabes que no lucho por el ego de nadie, que no podría importarme menos el juego de Padre. Sabes que amaba a Aegror mucho más de lo que amo a Vulkor. Creo que sabes que fui yo quien alerté a Ark´sul sobre la XX, y que mis planes en V´run tenían que ver con localizar a esos traidores antes de que fuera demasiado tarde. No sé si sabrás que Aegror y yo nos despedimos en buenos términos cuando el Emperador me llamó renegado, y que fui yo; yo, Duncan, quien habló a Vulkor de un planeta llamaso Istvaan cuando él vino a Qyl-Aman en busca de respuestas. Yo soy el artífice de esta Herejía, Duncan, ¡yo! -dijo Eon con lágrimas en los ojos-. Si vas a odiarme, a llamarme enemigo, que no sea por ser un "xeno oportunista", sino por ser el único que vio la putrefacción en el Imperio y estuvo dispuesto a hacer lo necesario.

"Con las mejores intenciones, como tú ahora defiendes a un tirano". No dijo aquello, aunque estaba implícito.