Partida Rol por web

Wilmor hace su ronda por el ala sur del edificio. Observa de nuevo al chico joven que intercambia unas palabras con el viejo veterano que a buen seguro no puede aportarle más que mala influencia... Un poco de charla con un desconocido puede ser una buena manera de pasar el tiempo, piensa Jim. Wilmor escucha claramente la onomatopeya marrana...

Wilmor escucha los sonidos emitidos por Jim.
¡Lo que faltaba!
Un día normal no lo habría consentido, pero hoy estaba de especial mal humor. Cojeando, Wilmor se acerca hasta Corniack. Se para cuando su barriga toca a Jim, y desde su metro ochenta, Wilmor acerca la cara hasta la de Corniack. Medio masticando el puro apagado que sostiene en la boca, Wilmor mira a Jim a los ojos, con su cara de bulldog.
¿Te estas riendo de mi, chico?- le dice sin apartar la cara ni un centímetro, haciendo que el fuerte olor a tabaco penetre en las fosas de Corniack.

Conrad, echado hacia atrás en precario equilibrio sobre una silla forrada de sky mira interrogativamente los fluorescentes mientras mastica con la boca abierta un bocado del bocata. Después de deglutirlo, deja lo que queda del almuerzo en la tartera y coge el palillo que había sobre la mesa para morderlo entre los dientes.

Mierda, habrá que echar un vistazo al transformador. Dos a uno a que se va una fase antes de que nos de la media noche...

Dice para si mismo mientras se levanta y se dirige a una caja metálica llena de cachibaches. Rebuscando un poco, encuentra un polímetro cuya ruleta ajusta en "Intensidad" y después de ceñirse el cinturón de herramientas, sale pesadamente por la puerta del cuarto de mantennimiento en dirección al ascensor.

Llamas al ascensor en la planta semisótano. Para variar uno de los ascensores no funciona... De verdad que los de mantenimiento de ascensores son totalmente incompetentes..., piensas animado.

El silencio del edificio te permite escuchar remotamente palabras en la zona de estudio de la planta baja... Parece la vieja voz de Wilmor... ¿En qué lío se abrá metido ahora?

Wilmor y Jim se "enfrentan " brevemente. A Jim esto le divierte. Oliver, que así es como se llama el chico, mira expectante la situación. En el silencio del edificio podeis oir como uno de los ascensores se ha puesto en marcha y se mueve...

Permaneces a la espera de que se reinicie el ordenador... Mira que son lentos. De verdad que a ver cuando renuevan estas viejas glorias... Mientras estás ahí sentado, enfriandote poco a poco, escuchas remotamente une pequeña discusión. Nada alarmante, pero alguien habla con un tono de voz demasiado alto para ser la hora que es y en tanta calma. El sonido procede de la zona de estudios libre, frente a la pecera.

Al escuchar la voz del vigilante, Conrad decide pasarse a avisar de que subirá luego a la séptima a revisar los cuadros eléctricos.

¿Qué se traerá entre manos ese viejo gruñón? piensa con una sonrisa a medias.

Subes al ascensor y le das al 2, que te conduce a la planta baja. Sales de frente y al final giras a la izquierda a la zona de estudio de donde crees oir las voces.

Observas a Wilmor encarado con ese estudiante veterano que casi tiene más edad que tu... Jim, recuerdas que se llama. Un graciosillo... No hay nadie más en la zona salvo un chico joven, que no has visto antes, y que observa la escena bebiéndose un refresco.

De la zona de ascensores veis aparecer al tipo de mantenimiento, Conrad. Wilmor lo conoce del edificio, y Jim ha hablado con el en más de una ocasion. Oliver no la ha visto en su vida.

- Joder!- exclamó Franky haciendo una mueca de fastidio...

Eso no se podía consentir, no debía ser bueno para la salud ni siquiera...dejar a una persona así, a medias, a punto de...

Franky se obligó a cerrar los ojos mientras seguía con su actividad, debía concentrarse...sí, ahora la veía, podía verla, aquella mulata que se retorcía en la cama desnuda con ese par...esas dos...era la última foto que había visto y la que más "contento" le había puesto. Ahora la tenía en su cabeza, era mejor, se movía, se acariciaba ella misma...

Eso es, venga nena...

Esa jamona, se ponía de rodillas sobre la cama mientras se alborotaba con sus manos sus cabellos, sin parar de mirarlo fijamente...

Madre mía, sigue, vamos...

Se mojaba los labios sensualmente con su lengua y comenzó con ese vaiven de caderas sobre el colchón, cada vez más deprisa, cada vez más y más deprisa, como las manos de Franky, más, más, más y más deprisa hasta que...

Ya...ya esta...!

Franky había acabado. Un tiempo record, y sin fotos ni nada. Observaba como el ordenador volvía a reiniciarse mientras se echaba hacía atras en la silla, satisfecho y perdiendo la imagen de la mulata entre otros recuerdos de su mente...que relajado se quedaba uno...

Franky se giró hacía la puerta de la biblioteca. Había gente fuera, las voces llegaban hasta él. Se subió entonces rápidamente la cremallera y espero un poco a que el ordenador se reiniciara, para volver a apagarlo esta vez de forma correcta justo después. Se levantó y fué hacía la puerta, pegando su oreja a ella, intentando escuchar algo mejor que eran aquellas voces...

Conrad sale del ascensor con pasos lentos, masticando un palillo y ataviado con su habitual mono. Las herramientas se bambolean a cada paso en su cinturón y en la mano derecha lleva un polímetro con las pinzas colgando de los cables.

Se detiene y observa la escena con mirada indiferente. Sin prestar atención a los estudiantes, mira al guardia de seguridad, chasquea la lengua y le saluda con una leve inclinación de cabeza.

Hey, Wilmor. Voy a subir a la séptima para revisar las acometidas, algo falla con la luz. ¿Has observado algun corto o algo asi?

JA JA JA JA rio con un entusiasmo infantil ante la estupenda imitación.
Me separo un poco de Jim al ver que el segurita viene, y observo el enfrentamiento. Viejo amargado...
Tras las palabras del guardian intervengo, a su espalda, pero sin acercarme.
Eh, ¿no deberías estar haciendo la ronda? luego entra cualquier chorizo aqui por gritar a dos estudiantes que hacen un descanso...
Sonrío de forma complice a Jim mientras hablo al guardia a su espalda.

Estaba Wilmor todavía aguantándole la mirada a Jim, cuando interviene el otro criajo. Se iba a dar la vuelta para contestarle, pero justo aparece Conrad, el de mantenimiento. Es refrescante ver una cara adulta entre tanto estudiante. Wilmor lanza una última mirada avinagrada a los dos estudiantes.
Hummm…tener cuidado, chavales.

Wilmor se da la vuelta, y camina hacia Conrad, al que devuelve el saludo con un gesto de cabeza.
Malditos niñatos- le dice una vez llegado a su altura-. Pues no he observado nada, Conrad. Aunque con este viento infernal, normal que falle la luz.

Conrad se rasca la cabeza con la mano libre y resopla de cansancio o aburrimiento.

Supongo que si, sera el viento. Dales caña a esos niñatos, no se porqué cojones vienen de noche, ¿es que no tienen casa o que?

Luego palmea al vigilante en el hombro a modo de despedida.

Bueno...voy a ver esos cuadros eléctricos. A la vuelta me pasaré por el cuarto frio de la 5ª planta, he dejado unas cervezas enfriando de las que luego podremos dar buena cuenta. Jeje, para pasar el rato.

Sin más se dirige de nuevo al ascensor para subir a la séptima.

Pss miro a los "viejos" que se separan y sonrío al recordar la imitación de Jim. Dirijo la mirada al otro estudiante, tratando de recordar si lo he visto alguna vez, con un movimiento de cabeza y aun con la sonrisa le hago un gesto de complicidad y sin decir palabra me dispongo a volver a mi camino hacia una de las salas de estudio.

Conrad se separa del grupo para ir hacia los ascensores. Wilmor mira con desdén a los jóvenes dispuesto a comenzar su ronda. Lo de las birras me ha gustado. Jim sigue plantado con una sonrisa burlona en la boca y Oliver sorbe ruidosamente el refresco buscando a donde ir...

De repente un sonido violento, una especie de golpe, sucede antes de que el edificio quede totalmente a oscuras. El ruido típico de descenso de tensión eléctrica precede a un tenso silencio que dura solo unos segundos. En la lejanía se escuchan los pitidos agónicos de los congeladores de -80 grados y las neveras, que avisan de su pérdida de frío y de la posibilidad de que todo el material biológico presente se eche a perder. Pero eso es en la lejanía. Arriba, en las plantas superiores... Pitidos que son como gritos de auxilio que nadie escucha, porque no hay nadie arriba. Aquí, lo que se escucha es el ulular del viento en el exterior... Eso y oscuridad, una total oscuridad.

Oliver, Jim, Wilmor y Conrad, de repente son aliados; porque en la oscuridad los humanos tienen miedo, y el miedo une... Aunque este miedo solo sea, de momento, debido a un apagón de luz...

De repente, y mientras escuchas las voces procedentes del exterior, un golpe fuerte precede a un apagón general del edificio. Te quedas totalmente a oscuras en la biblioteca. El ulular del viento en el exterior llega hasta tus oídos. No habías caído en que el tiempo fuera estuviera tan mal. Dentro, en la biblioteca, el apagón de luz te deja en tinieblas. Por un segundo la descarga de adrenalina te deja paralizado, pegado en la silla, con el pantalón aún a medio subir... Solo escuchas tu respiración, ruidosa, a pesar por tus esfuerzos en no hacer absolutamente ningún ruido... Las voces fuera, también están calladas.

En la oscuridad se oye:

¡Me cago en la compañía eléctrica, en el puñetero viento y en el bocata que no voy a poder comerme esta noche! joder, si antes lo digo...

Unos segundos después se oye un ruido mecánico y repetitivo, como de alguien que agita algo. Finalmente un haz de luz aparece en las manos de Conrad, la linterna recorre la estanciia iluminando a cada uno de los presentes.

Wilmor, voy a necesitar tu ayuda para poner el generador en marcha y lo peor es que está en la séptima planta y el ascensor no funciona...

Joder, ya sabía yo que esta noche iba a ser una mierda!- comenta Wilmor cuando la luz se va.

Hasta la séptima y sin ascensor! Joder, no tengo yo la rodilla para estas cosas! Pero bueno, hay que arreglar esto… vamos para allá.

Wilmor se gira hacia los estudiantes.
Y vosotros, no aprovechéis el apagón para liarla! Si ocurre algo, voy a saber que habéis sido vosotros. ¿Me oís?

La tenue luz de la linterna de Conrad crea sombras artificiales a vuestro alrededor. Sombras alargadas tras vosotros, y sombras en vuestras caras que os da un aspecto tétrico. De momento el pánico no cunde, aunque la situación es cuanto menos incómoda.

Un nuevo sonido vuelve a romper el silencio de la situación. El sonido de los bajantes del edificio... agua cayendo ruidosamente a través de las amplias tuberías de pvc. Eso y el chirriar de una puerta que se abre... Parecen los baños... De la planta baja o de la planta 3... No está lejos. Quien quiera que sea, no está lejos.