Partida Rol por web

Oh! mierda! digo para mi al ver al informático. Desde que lo vi ese friki no me ha inspirado precisamente simpatia y maniobro para salir como si no le hubiera oido (demostrando que es mucho más sencillo sacar un coche aparcado en linea cuando no te importa su integridad ni la de los adyacentes) estoy a punto de pisar el acelerador a fondo cuando veo a la niña corriendo con él.
Oh! mierda! repito, en una expresión que me parece apropiada para resumir cada minuto desde el apagón. No puedo dejar a una niña tirada entre zombis con estos paletos.

Subid rápido digo escuetamente a Franky a través de la ventanilla rota un momento antes de que suba.
Parezco estar a punto de decir algo más pero me callo, subiendo las cejas en un gesto de indiferencia. Cuando han subido arranco sin perder más tiempo buscando la salida.

Aquel espacio que tenía que recorrer hasta el aparcamiento se le estaba haciendo eterno. El asfalto abrasaba las heridas de los pies, aunque Jack sólo notaba un ligero hormigueo. Todo el cuerpo del loco estaba algo inflamado, las manos, los pies y las rodillas mostraban la mayor parte del encontronazo con los zombis. Cada metro recorrido hacía que el mareo fuese en aumento, el cansancio, el dolor escondido y la medicación hacían el resto.

Jack Torrance no estaba en forma, no recordaba gran cosa de su vida pero podía afirmar con rotundidad que no hacia ejercicio físico con frecuenta. A parte de eso, posiblemente había permanecido en una cama del hospital un cierto tiempo, de tal manera que los músculos se habían debilitado.

Nada de todo eso podía saberlo con exactitud pero los pensamientos del Loco giraban entorno a eso. Quería dejar de lado algunos de los recuerdos. Sólo le venían flashes de la Creación.

—¡Maldita sea! —exclamó entre jadeos siendo la retaguardia del grupo, mientras intentaba alcanzar la posición del resto.— ¿Por qué a mi? ¿Por qué YO?

- Lo has conseguido!- iba gritando bastante contento mientras subia al asiento que se encontraba justo detras de Oliver. Cerro la puerta con cuidado y sento a Anne Marie sobre sus rodillas, dejando sitio a los demas compañeros para que pudieran subir. Alargo su mano hacia el asiento del piloto, cerrandola en el hombro de Oliver, a modo de agradecimiento- Como lo has hecho?- seguia diciendo- No me lo puedo creer, ha sido una idea fantastica! Gracias tio, muchas gracias, eres genial!!! Te debemos una!!!

Oliver podia ver reflejado en el espejo retrovisor la sonrisa que le dedicaba el informatico y como cogia las manos de la pequeña Anne Marie haciendo que esta diera un par de palmitas, compartiendo asi con ella la ilusion que sentia al haber encontrado un medio de escape. Sin embargo, cuando se disponia a pisar a fondo el acelerador para salir de alli, vio com en el asiento de atras Franky frucia ligeramente el ceño- Eh, cuidado! Tenemos que recoger a los demas, crees que entraran aqui todos?- el informatico hablaba al otro chico como si compartiera esa misma idea- supongo que si nos sentamos unos encima de otros entraremos, de todas formas yendo en coche podremos llegar al aparcamiento para recoger el del Señor Westorm o el del Señor Sanders...

- Señor Sanders! Señor Westorm!- el informatico no habia esperado la respuesta de Oliver cuando ya habia bajado a toda prisa su ventanilla y asomaba por ella su cabeza y su brazo, haciendole con el un gesto para que todos se acercaran- Rapido, apresurense!!!

Wilmor y Jeremías corren delante escoltando al superviviente, que jadea como un cerdo en el matadero, y sangra como tal. No tiene aliento para nada, y menos para contar su historia cuando intentan huir de ahí a todo correr.

Avanzais calle abajo cn el loco detrás, que corre a su modo peculiar, descalzo sobre la acera. Alcanzais casi ya al restodel grupo. Están a unos veinte metros.

Corres alertado por el sonido de motor de un coche que resuena muy cerca del grupo, abajo. Observas que Óliver no está, y por tu cabeza pasa el pensamiento de que es él el responsable del encendido de ese motor.

Os acercais poco a poco y ves de refilón, en la acera, cristales rotos, hechos añicos. Aún estás ljos del grupo, pero el vehículo en cuestión está unos metros más abajo.

Tom. Me llamo Tom Truck!

Jadea de manera importante.

Esto duele mucho!

Corre con la mano contraria apoyada sobre la herida de su hombro, conteniendo la hemorragia.

Mientras desciende la calle casi sin poder respirar, no deja de mirar a su alrededor buscando más zombies que puedan cortarles el paso. El ruido de un motor se escucha poco más abajo, y hay un puñado de cristales rotos a un lado de la carretera. Un vistazo rápido al grupo que se había adelantado le descubre que Oliver no está. La perturbada mente del pizzero comienza a funcionar como los viejos engranajes de una maquinaria sin engrasar.

- Puto niñato - Exclama en voz alta jadeando, para que pueda escucharle Wilmor - No ha tenido tiempo ni de esperarnos. Seguro que quería escapar sin nosotros...

Finalmente niega con la cabeza al escuchar al superviviente herido

Como te empieces a transformar en uno de ellos, yo mismo te volaré la cabeza...

Para sorpresa de todos, el sedan blanco empieza a maniobrar de manera brusca para salir del aparcamiento. Franky y Ann Marie han sido los primeros en llegar al coche, y el joven informático, por solidaridad extraña, los deja subir. Algo en la expresión de su cara y en su forma de actuar os hacen pensar que Óliver busca huir... ... pero solo!

Wilmor continua su caminata, notando cada vez más punzadas en su rodilla. Se mantiene en todo momento atento al estado del superviviente, del tal Tom Truck. No piensa dudar, a la más mínima señal de que se esté transformando piensa apretar el gatillo y está seguro de que Jeremias hará lo mismo.

Wilmor escucha entonces la voz de Franky, que le llama. Observa que está montado en un coche, conducido por Oliver. Comienza a caminar en dirección al coche, pero entonces el coche arranca, al parecer con toda intención de escapar y dejarlos allí tirados. ¡Maldito niñato!
Eh, Oliver, espera joder!

Pero entonces ve la cara de la niña. Si al menos ella pudiese escapar de este horror… Entonces se alegra de que escapen. Ellos solo tendrán que continuar un poco más, y coger su coche del parking. Ya no queda mucho…

Frank, salir de aquí! Pon a la niña a salvo, vamos! Ir a la comisaría de policía y pedir ayuda! Nosotros iremos hacia allí en cuanto consigamos los coches!- le grita Wilmor al informático, sin dejar de caminar.

Franky, que tenia la cabeza fuera de su ventanilla llamando a los demas, se dio un buen golpe en el cuello con una maniobra realmente brusca que hizo Oliver con el volante. Habia salido disparado del aparcamiento y por su forma de conducir no tenia ni la menor idea de esperar a los demas. El informatico estaba a punto de cogerle de su camiseta para llamarle la atecion al joven testarudo cuando escucho el grito de Wilmor...Frank, salir de aquí! Pon a la niña a salvo, vamos! Ir a la comisaría de policía y pedir ayuda! Nosotros iremos hacia allí en cuanto consigamos los coches!
Volvio a asomar su cabeza por la ventanilla mirando a traves de sus ya sucias gafas al viejo agente de seguridad. Corria al lado de Jeremias, Jack y el superviviente, el cual por cierto, parecia herido, dando cojetadas a cada paso que daba. Que debian hacer? Eso era lo mejor? Dejarlos alli tirados mientras escapaban en un coche medio vacio? De todas formas, la opinion del informatico poca importancia tenia pues Oliver que era el conductor ya habia tomado la decision, sin embargo, era con su conciencia con la que tenia que hablar y llegar a un acuerdo.
Sabia que no seria facil hacerse camino hacia el parking, tendrian muchas dificultades. No solo valdria con correr, tendrian que enfrentarse seguramente a esos monstruos cuerpo a cuerpo antes y despues y Franky sabia que llevaba todas las de perder. Aun llevaba la pistola que Wilmor le habia dado anteriormente pero en su mente era incapaz de verse disparando a esos zombies, el miedo le cegaria. Despues de todo, habia hecho una promesa. Habia prometido a Anne Marie que iba a cuidar de ella. No era la mejor proteccion que podia haber encontrado esa niña pero hasta ahora, mejor o peor, Franky seguia manteniendo su palabra, cuidandola, haciendo que esta siguiera a salvo. Se autoconvencio finalmente de que no podian arriesgarse a llegar hasta el parking, no solo estaba el en peligro, tambien Anne Marie...y las promesas habia que cumplirlas...
No contesto a Wilmor. Introdujo de nuevo la cabeza al interior del coche y subio su ventanilla mientras miraba a sus compañeros que quedaban a la intemperie aun sumidos en esa pesadilla. De pronto se hecho hacia atras en su asiento y giro la cabeza a la vez que daba un fuerte apreton a la mano de Anne Marie.
- Les esperaremos en la comisaria Oliver...- dijo mordiendose los labios

Conrad se queda en mitad del asfalto, condenado, jodido y a mus puta suerte después de que el jodido macarra se va echando leches en el coche.

Bajo la lluvia levanta los brazos, en la mano derecha aferrada la motosierra y el pelo lacio pegado a la cara por el agua que chorrea y grita:

¡Hijo de putaaaaa! te voy a encontrar y te voy a meter la motosierra por el culo, jodido yonky de mierda. Voy a matar zombies hasta que te rebane las piernas y luego te dejaré de carnaza para los malditos bichos estos, para que te devoren mientras te desangras.

La ira es brutal en el encargado de mantenimiento, se gira y comienza a correr hacia la Dodge.

Con expresión sorprendida escucho los comentarios de Franky. ¿Recoger a los demás? ¿que si cabremos todos?
encuentro subrealistas las preguntas, está claro que este informatico es un buen tio, arriesga su vida por la niña, pero de ahi a pensar que se arriesgaría por ayudar por los otros hay un mundo. Nunca lo habria creido capaz.
Al fin y al cabo los demás no son como él, estando en mi situación ninguno esperaria por mi. De eso estoy seguro. Es supervivencia.
No digo nada pues no quiero iniciar un debate sobre el tema, después de todo el volante lo tengo yo.

El pobre cojo parece también querer subirse pero no presto mucha atención a lo que dice, en todo caso me alegro del repentino ataque de cordura de Franky al respecto:
Sí claro, les esperaremos fuera. Seguro que la poli sabe que hacer... contesto a su comentario.

Sin bajar la velocidad voy pasando al lado de cada uno de los desafortunados compañeros de esta noche. La ira de Conrad no me sorprende. También yo reaccionaría asi, simplemente te ha tocado pringar. Es una reacción que, a diferencia de la del informatico, sí entiendo. Es natural y comprensible, cosa que no me hace prestarle atención. Como los aullidos de protesta esperables en un perro que acabas de abandonar.
Es la banda sonora de este momento, pienso, mientras me concentro en la carretera tratando de salir de ese infierno.

Observa pasar el coche con cara de pocos amigos. Por un momento se le pasa por la cabeza la idea de disparar contra las ruedas, o incluso hacer algo peor. Solo por joder a ese niñato piensa justo cuando el coche esta a su altura. A pesar de ello, les deja marchar consciente de que tambien el informatico y la niña van montados. No es que le importen demasiado, pero tampoco quiere ponerles en peligro.

El desesperado grito del chispas le devuelve a la realidad. Joder, este se ha cabreado mas que yo

- ¿De verdad piensas que van a esperarnos en la comisaria, viejo? - Se dirige de nuevo a Wilmor, que parece ser el unico que consigue calmarle ligeramente - Ese puto niñato es un cabronazo de tres pares de cojones. Va a su puta bola, y seguro que hace lo primero que se le pase por la cabeza.

Eso espero, eso espero…- contesta Wilmor a Jeremias sin demasiado convencimiento. Aquel chaval iba a su bola, y no esperaba que pensase más que en el mismo. Pero Franky estaba con el, y seguro intentaría convencerlo.
Si no el, Franky avisará a la policía. De todos modos me conformo con que la ñina pueda escapar. Tiene toda la vida por delante, joder! No se merece toda esta mierda….

Definitivamente el Sedan blanco se marcha con la mitad del pasaje a bordo. Óliver acelera cuesta abajo y desaparece en la oscuridad de la noche.

No obstante, antes de desaparecer, Wilmor le grita;

COMISARÍA DE LA CALLE 47! ALLÍ TENGO ALGÚN EX-COMPAÑERO! ID ALLI!

Nadie sabe a ciencia cierta qué hará Óliver. Irá a donde le ha dicho Wilmor? Por el cristal de atrás mira Franky, siempre noble y luchando por hacer lo absolutamente correcto, y esto no lo es del todo. Huir así no era lo que pensaba hacer.

Conrad grita desesperadamente y amenaza al joven estudiante. Es muy probable que algo de lo que ha dicho tenga la absoluta convicción de hacerlo. Un teórico encuentro entre él y Óliver puede tener consecuencias impredecibles.

El coche gira calle abajo y desaparece de la vista...

El sonido del motor desaperece poco a poco. Ahora sois tres menos, aunque al grupo se ha unido un desconocido, que parece herido y sangra profusamente por una herida a nivel de la clavícula. Respira agitadamente cuando se reúne con el resto.

Ahora os encontrais a la entrada de la zona hospitalaria. El parking queda al fondo a la derecha, pero en medio deben haber dos o tres decenas de muertos vivientes que lululan desorientados algunos. Otros, sin embargo, encaminan sus pasos hacia vosotros, guiados por los gritos y el revuelo que se ha formado...

Esto saca lo peor de los seres humanos. Dios nos está castigando por manipular a sus hijos. Por jugar a ser cómo Él.

Se echa mano a la herida y respira profundamente. Se ve el dolor en su cara...

¿Cuál es el plan que teneis?

Habla apretando los dientes, conteniendo un dolor agudo. La herida parece importante, aunque no parece letal. Aún así, se ve claramente que duele, y mucho.

El agua de la lluvia gotea por la visera de su gorra...

Jack corría, o intentaba correr, es decir caminaba hacia... ninguna parte. El Loco se estaba dirigiendo en último lugar hacia el aparcamiento pero un coche le sorprendió en su intento de carrera. Desde detrás de las mojadas gafas pudo comprobar como en el interior estaba el informático. Al reparar en él recordó que llevaba todavía puesto el auricular. No le molestaba así que se lo dejó.

Tras pasar su mano por los ojos, acto que no duró ni dos segundos, volvió a buscar el coche que había escapado, comprobó que el conductor era aquel chaval de la facultad. Jack empezó...
(a nada).
El Loco volvía estar mareado, le daba igual que se hubiesen ido sin él, achinó los ojos para ver mejor hasta divisar al resto del grupo. Respiró profundamente y se dirigió hacia ellos.

Jack Torrance no podía hablar, necesitaba demasiado oxígeno como para perder tiempo en escupir palabras. Él sabía qué hacer, pero primero quería saber lo que haría el resto.
En ese momento una única duda asaltaba su cabeza: ¿Sé conducir?

Sabía que no sólo debía importarle aquel atajo de bestias, o aquel cenentar... Sus recuerdos y su vida habían huido. Se habían escondido y Torrance no sabía donde.

La ira de Conrad a punto está de llevarle como una furia hacia el conjunto de zombies para ndescomprimir la mala leche a base de descuartizar no muertos. Pero de pronto se frena en el sitio, observando que con toda la mala leche no matará a todos los que se le ponen por delante.

Necesito ayuda para llegar hasta el coche y el cche para llegar hasta el hijo de puta de Oliver.

El encargado de mantenimiento corre hacia el resto del grupo reuniéndose con ellos.

Tenemos que aunar esfuerzos por llegar a alguno de los coches, el lado bueno es que ahora podemos irnos todos juntos. En un solo vehículo.