Partida Rol por web

Ya nada podía hacerse. Se habían marchado sin esperarles, y darle más vueltas no les llevaría a ningún lado. Tras los primeros instantes de exaltación, el pizzero recapacita y consigue ver la situación de forma más positiva.

- Tengo las mismas ganas que tú de darle una paliza a ese niñato. Me jode bastante su chulería, no creas – Jeremías habla con Conrad, sin llegar a mirarle a la cara – pero mirándolo por otro lado, debemos reconocer que nos ha quitado un importante lastre de encima. Ahora no tendremos que cargar con el panoli y la niña, así que nos resultará más fácil salir de aquí. Sólo eran un estorbo...

Esboza una sonrisa extrañamente siniestra, mientras su cabeza comienza a imaginar lo que va a suceder a continuación.

- ¿Alguien lleva munición para la recortada? Me quedé sin cartuchos y creo que los vamos a necesitar...

Conrad debe de tener algún cartucho en sus bolsillos, ya que le di munición. ¿Te quedan, Conrad? Si no yo todavía tengo…

Wilmor se para por unos instantes, mirando al grupo de zombies que se interponen entre ellos y los coches. Si quieren pasar van a tener que pelear... y muy duro.

Bueno, amigo, creo que es buen momento para que nos expliques de una vez como te las has arreglado para sobrevivir entre los zombies tanto tiempo, cuando estabas fuera.- le pregunta a Tom Truck-. ¿Y por cierto, que cojones es eso del “proyecto creación” que ha murmurado antes el loco? Creo que debes de saber algo de esto, pues acabas de hablar de no se que de “manipular a sus hijos”. ¿Es todo esto un puto experimento?

Franky no pudo atreverse a mirar a sus compañeros mientras el coche pasaba junto a ellos alejandose por el asfaltado pavimento, mucho menos a Conrad que clamaba en mitad de la calle barbaridades contra Oliver. Dejò escapar un profundo respiro mientras dejaban la facultad atras y cogió a Anne Marie, que seguia sentada en sus rodillas, colocandola a su lado.
- Tienes sueño?- le preguntó- tumbate aquí en el asiento. Puedes usar mi pierna como almohada- y es que, el asiento de atras habia quedado libre.- Has oido a Wilmor?- ahora hablaba con Oliver, que mantenia su mirada fija al frente, mientras que él acariciaba suavemente la cabellera de Anne Marie la cual había colocado su cabecita sobre su muslo y se acurrucaba en posición fetal buscando una cómoda postura- Tenemos que ir a la comisaria numero 47 a informarles de lo que esta ocurriendo y esperarles alli para asegurarnos de que estan todos bien, ok?- su voz ahora era más tranquila, lo peor ya había pasado.

Cogió su telefono movil observando si en la pantalla se mostraba la cobertura que había en ese momento. Decidió volver a probar suerte. Necesitaba saber como se encontraba su familia y contarles todo lo que había tenido que pasar asi que llamó a su madre- Ey, Anne Marie!- exclamó justo cuando le dió al botón de llamada al pensar en su madre- donde vives? tu madre deber estar desesperada sin saber nada de tí! Sabes como se llama tu calle? llevas encima algún papel que te hayan dado tus papis donde ponga tu dirección o tu telefono?

Miro un instante a Franky ¿quieres que vayamos cubiertos de sangre y con un coche robado a una comisaria a contar una historia de zombis? estás sonado.
Rio nerviosamente mientras reuno toda la concentración que puedo en la carretera. Devolviendo la mirada a la carretera doy por zangada la conversación preguntándome dónde diablos estará la dichosa salida.

Jack aprovecha el respiro que le da el resto del grupo para alcanzarles. Al llegar junto a ellos sonríe y arquea su cuerpo hacia delante, apoyando sus manos en las piernas para intentar descansar. Entre jadeos evalúa sus rodillas y manos, después levanta primero el pie derecho y luego el izquierda. Sangre. Sangre por todo su cuerpo. Necesitaba unos zapatos y algo de ropa... pero ni loco sería la de aquellas bestias. Ya tendría tiempo cuando tuviesen el coche.

Después de permanecer unos segundos relajándose, se incorpora. Su mirada se posa en el superviviente, luego la desplaza para observar con atención a cada uno del resto de compañeros.
—¿Tenéis coche? —pregunta toscamente el Loco, quitando importancia al grupo de zombis que hay a unos metros, y así de paso hacerse notar.

¿Y yo tengo coche?
...

La mirada con la que Franky respondió al comentario de Oliver no era de ira, ni enojo...ni siquiera de decepción...que leche quería decir esa cara de capullo?- No puedo creer que pienses realmente eso- acaso estaba sonriendole?- a mi no puedes engañarme. No tienes porque ser siempre el tipo más duro, el más rebelde porque hayas elegido ese papel. A veces es mejor ser como uno es sin importar lo que puedan decir luego los demás de él. Nos ayudaste a salir de la facultad abriendo la verja, aceptaste que montara en el coche contigo porque te daba pena dejar a una indefensa niña sin ayuda- hablaba de una forma apaciguadora- yo no creo que seas como piensa el señor Sanders por ejemplo, creo que eres un buen chaval en el fondo pero puedo decirte que esa coraza que has decidido ponerte como defensa ante el mundo al final te pasara factura. Que consigues con eso? que todos te rechacen? con tu forma de actuar haces que los demás te aislen y con eso justificas tu forma de actuar aislandote tu mismo más...es un circulo vicioso en el que tu mismo te has metido. Ahora mismo estas en medio de un remolino en un rio profundo y cada vez estas mas cerca del vertice en el que te acabaras ahogando. Esta noche es para ti como una rama a la que poder agarrarte para acercarte a la orilla...por que no la coges? - Se inclino en su asiento para posar su mano en el hombro de Oliver- Llevemosle a Anne Marie a su madre si recuerda donde vive y despues vayamos a la comisaria. No tenemos nada que perder o acaso piensas que no habran recibido ya algun aviso de lo que esta pasando? viste la oleada de zombies que bajaban del barrio residencial? la policia debe haber entrado en accion asi que debemos contarles lo que hemos vivido y esperar alli a los demas.

El grupo dispone de unos momentos antes de no poder eludir un posible enfrentamiento con más muertos vivientes. Sólo unos pocos de ellos dirigen sus pasos sin destino hacia vosotros, alertados por las voces y los ruidos propios de los muertos. Lo no vivos no hacen ruido, sólo el leve sonido del arrastre de pies.

Conrad y Jeremías se erigen como el brazo armado del grupo. En su fuero interno están deseosos por esgrimir sus armas contra esas bestias inhumanas. Jack no responde a las preguntas de Wilmor, y balbucea y murmura dejando a su mente en otro lugar... como buscando algo. Posiblemente sus recuerdos. Wilmor, por su parte es el sabueso del grupo. Hace las preguntas adecuadas en el momento adecuado. "¿Qué es el Proyecto Creación?" Y lo más importante en este momento, "¿cómo ha logrado el superviviente en sobrevivir entre zombies...?"

Tom Truck levanta la cabeza. En su mirada se percibe claramente el dolor y la pesadumbre de una herida peligrosa. Se quita la gorra, se alborota el pelo con fuerza y se vuelve a colocar su aderezo de camionero en la cabeza.

¿Qué como he sobrevivido? Con la ayuda de Dios Todopoderoso... Esos cabrones me quitaron a mi mujer, tuve que matarla con mis propias manos. Pero Él me dijo que ella ya no era ella, sino una criatura venida del infierno. Esta enfermedad o lo que sea es el precio a pagar por nuestros pecados. Pero Dios no hace las cosas para nada! Los justos heredarán la Tierra. Yo soy justo, y estos cabrones no me quitarán lo que es mío. No lo permitiré. Así que el Omnipotente me ha revelado la manera de pasar desapercibido entre ellos. Para ser un no vivo tienes que ser como ellos. Moverte como ellos, no emitir sonidos, apestar como ellos... La sangre les atrae como a un tiburón blanco, pero si estás cubierto de muerte y putrefacción hasta ocultar su olor, podrás estar entre ellos. Son como una especie animal nueva... una plaga con la que hay que acabar.

Aaaarrrgggghhh!

La perorata del superviviente se corta de repente por el dolor.

Ese maldito cabrón me ha dado un buen golpe. Hijo de perra... Oh Dios! Dame fuerzas y fe para realizar tu obra.

Franky es en este momento la voz de la cordura. A pesar de que el sentido común dice que lo mejor es ir cada uno por su sitio, algo en el informático le empuja a hacer lo correcto, y lo correcto es el sentido de responsabilidad para con el extraño grupo de esta noche.

Pregunta a Ann Marie por la dirección de su casa, pero la pequeña está cansada y se muestra poco colaboradora. Mientras marca con su movil el numero de telefono de su casa. Da señal. Pero nadie coge el teléfono, ni el fijo ni los móviles!

Son más de las 3:30 de la mañana y Óliver se aleja de la zona del hospital sin un rumbo fijo. El sonido rítmico de los limpiaparabrisas llena el vehículo. Algo no pasa desapercibido para los dos adultos, y es que en las calles no hay un alma. Nada. Parece que nada se mueve en esta parte de la ciudad. El joven estudiante no va a gran velocidad. Las calles están oscuras, las farolas apagadas, y bajo la lluvia es difícil distinguir nada. Pero algo es evidente, la ciudad no está como siempre.

La pequeña se acurruca en la falda de Franky.

No se Franky. Mi mamá es médico del hospital. Y creo que ahora mi mamá será una persona mala y triste, como todas esas que hemos visto antes...

Habla acostada y muestra una entereza extraordinaria para su edad. No obstante, si la pequeña sobrevive; si todos sobreviven a esto; será a costa de unas importantes secuelas psicológicas.

Escucha al camionero con el ceño fruncido mientras recarga su recortada con los cartuchos de Conrad. De repente, escucha un grito de dolor e instintivamente apunta su arma hacia la cabeza del superviviente. No tiene ningun problema moral en dispararle, pero muy a su pesar comprueba como todavia sigue siendo humano. El gesto de su cara muestra una enorme decepcion. Sin duda su ansia de sangre sigue en aumento.

Echa un vistazo rapido hacia la entrada del parking y busca su moto con la vista, intentando calcular si podria llegar hasta ella sin ser alcanzado por los zombies. Que cojones, tengo un hambre del copon y todavia tenia un par de entregas en la moto...

Conrad está visiblemente alterado, alterna estados de ánimo de tranquilidad y raciocinio con mala ostia en estado puro. Con una mano repugnante de trozos de zombie, rebusca en uno de los bolsillos del mono y saca un puñado de cartuchos y se los entrega al pizzero como el que reparte caramelos. Luego observa al superviviente y le tiende la mano libre, con la que sacó los cartuchos, pues en la otra lleva la motosierra.

Conrad J. Sanders, me alegro que hayas sobrevivido y que estés en paz con Dios. Porque si esos cabrones te han mordido tendré que matarte y no esperaré a que te transformes, ahora sería más sencillo, ¿entiendes?

Colocándose el pañuelo sobre la boca y nariz dice con la voz amortiguada.

Dime, ¿te han mordido?

Joder, este tipo está más pirado que el loco!- piensa Wilmor al escuchar hablar a Tom. Se cree un puto elegido de Dios, o algo así.

De todos modos las palabras de Tom no pasan desapercibidas para Wilmor, y analiza el método que explica para pasar desapercibido entre los zombies. Comportarse como ellos y apestar como ellos. Eso segundo ya lo tenía. Había un pequeño grupo de zombies que ya se había fijado en ellos, con lo que sería difícil ya engañarlos, pero no perdían nada por intentarlo con el resto.

Wilmor pone una mano en el hombro de Conrad, que parece dispuesto a acabar con el nuevo en caso de haber sido este mordido. Wilmor sabía que así era, pues el mismo lo había visto.
Si amigo, lo han mordido. Pero no tenemos pruebas de que alguien se transforme por el simple hecho de ser mordido. Tal vez primero tenga que morir, como le ocurrió a Rose. De todos modos no le quito ojo, y al menor indicio de transformación yo mismo le volaré los sesos. Pero de momento será mejor que guardes tu sierra para los que ya están transformados- comenta Wilmor señalando a los zombies que se acercan.

El superviviente tenía respuestas para algunas de las preguntas y supociones realizadas, pero no dijo nada más. El dolor se agudizaba por momentos, y cada vez iba a resultr más difícil pasar entre lo zombies con un lastre como Tom.

Jim, silencioo y a distancia, no le quita ojo de encima el tal Tom. La paranoia del veterano estudiante era superlativa para con Ann Marie. Ahora que tenía la seguridad absoluta de que el nuevo compañero iba a ser uno de ellos le ponía muy nervioso. No dice nada, pero mira iracundo y desconfiado. De haber tenido un arma encima, es probable que le hubiera volado los sesos ya.

Jeremías, Wilmor y Conrad parecen ser los únicos con ánimos. El silencioso Jim es complementado por un Jack Torrance ido. El loco observa el suelo, sus pies descalzos y malheridos, con la mirada perdida en el infinito de su mente.

La distancia que separa al grupo del parking es de unos cien metros. La mayoría de los muertos vivientes que cortan el camino se agrupan al final del recorrido. Son sólo cinco o seis los que se dirigen con paso inseguro hacia donde estais. Entre vosotros y ellos hay unos quince o veinte metros. Teneis que decidir lo que hacer.

- No tenemos pruebas de que alguien se transforme por el simple hecho de ser mordido-, ha dicho Wilmor.

Pero tú si tienes pruebas. Tú si lo has visto. Regresas de nuevo a aquella sala de azulejos blancos. El enfermero aplicó la inyección y aquel, ... ... aquel cadáver abrió los ojos. Una mirada perdida, vacía, vacua; pero viva al fin y al cabo. La gente que pesenciaba el fenómeno dio un grito de asombro y sorpresa.

Lo hemos conseguido! El soldado inmortal será nuestra arma invencible!, dijo alguien vestido de uniforme. Uno de los peces gordos.

Pero aquel ser arrancado de la putrefacción reaccionó de manera violenta, atacando al enfermero! Les habías advertido que eso podría ocurrir. Lo habías observado en ratas y primates. Pero no te hicieron caso! El enfermero fue sacrificado sin piedad. Nadie entró a ayudarle. Había que observar. Y el enfermero se transformó. Se convirtió en uno de ellos.

Hay que perfeccionar esto! dijo la misma voz. Acabad con esos dos y retomad el trabajo!

Espera ansioso la reacción de Conrad. Wilmor había conseguido calmarle a él poco antes, pero el chispas parecía un jodido carnicero con su motosierra y la ropa manchada de sangre, oliendo a carne putrefacta. En su mente, imaginaba al jefe de mantenimiento de la facultad atravesando al infeliz camionero de lado a lado, y una sonrisilla macabra afloraba sobre su papada.

Mientras tanto, trataba de recordar el lugar exacto en el que había dejado la moto. Justo en la entrada, para salir cagando leches en cuanto dejase la pizza. Un puñado de zombies se acercaba hacia ellos con su paso lento e inquietante, y al fondo podía ver alguno más cortando el paso hacia el parking.

- Va a estar jodido llegar hasta los coches - en ese momento echa un vistazo hacia los demás - Yo propongo usarle como cebo - Señala al superviviente con la recortada, como si fuese una prolongación de su mano - Seguro que cuando huelan su sangre se volverán locos por cogerle. Podemos aprovechar el momento para correr y si no se ha transformado, volver a por él después. - Antes de terminar, mira al loco y al estudiante demente - Y que ellos le acompañen si hace falta. Cuanto más cebo, mejor...

Miras a través de las ventanas empañadas del coche hacia los edificios por los que pasas. Te quedas de piedra cuando fugazmente ves salir de algunos zaguanes a individuos renqueantes, que arrastran los pies, cabizbajos, lentos y con mal aspecto...

No puede ser! Están por todos lados!

He pasado por muchos "reeducadores", psicologos, tutores... todos sus sermones me suenan igual. Bah! pienso, el de Franky es otro sermón más, distinto en poco de tantos.
Aún asi debo admitir para mi mismo que el contexto no es precisamente el de los demás sermones que he recibido, estar a punto de morir puede cambiar muchas cosas... o ninguna. Mientras conduzco dedico más tiempo del que nunca admitiría a pensar en las palabras del informático. ¿Una oportunidad para cambiar las cosas? ¿será ese el significado de todo esto? una especie de mensaje... pero si alguien me enviara un mensaje trascendental ¿por qué iba a ser a través de un pardillo como Franky?

Bah! digo inesperadamente en voz alta al finalizar mi reflexión, varios kilómetros después de que el informático haya terminado su discurso.