Partida Rol por web

-Vaya, tenía la esperanza de que accedieras a salir conmigo, bueno, no desistiré ni me rendiré como buen caballero que soy.-Declaró de manera monótona para luego mirar a Esther.

El muchacho apoyó una mano sobre su barbilla dándole un aspecto mucho más atractivo.-Como dice Nina, el profesor Dumbledore nunca aceptaría eso. Le conocemos desde hace cinco años, y sabemos que esto es demasiado extraño.-El muchacho se llevo una mano al cabello y se lo echo hacía atrás.

-Algo raro ocurre, alcohol, chicas con más escote y faldas más cortas…además de la bebida, tarde o temprano lo descubriremos, las cosas tienden a salir tarde o temprano.-Señalo para entonces dar un sorbo a un claro y fresco zumo de piña, a continuación se secó los labios con una servilleta, lo que demostraba lo “estirado” o “caballeroso” que era este estudiante y por ultimo volvería a dar un mordisco a la verde manzana que provoco que un pequeño reguerillo de jugo resbalara por la comisura de sus labios. Aunque Regulus ni se enteró de que estaba haciendo semejante ridículo con eso.

Nelly habia empezado a jugar con uno de los mechones de su hermano mientras escuchaba a Nina y miraba alrededor. En verdad la escuela se había convertido en una ola de caos; aunque eso tampoco tenía por qué estar mal ¿No? Al fin y al cabo... La idea que había planteado Nina le había llamado la atención.

-¿Os imaginais? ¿Competiciones a ver a quien le hacen un bombo primero? -Nell iba diciendo esto y a la vez robaba parte del desayuno de su hermano como si fuera totalmente natural-Tiene que ser muy incómodo volar sin ropa interior bajo la falda ¿No crees, hermano? -Nell miró a Regulus y se mordió el labio de lado al ver como el jugo de la manzana caía por la comisura de sus labios- Que atractivo y cochino eres a la vez. ¿A quién habrás salido? -Mientras Nell decía esto llevo su dedo índice al pequeño hilillo de jugo que caia por la parte inferior de la cara de su hermano y lo recogió lamiéndolo, relamiendose después.

-Deberiamos ir a nuestra mesa, Nina. Robarle a Regulus no me quita del todo el hambre

Ver aquella escena, hermana lamiendo lascivamente la barbilla de hermano, note como empezaba echar humo por las orejas y mis piernas involuntariamente se juntaban y se frotaban entre si nerviosa. Aparte la mirada, e intente mantener el porte sin que se dieran cuenta los demas.

-Bleh, Nell no seas asquerosa ¿Quien quiere quedarse preñada? Soy demasiado joven y linda, para preocuparme de cambiar pañales sucios o limpiar vomitonas.- Dije, pero de inmediato puse morritos y me quede mirando al vacio, pensativa.- Aunque... debe sentirse bien teniendo toda una manada de sementales para ti, tomandote de manera pasional y salvaje e intentando como bestias hambrientas llenar tu cuerpo de leche caliente, hasta el punto que todos tus orificios rezumen de esta.- "Ok, vamos a ponerla en la lista de los "quizas"." Apunte mentalmente, mientras me preguntaba si podria conseguir de alguna amiga una pocion de infertilidad temporal.

-En cualquier caso, ya veremos por nuestros ojos que realmente se llevan tramando mas tarde. Ahora necesito mi dosis diara de cereales de chocolate extra glaseado de azucar o voy quedarme frita.- Dije, acompoñando a Nell hacia nuestra mesa.- ¡Hasta luego pardillos, que os den, jajaja!

Regulus ni se inmuto cuando su hermana le lamió el hilillo de jugo. Por la reacción de Regulus parecía algo normal entre los hermanos, aunque tal vez no fuera así…a fin de cuentas era inexpresivo.

-Sin ropa interior y volando con escoba…tiene que doler.-Declaró mientras bebía un poco más de zumo  y se volvía a limpiar los labios.-¿Ya os vais?.-Preguntó de manera montona para entonces ponerse de pie y agarrar repentinamente la mano de Nina y plantarle un suave beso en el dorso de la mano.

-Siempre es un placer verte Nina…-Dicho eso hizo una pequeña reverencia y se acercó a Nelly para darle un beso en la mejilla.-Ve tranquila y come, es importante para el cuerpo.-Dijo sin hacer una simple mueca, pestañear o poner algún énfasis en las palabras, algo normal para el.

Cuando su hermana y la otra muchacha de Gryffindor se fueron Regulus volvió a sentarse calmada y educadamente.

-Perdona la interrupción Esther, mi hermana a veces no sabe palpar el ambiente.-Murmuro mientras se acercaba de nuevo a ella y le miraba los labios.-Definitivamente tienes puesto labial, el zumo que bebes es incapaz de quitarlo.-Señaló atentamente para luego mirarla a los ojos.

-¿Entonces, has encontrado algún varón ya?, ¿es eso?-Detenidamente Regulus olió su perfume y se volvió a fijar en los labios.-Tiene que ser eso, aunque he de señalar que te ves igual de hermosa sin maquillaje y sin perfume que con ambos puestos.

Después de comentar su opinión sobre lo de cerrar cases abrió de nuevo el libro y se puso a estudiar mientras a la par escuchaba a sus compañeros, no era que pasase de ellos es que tenía que disimular algo que no quería que se notase, además, de ver en que dirección iba tornando la conversación, ella sabía que lo iba a pasar mal, así que, con las esperanzas de que el estudiar le distrajese lo suficiente para obviar lo que dicen comienza a concentrarse a leer.

Nina la chica que ella llamaba Cachorro de Griffindor, no por insultarla si no porque son de la casa del león, empezó a hablar sobre cosas muy subidas de tono, como ir desnudos, lo de los médicos, imponer castigos como azotes, pero lo que hizo que se desconcentrase fue eso de “favores sexuales”.

Ella en ese entonces suspiro algo espada y se acarició con la mano derecha el cuello pasando también por la nuca como aliviándose, mientras agarraba con la otra mano el libro leyendo la misma poción una y otra vez a consiencia y auto obligándose.  En cuanto la escena de los hermanos Blackwood prefirió ni mirar, pero, de nuevo Mina hablo más de lo que ella quería escuchar.

Esther visualizo la escena de tener toda una manada de sementales para ella, en múltiples poses, en toda clase de escenarios, incluso, allí mismo en mitad del gran salón con todos observando,  se auto visualizó recubierta de fluidos y todo eso provocó que se pusiese algo tensa, junto las piernas tan fuerte que estas empezaban a temblar, mientras con la mano libre la puso bajo la mesa apretándose la falda algo fuerte, se notaba que estaba algo sonrojada y algo incomoda al tener que ocultar lo que sentia en ese momento, ella tenia que ser la chica eprfecta y eso estrpearia su imagen.

Cuando escucho que se iban ella simplemente alzo la cabeza mirándolas y les sonrió de la mejor manera que podía con una sonrisa que se nota que es muy forzada, más que nada por que tenía mucha vergüenza de lo que se le había pasado por la mente.

Nos vemos... 

Menciono cuando miro el libro de nuevo

Cuando Regulus se volvió hacia ella para atenderle, pidiéndole disculpas por la interrupción de su hermana ella negó sin mirarle el rostro indicandole que no importaba, pero, cuando él le pregunto y se volvió a acercar se le quedo mirando a los ojos, Regulus podía ver que ella se cruza de piernas y las apretaba fuerte, también podía ver ya que está a su lado que sus muslos y sus caderas tiemblan un poco al igual que su mano agarrando la tela de la falda fuertemente, si fuese de esas que se dejan las uñas súper largas y no huebiese la tela de la falda de por medio, seguramente se hubiese echo sangre.

Quizás haya encontrado a alguno...

Susurro devilmente perdiendose en su mirada. viéndole de más cerca y se sonrojo un poco más – muchas gracias... Regulus... – menciono acercándose ella un poco mientras entrecerraba los ojos sin dejar de ver los ajenos “que mirada... me encanta... y sus labios parecen tan deliciosos...“ pensó cuando apretó los labios un poco juntándolos y moviéndolos levemente queriendo repartir bien el labial y a su vez tragar un poco de saliva, dejo los labios relajados nuevamente.

¿En qué piensas? – pregunto ya que Regulus no parece ser de esos que muestren sus emociones y como compañera no tenía vergüenza a preguntárselo.

El muchacho alternó su mirada entre los ojos de Esther y sus labios, incluso en algún momento se fijó en que se cruzaba de piernas con fuerza y le temblaban levemente.

El muchacho cuidadosamente ladeo la cabeza y posó una mano sobre la pierna de la muchacha.-¿Estas bien?.-Preguntó acariciándola con suavidad y cariño, algo que no parecía normal teniendo en cuenta lo callado y serio que parecía siempre gracias a esa apariencia de cara de póker.

-Pienso en que eres muy guapa…eso y que te preocupa algo.-Murmuro monótonamente mientras la miraba fijamente a los ojos

Esther se mordió el labio inferior levemente al sentir la mano de su compañero en su muslo, cuando emitió un pequeño jadeo casi insonoro, peor lo suficiente para que él pueda escucharlo. Sonrojada empezó a respirar algo ajetreado “no puede ser, los efectos se están disparando, voy a enloquecer...” pensó mientras seguía siendo ella misma.

La chica mira  los ojos de Regulus y con la voz un poco quebrada pues se estaba controlando los impulsos y la atracción con su miedo a perder las apariencias pudo menciona.

Te... tengo miedo... a perder el control aquí...  

Dijo intentando disimular su estado de excitación mientras miraba los labios del chico.

-¿Perder el control?.-Preguntó acercándose más a ella.-De vez en cuando está bien desmelenarse un poco…tómatelo con calma Esther.-Declaró mientras miraba la falda de la muchacha y sus mejillas sonrojadas.

-¿Te gustan mis labios?.-Insistió mientras se acercaba lentamente a ella.-Puedes…tocarlos si quieres, a fin de cuentas…eres tu.-Murmuró mientras sus hipnóticos ojos seguían fijos en ella.

Ahora sus labios estaban a escasos centímetros los unos de los otros, y sus narices ya se estaban rozando...solo un poco más cerca.

Esther miro a los ojos de Regulus mientras él se acercaba más al rostro de ella, ella simplemente puso la mano más cerca de el al torso del chico y le agarro dela camisa con suavidad mientras negaba un poco con la cabeza haciendo que ambos labios rozasen un poco muy levemente.

Temo que si empiezo a besarte no pueda parar, eres tan irresistible que te convertirías en un instante en mi droga…

Menciono subiendo la mano y acariciarle el tórax por encima la ropa para acabar poniendo la mano en su cuello poniendo parte los dedos en su nuca. Su cuerpo empezaba a actuar de manera que ella ya no podía controlar del todo.

Finalmente tras cerrar los ojos con lentitud se acabó de acercar haciendo que los labios de la chica se topasen con los de Regulus, el beso no era uno casto y sin experiencia, era uno profundo lleno de pasión.

Esther soltó la fada y llevo la mano el pecho del chico acariciándoselo mientras le besaba, ladeando el rostro levemente a un lado para darle mucha más profundidad al beso,  mientras sentía su olor y la suavidad de sus tentadores labios con los propios

Regulus permitió que Esther le agarrara de la camisa.-Entonces…no pares.-Declaró de manera monótona mientras ella empezaba a acariciarle el torso, y le  posaba una mano en la nunca. El notar ese calor que provenía de Esther, ese embriagador olor y como esa mano le tocaba…no pudo evitar que se le erizara el vello de la nuca.

El muchacho cerró los ojos cuando Esther juntó sus labios con los suyos, era una sensación insuperable…la suavidad de los labios, la respiración entre cortada de la chica, el beso en si le encantaba.

Aunque todo cambió cuando ella le empezó a acariciar el pecho, Regulus también decidió tomarse un poco de libertad, con la mano aun sobre la falda de Esther, el empezó a acariciarla levemente por encima, apenas unos segundos, de repente decidió introducir la mano en el interior de la falda para seguir acariciándole el muslo, lentamente, de manera juguetona con un toque romántico.

La guinda de ese momento fue cuando Regulus se topó con un trozo de tela que supuso que era la ropa interior de Esther. Instintivamente sus dedos empezaron a masajearla por encima, de arriba abajo…lentamente y con sumo cuidado, el muchacho sabía lo sensible que era esa zona.

Esther dejo de besarle durante un segundo separando los labios al sentirle la mano en su tela, no porque no le gustase, sino porque le sorprendió, la pelirroja sonrió picara y mordió el labio inferior de Regulus estirando suavemente de el de manera que acabaría soltándolo.

No te creí tan atrevido Regulus...

Menciono picara cuando volvió a acercar el rostro al del pero en vez de besarle desvió la trayectoria llevando sus labios al cuello del besándoselo con pequeños besitos tiernos pero juguetones, recorriendo toda la parte del cuello subiendo lentamente hacia el oído

Me gusta...

Susurro al oído cuando le mordió el lóbulo de esta con mucho juego. Los generosos pechos de ella se pegaban al tórax del chico con delicadeza, sus piernas se empezaron a relajar tanto que descruzo estas abriéndose un poco de piernas para que él pueda tocar mejor, prácticamente, le estaba dando permiso a hacerlo.

A ella todo eso le encantaba por muchas cosas, el chico era el perfecto, popular, guapo, simpático a su modo, listo, y un buen amigo... además, de la novedad que le suponía jugar en el salón principal. Todo eso hacía que ella llevase su mano que acariciaba el pecho hacia abajo acariciándole el estómago y bajando peligrosamente a la hebilla del pantalón.

Regulus seguía acariciando la zona intima de Esther con sus dedos, apretaba la tela contra su zona, intentaba separar los labios y paseaba el dedo una y otra vez de arriba abajo.

El muchacho no podía mostrar ninguna emoción en su rostro o en sus ojos, pero se le podía escuchar respirar entrecortadamente, también le estaba excitando esto a su manera. Estar en el gran salón tocando a su mejor amiga, con toda esa gente a su alrededor…sabiendo que su hermana podría estar mirándole ahora mismo…le daba un morbo increíble.

Cuando Esther se abrió de piernas, Regulus no desaprovechó un solo segundo, con rapidez sus dedos apartaron la tela e decidieron tocar la piel de Esther. Se sentía un calor que emanaba de esa zona, además de una ligera humedad, aunque era algo normal…tal vez a Esther le excitaba también estar en el comedor manoseándose con él.

Sus dedos empezaron a acariciar los mojados labios de Esther a la vez que delicadamente iba palpando la zona superior…como si buscara algo, algo que está en el interior de esos labios…Lentamente y con algo de dificultad consiguió separar los labios de Esther, y con el dedo corazón palpo lo que buscaba, el bultito que sobresalía, el clítoris de Esther. Masajeándolo lentamente con los dedos el muchacho empezaba a sentir como la mano se le empapaba.

Regulus estaba tan distraído que antes de que se diera cuenta, la chica ya se estaba dirigiendo cerca de la hebilla del pantalón, donde un poco más abajo sobresalía un bulto contra el pantalón, un bulto que se marcaba con fuerza, sin lugar a dudas, Regulus estaba excitado.

El día había comenzado como cualquier otro, con aquella sensación de que alguien lo miraba, aunque aquellos últimos días parecía que eran cada vez más miradas. Se despertó estirando su cuerpo, se fue a tomar un baño; siempre lo hacía con sumo cuidado de no ser visto; aquel era el motivo por el cual tenía que esperar a que la mayoría de sus compañeros abandonen los baños, por lo que se solía retrazar un poco y tener que hacer las cosas apurado... que a su vez era el motivo por el cual siempre parecía correr apurado por los pasillos y llegar jadeando a las clases. Ese día, había una reunión con le profesor Snape en el Gran Salón y ya se podía imaginar regañándole por llegar tarde... pero Simon no contemplaba otra manera de hacer las cosas.

Ya una vez con el uniforme, aunque algo desaliñado, se puso la correa de su mochila cruzando su pecho y salió corriendo apresurado. En el camino habían pocos de sus compañeros rezagados, a quienes iba saludando apresuradamente, sin notar las miradas lascivas, los coqueteos y ni notó cuando le pellizcaron una nalga mientras corría. También se despidió del Fantasma del Fraile, un buen amigo suyo quien le ayudó mucho durante sus primeros años y le ayudó a soltarse.

Por fin atravezó la entrada del Gran Salón algo agitado y desaliñado, con la ropa descolocada un poco y la corbata suelta; no se podía decir que a la gente le sorprendía verle así, pero definitvamente muchos se alegraban de verla, aunque nadie se acercaba, Simon era muy lindo, apuesto y amigable, pero no era popular.

Simon solo dio un repaso con la vista para comprobar que Snape no hubiera llegado y al notar que todos estaban de pie, comiendo o hablando entre ellos, se despreocupó un poco, ya que parecía que no había llegado tan tarde... Dio un fuerte suspiro y dejó caer sus hombros mientras comenzaba a caminar hacia la mesa correspondiente a su casa (Hufflepuff), se reacomodaba la correa de su mochila y se distrae unos momentos. Cuando de pronto se choca con una de las chicas de Gryffindor que iban a su mesa.

-¡Ugh!-

La chica pudo sentir que el muchacho de aspecto blando, tenía un torso duro; pero luego del impacto, Simon se percató con extremo terror que ¡se había topado con Nina! ¡¡la chica más terrible de la escuela, lo molestaba desde primer año y por suerte o algún motivo que nunca supo lo había dejado en paz!! Simon sentía terror y estaba por entrar en pánico, se queda paralizado mirandola quieot por unos momentos, como si se tratase de un depredador que le ignoraría si no percibía movimiento... pero era evidente que no sería así, por lo que Simon baja la cabeza y se inclina hacia delante, luego de haber dado un paso hacia atrás (para no estrellar su cabeza contra la de ella) -¡Perdoona perdona! ¡fue mi culpa!-

Ella no quiso detenerse, siguió bajando la mano hasta que la acabo posando encima del bulto que le sobresalía de los pantalones, se notaba que era de la casa de la serpiente porque aquello era grandioso para ella, simplemente sonrió y movió la mano de arriba abajo, siguiendo la forma del miembro con la mano y entre sus dedos.

Por su parte, Esther mordió levemente el cuello del chico de manera juguetona sin ninguna intención de dejarle marca, pero, cuando le toco directamente y más en el punto, ella separo los labios del cuello del chico y emitió un suave y delicioso jadeo tan dulce que solo el podía escucharlo, su rostro se sonrojó levemente respirando un poco más profundo.

Efectivamente él puede notar que la intimidad de Esther se va humedeciendo cada vez más, tanto que si, mancharía la mano de Regulus.

Más... más...

Susurraba en su oído cuando se adelantó a besarle profundamente, con pasión pero, sin perder la dulzura y el mimo, entre abrió la boca sacando levemente la lengua queriéndola hacerla danzar con la ajena.

Esther, realmente no es la misma del año pasado, ella en el curso anterior, le costó mucho decidirse perder la virginidad, y ahora, es capaz de literalmente abrirse antes u mejor amigo. Peor lo mas extraño es, que para ser una chica tan “recatada y formal” sabe muy bien lo que esta haciendo y no parece que sea ni la segunda ni la tercera vez que lo hace.

Regulus jadeaba suavemente mientras Esther le tocaba. Era algo extraño, verle de manera tan inexpresiva, pero con la boca entreabierta y jadeando de esa manera tan suave.

Cuanto más tocaba Esther, más podía notar que el miembro se marcaba contra los pantalones, como si quisiera salir. Pero el chico estaba decidido, iba a dar placer a Esther, aunque sea con sus dedos…a fin de cuentas, era su mejor amiga.

Al escuchar el dulce jadeo de Esther, su propio miembro latió con fiereza.-…Más…-Murmuro mientras cuidadosamente una de sus manos iba a parar a el muslo de Esther para acariciarlo, aunque tenía otro plan en mente…no quería que Esther cerrara las piernas, aun no.

Su dedo corazón seguía acariciando el clítoris de manera pausada y suave, pero quería que la chica sintiera más. Lentamente apartó su mano y permitió que los labios se cerraran aunque fue por escasos minutos.

Con rapidez introdujo el dedo índice y el corazón en el interior de Esther con un movimiento suave y pausado que provocaba una serie de sonidos casi inaudibles excepto para ellos dos, con el pulgar empezaría a masajear el clítoris con un poco más de…pasión.

Cuando Esther juntó su boca con la suya, Regulus abrió lentamente la suya para dar la bienvenida a la lengua de Esther, darle la bienvenida con su propia lengua. Las lenguas se juntaron rápidamente a la vez que Regulus mantenía los ojos cerrados y sus manos seguían haciendo lo que tenían que hacer.

El muchacho se fijaba continuamente en como Esther tomaba la delantera, o como sus movimientos…no se amoldaban a su personalidad calmada y de “dama”, aunque no fue difícil sumar dos más dos para darse cuenta que ella ya no era virgen…pero Regulus tampoco lo era, no desde hace algún tiempo.