Partida Rol por web

De alguna manera se sentía aliviado por las palabras del señor, aunque también muy apenado -uhm... sí...- lo que había preguntando no fue contestado, él seguía sin saber cual era el baño; pero ante aquellas palabras del señor, decidió simplemente quitarse de su vista y meterse a cualquiera de las habitaciones, esperando que no fuera el baño y si no era saldría y seguiría buscando.

(Madeleine estaba quedando un poco atontada y distraída debido a la inmensa cantidad de gozo, pero de pronto escucha algo que la vuelve a poner en marcha)-¿Quieres pedir algunas frutas del archipielago?...(sin embargo su pregunta se vió interrumpida por un orgasmo repentino, fuerte y probablemente "multi", que finaliza por entregarte tu ansiado premio, en ese momento la jóven se tumba empapada)...ah...ah...ahh...como te pones...pero...¿como dices de sentirme?...(pesé a todo Madeleine aún tiene la cabeza pensante al mando).

Siento como Madeleine estalla en un potente orgasmo, llenando mi boca con sus fluidos. Cierro los ojos saboreando su orgasmo y limpiando su vagina a lenguetazos... Con cuidado me levanto y me tumbo a su lado mirándola con ternura. -Sip... Me refería a una de esas frutas que probaron conmigo el día que llegue... Poniéndome de lado la rodeo con mi brazo y le beso con cariño en la mejilla. -Es algo que me dio mucha curiosidad saber como se siente, pero me haría mucho mas feliz experimentarlo con una persona a la que amor... Y a lo de sentirte, me refería a que tu tomaras la fruta y que me hicieras el amor... Si quieres vamos... No... No quiero forzarte a hacer nada que tu no quieras... Con suavidad acaricio su mejilla y coloco bien un mechón de su pelo. -Quiero hacerte feliz y que puedas disfrutar junto a mi siendo tu misma...

-Te refieres...a esas...concretamente...la verdad...(la chica te mira con ternura y te acaricia el rostro)...si tu quieres probarlas te lo permito...pero yo no quiero usarlas...soy muy feliz con el cuerpo con el que nací y así estoy contigo...¿no te parece?...(cerró los ojos y se rió)...aunque claro tu conoces esas satisfaciones mejor que yo...no creó que un libro sea lo mejor para aprender algo práctico.

Sonrío y beso su mano cuando acaricia mi mejilla. -Vaya... Así que sabes que estuve mirando en la biblioteca... Me da igual usar un fruto de esos o nuestros propios cuerpos o juguetes artificiales... Yo lo que me gusta es poder disfrutar de hacer el amor contigo, el resto son solo medios para poder ver tu carita llena de placer... Acaricio con suavidad su vientre húmedo por el agua. -Y hablando de placer ¿Te encuentras mejor de la infusión? Me giro colocándome a horcajadas sobre Madeleine y bajo la cabeza hasta besarla. -¿O deseas algo mas de mi?

(Tras el baño, Charlotte había preparado la cena, su marido la mesa con un mantel blanco y rosa a cuadros, los basos con zumo y cerveza encima de la mesa. La cena consistia en una crema de verduras blanca con toques de ajo, y una sopa de pollo caliente, realizado con verduras como patatas, zanahorias y algo de tomate, si nadie decía nada sería una cena tranquila y silenciosa sin más ruído que los sorbidos).

(Escuchas un gemido al instante, su ombligo y en general todo ella sería bastante sensible)-Pero yo no puedo querer algo que nunca tuve...la infusión...aún siento...(al subirte sobre ella otro gemido más fuerte y su cuerpo temblando)...la verdad es que quería intentar parar...pero aún estoy húmeda...con esa infusión se podría recobrar lo inactivo...así que figurate como de fuerte es...me arrepiento de tomarmela, pero creó que no tiene más esfectos.

Me río y me inclino hasta casi tocar sus labios con los míos. -Bueno... Eso ya se vera... Es algo que ahora no tiene importancia... Lo que ahora me interesa y me preocupa un poco es tu estado. Me separo un poquito y la miro. -No se si te esta ayudando lo que estoy haciendo... Quizás me estoy dejando llevar por mi propio deseo y no te esta ayudando nada el que te excite aun mas... Dime que puedo hacer para ayudarte... Me sonrojo un poco y desvío un poco la vista. -El estar aqui contigo a solas, sin nadie que nos pudiera molestar me excitó bastante... La miro y asiento con convicción. -Pero si hace falta guardaré todas mis ganas de hacerte cosas pervertidas hasta que se te pasen los efectos de las hierbas... A pesar de mis serias palabras, la humedad de mi entrepierna sobre la suave piel de Madeleine, no daba mucha fe a mis palabras

Salió de baño (esperando haber encontrado una toalla la cual llevaría consigo en la cintura desde ahora) caminando de una manera más relajada, aunque seguía sin ropas y eso de mostrar su tierno cuerpo tan expuesto lo mantenía tímido y algo encogido.

Al sentarse a la mesa, mira a la pareja y sonríe de manera muy dulce -muchas gracias por todo... son muy amables...- dicho ello y habiendo recibido respuesta o no, comienza a comer con excelentes modales, su hambre no evitaba que fuera tan elegante y llamativo. 

Mientras comía comienza a hablar -tienen un hogar muy acogedor y bonito... ¿a qué se dedica, señor Rob?- pregunta esperando no sea ninguna molestia responder.

-Amor...(Madeleine se levantó y cerró los ojos con fuerza, se acarició el ombligo)...creó que necesito echarme en una cama, quizás las feromonas...puedes quedarte en el agua si quieres...yo estaré bien...pero de verdad que necesito eso y quizás algo que me depure por dentro...ayudame a vestirme por favor...(ayudaste a Madeleine a vestirse y tras vestirte tú, acompañaste a Madeleine a la recepción y os indicarón donde podría descansar una habitación típica oriental con un jardón delante del mismo, muy verdáceo, el suelo era un tatami y sobre él un futón doble con sábanas blancas, estas habitaciones estaban en el mismo pasillo que los años sólo que en lado contrario. En el momento que la mujer de recepción se marcha con cara cansada Madeleine se mete en el futón y parece susurrar: lo siento).

(Rob sonrió ante todo y junto a Charlotte se dedicarón a comer hasta que le formulaste una pregunta)-Pues soy tasante...mi deber consiste en tasar propiedades de material normalmente inmivilizado, como terrenos y edificaciones, lo mismo puede ser por un contrato de venta o algún contraro de alquiler, y en la mayoría de los casos para saber cuantos impuestos le deben a la Reina...nunca se debe de tener deudas por aquí...(dijo con tono un poco más formal).

-oh... ya veo...- comenta luego de escucharla atentamente mientras se llevaba la comida a la boca con elegancia.

-que interesante profesión; y ¿es muy pesado su trabajo?- pregunta con cierto tono de preocupación leve, luego de haber pasado su comida y haberla masticado muy bien.

-entonces se rigen por las leyes de una reina, no?... - agrega para quedar claro en el asunto, ya iba conocimiento mejor el lugar donde había llegado.

Miro a Madeleine con cierta preocupación y asiento a lo que dice. -No te preocupes, te acompaño. Tras ayudarla a vestirse con cuidado, vamos a recepción y pedimos ir a la habitación. Antes de marcharse la recepcionista, le pido si podría traer algo para depurarla por dentro...una infusión o algo que le pudiera ayudar a sentirse mejor. Una vez se marcha la mujer, ayudo a Madeleine a tumbarse y niego con la cabeza cuando se disculpa. Tras darle un suave beso en la frente sonrío con cariño. -Duerme tranquila mi amor... Yo estaré bien... He pedido algo para ayudarte a sentirte mejor, te despertaré cuando lo traigan y luego sigues durmiendo... ¿Ok?... Yo me quedaré junto a ti por si necesitas cualquier cosa... Ahora descansa. Me separo de ella y me siento mirando hacia el jardín disfrutando de la suave brisa que corría y esperando que regresara la recepcionista...

-Si, toda la gestión y organización legislativa recaé sobre la figura monárquica...y trabajar para ella es desde luego algo moderamente bueno...(tras un par de sorbos)...imagino por tus expresiones que te parecerá raro que yo sea un hombre...¿no es cierto?...porque claro...esto delata...(dijo moviendo sus propios pechos con una pequeña palmada)...debido al reducido número de hombres no hay suficientes hombres para que cada mujer tenga un marido por lo cual se cambia legalmente a una mujer por un hombre...¿si?.

(Tras unos diez minutos se abre la puerta corredera y aparece una jovencisima jóven vestida con el uniforme blanco y azul claro del lugar a modo de toga, porta una bandeja con algunos vasos y una tetera, de tez blanca como la nieve, cabellos rubios dorados y con una diadema compuesta por margaritas blancas, ojos claros como el agua y rasgos faciales suves, nariz pequeña y poco marcada...voz angelical)-Hola...les traigo el té que pidierón...

Luego de escucharle, se sonroja ante el moviento y toque de sus pechos, desvía la mirada luego de unos segundos de mirar; después de todo se sentía atraído por las maneras rudas de Rob. -eh... bueno... sí...- luego de escuchar la explicación vuelve la mirada a sus anfitrionas -eh... ¿pero eso a qué se debe? ¿es por las sacerdotizas ?... ¿no estamos muy lejos de ellas?...- pregunta con cierto temor y angustia, eso explicaría aquella extraña manera de ver las cosas que tenía la pareja.

-La Reina prohibe cualquier religión, el hecho de que se me atribuya el papel de hombre se debe sólo a un problema demográfico nada más...las cosas son así ella manda y nosotros obedecemos...(la mujer se levanta de la mesa)...es tan fácil como entender que si en un lugar hay cien mujeres y veinticinco hombres en una región los cuales deben emparejarse entre ellos...¿algún reajuste se deberá tomar, no?...así que sencillamente en todo lo no referente a mi físico, yo soy hombre...

Estaba tumbada en el suelo mirando hacia el cielo, cuando escuché la puerta corredera moverse, al alzar la vista vi a una joven increiblemente hermosa, la cual traía el té que había pedido. 

Me levante del suelo y sonreí a la joven. -Muchas gracias... Me incline junto a Madeleine y acaricié suavemente su mejilla. -Despierta mi amor... Han traído la infusión... Con cuidado vertí la infusión en uno de los vasos y esperé a que se incorporara un poco para tenderle el vaso...