Partida Rol por web

Sonrío al ver que Madeleine se empieza a encontrar mas cómoda y tranquila. Cuando me dice de pasar al primer plato la miro con curiosidad y una sonrisa picarona... Me acerco hacia ella y la beso cariñosamente esta vez introduciendo mi lengua en su boca y enredándola con su lengua, cuando me separo la miro. -Me encantaría pasar al primer plato... Estoy mucho mas que lista... Lo estoy deseando... 

-Esta bien...empezaré yo...(se colocó de rodillas y te coloca bocarriba, con caricias hizo que abrieras tus piernas)...mmm...(mientras soltaba ese sonido de gusto hizo que doblarás tus rodillas y apegó su sexo al tuyo, usaba sus brazos para mantener tus piernas y su cara quedaba a escasos centímetros de tu cara, mientras vuestros sexos se frotaban, con un pleno contacto de vuestros clítoris)...me siento...muy mojada...es divino...(tras varios minutos, ella te suelta y apoya su cuerpo jadeante sobre ti, mientras busca tus labios para besarlos)...¿lo hice bien?...

Escucha extrañado como aquella voz le vuelve a saludar, no era lo común que durante una conversación se salude dos veces... ¿podría ser que aquel ser olvidó que ya se conocían?...

Nisso vuelve a hablarle -eh... hola?...ya nos presentamos, recuerdas?- pregunta con cierto temor a descubrir alguna realidad horrenda...

-Hola...claro que lo recuerdo...no tengo mala memoria...(tras unos segundos escuchas unos sonidos de puertas en los pisos superiores, luego un sonido de un líquido cayendo)...¿y como estás?...(repite nuevamente la voz)...aqui hay muy poca luz...

Miraba atenta sus movimientos con una sonrisa en los labios cuando por fin vi lo que se proponía sonreí mas ampliamente y acompañe su movimientos para ponernos en las posiciones adecuadas y que fuera cómodo para ambas...

Madeleine comienza a moverse frotando su sexo contra el mio, sentía nuestros clítoris frotarse mutuamente arrancándonos gemidos de placer, que eran silenciados por nuestros continuos besos. -Yo... yo también estoy muy mojada... se siente estupendo... Nunca había sentido nada igual...

Frotamos nuestras cada vez más húmedas vaginas, hasta que siento un agradable y suave orgasmo que empapa aun mas nuestros sexos... Madeleine se separa y se recuesta encima mio, con cariño la abrazo y la beso con un gran cariño. -Me ha encantado mi amor... Lo has hecho muy bien...

(Se retirá de encima tuya y se tumba a tu lado, aún jadeando)-Gracias, amor, necesitaba saberlo...ahora me duele un poco la espalda, pero merece la pena...por verte así...(tras un par de besos en tu mejilla, coge un pequeño trapo para limpiar sus gafas claramente empañadas)...la lástima es no haber podido acabar a la vez...no me pude aguantar...es algo bonito...

Mire a Madeleine tumbada ahora a mi lado y sonriendo le di un beso mientras acariciaba su cabello con cariño. -¿Te duele la espalda? Sonriendo me incorporé un poco. -Túmbate boca abajo, que voy a darte un pequeño masaje para relajarte la espalda... 

Acaricio con suavidad su piel y sonrío. -No te preocupes... Igualmente poder estar así contigo a sido hermoso...

Le ayudo a darse la vuelta y me siento sobre sus muslos... Lentamente extiendo mis manos sobre su espalda acariciándola. -¿Donde te duele? Suavemente voy haciendo círculos con mis dedos a lo largo de su columna...

(La chica se sañala como puede la zona baja de la espalda*)-Lo se, ha sido fantástico...pero es que no estoy acostumbrada a hacer estos esfuerzos...sabes...ahora que estamos así, podemos hablar...conmigo no utilizaron la flor, yo...estaba convencida de que los hombres hacían daño y la gran sacerdotisa no dudo en acogerme...(tus dedos la hacían moverse delicadamente, y parecía dar algún pequeño gemido de placer).

Me inclino y beso su nuca. -Ok, ahora relájate y deja tu bonita espalda en mis manos... Lentamente deslizo mis manos hacia sus lumbares y comienzo a trabajarlas poniendo presión en mis dedos para relajar sus músculos...

-¿Así que no usaron la flor contigo?... Yo me imagino que la usaron porque me puse violenta... Estaba en un lugar desconocido y unas extrañas hablaban cosas extrañas de ofrecer mi cuerpo a la diosa... Ciertamente... bueno... como te puedes imaginar pensé lo peor...

Sonrío divertida. -A pesar de ello cuando aparecieron ocho sacerdotisas comiendo los frutos y dándoles a cada una un miembro masculino me sorprendí bastante...Por desgracia para ellas... Me quedo callada por un momento y mis manos aprietan un poco mas de la cuenta, al darme cuenta enseguida recupero el ritmo del masaje. -Bueno... dejémoslo en que ya había vivido situaciones parecidas... Después de dejar exhaustas a las ocho me fui a recorrer la torre y acabe en la biblioteca... Estuve leyendo la historia de la orden y me di cuenta de que en realidad no era tan malo como parecía... que en este sitio no tendría que volver a pasar por lo que tuve que pasar de donde vengo...

Me quedo callada un momento y la miro. -¿Tu acabaste aquí por accidente o buscaste este lugar a propósito? 

-Si...los frutos, imagino que te extrañarán, pero no te preocupes no son nada de brujería, ni tienen nada malo, son frutos que nacen en algunas partes del mundo, y son muy valiosos...y tienen unos efectos muy sorprendentes...(se queda callada un momento)...se que la mano del hombre ha pasado por ti, pero no me importa no te preocupes...(tu pregunta le coincide con otro gemido)...fue casualidad, pero como las conocía de antes, al verlas...no lo dude.

-estoy preocupado por ese sonido...- alza la mirada como si sus ojos pudieran atravesar el techo, se pone alerta y busca un lugar para esconderse, pero sin dejar de hablar.  -¿les has advertido de que estoy aquí?... ¿es un mecanismo de defensa?... ¿donde estas?-

(Escuchas un sonido de agua fluyendo)-No, no he avisado a nadie...(de pronto la sala se ilumina, era una simple sala como las anteriores, pero vacía y delante de ti aparece una mujer de largas piernas, grandes senos, pelo castaño, ojos verdes, que parece humana, vestida con una túnica como la que llevas, pero a estrenar)...hola, ¿como estás?...

Sonrío mientras continuo con el masaje, esta vez me coloco a su lado y comienzo a trabajar desde su costado hacia su columna.

-Lo se no te preocupes... Creo que lo leí en la biblioteca o puede que me lo dijera la propia Bexi... Me quedo callada cuando menciona que hubiera estado con hombres. -... Gracias... Yo... ¿Tu nunca... a ti nunca te ha llegado a tocar un hombre?... ¿Te molesta si te pregunto que te pasó antes de llegar a la orden?... Suspiro y bajo la cabeza mientras continuo con el masaje un poco ausente. -Yo perdí a toda mi familia cuando era muy chica... según creo una banda de esclavistas ataco el pueblo... Mato a los hombres y esclavizo a las mujeres no quiero ni pensar para que... 

-Era hija única y prácticamente vivía solo con mi madre... mi padre era un borracho que casi todo lo que ganaba lo gastaba en la taberna... Lo único bueno es que por lo menos nunca golpeó a mi madre... Durante el ataque mi madre me grito que corriera al bosque cercano... Allí me escondí en un árbol hueco durante casi un día entero... Estaba aterrada... incluso me orine encima cuando escuche a los esclavistas cerca de mi árbol registrando que nadie se hubiera escapado... Por suerte no me encontraron...

Bajo la cabeza y me doy cuenta de que las lagrimas están corriendo por mis mejillas y cayendo sobre la espalda de Madeleine... Haciendo un esfuerzo continuo contando mi historia... Era algo que necesitaba sacar... Nunca se la había contado a nadie...

-Al final movida por el hambre salí de mi escondite y camine entre los arboles hacia mi pueblo... El olor me llego antes de que pudiera verlo y cuando salí la visión de esa montaña de cuerpos carbonizados... Aun tengo a veces pesadillas con ello... Niego levemente y me seco las lagrimas con las manos...

-De... después de eso me marche de allí tan rápido como pude... Cogí la comida que pude encontrar y me marche de allí con una muda limpia que encontré entre las ruinas de mi casa... Estuve en los caminos durante casi un mes... Había estado robando comida para sobrevivir y al final la guardia del noble que controlaba la zona me capturó... El castigo por robo era la horca, pero el noble se fijo en mi... y me dejo elegir... la horca o convertirme en su esclava sexual... En aquel entonces apenas tenia dieciséis años y no tenia ni idea a lo que se refería... solo entendía que no me ahorcarían si aceptaba... Junto mis manos y me encojo un poco sobre mi misma. -Hice lo que cualquier persona con miedo a morir haría... Acepté su trato... 

Yo... Yo Comienzo a sollozar recordando todas la vejaciones y humillaciones a las que fui sometida, todas la violaciones. -Fue horrible... no... no puedo describir todo lo que me hizo... todo lo que me hizo pasar...Pasé allí cuatro años de mi vida... Finalmente en un descuido por su parte conseguí escapar y una familia de comerciantes, a pesar de saber que estaba siendo perseguida me ayudo a escapar... Me escondiéron, me alimentaron y curaron mis heridas con el cariño de unos padres... Me llevarón hasta una ciudad portuaria, me dieron el dinero que tenian ahorrado y me dijeron que lo usara para escapar de este lugar... Que buscara un lugar feliz en el que vivir una vida tranquila... Fue gracias a ese barco por lo que acabé en el templo...

(Madeleine se levanto y te llevó a tumbarte en la cama, te rodeó con sus brazos)-No te preocupes, el pasado quedó atrás serás feliz con nosotras, tu no te preocupes, me ecnargaré de que sea así...(tras una pausa respiró y penso en su historia).

-Pues verás yo nací en una ciudad muy pequeña, y mi interés era estudiar, poder ser una persona cultivada, el problema es que no me dejaban los sacerdotes que allí vivían no me dejarón, el conocimiento corresponde a lso hombres, nos eligieron los dioses...así que leía y escribía como podía, para practicar, pero...siempre que lo hacía tenia que ser en la tierra con un palo, pero los sacerdotes me vieron y me pegarón, una y otra vez, me marcarón a golpes de arriba a abajo...pero no me violarón porque eran sacerdotes...(notaste que su respiración se cortaba).

-Así que cuando cumplí catorce años me corté el pelo, me vende los pechos y fingí ser un ayudante en el templo, allí aprendí muchas cosas, entre ellas leí un libro que decía ser una ficción, hablaban de las sacerdotisas azules, al principio pensaban que se equivocaban, pero lo pensé y vi que tenían razón, después los sacerdotes rojos tomarón el templo y a los "niños" nos hicierón ver como violaban a los sacerdotes del templo...quise vomitar...sus cuerpos me dieron tanto asco, así que cuando ví lo que sucedía tuve que huir, mis padres me dejaríon, no querían saber nada de mi...(pensaba en la rustacción de aquellos momentos y parecía enfadada).

-En mi viaje tuve la desgracia de encontrarme con los territorios de la duquesa de Yatos, la VI, ella era una persona que se divertia humillando a la gente por casi cualquier cosa, miré sus zapatos y hizo que me detuvieran por ello...el castigo...fue algo...aún siento el dolor de aquello...tras pagar mi castigo...llegué a una taberna...mientras dormía una sucubo y sus acompañantes me atarón y jugarón con mi cuerpo...estuve a su merced, lloré...y lloré, mientras me iba por la mañana humillada...y entonces ví que aquel templo de las sacerdotisas debía estar cerca y fuí a buscarlo...y gracias a la diosa...me acogieron y ahora tengo al amor de mi vida contra mi pecho...(sus labios comenzarón a besar tu cabeza, y tocar tu pelo)...todo ha merecido la pena.

Me tumbe en la cama abrazada por Madeleine y cerré los ojos sintiéndome protegida y amada... Agradecí ese abraza, esa muestra de cariño mas que nada en el mundo...

Cuando Madeleine empezó a contar su historia la escuchaba consternada... Creo que tenia la vaga esperanza de que por lo menos ella hubiera tenido una vida un poco mas feliz... Únicamente solo al final pude sonreír cuando dijo que todo había valido la pena con tal de estar conmigo... La mire con lagrimas en los ojos y me abracé a ella. -Tampoco me arrepiento de nada de lo que hice... ya que eso me ha permitido estar a tu lado...

Me quedé tumbada a su lado abrazada a ella mientras acariciaba su suave cabello con cariño. -Tenia la leve esperanza de que por lo menos tu hubieras podido tener una vida medianamente feliz... Me entristece mucho que no fuera así... Miro a Madeleine y acariciando su mejilla juntamos nuestros besos con cariño y la abrazo. -Voy a poner todo mi esfuerzo en que seamos felices... 

(Mientras la abrazabas notaste que soltó una pqueña risa)-Anna, no importa el comienzo, ni el durante, sólo el final...vamos a ser felices tranquila, además...no te preocupes, la diosa así lo quiere y Bexi estará contenta, ella es un poco extravagante, pero es muy ñoña cuando quiere...pense que no ibas a querer estar conmigo, por eso guardaba silencio...estabas muy mona con tantos nervios y diciendo aquellas cosas jajaja...(dijo con una pequeña risotada recordando el momento).

Sonrío un poco avergonzada y me río también junto a Madeleine. -Si te soy sincera me tenias bastante preocupada... No sabia si actuabas así de normal o si te ocurría algo conmigo... Suspiro con una sonrisa en la cara y la beso con cariño. -Fue en el comedor donde viendo que Bexi también te miraba extrañada que le conté lo que pasaba... Estaba bastante preocupada... no sabia que te ocurría... Y como nunca hablabas me preocupaba aun mas... Fue ella la que me dio el empujón al decirme que realmente lo que pasaba es que yo te gustaba... Me recosté boca arriba y reí al pensar en lo nerviosa que estaba en ese momento. -Jajajajajaja... Realmente estaba muy nerviosa... No sabía como acercarme a ti... Gire la cara mirando a Madeleine y puse cara de enfado con una sonrisa divertida. -Eres mala... Me lo pusiste realmente difícil... Nunca me había declarado a nadie y tu no decías ni mu... Al final tuve que hacerlo a lo bruto y soltártelo todo directamente... Sonriendo la beso y acaricio con cariño su cuerpo desnudo. -Realmente estoy muy agradecida a Bexi... Me ha dado un nuevo hogar y me ha ayudado a encontrar el amor de mi vida...

(Madeleine y Anna continuarón abrazadas un buen rato, tras esto Madeleine te miraba, al principio Anna estaba demasiado complacida en su pecho como para fijarse en ese detalle, pero entonces levanto la cabeza y se miraron, Madeleine volvía  a tener esa mirada y la silenciosidad, por un momento te alarmaste y entonces hablo)-Muuu...jajaja(rió divertida)...es una broma...no soy muy habladora, creo que eres la persona con la que más habré hablado sinceramente.

La mira, sus ojos recorren la forma de aquella mujer y la mala costumbre de detenerse en sus pechos, vuelve a repetirse; pero se esfuerza y la mira al rostro -¿eres S.O.D.A.L.G?...- pregunta sorprendido -... ehm... bueno me siento mejor ahora que puedo verte... y ver donde estamos...- responde a la pregunta mientras sale de su "escondite" que seguramente no era tan bueno.

-Si, soy yo...(se te quedo mirando con cara de tonta y de pronto repitio)...hola, ¿como estas?...sabes creo saber quien es la peliroja que decias, aquella que mencionabas...¿sabes?...(ves como sus manos recolocan su escote en las vestimentas y luego parece ajustarse con las manos algo en los "bajos").