Le faltó muy poco para gritar. Pero se contuvo. Durante unos segundos, mantuvo los músculos tensos, preparado para volver a ver a ese dragón, para volver a enfrentarse con él. Pero entonces descubrió la casa de Garnaris, y poco a poco se fue tranquilizando
Pero el miedo no desapareció
Durante unos minutos, se limitó a mirar al techo, intentando no moverse. Parecía que aquel extraño gato no se había despertado, y Lugh tampoco quería ser el motivo de que su sueño, al parecer plácido y tranquilo, fuera truncado de manera brusca. Siempre se había llevado bien con los animales, y más aún con los gatos. Sentía una extraña empatía hacia estos felinos, tan independientes, juguetones y libres como el propio viento. De todos los animales, era una de las razas que más le gustaba
Su mente viajaba por lugares lejanos, más oscuros incluso de lo que la propia habitación en la que se encontraba podría parecer. Su ceño, fruncido, dejaba entrever claramente sus pensamientos: El guerrero del dragón poblaba cada centímetro de estos, sin excepción. Los interrogantes, muchos, las respuestas, insuficientes ¿Que poderes había utilizado? ¿Era un maestro del fuego? ¿Porque había realizado tales acciones en medio de un bosque? ¿Cuán poderoso era?
Había sido un imprudente, de eso no cabía duda. Aquel que usara tales ardides en el hogar de la madre naturaleza, era una persona que no guardaba ningún respeto por esta o sus hijos. Y eso era suficiente razón como para convertirla en un enemigo de Lugh. Pero no era solo eso: También ansiaba volver a medir sus fuerzas. Hacía años que no se enfrentaba con alguien de tal poder, y la idea de cruzar sus puños de nuevo le resultaba excitante y atrayente. Le daría una lección, de eso no cabía duda
Sacudió la cabeza, algo aturdido. No, ese no era el camino. Su maestro se había preocupado por enseñárselo tantas veces, que prácticamente ya era una máxima en el chico, una respuesta automática siempre dispuesta a surgir de la nada para recordarle el camino. Sus habilidades servían para la defensa, para hacer lo que el consideraba correcto. Debía proteger la naturaleza, debía encontrar el Laicos, debía ayudar a los necesitados. Pero no debía usar sus habilidades para combatir si no era estrictamente necesario. Y desear luchar contra aquel hombre era algo que, desde luego, debía evitar
Equilibrio. En eso se basaba todo, al fin y al cabo, ¿No? Solo una mente pura en un cuerpo puro, tranquila, razonable, y, por encima de todo, fuerte, podría suponer el verdadero camino. Así le habían enseñado, y en eso creía. Pero la naturaleza de Lugh se interponía de forma clara y directa con esta filosofía: El chico, impulsivo, juguetón, y, por desgracia, aficionado a la lucha, sentía como sus instintos más básicos le instaban a medir su fuerza, a combatir, a dejar su mente volar por una vez. Le susurraba palabras al oído, palabras de desprecio, palabras de verdad. Le recordaba el rechazo de los otros hacia su persona, le recordaba que nunca tendría un hogar, que nunca pertenecería a ese mundo. Era como Garnaris: Rechazado, solitario... Sin nadie. Su maestro había sido su único amigo. Los otros se habían difuminado entre las brumas de su memoria, y de ellos no quedaban más que lejanos recuerdos y sensaciones
¿Por qué, entonces, debía ceñirse a unas reglas tan altruistas, tan firmes? Pero entonces surgía otra voz, más fuerte, más sensata y sabia. La voz de su maestro. Le recordaba por lo que luchaba, por lo que le había criado. Le recordaba su razón de ser. Y Lugh retomaba el camino. El único que le alejaba de la destrucción
Había pasado ya media hora mirando a un punto en la nada, sumido en el hilo de su mente, cuando se sorprendió a sí mismo acercando la mano para acariciar al gato. Al principio, pensó en dejarle dormir un poco más. Pero luego se encogió de hombros, y posó la mano sobre la parte trasera de sus orejas, acariciándole suavemente. Igualmente, ya era tarde, y si había que despertar al felino, mejor era hacerlo de forma cariñosa que levantándose rápida y repentinamente
¿Cuantos puntos de cansancio recupero?
Te voy a pedir un favor... ¿Tienes a mano la historia de mi pj? Es que no la encuentro por ningún sitio... ¿Podrías pasármela de vuelta?
El gato te mira con desprecio por unos segundos, pero luego se olvida y se tira sobre el tibio hueco que habia dejado tu cuerpo sobre la cama y vuelve a dormirse.
Por la ventana puedes ver como el claro del pantano esta teñido de naranja por el atardecer, y por alguna razon no se escucha ningun bicho al alrededor, como si el lugar careciera de grillos y cigarras… casi imposible tratándose en un pantano.
La vela de la calavera termina de consumirse y la choza queda casi a oscuras
Revisas a tu alrededor si hay alguna pista de donde estaba Garnaris, si dejo una nota o alguna pista… pero no hay nada extraño
Te recuperas 4 puntos de cansancio, no se cuantos te gastastes
La historia te la deje en el Off-topic
Al recibir la mirada molesta del gato, Lugh sonrió divertido, mientras se acercaba a su mochila para coger la navaja
Eh, no te quejes, gruñón O gruñona, no acababa de discernir el sexo del animal Necesito estirar las patas
Mientras se frotaba la nuca, algo aturdido aún, comenzó a andar hacia la puerta, estirándose por el camino. Al llegar a esta, la abrió, y, antes de salir, dirigió una nueva sonrisa burlona al gato, que ya parecía haberse vuelto a dormir
Si vuelve Garnaris, dile que estoy dando una vuelta. Vuelvo en un rato
Cerró la puerta tras de sí, y se quedó unos segundos pensando en lo ocurrido, mientras se ponía la bufanda del viajero alrededor del cuello. Si era verdad que muchas veces el chico gustaba de tratar a los animales como si de personas se trataran, pero la verdad es que la mirada de este había resultado bastante expresiva... Casi humana. Sacudiendo esos pensamientos, decidió alejarse un poco de la casa: Que no se oyera a ningún ser vivo por las inmediaciones no acababa de gustarle del todo
Se deslizaba por el pantano como un felino, como un animal más, buscando algo. La luz anaranjada le bañaba el rostro, dando a su piel un tono cobrizo brillante. En realidad, aquel lugar tan siniestro y poco acogedor al principio, adquiría tintes mágicos y bellos cuando el sol se ocultaba en el horizonte
Su estómago murmuró algo por lo bajo, y Lugh se rascó la coronilla. No es que necesitara comer, al fin y al cabo, sus capacidades le permitían pasar perfectamente sin alimento durante varios días. El día anterior había comido, así que podía aguantar otra semana sin probar bocado, sin que esto supusiera ningún problema. Tampoco quería cazar: No quitaría una vida si no era necesario. Tenía hambre, sí, pero un par de bayas o frutas serían suficientes para calmarse un poco "el gusanillo". Además de que podría compartirlas con Garnaris, y seguro que la mujer se llevaría una grata sorpresa
Se dedicó a buscar algo comestible durante un rato, y cuando el sol ya casi había desaparecido, y la oscuridad empezaba a dominar el lugar, decidió volver. El veía perfectamente en la oscuridad, pero seguro que Garnaris ya comenzaba a preguntarse en donde estaría Lugh
Estaba a 2, así que me quedo a 6
Cuando te alejastes del pantano el ruido de los animales volvio a derepente, como si la misma casa de Garnaris fuera un gran repelente de insectos en ese lugar. Buscando alimentos, encontrastes algunas bellotas y castañas, no eran gran cantidad como para llenar un estomago hambriento, pero sabes que son una exelente fuente de proteinas y minerales esenciales para el cuerpo, aparte de ser un buen aperitivo. A pesar de esto, en tu paseo no encontraste nada que llame la atención, solo el hermoso atardecer cayendo sobre el gran bosque
Volviendo nuevamente al pantano, hueles el inconfundible olor a carne cocinada proviniendo desde la choza. Hechando un vistazo antes de entrar ves a la misteriosa mujer cocinando en una caldera con el cuerpo de algun animal masacrado a un costado. Por su cara parece estar mucho mas contenta que hace un rato, inclusive escuchas como tararea una cancion mientras mueve su cabeza muy alegre
Lugh volvió a la casa de Garnaris de buen humor. Era cierto que no había encontrado gran cosa, pero al menos podría picar algo. Cuando vio lo que hacía la mujer, el buen humor se esfumó, y se sintió algo ridículo. Pero rápidamente la sensación fue sustituida por una de repentina felicidad, debida en parte al buen olor que salía por la puerta
Entró sonriendo, dejando las castañas y bellotas sobre la mesa
Hola de nuevo. Vaya, que contenta te veo ¿Buenas noticias?
Se apoyó contra la pared, observando el animal que Garnaris estaba cocinando. Aunque pronto su vista se desvió de este punto, y comenzó a buscar al gato de antes, de una manera más instintiva que verdaderamente consciente
Ooooh si, claro que las hubo
Respondo alegre mientras dejo la carne al fuego y le presto total atención a Lugh. Son continua sonria en mi rostro no era comun en mi, a menos claro que este actuada pero no es este caso.
Encontre a una chica cuando tu estabas durmiendo, una chica “especial” para asi decirlo, tenia un poco mas que tu edad. Jeje, en a penas un dia pude hablar con varias personas, me gustaria que esto pase mas seguido
Siento como si yo ayudo a guiar esta gente para que logren lo que ellos quieren; de meterme en su historia y darles un mejor final, de hacer al mundo un lugar mas interesante… esas personas tienen esa capacidad, yo no la tengo… pero puedo ayudarles – Le hablo al joven mientras separo mi mirada de el con una sonrisa picarona, sabiendo que el es una de estas personas
Vuelvo a concentrarme en la carne y de cortarla apropiadamente pero no sin antes agarrar una de las castañas y mandarla directo a mi boca
…Eshpero que no tenghas problemash con comer liebre... –trago- dime ¿ya te sientes mejor?
Mientras Garnaris seguia a su bola, Lughaidh habia localizado a su victima. El gato gris seguia durmiendo en la misma posición que le vio ponerse antes de irse de la choza, acurrucado entre las desprolijas sabanas y entre multitud de cosas tipicas de brujas, como ser distintas raizes, frascos con extrañas sustancias y libros, entre otras cosas
Parecía que Garnaris seguía empeñada en eso de que Lugh era especial. El chico no dijo nada al respecto, ya que veía a la mujer bastante segura de sus palabras. Poco le importaban a él los vaticinios de aquella excéntrica mente, y tampoco le iba a quitar el sueño saber que era especial o no. Él era, simplemente, Lugh. No necesitaba saber nada más. Así que se limitó a ignorar el primer comentario, y asintió enérgicamente, mientras esbozaba una sonrisa
Sí, por supuesto. Listo para volver a la acción
Se acercó unos pasos a Garnaris, y comenzó a ayudarla en lo que podía. No es que fuera un gran cocinero. De hecho, el fuego que preparaba los alimentos le causaba tanta repulsión como cualquier otro tipo de llama, pero sí que podía hacer otras labores. Entre ellas, preparar la carne, despellejar al animal, o quitar los trozos inservibles o no comestibles del roedor. Había cazado mucho a lo largo de su vida como para saber qué hacer con un animal una vez muerto, de forma que su sacrificio no hubiera sido en vano, y su energía pudiera ser trasmitida a aquellos que habían supuesto su sentencia final
Oh, claro que no me importa comer liebre. De hecho, es uno de mis platos preferidos Se relamió, en el mismo momento en el que el olor de la carne comenzando a hacerse llegaba a su nariz Te traigo unos pocos frutos secos, aunque tampoco es mucho Sonrió Parece que este pantano no es una gran fuente de alimentos, por lo que veo. Aunque supongo que tú si sabes donde buscar
Alzó una ceja, divertido
Bueno, cuéntame algo más sobre esa chica ¿Cómo es? ¿Y donde está, si puede saberse?
Mientras hablaba y ayudaba a Garnaris, no dejaba de mirar de reojo al gato, de forma disimulada...
Bueno… no suelo hablar acerca de otras personas que me piden ayuda por motivos personales. Aunque creo que podria hablarte un poco de ella
Con mi tipica sonrisa ppienso en como va a terminar todo esto, aunque intento darle mas atención a la cocina que a la propia charla
Veras, resulta que la chica tenia un dilema el que no sabia como afrontar. De alguna manera u otra consiguió sabes mi nombre y en donde vivo, y decidio venir a preguntarme unas cosas…
¿Cómo es? Bueno, no hay mucho que decir, era un jovencita muy atractiva, cabello rojo, figura delgada, podria ser modelo sin problemas si no fuera por que tenia una cara muy triste. Hasta donde puedo adivinar supongo que se debe estar dirigiendo a Du’Lucart, pero no lo se, no me dijo en ningun momento que es lo que planeaba hacer
Sacando ya gran parte de la carne del fuego la huelo exquisitamente y la sirvo en un plato sobre la mesa, lista para comer. Agarro un gran cuchillo que estaba sobre la mesa y hago un pequeño corte sobre la tierna carne
Me llamo mucho la atención su nombre, digamos que era algo vistoso… Laicos
Me lanzo el pequeño trozo de carne a la boca y hago un gesto digno de placer al sentir el sabor
Lugh ayudó a cortar la carne, y luego echó una mano a Garnaris, sirviendo la mesa. Acercó los pocos frutos secos que había logrado conseguir a esta, y los esparció por el medio, por si se daba el caso de que su nueva amiga (a Lugh no le costaba mucho llegar a considerar a una persona como tal) deseaba picar algo. Y entonces, mientras se sentaba, mirando de nuevo al gato, oyó algo que le sacó de su ensimismamiento
¿Qué has dicho?
Abrió la boca, sorprendido, y tensó los músculos de forma casi involuntaria. Si el nombre que acababa de oír era cierto, quizás su abuelo no se encontraba tan lejos de él como había pensado. Quizás podría resolver de una vez los asuntos pendientes de Elisedd, y volver a encontrarse con su mentor. En realidad, no había considerado siquiera la opción de que Garnaris llegara a ayudarle lo más mínimo con su información, pero en ese momento sus expectativas volvían a crecer como la espuma de una jarra de cerveza, dándole esperanzas y energías, y todo gracias a un solo nombre, a una sola frase
Aún así, había algo que no acababa de encajar. El laicos era un objeto... ¿O no? Nunca se lo había replanteado, pero ahora que lo miraba desde un nuevo ángulo, la perspectiva adquiría sentido, adquiría una razón. De repente, la posibilidad de que esa chica de la que hablaba Garnaris fuera lo que había estado buscando se hacía más palpable, más real. El chico sonrió
Lugh mordía con ganas la pata de conejo que Elisedd había cocinado, mientras disfrutaba del sabor de la carne en su lengua. Su mentor le dirigió una breve mirada, y sonrió, antes de volver a centrarse en su propia comida
Come más despacio, pequeño. Te vas a atragantar
Lugh asintió, y, algo más calmado, siguió mordisqueando el conejo, mientras observaba a su maestro. Pasaron unos segundos en silencio, y, entonces, Elisedd volvió a hablar, algo más serio que antes
Dime, Lugh... ¿Te ha gustado cazar el conejo?
Lugh le devolvió la mirada, sin comprender
Sí
En realidad, la experiencia le había resultado, cuanto menos, interesante. Era la primera vez que cazaba algo por su cuenta, sin recurrir a trampas previamente colocadas. Había sido él, y sólo él, quién había acorralado al animal, y le había arrebatado la vida con sus propias manos. Había sido una experiencia satisfactoria, excitante
Pero Elisedd seguía serio. Y Lugh le conocía lo suficientemente bien como para saber que la pregunta tenía trampa
Es normal que te hayas sentido bien. Al fin y al cabo, está en nuestra naturaleza: Somos depredadores. Nuestros más básicos instintos nos impulsan a comportarnos como nuestros ancestros hacían, y la emoción de la caza es algo innato en nosotros
Volvió a morder su pata de conejo, y luego colocó el resto entre sus manos, mientras cerraba los ojos, concentrándose. No era la primera vez que Lugh veía a su maestro realizar esa técnica, pero, como tantas otras veces, no pudo apartar los ojos de este mientras ocurría. Una manera de conservar alimentos durante un tiempo era desecándolos mediante el calor, una costumbre poco extendida entre los distintos pueblos que habían visitado. El abuelo podía calentar las cosas con su propia fuerza interior, con su Triskelu, el mismo que residía en todos los seres vivos, incluido Lugh. Él aún no había aprendido esa habilidad, pero esperaba que Elisedd se la enseñara en el futuro. Siempre le había parecido impresionante el que una persona pudiera calentar cualquier cosa mediante su propia energía, sin recurrir a factores externos
Una vez hubo guardado el trozo de carne en su mochila, se volvió a encarar a Lugh, y el joven supo que la conversación no había acabado, ni mucho menos
Perder esos instintos sería condenar tu propia esencia. Formamos parte del equilibrio, y que cacemos animales solo contribuye a que la naturaleza siga su curso. No lo olvides
Claro que no, maestro Respondió Lugh, sin saber muy bien a donde quería llegar Elisedd con tanta palabrería. Este se limitó a sonreír
Pero has de comprender que este conejo tenía una vida, un alma. Piénsalo. Al acabar con él, has acabado con toda su existencia. Su familia, su descendencia, lo que podría haber llegado a hacer... Ha desaparecido para siempre
A pesar de que estaban hablando de un simple conejo, la fuerza de la revelación hizo que Lugh mirara fijamente su alimento, y se sintiera, de forma súbita e inesperada, culpable
Abuelo, yo... Empezó, intentando excusarse a sí mismo Era... Era solo un animal
¿Solo un animal? Por primera vez en esa conversación, Elisedd sonrió ¿Y eso importa? Ese animal tenía alma, tenía vida. Al igual que tú
Lugh bajó la mirada, algo confuso
Escucha, pequeño komaneko Así es como le llamaba su abuelo a veces, aunque Lugh desconocía el significado de esa palabra Todo en esta vida tiene alma. Las piedras, las plantas, los ríos... Todo. Pero, de entre todas esas cosas, la vida siempre prevalece. La vida es lo más importante. Ningún objeto, ninguna montaña, ningún ser inerte será nunca tan importante como un alma viva, sea un conejo, un humano, o un espíritu de la naturaleza. Todo gira alrededor de la vida en Gaïa. No podemos negar lo que somos, y debemos respetar el ciclo natural. Pero cada vez que caces para alimentarte, cada vez que quites una vida por cualquier razón, acuérdate de lo que supone tu acción para el mundo. Y respétalo. Pues algún día, tú y yo pasaremos a formar parte de ese ciclo
Lugh asintió, pensativo, y luego se inclinó sobre lo que quedaba del conejo, mientras cerraba los ojos, reflexionando sobre las palabras de su maestro. Este se limitó a añadir
Repite conmigo, Lugh: Hermano, amigo mío, agradezco tu sacrificio, y rezo para que tu alma encuentre el descanso eterno. Rezo para que volvamos a encontrarnos en el flujo de las almas, y seamos uno de nuevo, como al principio de los tiempos
Lugh repitió, obediente. Elisedd asintió lentamente, y luego hizo un gesto al chico para que se levantara
Vámonos. Está atardeciendo. Y recuerda, cada vez que quites una vida, repite estas palabras. Ellas te ayudarán a no olvidar porque existimos. Todo es uno
Todos somos uno Repitió Lugh, casi por acto reflejo
Seguía sin poder decir nada. Simplemente, se había quedado sin palabras ¿Por qué no, al fin y al cabo? ¿Por qué no podía ser el Laicos una persona viva, una chica? Tendría sentido... Según lo que había oído, un artefacto tan poderoso como ese... Sí, tenía mucho sentido que no fuera un ser inerte ¿Un alma, quizás? Pero... ¿Que clase de alma?
¿Estás preparado para encontrar lo que buscas, Lugh?
Frunció el ceño. No había tiempo que perder. Una cosa estaba clara: Debía encontrar a esa chica. Una vez lo hiciera, ya se aclararía las ideas. Lo primero era lo primero
Se levantó de la mesa de forma brusca y rápida, y miró fíjamente a Garnaris
¿Laicos, has dicho? ¿Por donde se fue?
Parecía que, de repente, la temperatura ambiental había descendido varios grados. El gato, la casa, e incluso la mujer, dejaron de existir. Solo quedaron las palabras. La respuesta de Garnaris, que le indicaría donde ir para poder encontrar a esa chica... Para volverse a encontrar con su abuelo
Mi mirada se clava directo en los ojos sobresaltados del joven. Suponia que actuaria de una manera similar… pero de todas formas esta raro
No lo se – Respondo con un pequeño toque chistoso y una timida sonrisa- Ya te lo dije, no me dijo a donde tenia pensado ir, solo puedo decirte que podria dirijirse a Du’Lucart, PODRIA
Corto un pedazo de carne y empiezo a masticarlo, aunque esta vez ya no sabe tan bien como antes ya que me sentia invadida por la reaccion de Lugh
Si piensas ir tras ella no voy a detenerte. Se lo importante que es una pista para ti en este momento, y es muy probable que ella pueda darte algo de la información que estas buscando suspiro Si lo haces solo tengo una cosa que decirte, y es repetirte lo mismo que la otra vez. Piensa mas de dos veces antes de hacer o decir algo. Antes fue antes de internarte en una batalla, pero una conversación puede ser aun mas complicada que una guerra. Si dices una sola palabra que no debias, chau, todo al traste; despues de todo ella te daria la información si ella quiere… si es que la tiene
Apoyo mis codos sobre la mesa y me cabeza sobre mi man pensando que no habria nada mas que decir, estaba casi segura de que Lugh saldria corriendo tras la pobre muchacha y la atormentaria con preguntas tras preguntas… pero ese ya no era mi asunto.
Mi mirada aburrida deja de fijarse sobre sus ojos y ahora divagan en su rostro mientras deduzco cual seria la reaccion ahora que sabe todo esto, aunque ya puedo darme una idea
Lugh intentó calmarse, ordenar sus pensamientos
Igualmente, es una coincidencia muy fortuita. No puedo dejarla pasar así como así. Te agradezco tu ayuda, Garnaris. Me han gustado bastante las horas que hemos pasado juntos
Sonrió, algo más tranquilo
Espero que nos volvamos a ver. Quién sabe, si pierdo la pista, quizás vuelvo por aquí a saludarte. Y ya sabes, si alguna vez necesitas alguien que te eche una mano, búscame. Estaré encantado de volver a ayudarte
Al fin y al cabo, no eres tan diferente a mí. Y eso no se encuentra en todos los sitios
Cogió su mochila, y se dirigió a la puerta. Al pasar al lado del gato, esbozó una sonrisa juguetona, y se despidió del felino
Hasta luego, gruñón
Una vez llegó al umbral, se quedó allí parado, recordando un detalle, cuanto menos, importante
Eeeeeem... La verdad es que estoy algo perdido ¿Por donde queda Du' Lucart?
Rió ante su propia ignorancia
Como lo pense…
Con una media sonrisa levanto la mirada hasta la puerta y luego miro el techo pensando
Esta al sureste si mal no recuerdo, no sabria decirte bien en que parte ya que nunca antes fui a esa ciudad
Pero ¿Estas seguro de irte sin comer? Esta quiza sea la unica comida decente que comas por un tiempo… y esa muchacha no va a desaparecer
Hago un gesto para que se siente nuevamente y que coma algo antes de volver a viajar. Esta claro que ir a perseguir una persona con el estomago vacio podria ser una mala idea, o inclusive peligroso. Aunque no creo que se vuelva a sentar a comer… no del todo
Iba a replicar, pero entonces su estómago gruñó alto y fuerte, como si se rebelara contra la idea de su dueño. Lugh se ruborizó un poco
EEEEeeeeem... Bueno, yo... La verdad es que un par de bocados no me vendrían mal
Sonrió, y se acercó a sentarse con Garnaris
Gracias, Garnaris. Eres muy amable Se acordó de lo ocurrido por la tarde Y más teniendo en cuenta que no logré hacer que vinieran conmigo...
Entonces, se le ocurrió una idea
Oye... ¿Has reconsiderado la idea de venir conmigo? Así saldrías un poco de viaje, que nunca viene mal, y podrías ver Du' Lucart. Sé cazar, y tengo varias raciones de comida, así que el alimento no es un problema. También se construir refugios improvisados para taparnos del frío, e incluso estoy dispuesto a cargar con tu equipaje ¿Que dices?
Se inclinó un poco sobre la mesa, mientras esperaba la respuesta, repentinamente ilusionado
Sonrio por lo bajo cuando Lugh me ofrece ir con el hacia Du’Lucard. No seria la primera vez que me ofrecen para acompañar a alguien con quien habia hablado antes, pero siempre me toma por sorpresa
lamento decepcionarte, pero no tengo interes de abandonar este lugar
Siempre que pienso al respecto me hace sentir triste. Saber que escogí vivir mi vida entera encerrada en un bosque apartada del mundo entero donde mi unica dedicacion es cuidar a las plantas y animales del bosque es bastante triste. Varias veces me habia planeado salir y vivir otro tipo de vida, pero por alguna razon me da algo de miedo salir del bosque, no sabria como explicarlo…
Supongo que vivire aquí hasta que me vuelva una vieja bruja o hasta que me encuentren los agente de cristo y me borren del mapa.Este es el estilo de vida elegi
Aparte. Si alguien que me conociera viene a visitarme y no me encuentra se va a armar una buena –intento sacarle importancia al tema sonriendo tontamente y dando mi pobre escusa
Me alegra que me invites, lo aprecio mucho
Lugh, algo decepcionado, se encoge de hombros
Oh, bueno... La verdad es que me habría gustado algo de compañía, para variar Miró hacia la ventana Desde que el abuelo me dejó, no había encontrado a nadie tan solo como yo... Hasta hoy
Comenzó a comer, mientras reflexionaba sobre los hechos ocurridos ese último día. Tenía una pista del Laicos, y podía seguir su rastro sin problemas. Preguntaría a la gente, y...
Y estos le expulsarían a base de piedras. Como siempre
Pero al menos habría tenido a alguien con quién hablar. Casi le daba pena tener que dejar a Garnaris. Terminó de comer, y se echó hacia atrás en la silla
Bueno, gracias por la comida. Ya he dormido un rato antes, así que será mejor que me vaya en breve; No quiero perder el rastro a esa tal Laicos
Se levantó, y sonrió a Garnaris
Esto no es un adiós, ¿de acuerdo? Es un hasta luego...
Si todo el mundo fuera igual a nosotros seria totalmente aburrido Lugh – contesto para luego ponerme a comer tranquilamente. Ya no me acuerdo cuando fue la ultima vez que cene junto a otro humano, mucho mejor que comer sola
Una que mi estomago esta lleno me tiro hacia atrás y descanso sobre el respaldo de mi silla y me quedo mirando como Lugh termina de comer y ya se decide por ponerse en marcha
Sera un hasta luego entonces. Espero que cuando nos volvamos a ver todavía este joven y bella como ahora jeje.
Te deseo suerte en tu busqueda. Persigue tus sueños con pasion y veras como todas las puertas se te empezaran a abrir
¡OOooohh! Casi lo olvido… trata con cuidado a esa chica. Parecia tener buenos problemas y no era precisamente amable. Al menos en su exterior
Sonrio ampliamente y me despido nuevamente con la cabeza del joven
Bueno, hagame una tirada de Rastrear o de Supervivencia para ver que tan bien puedes encontrar a Laicos.
A menos claro que tengas un plan B
Gracias por los consejos. No los olvidaré
La guiñó un ojo, y luego salió de la casa. Poco más quedaba por decir allí. Esperaba volver a ver a Garnaris algún día, pero ahora, sus caminos se separaban ¿Que le aguardaría a la misteriosa mujer en los años venideros? Lugh esperaba, de forma sincera, que la suerte la sonriera
Caminó durante unas horas, intentando rastrear cualquier indicio de presencia humana, cualquier pista que le pudiera llevar a encontrar a la tal Laicos. Su capacidad para ver en la oscuridad sin dificultad le permitía moverse por el bosque como si fuera de día, y su innata capacidad para moverse con agilidad y rapidez por entre el follaje le resultó bastante útil. Con un poco de suerte, y si hacía algún que otro esfuerzo (al fin y al cabo, no necesitaba dormir más que una hora cada día para recuperar sus energías), lograría alcanzar a la tal Laicos en unas horas. Al fin y al cabo... ¿Cuanto debía de haber pasado desde que se fue? No podría haber ido muy lejos a velocidad normal... ¿Treinta kilómetros, a lo sumo? ¿Cuarenta?
Suponía demasiado. Además de que, por desgracia, aún no había encontrado el rastro. Decidió centrarse, y dejar de hacer suposiciones
Tirada: 1d100(+20)
Motivo: Rastrear
Resultado: 55(+20)=75
Tirada: 1d100(+25)
Motivo: Atletismo (por si acaso)
Resultado: 22(+25)=47
El único plan B que tengo es, en caso de que no encuentre el rastro, dirigirme a Du' Lucart (si veo algún núcleo urbano me pararé a preguntar donde queda más o menos). Si puedo seguir el rastro... Pues, obviamente, lo sigo XD
Si no encuentro el rastro, voy a velocidad de marcha, en la que, en circunstancias normales, perdería un punto de cansancio cada dos horas (me baso en el core, así que si en el antiguo es diferente o tienes alguna regla casera porque no te convezca, no me hagas caso XD), que con el "uso de la energía necesaria", me quita un punto de cansancio cada 20 horas. Vamos, que voy a ritmo ligero, dándome prisa
Si encuentro el rastro, o ya hace un rato que lo he perdido, pasaré a correr. De nuevo, me baso en el Core, pero, por si acaso es parecido (ya ni me acuerdo de como iba en el otro), te resumo un poco las cuentas para facilitarte el asunto:
-Tengo tipo de movimiento 10. Corriendo a tipo de movimiento 8, puedo moverme a 28 metros por cada 3 segundos (asalto), una velocidad aproximada de 33 km / hora
-Se supone que puedo correr hasta 5 minutos hasta perder un punto de cansancio, en mi caso, gracias al ki, hasta 50 minutos (1 hora, para simplificar cuentas, y quitando parones por escollos en el camino o etcéteras)
-También me baso en lo de que puedes recuperar un punto de cansancio cada media hora de reposo completo (según el core, repito)
Ahora, si todo esto es correcto (si supones que gasto más o recupero menos), la estrategia será la siguiente (si no dímelo y la varío)
-No encuentro el rastro pero aún tengo alguna posibilidad de encontrarlo ---> Velocidad de marcha hacia el sureste
-Encuentro el rastro ---> Corriendo a TM 8 (2 menos que el mío) durante 2 horas, descansando luego una hora para recuperar el cansancio perdido, y así, siempre siguiendo el rastro
-No hay esperanza de encontrar el rastro ----> Igual que si hubiera encontrado el rastro, pero con dirección sureste
-Si encuentro poblaciones y demás, preguntaré primero por Laicos, describiéndola físicamente y preguntando por su paradero, si no saben nada, por Du'Lucart
Por lo demás, supongo que en caso de tener buenas tiradas la pillaré pronto, a menos que ella vaya corriendo. Te digo todo esto por si quieres hacer un fundido en negro, si quieres rolear el viaje paso por paso por mí perfecto. Quitando que, en caso de que utilices alguna variación importante en las reglas, quizás cambio un poco la estrategia (aunque será parecida) ;)
Pd: Si no eres tan enfermizo de las reglas como yo, simplemente ignora toda la parrafada y supón que voy corriendo muy, muy rápido XD
Buscas a tu alrededor en tu marcha buscando rastro alguno de Laicos, alguna huella, olor, campamento o lo que sea, pero no encuentras nada. Cuando parecia que tu unica opcion era seguir corriendo hacia delante rogando por que ella este por el mismo camino algo llama tu atención.
Ves una manta de invierno tirada arriba de unos arbustos con afiladas puas. Cuando te acercas a ver de que se trata ves que mas adelante hay otra cosa tirada, y delante de esa cosa hay otra, y asi varias veces, creandose un camino de cosas tiradas
Manta de invierno, diversas prendas de vestir (de mujer), monedas e inclusive una sarten se encuentra tirada en medio del bosque
¿Esta podria ser la prueba que estas buscando?
La manta de invierno no le pareció un descubrimiento demasiado extraño. Podría habérsele caído a alguien, o podría haber sido abandonada. Lo de la sartén y la ropa ya le había parecido algo más extraño. No es que Lugh fuera muy astuto, pero, por norma general, sabía llegar a un par de conclusiones simples. Y era fácil adivinar que, a menos que tuviera ropa de recambio, la persona que había llevado esos útiles, ahora estaba desnuda
Sin preocuparse por saber si era el rastro que buscaba o no, decidió seguirlo. Al fin y al cabo, era de noche, y si avanzaba con cuidado, no sería descubierto. No era ningún fisgón, y, en caso de encontrar a una chica desnuda, probablemente se haría a un lado. Pero no sin antes comprobar si era aquella a quién buscaba, aquella por la que su abuelo le había abandonado... La fuente de todos sus problemas
En ese caso, quizás no sería tan caballeroso
Sigue el rastro de cosas sin saber con que es lo que es lo que te vas a encontrar. Solo con ver el camino el cual te estas por adentrar te das cuenta enseguida que no es un lugar facil de cruzar por la densa y agresiva vegetación. Si una persona estaria caminando por este lugar es que sin duda algo tiene planeado… o quizas este escapando de alguien. Luego caminar un poco el rastro saltando unas raíces y evitando los arbustos repletos de pinchos, das con el causando de este desorden.
Encuentras a una mujer joven caminando sola por el bosque. Lo que alcanzas a ver de ella es su largo y recogido cabello de color azul rojizo que cae sobre su gabardina de color beich. Viste unas botas bastante grandes para su persona, a su espalda tiene una enorme mochila la cual se puede notar desde atrás que tiene un enorme corte en la parte de abajo.
La chica parece estar de muy mal humor, balbucea cosas indescifrables mientras camina pesadamente y con clara apariencia que dice “Odio los espacios silvestres”. Entre todo esto se le atora su gabardina con una de las espinas de los arbustos y sin mirar atrás un segundo y al sentirse atorada nuevamente hace fuerza para liberarse, y aunque le cueste un poco lo logra, pero gracias al movimiento brusco un gran cuchillo cae por el agujero de la mochila y se clava en el suelo. La inocente chica parece no darse cuenta de eso e intenta seguir su caminando