Partida Rol por web

Estaba algo distraído, mirando a los fantasmas, preguntándome el por qué la mayoría no parecían tristes, cuando note una mano en el hombro. Me giré confuso, preguntándome quién se molestaría en hablar con alguien de primero, cuando ví que era la chica de Ollivanders, por lo visto habíamos terminado en la misma casa, al igual que el otro chico que la acompañaba.

-Ahhh es verdad. Al final hemos acabado todos juntos. Que bien conocer a alguien.-Dije sonriendo amablemente. La chica parecía simpática con ese color de mejillas tan bonito y el chico seguro que también sería majo.- Me llamo Johan, la verdad es que no recuerdo si me presenté en el callejón Diagon. Mucho gusto.

Recordé que mi padre siempre me decía que fuera amble con las chicas, que les abriera las puertas y me mostrase cariñoso con ellas, por lo que le di dos besos en la mejilla, como había visto hacer a mama cuando veía a alguna amiga. 

-Espero que nos llevemos muy bien.- Terminé diciendo ante las amables palabras de la joven.

Cuando Jorah se acercó a besar las mejillas de mejillas de Alma, la chica se puso sería, incluso hasta pareció reaccionar con miedo, y dio un paso hacia atrás lo más rápido que pudo, realmente no quería que la tocara, no quería... Alma lo quedó mirando aun con esa expresión, pero luego bajó la vista e intentó sonreír, debía hacer que esa reacción tan evidente no lo fuese tanto.

- eh eh... primero salgamos y luego me das besos - se ríe, y mueve sus hombros hacia arriba , sus labios se fruncen en un gesto divertido -  ejejeje broma broma, pero sí, también espero lo mismo, mi nombre es Alma y él es Reed, y como viste mi hermana es la prefecta por si tienes algún problema - le guiña un ojo.

A medida que la lista se iba agotando y las mesas llenando Luke se sintió algo sorprendido de ver tantos en la mesa de Hufflepuff. Pero eso estaba bien, más gente con la que compartir. La única nota discordante era no poder estar junto a su amiga Alma, cuyo saludo devolvió mientras iba a sentarse. Pero era de esperarse, lo de ella con Ravenclaw iba en la sangre, mientras que él de ninguna forma querría ir donde estuvo su padre. Seguro estaria bien.

Tampoco los compañeros del tren se le unieron, ya que uno fue también a la casa del Cuervo y el otro, el más perdido, a Gryffindor. Eso significaba tener que hacer nuevos amigos. Algo que se le daba tan bien como a los peces el alpinismo, aunque debía reconocer que estaba mejorando debido a la práctica forzosa.

Estaba el chico extraño de Olivanders, y el hijo del profesor también se sentó entre ellos. Paso luego también una chica morena, bastante bonita, que hizo a Luke entornar los ojos al verla, pensativo. Pero solo hizo un gesto amistoso a los otros chicos y se unió a las demás señoritas de la casa, así que no hubo tiempo en indagar sobre que le extrañaba de ella. Entonces apareció este muchacho de pelo verde. Eso sí que era diferente… Ya sabían que habría chicos en parte híbridos, y además habían pasado otros, pero era el primero que se acercaba. Por ende le dedico una mirada intensa, así como una leve inclinación de cabeza a modo de saludo. El año prometía ser interesante, sí señor.

En eso, ya sobre el final, una chica pequeñita se sentó a su otro costado. Luke se volvió levemente, algo sorprendido de que no fuera con las demás mujeres.  Era bonita, aunque sus gafas se asemejaran a las de Will, y se veía bastante curiosa.

-Hola. +la saludo, sin muchas opciones en cuanto a dialogo, pero para romper el hielo…+ Hola a todos +añadió enseguida, hablando a los cercanos+ Supongo que ya lo saben, me llamo Luke Wrigth, pero con tantos nombres que van diciendo, quizás no lo recuerden. +sonrió levemente+ Encantado de conocerlos.

Bueno, pues ya ha pasado lo peor... espero.

Al llegar junto a la mesa saludó a los presentes con un gesto y se sentó junto a William, el primer chico que había ido a Gryffindor y frente a Luke. Decidió no presentarse aún, a la espera de que la ceremonia terminara y estuvieran todos sentados.

Justo detrás de él nombraron a Faria, una chica morena bastante alegre. Ella también acabó en Hufflepuff. Al parecer conocía a William y a Luke aunque sólo les sonrió y acabó juntándose con un grupo de chicas.

El siguiente era un chico que llamaba la atención por su pelo verde. Cuando el sombreró gritó HUFFLEPUFF se acercó corriendo y saludó a todos mientras tomaba asiento con ellos. - Vaya, parece que también conoce a William. ¿Se conocerán todos de alguna parte? ¿Ha habido algún curso para los de primero que me haya perdido?

Su padre continuó leyendo la lista. Le tocó el turno a una chica llamada Emma Holls. Sorprendentemente también acabó en Hufflepuff aunque Arthur ya no se sorprendía por nada. - Vamos a acabar siendo legión aquí. - La chica les saludó con una gran sonrisa y se sentó junto a Luke. Parecía muy agradable.

El primero en romper el hielo fue Luke, que saludó a todos y se presentó. Arthur decidió ser el siguiente:

- Hola Luke - comenzó. - Y hola a todos - continuó con una sonrisa cordial. - Mi nombre es Arthur, Arthur Longbotton.

Le costó decir su apellido pero sabía que ya no era ningún secreto y no servía de nada ocultarlo. Parecía que quería añadir algo más, pero prefirió ser cortés y dejar que el resto se presentara antes de continuar la conversación.

Desde el viaje en el lago la curiosidad de Cristopher solo había ido en aumento y con la llegada al gran comedor alcanzó su máximo. Durante un tiempo largo, mientras los demás eran llamados a ponerse el sombrero, el se dedicó a observar las diferentes partes del comedor, sobretodo el techo. El cual parecía que se habían olvidado poner ya que al mirar hacia arriba lo único que se veía era un cielo estrellado. Algún truco mágico seguro.

Cuando dijeron su nombre, se sobresaltó un poco pero se recuperó enseguida y fue hacia donde estaba el sombrero e hizo como todos los demás: cogió el sombrero se lo puso y se sentó. En ese momento se dio cuenta de que todos los ojos del comedor estaban puestos sobre el. Empezó a sentir como los nervios se apoderaban de el. Apretó un poco los puños e intentó calmarse todo lo que pudo. Acabó apoyando la barbilla en una de las manos, dándole la apariencia de aburrido pero en el fondo estaba tratando de evitar que su manos temblasen.

-Si en algún momento me hubiesen dicho que un sombrero viejo sería el que decidiría como iban a ser mis años en Hogwarts, probablemente no me lo habría creído- observó con mas detenimiento las cuatro mesas que tenía delante, una de ellas sería el lugar donde acabaría.

-Te puedo escuchar perfectamente, chico- el chico en cuestión se tensó al instante en cuanto escuchó la voz del sombrero- Llevo toda mi vida ayudando a los alumnos de esta escuela a seguir su futuro, así que un consejo: no me menosprecies.

Cristpher esbozó una media sonrisa, nada es lo que parece en este mundo, tendría que estar mas atento a partir de ahora- Bueno, basta de cháchara inútil. ¿Donde voy?- estaba impaciente por dejar de ser el centro de atención. A parte, estaba empezando a sentirse hambriento.

-Tiempo al tiempo,joven. No eres precisamente fácil- el sombrero paso unos segundos murmurando para si mismo-Eres curioso pero eso no basta para Ravenclaw, y poco te importan las reglas así que no puede ser Hufflepuff- Cristopher volvió a tensarse, por lo visto el sombrero estaba leyendo su personalidad-¿Gryffindor o Slytherin?, cualquiera valdría para ti, te gusta competir con los demás y por descontado no te gusta perder, pero también sueles ayudar a los otros, aunque de forma extrema. Mmmmmm...tal vez deberías ir a Gryffindor, tu vida seria mas fácil.

-Oh.¿ Y puedo preguntar a que se debería eso?-el sombrero se quedó mudo durante unos momentos, preguntándose si debería decir algo o simplemente mandar a Cristopher a Gryffindor.

-Digamos que Slytherin no ha sido nunca partidario de los muggles, Gryffindor te haría la vida mas fácil.

-Je, entonces es fácil- volvió a esbozar una media sonrisa- Slytherin- fue lo único que dijo.

-Como quieras.

¡Slytherin!

Cristopher se quitó el sombrero y lo dejó donde estaba antes y se dirigió a la mesa donde predominaban el verde y el plateado-Genial-pensó-El verde siempre ha echo juego con mis ojos.

Me quedé mirando al resto de los alumnos hasta que el primero que vino a Gryffindor se presento. Adam se llamaba. Le sonreí y haciendo una leve reverencia le respondí.

-Hi Adam-kun, yo soy Akira. Encantado de conocerte y espero que disfrutemos juntos de este año-mientras estaba hablando vi como Belaqua se acercaba también a la mesa y me hacia una pequeña reverencia-. Hi Belaqua-chan!!-dije medio gritando para que me oyera mientras le sonreía de oreja a oreja.

Poco después de ella llego otro chico muy moreno. Nunca había visto a alguien con la piel tan oscura. Era raro, pero lo mas raro era el que vino después. Tenía las orejas de sireno, pero lo raro era lo que decía; ¿juego? A, claro, ¡esta bromeando! ¡Nadie es tan idiota como para no saber que son las casas! Reí por el chiste que había hecho y después me quedé mirando lo que diría Longbottom-sensei.

¡Juego! ¡¿Cuáles conoces?! La palabra me apasiona. Llama mi atención la posibilidad de salir de éste lugar encerrado, de tanto rigor innecesario. ¡Quiero salir ya! Necesito ojear los jardines, ver los lagos y pasar sobre ellos. Quiero jugar por el castillo, con sus vientos y sus aves.

Me levanto de la mesa hiperactivo. Me agacho y me pongo de pie repetidas veces, ansioso.

¡Vamos a movernos! El que se deje atrapar morirá. Sonrío con ingenuidad, muy a pesar del frío hálito que se forma en mis ojos a través de una mirada profunda y primitiva. Como si la consecuencia mortal no fuera una metáfora, como si fuera real. Sólo decirlo es perturbador.

Pero en verdad lo único que quiero es jugar un poco. Miro a los que han llegado recién como yo a la mesa. Podemos jugar con los de nuestro propio nido. ¿No?

Sigo sentada con mis compañeros de...Slytherin,no dejos de escuchar nombres pero ninguno viene conmigo,cuando ya he perdido la esperanza oigo Syltherin!!! Levanto la cabeza asombrada y veo a un chico que han llamado Cristopher. Mis compañeros se levantan y aplauden a los que me uno con emoción por lo menos no he sido la única en unirse a Slytherin. Cuando se acerca me acerco a recibirlo.

-Hola bienvenido!!! Soy Merlinda Galbraith.

Una vez que se acercó a la ruidosa mesa de Slytherin, una chica le saludó. La observó durante unos momentos y concluyó que probablemente sería una futura compañera de clase. Respondió a su saludo con un gesto de la mano y una sonrisa:

-Encantado, yo, como probablemente habrás escuchado, soy Cristopher Taylor. ¿Cuando nos dan de comer aquí?

sonrio ante el comentario de Critopher acerca de la comida.

-Espero que pronto.sonrio. La verdad es que tengo hambre. Ya pense que no saldria nadie mas elegido de primer año.

Se sentó al lado de Merlinda, parecía un lugar igual de bueno que cualquiera y por lo menos tendría algo de conversación hasta que llegase la comida:

-Menos que conseguí comer algo en el tren, aunque un par de dulces no es algo que consideraría una cena. Y bueno a mi el sombrero me dio a elegir entre Gryffindor y Slytherin. Slytherin parecía ser mas divertido.

Sonrio alegre por la conversacion y la oportunidad de centrar mi mente en algo diferente.

- Yo comi una rana de chocolate ,pero de eso hace mucho. Te dio a elegir? A mi no. Es ma cualquier otra opcion que no fuera Slytherin no la considero.esto ultimo lo digo muy bajo para que el resto de compañero no lo oigan , lo ultimo que necesitaba es que los demas pensaran que no queria estar ahi aunque fuera verdad.Me alegro que eligieras Slytherin. Un chico me a dicho que tenemos la inteligencia de los Ranvenclaw , con el liderazo y la fuerza de los Gryffindor y la perseverancia para conseguir nuestras metas que los Hufflepuff. No se si sera verdad , pero suena bien.

Cristopher rió un poco:

-Si, descartó directamente Ravenclaw y Hufflepuff, pero luego no sabía donde ponerme, así que dejó que la ultima palabra la tuviera yo. Así que después de escuchar sus razones me decidí por Slytherin-Volvió a reír cuando escuchó la descripción- eso suena demasiado bueno para ser cierto.

-Supongo que en parte si. Pero bueno ya lo averiguaremos. Bueno dicen que el sombrero nunca se equivoca asi que tendremos que disfrutarlo. con un tono de voz que sonaba mas para convencerse a ella que a Critopher.

-Je-Cristopher, esbozó una media sonrisa- si quieres mi opinión, un sombrero tan viejo como ese se ha tenido que equivocar en algún momento, y aparte, si me ha preguntado a mi donde quería ir, seguro que a otros también. Y para algo que no debería equivocarse nunca, eso se parece a hacer trampas.

sonrio.

-Supongo que no te falta razon. Si a varios les dio opcion de elegir por que a mi no me la dio?Tan seguro estaba que no estaria bien en otra casa que no me dio opcion?.

~Bueno pues parece que tenemos una buena cosecha este año.~
Había comentado una de las chicas Huffle de años anteriores. Faria asintió mirando con asombro como iban sumando nuevos integrantes a la casa del tejón. Sin duda a estas alturas ya conocía algunas de sus compañeras mayores y sonreía divertida escuchando historias aleatorias y anécdotas varias, miraba de reojo a Luke y a William de vez en cuando, todavía indecisa si reconocía al primero y le agradaba al segundo. Ante las presentaciones la morena se llevo la mano a la boca, en lugar de suprimir una carcajada como era costumbre esta vez un hondo suspiro de incredulidad la tomo por sorpresa.

Ahora de cerca escuchando su voz y viendo sus facciones, el nombre destello en su memoria percatandose de quien se trataba, suprimiendo el impulso de ir a el y sorprenderlo, decidió esperar ya que no quería interrumpir y sonar grosera. Con tanta novedad y gente nueva a quien conocer la morena ni corta ni perezosa se llego junto a Erick dando un suave codazo  amistoso al brazo del chico. Ademas de William era otro del grupito del pasillo a los que afortunadamente conocia.
-Que no me terminaste de contar antes, me lo debes. Le susurro amistosamente, el tono esperanzado en su voz de conocer mas historias sobre el bosque.
Si al principio le agrado  el chico desde que lo viera la primera vez con la conversación sobre su aldea y costumbres, ahora lo dicho por el sombrero había aclarado alguna de sus dudas e incluso sentía algo de familiaridad con el; pues ella tampoco conocía muchas cosas sobre este mundo mágico londinense. 
-Hola a todos tambien.. Comento a modo general agitando la mano sumandose a los de primer año como ella en cuanto Arthur finalizo. Soy Faria Idahoe, mucho gusto en conocerlos.

- Yo soy William. William de Northingshire. - se presentó rápidamente. - Y, ahora mismo, tengo que estar en otro lado - dijo, en tono decidido, el obeso empollón.

Aprovechando que el tema del sombrero había terminado, se levantó de su silla y se fue, arrollando y feliz, como un sediento búfalo que descubre una fuente, a saludar a su amigo, llamándole a voces para atraer su atención:

- ¡Sipgua! ¡Sipgua! Jjajjajajajjjajajaj - La alegría se apoderó del cuerpo del chico y se lanzó como poseído a abrazar a su amigo. - ¡Hace eones que no te veo, compañero! ¡Me alegra mucho verte! ¡Lástima que el sombrero seleccionador nos haya puesto en casas diferentes, pero claro, no podía ser de otra forma! ¿Qué has hecho durante toooooodo este tiempo? ¡Me lo tienes que contar todo! - exclamó lleno de júbilo el rubio muchacho.

Se colocó bien las gafas mientras dedicaba, por encima de ellas, una mirada que contenía a partes iguales indiferencia de la clase "me da igual lo que pienses" y desafío del tipo "y si te atreves a decir algo, te vas a enterar" a los chavales de Gryffindor que, a su lado, se mostraban extrañados.
Tentado estuvo de hacerse un hueco merced a la ley física que dice que dos cuerpos no pueden ocupar un mismo espacio en un mismo tiempo, pero se dio cuenta de que igual esa era una afrenta demasiado grande para que la pudieran resistir, así que permaneció de pie, al lado de Nidofiero,  buscando un buen sitio para que pudieran charlar de lo que habían hecho durante el verano.

Se sentía feliz, y se notaba en su cara.

Que raro, nadie me respondio con una respuesta que entendiese, es imposible que fuesemos a jugar a algo en el que la gente muriese, no? Creo que no me habian entendido, mejor si me explicaba mejor.

Igual no me he explicado bien, resulta que vivo en un lugar muy apartado y mis padres no estan casi nunca en casa, solo se que Hogwarts es una escuela de magia por lo que ponia en la carta, si alguno sabe de que va todo esto me puede explicar un poco? - Dije intentando explicarme un poco mejor. 

Por otra parte, ¿que es eso de un nido? Segun mis libros los humanos no viven en nidos, tengo que preguntarselo, no puedo dejar de pensar en ello. Pero cada cosa a su tiempo, no quiero atosigarles con preguntas. Mis padres me decian que muchas preguntas seguidas pueden llegar a molestar a los demas.

En medio de ése mar de rostros desconocidos, una cara amiga era recomfortante. Así, cuando Akira exclamó su nombre con tanto ánimo Acqua esbozó una tímida sonrisa. Su semblante entero parecía cambiar con tan simple gesto, trayendo de pronto calidez a su frío y azulino rostro.

Para su suerte, al ser de primero, se habían sentado todos en la misma parte de la mesa, así que era algo más arropado.

El entusiasmo del joven de tez oscura la sorprendió. Se movía como si en cualquier momento fuera a salir escopeteado.
-¿Juegos? ¿Morirá?- preguntaba algo incrédula. Frunció levemente el entrecejo, sopesando la seriedad de ésa apuesta de muerte en tan jovial rostro. Miró a los demás, intentando descubrir si era ella que no entendía la conversación o realmente iba a jugarse la vida el primer día de colegio.

Oyó otra voz y se giró. Hablaba otro proveniente de la Gente del Agua, pero no parecía de las mismas aguas que Acqua. Éso hizo que lo mirase con detenimiento. Habían comunidades de Gente del Agua que tenían guerrillas, así que a primeras no pudo sino descofiar superficialmente. De todos modos, parecía que ninguno de aquellos dos estaba al corriente de lo que significaba Hogwarts. Era un poco surrealista para ella.

-Hogwarts es una escuela de Magia y Hechicería. Nos dividimos en Casas, nosotros estamos en Gryffindor. Existe una competencia entre casas, pero no a muerte, si no a méritos y conocimientos. Y no a muerte, desde luego....-Hablaba pausadamente. Era demasiado raro para ella dar las explicaciones. Miró a Akira y al chico con quien se había saludado con mirada interrogante a modo de "¿Soy yo o ésto es muy raro?" con sus ojos turquesas.