Partida Rol por web

El día había sido un día bastante divertido y chulo acompañada de mis amigas... y casi cuando puse el culo en mi cama, caí dormida de golpe. La diversión, que siempre te deja rendida... y no me quejo, siempre es una alegría poder dormirse plácidamente con un sueño agradable, normalmente basado en algún anime que tuviera reciente...

Pero en este caso no, en este caso el sueño era tan raro como vívido. ¿Eso era una máscara de kitsune? ¿Porque estaba flotando en el vacío... de hecho porque flotaba yo también? No lo se... pero no era desagradable lo reconozco, aunque su diseño podía asustar un poco, no transmitia cosas malas, sino justamente lo contrario... como si la llevara un payaso, es decir, alguien alegre.

Entonces me sorprendí al ver quien me la tendía -¡Eres tu, la del cristal! ¿Quien eres?- exclamé al verla... ¿pero que pasaba, seguía siendo algo raro sobre lo de la plaza? No lo se, pero molaba un poco la verdad, estaba siendo un sueño bastante chulo... y la chica hablaba de forma muy simpática, casi como... yo. Miraba la máscara, mientras ella me soltaba un discurso muy anime... si, desde luego era un sueño de los míos, así que porque no seguir el juego -Muchas gracias por las palabras... y por el regalo... haré lo que pueda- le dije mirándola y asintiendo con una leve sonrisa -No temeré porque yo soy... yo... ¿eso me lo podrías explicar?- le pregunté, terminando por alargar las manos para tomar la máscara.

Las conclusiones que habían sacado estaban más que claras, tentado de pagar por su cena sin tocar y sacar a su hermana de allí le llego la conversación de las dos chicas en la mesa cercana. La rubia tenía razón. Nada en aquella situación era normal, empezando porque un grupo de desconocidos hubieran sido los únicos en presenciar algo que no “había ocurrido” para el resto del mundo y luego estaban esos nombres. Abordarlas le parecía una estupidez, lo único que él quería era largarse con su melliza, llegara a casa leer un rato para sacar de su mente todo aquello y echarse a dormir.

El abrazo de Hana hizo volver su atención sobre ella, acariciándole la espalda para tranquilizar sus agitados pensamientos, tratando de averiguar que se le pasa por esa cabezita. Entonces se alejo de él y de imprevisto se acerco a la mesa de la chicas con su habitual desparpajo, sabía de sobra que impedírselo no traería nada bueno y si lo miraba por el lado bueno había tenido un día duro, quizá todo esto fuera la guinda que le hiciera olvidar todo el asunto de sus padres y pudieran largarse de una vez.

Mientras escuchaba la conversación en un segundo plano, tomo el móvil a escondidas y tecleo en el buscador lo que habían mencionado. AKB48. La explicación de la rubia llego casi simultaneamente con la información que aparecía en su movil, por otro lado algo obvió. Idols. Evito poner los ojos en blanco pero la situación se complicaba cuando la tal Kato se unió a la conversación que Hana mantenía con las chicas.

-siendo Idols estarán muy protegidas, me extraña que estas dos estén aquí solas sin ningún tipo de escolta – bufó algo mosqueado ante lo que estaba sucediendo, no se fiaba ni un pelo de todo eso y por eso no perdía de vista a su melliza

Ante la mención de su padre estuvo tentado de llevarle la mano a rostro y hacer un facepalm en toda regla, en lugar de eso procuro evitar la mirada de cualquiera que hubiera reconocido el nombre de su progenitor y seguir con la mayor normalidad posible. En un buen día solía destilar confianza en si mismo y una actitud relajada, pero esa noche entre el hormigueo que había dejado la “actuación” de aquella ex-idol extravagante y las compañías lo mantenían en tensión, lo que le hizo darle la bienvenida a Hana, de nuevo a su lado, con una severa mirada reprobatoria.

-¿seguirlas? ¿es que no estas en tus cabales? No pienso permitir que acabéis consiguiendo que mi hermana y yo terminemos esta noche entre rejas – declaro sin alzar la voz en un tono cortante

Me levanto al ver a aquel animal observandome,  hay algo que me lleva hacia él, sin decir nada a los demás, pues pienso volver tras investigar que hace allí, ya que no parece un animalillo callejero muerto de hambre.

Pese a las palabras de precaución del otro chico, yo, por mi parte, asiento a la sugerencia de la chica rubia. “Seguirlas, sí, pero discretamente. No vamos a saltar cercas ni forzar cerraduras, desde luego que no. Pero aunque no tengo el presentimiento que se traman algo, es mejor excluirlo que arrepentirse más tarde. Si quieres seguirlas, voy contigo”, concluye hablando directamente a la rubia.

La extraña sensación que recorrió su cuerpo, hizo que la joven se estremeciera por un instante, no sabiendo muy bien si aquello significaba algo bueno o malo para ella. Sin embargo, el calor que había sentido no parecía ser algo dañino para ella, incluso si resultó ser repentino. Aún así, lo que más cogió por sorpresa a la guitarrista, fue la extraña luz brillante, similar a la que había visto que aquella joven de blanco había realizado en su momento. No pudo evitar preocuparse en cuanto sintió cómo su cuerpo comenzaba a arderle tras aquella sensación de calor, pensando que, tal vez, explotaría ante semejante oleada de energía en su cuerpo. Por fortuna, aquella sensación no tardó en pasar, haciendo que Makoto suspirara de alivio, preguntándose si eso había sido producto de lo que su otra "yo" le había prometido. ¿Había sido algo así como una especie de transferencia de poder? Eso parecía, o al menos así se había sentido en el instante en el que había percibido aquella energía recorriendo su cuerpo. Era como si la hubieran alimentado con una fuerte dosis de poder, de vitalidad. No sabía muy bien cómo explicarlo. Sólo sabía que se sentía... genial. Como si nunca hubiera estado tan bien, no hasta ese momento. - ¿Qué fue eso? - Murmuró para sí misma mientras intentaba saborear aquella sensación que había recorrido todo su ser.

No obstante, lo que más sorprendió a la joven, fue el encontrarse con su otra "yo" en el espejo. O al menos eso era lo que había pensado. Al mirarse a sí misma, no tardó mucho en comprender que ella se había convertido en su otra "yo". Había adquirido su apariencia, y no sólo eso, sino también aquel aura de confianza, como si nada pudiera detenerla, como si fuera capaz de hacer todo lo que ella quisiera. Por primera vez en su vida, se sentía en control. No sólo eso, sino que también... le parecía increíble que ahora tuviera esa apariencia, en especial cuando se veía tan bonita de esa forma. Ciertamente, no le importaría quedarse de esa manera por siempre, incluso si algo le decía que eso no sería posible. Ahora bien, lo que no sabía era... ¿cómo regresaría a su forma habitual? ¿Debía de decir lo mismo que antes o simplemente cambiaría en cuanto pasara cierto tiempo? No importaba. De momento, aprovecharía aquello. Había pensado que todo eso había sido un sueño, si bien estaba claro que no era así, que lo que había visto había sido bastante real. - Ella es yo. Me siento... poderosa. - No pudo evitar sonreír de alegría al decir aquellas palabras, mientras continuaba observándose a sí misma en el espejo. Por fin tenía el poder que siempre había deseado, aquello que la ayudaría a establecer el orden que quería.

La mirada de la joven no tardó en desviarse al pequeño gato que había adoptado. Esbozando una cálida sonrisa, no dudó en acercarse a la criatura con la intención de levantarlo entre sus brazos como una madre cuida a su recién nacido. - ¿Piensas que me veo extraña, Neri? - Preguntó divertida, esperando que el pequeño gato no se asustara con su cambio de apariencia, aunque algo le decía que no tendría miedo de ella, no cuando se comportaba de manera cariñosa con él. Ahora bien... debía de preguntarse qué haría con aquel poder. Su otra "yo" había asegurado que podía controlar a otros, por lo que algo le decía que debería de ser capaz de hacer lo mismo. En el "sueño", había sentido que su otra "yo" podía controlarla como ella lo hubiera deseado, por lo que Makoto manipular aquel poder de la misma manera, tan sólo debía de ponerlo en prueba. - ¿Qué opinas si salimos un momento? Tengo que probar algo. - Le dijo a su mascota, a medida que se preparaba para salir de su habitación. ¿Qué pensaba hacer? Antes había pensado en la idea de encontrar a alguien que pudiera contratar a su mejor amiga, Aori, y a la banda, para que tocaran en Tokyo. Aquello sería genial para que la banda se hiciera conocida, y, además, de ese modo Makoto podría estar, una vez más, cerca de su amiga. Por eso mismo, decidió que saldría a visitar algunos clubes nocturnos o bares que pudieran ser de utilidad para lo que ella deseaba. Además... si encontraba algo que no le gustaba... era posible que podría cambiarlo con su recientemente adquirido poder.

Pensé en las distintas opciones. Deja de pensar Miaka, me decía a mi misma mirando a la chica rubia, aunque aún quedaba para eso. Han dicho que tienen una actuación no? Podemos ir a verla, después no será difícil entrar en el backstage, vosotros también sois hijos de famosos ¿no?, dije mirando a los mellizos. Donde será la actuación.

Miré al chico, nadie va a acabar entre rejas, si pasa algo diremos que somos fans y simplemente nos taparan la entrada. ¡Yo me apunto!. 

Ups, perdón, me he emocionado. Dije algo sonrojada, era curioso pero en menos de una hora el extraño grupo había conseguido que dejara atrás todos los pensamientos que me llevaban rondando tanto tiempo, al menos por un rato. Todo el mundo merece un rato así de vez en cuando, pensando en aventuras como cuando eramos niños, era parte del equilibrio que llevaba tanto tiempo buscando, aunque en este caso era un equilibrio personal y mental. Muy importante para conseguir lo que buscaba. 

La chica mira en silencio a Shimako unos instantes, después comienza a hablar:

Tu sabrás que es lo mejor que puedes hacer con este objeto… a partir de ahora es lo más importante para ti aunque no seas consciente de ello… no debes perderla pase lo que pase

La chica miraba con mirada amable pero en cierta forma severa a Shimako, sin embargo, tal y como apareció en ese sueño la chica se desvanece. Un sonido estridente, conocido por Shimako suena en ese instante, es su despertador que le indicaba que ya era de mañana, su habitación como siempre estaba llena de cosas anime, sin embargo, sobre su mesa había algo que destacaba sobre todo lo demás, era esa mascara, la máscara que la chica del sueño le había entregado.

Sayako sale al exterior del local aparentemente para observar algo mientras las dos Idols terminaban de comer y hacerse algunas fotos, en cierto momento la hija de los dueños del local se acerco tímidamente y empezó a hablar con ellas, la niña parecía muy emocionada y las dos chicas fueron muy amables con ella. Tras pagar se disponían a salir de allí

Muchas gracias por la comida, han sido muy amables, tienen un local muy agradable, por favor vengan a apoyarnos

Las dos chicas se disponían a salir del lugar

El pequeño animalito al ver a Sayako se queda mirándola unos momentos y cuando esta está cerca comienza a caminar hasta alejarse un poco de la tienda, en una pequeña esquina donde no había nadie, se sienta y le mira para adoptar una postura de “señor mayor” con las patas delanteras como si fueran brazos cruzados y algo realmente sorprendente sucede en ese momento, con voz de señor mayor y con un marcado acento de Osaka el perro habla:

Vaaaya po meno mal que lo has pillao y me has seguio mushasha… si, no te preocupe no hay nadie por aquí… lo he hesho a posta para que no nos vea nadie… bueno me presentare

Se pone en una pose orgullosa y dice:

Yo soy Amai y soy tu guardian… ¿tu ere?

El gato asiente a sus palabras y se coloca a su lado, pero después camina animadamente hasta la puerta esperando justo en la entrada dispuesto a salir con ella. Al salir Makoto puede ver que todo está bastante tranquilo, como era de esperar a esas horas, por lo que pudo ver eran las 20.00. Al llegar a la puerta estaba allí el portero que al verla se queda un poco extrañado y se acerca:

Buenas… esto… ¿ha venido a ver a una amiga?... la próxima vez intente no salir tan a lo justo, el horario de visitas de personas del exterior termina a las 20.00.

El hombre observa unos segundos, parecía que realmente intentaba recordar quién era pero no podía y entonces amablemente dice:

Tenga cuidado, la noche no es buena para señoritas como usted, ¿quiere que le pida un taxi? Aunque la estación esta cerca

Con presteza, talento y habilidad, voy siguiendo a estas mequetrefes.
Pobres bobas. A estas niñatillas aun les parece que el mundo es un patio de escuela, con sus concursos de popularidad, de ser "La chica más popular de todo el curso 2'C"

¡Necias! ¡No están a la altura de alguien como yo!
Pero debo de seguirlas. Algo saben, al fin  y al cabo.

Con mis extraordinarios sentidos y mi elegantísimo savoir faire las voy siguiendo, sin que sean capaces de detectar que estoy a kilometros

"¡Natsumí gana!" pienso para mis adentros "Nada puede con la poderosa y donairosa Natsumí Kató"
"Nadie puede verme, soy una ninja rubia. Nadie se fija en mi. Nadie se... Nadie...."
"Buaaaah. Nadie se fija en mi"

"En fin, centrate Natsumí!"

Aki trató de seguir a la rubia, quien ella estaba siguiendo a los Idols, pero a un momento dado yendo por las calles la muchedumbre le cerró el paso, y cuando se abrió camino entre ella, tanto los Idols como la rubia ya habían desaparecido.

“Oh no… y ni siquiera he pensado en preguntarle por su número de móvil.”

Así que, muy decepcionado de su propia falta de pericia, Aki no pudo hacer más que volver a casa. No sabía nada de los demás, y no habría manera para él para contactarlos.

Así se termina esta historia misteriosa? pensó inquieto.

Me quedo paralizada, ¿ese perro me estaba hablando? 

- Ho...hola, soy Sayako, pero... ¿estoy volviéndome loca? o ¿cómo es que puedes hablar?

¿Me habría quedado dormida en la biblioteca y estaba soñando todo aquello? 

Tengo una duda sobre la tirada de sigilo, tiro el dado menor pero, sumo el modificador de destreza o queda ?

Conseguí ver el camino, aunque Natsumi consiguió ocultarse a mi no me dio tiempo a lo largo del trayecto. 

Em, esto, perdón, veréis, si os estaba siguiendo, tengo un blog y me gustaría hacerme una foto con vosotras, no he podido conseguir la entrada para la actuación. Dije intentando parecer una fan, era todo mentira, en mi blog solo se habla de equilibrio. aunque no se me daba mal mentir, esperaba que simplemente me dieran una foto, o, si les diera demasiada pena me dejarán entrar en el concierto. 

Perdón, supongo que he hecho una estupidez, espero no haberos asustado. 

El mayor de los Kinomoto rodó los ojos en blanco sin disimulo al pagar la cuenta y agradecer la comida a los dueños del local, aunque no había a penas tocado su plato, lo cuál era una pena porque estaba delicioso. Se puso en pie cuando algunos de sus extraños acompañantes decidían seguir a las jóvenes idols.

-y tu por supuesto quieres ver esa “actuación” ¿me equivoco? - pregunto a Hana que lo esperaba paciente junto a la puerta – no me lo puedo creer...bien, sigue con tu juego de detectives pero si las perdemos nos vamos a casa ¿entendido?

Se aparto el pelo del rostro en señal de frustración siguiéndola al exterior tras la estela de las dos chicas y Aki, con Hana cogida de la mano. Pronto ambas mujeres se distanciaron, la rubia desapareció de la vista de Kengo, mientras que Aki parecía irse por el lado contrario al que las dos idols parecían ir, así que le agarro del brazo impidiendo que siguiera por mal camino.

-¡eh! Por ahí no campeón, se han ido por este lado – le indico con tono burlón señalando la dirección correcta con la cabeza.

Así los tres siguieron su camino tras la dos chicas, ocultándose en los lugares que Kengo les indicaba para no llamar la atención. Hasta que Miaka se dio de bruces con las dos idols, mientras ellos mantenían una discreta distancia donde no les descubrieran.

-¿y ahora que?...¿nos sumamos a su club de fans? - pregunto alzando una ceja mirando a Hana y luego al chico - ¿o nos quedamos aquí esperando?

"Vaya, tu tambien lo has logrado" digo mirando al hermano mayor tan tsundere "¿Debería de estar impresionada? Bueno, si. La mayoría de los chicos de tu edad suelen cansarse deprisa" te confio. Quizá este chico sea... interesante. Tiene algo de talento

¡No es que quiera tirarle los trastos ni nada! ¡No está a mi altura! ¡Nadie lo está!
... Baka

"Como sea, lo cierto es que la cosplayer de principio de esta tarde nos ha hecho ALGO, y quiero saber que es"
"Y yo voy a seguir todas las pistas" te digo en susurros "¿Vas a impedirmelo, o eres un hombre y llegarás hasta el fondo?" digo poniendo una mueca cruel, que intento que parezca una sonrisa.