Partida Rol por web

La misión maldita, así bautizaron Rufus y Sewell a aquel trabajo tan desastroso que aceptasteis hace meses. Lógicamente el nombre vino después, en la teoría era una simple caza. Un pequeño dragón que se alimentaba del ganado de un pueblo perdido en mitad del Imperio.
Todo iba a la perfección hasta que descubristeis que no era un dragón, si no dos. El desastre fue considerable, aunque no hubo que lamentar bajas si perdisteis algunos vehículos.
Regresasteis con el tanque destrozado y el cañón de Zoe, el camión donde transportabais todo acabó incendiado pese a estar relativamente fuera del área de caza. Igual suerte corrió el vehículo de los hermanos, aplastado y abrasado por el segundo dragón.

De regreso en la ciudad Sewell y Rufus optaron por tomarse un pequeño descanso, aunque prometieron regresar cuando tuvieran un nuevo vehículo todavía dudabas si esa era realmente su intención.
Zoe se mantuvo partidaria de continuar, su juventud y sed de venganza eran mas fuertes que su miedo o el desencanto producido por tal fracaso.
Elise por su parte te cedió parte de sus ganancias y se retiró, según dijo regresaría a casa y buscaría una vida mas tranquila.

Gastaste casi todo en reparar el tanque, el dinero te dio para dejarlo como estaba al principio. Sin accesorios para descuartizar bestias ni grandes mejoras. Pasaste de intentar comprar un tanque nuevo a solo poder arreglar esa vieja chatarra, tú vieja chatarra.

Como necesitas alguien que te ayude a pilotar y disparar el pequeño Jim has venido a uno de los desguaces militares donde se reúnen todo tipo de chatarreros, aspirantes a cazadores y demás calaña del mundillo.
Dejaste un cartel con la oferta de empleo, se han presentado media docena de personas y no parece que vaya a llegar nadie más.
Los candidatos desde luego son variopintos, aunque por experiencia sabes que no hay nadie del todo normal en la caza de bestias.

Ante ti tienes seis personas, cuatro hombres y dos mujeres.
- Jenner es un tipo delgado y algo bajito, lleva unas gafas casi mas gordas que su cuello pero aún así parece bastante capaz. Según él es un experto mecánico e ingeniero, sabe manejar un tanque gracias a su padre que se dedicaba a la caza.
- Gurkha es un hombre alto y fuerte, tanto que incluso dudas que quepa en el tanque. Era mercenario durante la guerra e incluso después de ella, sabe manejarse con todo tipo de armas aunque nunca ha cazado bestias.
- Nyx, que parece un vendedor de seguros, es un tipo peculiar. Parece que no sabe estar callado y por su aspecto apuestas a que su mejor arma es la palabrería. Dice haber sido piloto experimental en Geld y que, aunque está un poco oxidado, es capaz de hacer maravillas con cualquier tanque.
- Wulfen es un hombre de mediana edad con aparentemente bastante dinero. Ha llegado en un coche lujoso y su chófer se está encargando de todas sus necesidades. Ha reconocido abiertamente no haber tocado un arma o un tanque en su vida, pero quiere saber lo que se siente y decorar su salón con la cabeza de un dragón.
- Linn es una mujer kaihatsu. Estuvo en un grupo de cazadores hace un par de años hasta que se disolvió, o mejor dicho, un golem se encargó de disolver a la mitad. Aunque es joven tiene años de experiencia.
- Emily, de los Estados Confederados, parece la persona mas loca e inestable que has visto en mucho tiempo. Mientras llegaba casi le patea el culo a un tipo por el simple hecho de mirarla. Según sus datos estuvo en el ejercito hasta hace unos meses, el motivo de su retirada es simple: licenciada sin honores.

Cosette se sentó en el viejo bar, parecía que había pasado una eternidad desde la primera vez que estuvo allí con Elise, la pelirroja había dudado tanto que había optado por darle casi todas las ganancias, ya se encargaría ella de las finanzas, Cosette solo quería conducir. La camarera de pelo negro y una trenza mal hecha le trajo a Cosette su limonada y recogió su fajita de billetes a cambio de la información por los aspirantes que habían pedido trabajo por allí.

Con Elise fuera de juego, Cosette se había aficionado a la hierba del diablo, esa mala mierda crecía en los parajes más desérticos y solo los yonkis fumetas lo tomaban delante de la gente, enrojecía los ojos y te daba una apacible y peligrosa calma, ayudaba a contrarrestar las pastillas de ácido lisérgico que tomaba como estimulantes. Aún así... nadie podía imaginar cuanto de menos echaba a la pelirroja

Le gustaba Gurkha.... demasiado, tenía ganas de dejar su sudor en imprenta sobre la carrocería de Jim cabalgando sobre él como una mala bestia, pero era Linn quien se llevaba la curiosidad de Cosette, era una cazadora veterana y aunque Cosette había aprendido bastante, no era la mejor ni más paciente de las profesoras.

Aún con su limonada fué hacia ella tropezando con la pierna de una chica, que resultaba ser Emily - ¡¡Eh RUBIA CUIDADO DONDE PISAS!!

Cosette viendola mal recostada en la silla (tal como la propia Cosette hacía), dejando las piernas ocupando todo el pasillo para provocar a la gente (tal como a Cosette le gustaba hacer) y dando tan vociferante e impertinente respuesta (tal como bla bla bla), no pudo menos que girarse, puño en algo lanzándose casi sobre ella

- Mira Bocazas como no cierres el maldito pico y metas la nariz en ese vaso de mal whisky que te has pagado, te meto la bota por el culo  - Y para acompañar su amenaza puso su bota en una acrobática y nada elegante posición sobre la mesa en la que Emily bebía, dejando que la ajada bota de puntera de metal lanzara su grito de guerra al frotar la goma por la robusta mesa

Emily se puso en pie al ver su vaso de whisky derramado por la demostración de Cosette y agarrándola de la pechera empezó a zarandearla, la hierba del diablo que guardaba en una mano para liarse el siguiente canuto se hizo añicos contra el suelo cuando ambas mujeres, ambas de complexión delgada y ambas con las pupilas dilatadas como un pez de sótano empezaron su pelea revolcándose y tirándose de los pelos. Se intercambiaron patadas y mordiscos, y el bar se animó bastante.

La camarera estaba más que preparada y sacando su pizarra empezó a recibir el dinero y a invitar a chupitos mientras las apuestas iban y venían. Al final el público dió la victoria a Cosette, pero ambas estaban echas polvo, arrastradas por ese grandullón de Ghurka a un lugar donde no molestaran.

Con la cara inflada Cosette se sacó un trozo de cristal que tenía clavado en la palma de la mano, sería por el LSD que no sentía dolor alguno. Emily estaba apoyada contra una pared a medio metro de Cosette, ninguna podía moverse mucho más - Eh inútil Te llamabas emily ¿No? Me han dicho que buscabas ir de caza - La miró de frente, estaba tan maltrecha como ella misma, con el labio inflado y partido. - Aparte de beber whisky y pelear como una maricona ¿Qué sabes hacer?

Cualquier pelea es divertida, incluso si no participas, pero cuando se trata de dos mujeres atractivas y es en mitad de un bar lleno de hombres la cosa alcanza cotas legendarias.
Cuando habéis terminado Emily vuelve a tener un vaso de whisky en la mano, no sabes de donde lo ha sacado pero sin duda lo ha obtenido con rapidez.

- ¿Que qué se hacer? Patear culos. Me da igual que sea una rubia estúpida o un puto dragón, tengo mas cojones que todos estos borrachos juntos.

Un tipo al fondo le ofrece verlos para comparar, la morena se termina el vaso de un trago y se lo lanza con poca precisión. Aún así el vaso se rompe en pedazos sobre la cabeza del hombre y este opta por cerrar la boca.

- Mira, esto es fácil. Yo necesito algo de dinero, y tú necesitas alguien que te ayude a no morir cazando bestias. Se usar un puto tanque, joder hasta he volado aviones antes de que a esos maricas del ejercito les preocupase mas la actitud de un soldado que su puta hoja de servicios.

Tira un billete sobre la barra y golpe con los dedos la madera para que le sirvan otro whisky.

- Le he disparo a todo lo que se te ocurra, puedo meterle un obús a un golem entre ceja y ceja, si tuvieran cejas esos hijos de puta.

Se detiene un momento para recoger el vaso y dar un largo trago.

- No se que coño estás buscando exactamente, pero ninguno de estos te lo va a dar. Bueno, puede que el tipo enorme te de otra cosa, pero no te servirá para el negocio.

Te guiña un ojo antes de terminarse de nuevo el vaso como si fuese agua.

Otra ex-soldado... encantada, soy Cosette, sexta de artillería, o al menos si me hubieran sacado del calabozo esos cabrones - Escupió al suelo y para su sorpresa no salió sangre.  Siguió con una voz muy seria, había encontrado a alguien con suficiente carácter para aguantar a Cosette, aunque hubiera preferido a alguien como Elise.... tal vez la volviera a ver pronto, pero ahora no tenía que pensar más que en si realmente podía confiarle su seguridad. - ¿Dices que puedes disparar un obús? No necesito una artillera, pero me irá bien si sabes conducir. ¿Has disparado una ametralladora antes? ¿Tienes armas?

Tengo un tanque, Little Jim, necesito una tiradora para la ametralladora de la torre. Debería ir a buscar munición de raíles tan pronto como encuentre un puto encargo que me llene los bolsillos. Cosette no se consideraba ya una novata, se había tropezado con bastantes bestias y el golem junto a los hermanos le enseñó mucho, sin embargo le agobiaban los compañeros, no le gustaba sentirse parte de algo y quizá era por ello que constantemente se desenganchaba.

Había pensado en ir hacia el este, siempre me llamó la curiosidad Kaihatsu no sé qué clase de gente hay por allí

Cuando te presentas como ex-soldado Emily brinda sola a tu salud y después intenta apurar el vaso, al ver que está vacío lo deja caer sobre la barra.

- He disparado de todo, si me das un arco le meto una flecha a ese mierda entre los ojos - dice mientras señala a un tipo aleatorio al otro lado del bar. - Tengo armas pero no sirven para acabar con bestias, no tenía eso en mente cuando las compré.

Una sonrisa se dibuja en su rostro cuando mencionas que tienes un tanque, parece que se anima.

- ¿Ametralladora fija? Ningún problema, cuanto mas pese el arma mejor se me da.

Al nombrar Kaihatsu Emily tuerce el gesto.

- Los kais son... raros. No te ofendas preciosa. - guiña un ojo a Linn - Por allí hay pocas bestias, ya sabes, fuera de la Corona es mas difícil encontrar dragones. Aunque si necesitas dinero sin tomar mucho riesgo es una buena opción. Eso sí, olvídate de beber en un bar con hombres, son muy tradicionales.

Bueno, es para comprar una postal, no pensaba ir por allí de caza. Como sea - Cosette le da un puñetazo en el hombro, fuerte, pero con buena intención - Contratada.

Si te parece viajaremos hacia el este, las pequeñas aldeas siempre tienen problemas con los monstruos y se las deben apañar solas pues tienen la misma dificultad para salir en busca de ayuda. Siempre reparto igual, recompensa menos gastos al 50%, todo se comparte menos los porros, nada de mear dentro del tanque y el asiento de artillera es mío, que para eso se reclina para atrás.

Si tienes el equipaje salimos hoy mismo .... CAMARERA CUATRO BOTELLAS DE WHISKY Y UN CHUPITO GRATIS PARA LOS QUE HAY EN LA BARRA QUE ÉSTA RUBIA SE VA DE CAZA

Los clientes cerca de la barra se acercaron disimulando que siempre estaron ahí sumándose al griterío y algún disparo contra el maltrecho resguardalluvia al que difícilmente aún se le podía llamar techo. El olor a rancio de la vieja tasca se echaría dentro de dos semanas cuando solo el polvo de la carretera les siguiera devotamente, así que Cosette se frotó las manos enguantadas y se relamió llenando sus fosas nasales con aquella dosis concentrada de perfume a humanidad.

Fué hasta su mesa y se recolocó el cinturón de granadas que había dejado como si fuera un bolso lleno de maquillaje barato, cuando se acercó a la barra los vasos de chupito que aún tenían líquido se levantaban en agradecimiento, mientras echaba las cuatro botellas en una bolsa un cazador con una barra metálica por pierna derecha mostraba su mayor entusiasmo al desearle suerte.

El viaje a Kaihatsu representa un cambio de aires, dejáis atrás los escarpados paisajes del Imperio para adentraros en las boscosas y húmedas regiones orientales del continente.
El primer problema surge en la frontera, os obligan a esperar dos horas para que llegue un oficial a inspeccionar vuestros vehículos y equipo. A regañadientes os autoriza la entrada al país, muy posiblemente por que no sois imperiales.

No tardáis en comprobar que Kaihatasu se divide en grandes núcleos urbanos rodeados de granjas y campos de cultivo para alimentar dichas ciudades. El contraste es enorme, las ciudades son muy avanzadas mientras que en el campo se siguen usando técnicas y herramientas completamente desfasadas.
En el nivel económico también hay una diferencia aplastante, aunque viendo el ritmo de vida de cada uno dudas por cual te cambiarías.

Al contrario que en el Imperio no parecen acostumbrados a ver tanques por la carretera, al intentar entrar en cualquier ciudad os lo prohíben rotundamente y en muchos pueblos os miran con desconfianza al pasar.
Os detenéis en un pequeño bar de carretera, o eso parecía al llegar, cuando entráis resulta ser una pequeña tienda de alimentación donde sirve sopa a los viajeros y un fuerte licor típico del país.
Zoe y Emily esperan tu plan de actuación ahora que estáis en Kaihatsu, si bien prefieres buscar aldea por aldea algún problema u ofrecer tus servicios en alguna gran ciudad. O cualquier otro plan que tengas y ellas desconozca.

Uau, esto no tiene nada que ver con las desérticas y escarpadas tierras del imperio. No parecen tener muchos problemas con monstruos por aquí - Cosette bebe una limonada en la barra junto a sus dos compañeras. Las tres chicas son la mayor de las tentaciones para las miradas, pero habría que ser más que osado para acercarse a un grupo de mujeres fuertemente armadas que han llegado con un tanque... - Sin embargo esos bosques parecen nidos de dinosaurios...

No soy buena rastreando y no creo que el tanque pueda adentrarse en la jungla, tan solo seguir la carretera hacia aquellos montes verdes hasta donde nos deje. Pero si hacemos una pequeña batida a pie con alguna clase de cebo seguro encontraremos algun grupito.

A los quince minutos Cosette estaba forzando el diálogo con un encargado Kaihu, el hombre anotaba cuanto Cosette le pedía, ella le pedía que fuera él a hablar con los lugareños a cambio de una comisión. Una cabra o similar y unas redes, si podían coger alguno vivo y atraparlo bien con una red, tal vez podrían atar ésta sobre el remolque con los cables.

Preguntó también si habían dinosaurios y por donde se solían ver.

Cuando volvió a la barra Emily se arrepentía de beber aquel licor al estilo imperial, en vaso grande, aquellos kaihus lo tomaban en cantidad, pero en sorbos pequeños, tenía un olor agridulce y un sabor a licor de manzanas, Cosette se llevó una de aquellas pequeñas y rechonchas botellas para colocarla junto al cambio de palancas, al alcance de la mano.

Zoe tus armas no son lo más para matar dinosaurios... ¿Quieres venir (crees que eres útil)? ¿o prefieres buscar en la gran ciudad por algún rumor o encargo que pueda ser más.... sustancioso?

Os adentráis en la zona mas rural en busca de saurios, parece difícil toparse con algo mas grande al menos en esta región.
Ante tu sutil propuesta Zoe asiente con una sonrisa, parece consciente de sus limitaciones.

- Me encargaré de buscar alguien que pague por lo que cacemos, y de paso quien nos venda munición. Va a ser difícil conseguir suministros por aquí.

Al salir Zoe se cruza con el enlace kai, puedes ver fuera un par de hombres en una camioneta. La parte trasera está llena de redes, por lo que te dice se dedicaban a la caza de animales, que no bestias, y lo dejaron cuando empezaron a aparecer saurios por los bosques.
Por escaso dinero te prestaran sus redes e incluso su vehículo para transportar las presas, además de indicarte la zona donde creen habitan varios grupos de saurios.
Como cebo han traído un par de ovejas recién esquiladas, por su aspecto parecen sumamente viejas.

Tras la preparación Emily y tú os encontráis a la entrada del bosque, el pueblo queda bastante lejos y no parece haber nada en las proximidades.
Ambas estáis armadas, Emily lleva una ametralladora que debe pesar mas que ella aunque parece manejarse hábilmente.
El tanque está a punto y, según los dos cazadores, a unos doscientos metros hay una cueva donde viven al menos seis saurios.
La otra opción que tenéis es buscar en una colina a un kilómetro en dirección contraria, también se han observado saurios por esa zona.

La colina nos dejará maniobrar con el tanque, pero no podemos usar artillería contra esas bestias o explotarán como palomitas en un microondas, en el mejor de los casos podemos atropellarlos pero corremos el riesgo de tener un accidente, me llevo bien con mi subfusil.

Así que con las redes listas y las armas preparadas, Cosette y Emily van juntas hacia la cueva, solo con el tanque y las redes. Cosette duda de coger algo vivo, pero si lo consiguen el remolque debería ser suficiente.

Cosette no entiende de plantas ni bosques, pero se maravilla de lo verde que es todo y recoloca con una sonrisa una postal arrugada y algo levantada que ha comprado en el bar del pueblo.

¿Qué te parece esto Emily? No entiendo un carajo de dinosaurios, pero sé que si les disparas caen, son presas fáciles, podemos pasar una temporada cazando por aquí, ya te dije que tengo curiosidad por hacer turismo en kai.

Antes tenía una compañera que se llamaba Elise, iba con una espada de acero negro, menuda bestia estaba hecha. Pero se retiró, recibió un buen botín y nunca tuve claras cuales eran sus intenciones, parecía totalmente fuera de lugar en este negocio.

El traqueteo del tanque por la carretera es música de oídos, los cacharros dando vueltas por el interior hacen un característico ruido que hace sonreír a Cosette mientras cambia el cigarrillo ya casi terminado de un lado de los labios a otro con su lengua, estaba sucia, aunque ella no lo reconocería no se había duchado en al menos cuatro días. El tanque te hace sudar y cuando sales de él la ola de polvo levantada se pega a la piel sudada, haciendo esos surcos de mierda que solo el ajeno puede ver tan claro como el azul del cielo. Cosette misma no es que se viera impoluta, pero tampoco diría sucia, el olor era otro cantar.

No tardáis en alcanzar la cueva a través del bosque. Los arboles son de tronco estrecho y bastante numerosos, lo cual dificulta la visibilidad y aún mas el avance. Por suerte el tanque no tiene problemas en doblar o partir la mayoría de esos arboles.

- Los saurios son rápidos, no mas que las balas pero sí más que nosotras. Solo hay que disparar sin parar y no dejar que se acerque ninguno.

Al mencionar a Elise y su espada Emily tuerce el gesto con indiferencia.

- ¿Para qué usar una espada si puedes matar desde la seguridad de la distancia? Para algo inventamos las armas, nunca lleves un cuchillo a un duelo con pistolas.

A Emily también le afecta el calor, lleva la ropa mínima para tapar sus partes intimas y no parece importarle dejarlas al descubierto al hacer determinados movimientos. Viendo su carácter no parece tener vergüenza, aunque como comprobaste en el bar no deja que nadie intente nada con ella.

Al llegar a la entrada de la cueva comprobáis que el interior está totalmente a oscuras. Situáis a Jim de modo que sus faros iluminen lo máximo posible y, tras aseguraros de que no hay nada en las proximidades, bajáis del tanque.
Emily lleva su ametralladora y un par de cintas de munición colgando del cuello, desde luego es mas fuerte de lo que aparenta su delgado cuerpo.
No tardáis en ver los primeros puntos brillantes en la penumbra, ojos de saurio observandoos, esperando a que os acerquéis un poco más para convertiros en su comida.

Emily, sitúate en la ametralladora de torre, encárgate de los más grandes.

Cosette por su parte se parapetó detrás del propio Jim apuntando con su subfusil y colocandolo de forma que no tuviera que moverlo mucho. Se colocó bien el cinturón de granadas, no quería que al echar mano de la última estuviera demasiado hacia atrás y le entorpeciera el movimiento.

Cuando los primeros ojos ámbar aparecieron en la oscuridad Cosette dejaba su cigarrillo apoyado en la carrocería. - Espera a tener blanco y no malgastemos las balas, no andamos bien de presupuesto. Veré si lo hago salir.

Con modo semiautomático Cossette disparó una primera bala a la silueta oscura, el blanco no era claro y ni siquiera sabía si le había dado, pero lo sabrían p ronto

Tu disparo impacta en la bestia, lo delata el sonido al penetrar en la dura piel del saurio y el posterior grito del animal.
No tarda en correr hacia vosotras  y, lo que es peor, en pocos segundos se le unen mas saurios que siguen al primero por alguna extraña costumbre de manada.

- ¡Joder, son varios!

La obviedad de Emily no es más que una exclamación de sorpresa, aunque esperabais algún ejemplar más no pensabais que fueran a estar todos juntos.
Tu compañera abre fuego con la ametralladora fija de Jim en cuanto el primer saurio recorta distancias. El arma comienza a escupir balas pero ninguna logra impactar en la bestia, ni siquiera parece que alguna bala perdida haya alcanzado a los saurios más rezagados.
Eso sí, el eco de la cueva ha hecho que la ráfaga suene como una secuencia de truenos sobre vuestras cabezas. Si salís de esta os pitaran los oídos durante un par de días.

Las bestias siguen aproximándose, apenas podréis intentar otro ataque antes de que alcancen el tanque. Emily lo tiene más fácil, solo debe cerrar la escotilla y estará a salvo. En tu caso es evidente que estás mas expuesta.

Cosette ve la marea escamosa salir, no tiene duda en que Emily se ocultará si recibe daño, pero Cosette ya le ha dado antes las instrucciones de ello. Cosette no teme a un montón de lagartijas descerebradas y quizá aun le queden un par de suspiros más. No esperaba que salieran todos juntitos... pero será mejor dispersarlos.

Sacando una de sus granadas del cinturón la lanza contra el cabeza de la estampida, esperando que el ruido, la explosión y el humo disperse a los saurios dandole más tiempo para disparar.

La granada explosiona bajo las patas del primer saurio provocando que este salga despedido y choque contra una de las paredes de la cueva. Parte de sus vísceras caen al suelo y otras quedan colgando de su vientre abierto.
El resto del grupo queda aturdido, algunos caen pero pronto comienzan a levantarse y otros se desorientan con el humo y la reciente explosión.

Emily abre fuego contra los saurios mientras están aturdidos, pero no logra disparar ni una sola bala. La ametralladora explota y ves el percutor, junto con otras piezas, saltar por los aires. El arma esta destrozada y Emily sacude las manos por el daño recibido.

- ¡Joder! ¡Puta mierda!

Tu compañera se apresura a entrar en el tanque, no parece que las heridas sean graves pero ahora no tenéis potencia de fuego contra la jauría que poco a poco retoma el avance hacía su enemigo invasor.

Cosette observa a los dinosaurios. Claro... les asusta, esto esperaba pero si no son capaces de atrapar a ninguno de poco les habrá servido llegar hasta aquí... Cuando la ametralladora explota Cosette se agacha a cubierto, un acto reflejo sin saber de donde le viene el peligro cuando se levanta ve a Emily mascullando y encerrándose en el tanque como le había dicho

¿¡ESTÁS BIEN!? - Cosette coge una segunda granada y la lanza contra uno de los grupos de saurios que se están formando

KABOOOM

La explosión vuelve a resonar. Cosette se agarra a un asidero del tanque mientras masculla, ni siquiera puede contar cuantos hay.

ESTÁ BIEN ESTOY COGIDA, SÁCANOS DE AQUÍ ESPEREMOS QUE EL GRUPITO NOS SIGA FUERA DEL NIDO DONDE PODAMOS COGER ALGUNO

La segunda granada es aún mas destructiva que la primera, aquellos heridos ahora caen destrozados y el humo se intensifica.
Oyes levemente la voz de Emily a través de la escotilla del tanque.

- Nada que no se cure en un par de días.

En cuanto avisas a tu compañera el tanque retrocede alejándose de la cueva hacia el bosque que puebla la zona.
Poco a poco, aún aturdidos, algunos saurios salen de su caverna más atraídos por el olfato que por cualquier otro sentido.
Al principio apenas son un par, pero en seguida se les unen otros dos. Uno de ellos tiene la mandíbula literalmente colgando por la dura piel del morro, ni siquiera podrá morder pero os persigue bien para defender su territorio o bien para convertiros en su comida.

Afortunadamente ahora no se acercan a tanta velocidad, Emily ha dejado bastantes metros de distancia antes de detener el tanque. Observas como vuelve a aparecer arma en mano para disparar contra los saurios.

- Vamos a matar a tres y dejamos uno para capturarlo ahora que están atontados.

Recibido - Cosette se descuelga del tanque antes de que éste se detenga por completo, un par de pasos a favor de la carrerilla para tomar posición en el momento en que Emily aparece de nuevo por la escotilla. Cosette retrocede dos pasos encajando la culata del subfusil en su hombro y abriendo una ráfaga de fuego sobre el primero de los saurios, el ruido es ensordecedor y la excitación por una buena caza casi puede palparse, aunque Cosette cree... visto lo que sacó por su primera cacería, que los beneficios no llegarán ni para cubrir las dos granadas que ha usado.

Mientras se acercan los saurios ambas abrís fuego. La combinación del daño previo de las granadas y que los ejemplares no son muy grandes convierte el ataque en una masacre.
Abates al primero y sigues disparando para acabar con el de la mandíbula destrozada, cuando vas a apuntar al tercero ves como cae acribillado por Emily.

El ruido de los disparos cesa cuando los tres saurios yacen en el suelo, dos de ellos no están muertos pero sus heridas son mortales y apenas pueden respirar y menos aún moverse.
Emily resopla mientras se sienta sobre la escotilla.

- Joder, si esto nos ocurre con una bestia mas grande nos hubiera pateado el culo a base de bien.

Examinas los cuerpos y ves que la mitad es aprovechable, aunque dudas si vendérselo a un coleccionista o a un carnicero, seguramente el segundo lo aprovechará mejor.
Por los alrededores del bosque se escuchan muchos animales alterados, la sesión de disparos desde luego no ha dejado tranquilo a ningún habitante del lugar. De la cueva sigue saliendo polvo y humo, aunque no parece que haya movimiento.

Cosette quedó unos segundos mirando la lejana cueva, pero no parecía que hubiera nada.

Estos saurios se agrupan en enjambres, así es muy difícil capturarlos vivos... ahora mismo hasta los golems me parecen más fáciles, pero al menos lo que saquemos de los saurios nos dará para un poco de turismo por aquí.

Vamos a cargar la carne al remolque, tenemos filetes

Cosette agarró al primer saurio con un garfio y activó la palanca para subirlo al remolque - bzzzzzz- El trabajo era lento. El medio guante en cuero de Cosette estaba sucio y sudado, apoyado en la palanca, las palancas del tanque leh abían dado un tono negruzco en las zonas de mayor roce y ahora aunque trataras de limpiarlo lo mejor que quedaba era una tela sucia y raída.

Sacó un cigarrillo de su bolsillo, y con la primera pieza subida al remolque se lo encendió, cogió el garfio y fué a por el segundo. - ¿Crees que hay algo más ahí dentro? En la cueva quiero decir