Partida Rol por web

La respuesta no tarda en llegar:

-Horas de baja actividad? Vaya.. Parece que sabéis mas vosotros de los infectados que nosotros. Nosotros solo sabemos que algunas personas se contagian y otras no.

Posteriormente hay una pausa y cuando Joy vuelve a hablar se le nota enojada:

-Pero aquí tenéis a un médico que será mucho más experto que yo.

La encenderemos un rato al día para ahorrar batería y siendo una radio policial con los códigos y frecuencias de emergencia creo que es nuestra mejor oportunidad. Luego miro el arma mientras me siento y la coloco entre mis piernas. Crecí en un mal barrio, así que algo se de ella. Tu que tal te defiendes con una?.

-Tranquila muchacha, lo que teneis que hacer es dirigirse al aeropuerto, alli podremos recogeros. Lo que no sabemos es si sera una zona segura mientras hacemos los viajes.-Le dije a Joy

Fuera de microfono me giro hacia Jebediah y le pregunto.-¿Crees que tendrian posibilidad los que no viajasen en el primer vuelo si se quedan en el aeropuerto?

Jebediah te mira con gesto sombrío.

-Tendrían que aguantar unas tres o cuatro horas. Tal vez si se atrincherasen en el aeropuerto y con las armas suficientes lo lograsen. Pero el ruido de los motores del avión atraería a todo bicho no muerto a la redonda.

Entonces se escucha una nueva voz en la radio, esta vez es un hombre y calculais que joven.

-Al habla Felipe. Parecéis muy seguros, pero esta zona es un hervidero de..."infectados" o lo que cojones sean. El sitio mas sencillo donde aterrizar supongo que será una zona cerca de Danielson y eso es una jodida trampa mortal. Así que no se cómo demonios lo quereis hacer. Por otro lado seguimos teniendo el mismo problema...no me...no nos fiamos de vosotros, ¿como sabemos que nos estais diciendo la verdad y no es una treta para robarnos la comida y despues matarnos? Teneis que comprender nuestra situación, si no nos mentís nos estais haciendo un gran favor...es...es demasiado bueno y yo no me lo creo. Asi que decidme, ¿que podemos esperar de vosotros?...Corto.

-Nunca he tocado un arma antes -confiesa la joven-. Recuerdo que Tae tenía un videojuego que usaba armas de plástico, aunque yo no solía jugar mucho. Era más cosa de él y de... de David.

La chica gira la cabeza para que no le veas los ojos mientras recuerda una vez más a sus amigos. Uno muerto y el otro sin saber muy bien dónde ha ido a parar.

Sopesaba las posibilidades pero ciertamente era un suicidio ir a por ellos, y no podíamos poner en peligro la vida de Jebediah. Pensé en la posibilidad de usar los barcos del puerto; los barcos hacen menos ruido y no tienen los problemas propios de poner en despegue a un avión.

-Tienes razón, es complicado ir con la avioneta hasta allí.-Hice una pequeña pausa al recordar las palabras acerca de que no se fiaba.-Que te fíes de mi o no me da igual, lo único que se es que yo esta noche dormiré a pierna suelta sin preocuparme de que me vayan a devorar en la noche, cosa que tu no puedes decir. Así que deberías sopesar la posibilidad de salir de ahí como sea, y si no vienes mejor, mas comida para nosotros.-Dije en tono de enfado

No quería seguir hablando así que dí la conversación por mi parte terminada aunque dejé el aparato encendido por si alguno de los compañeros quería decir algo.

-Comprendería en otra situación que desconfiasen, pero, en una situación tan complicada, no deberían comportarse así.-Les dije a los demás mientras me recostaba en una de las sillas.

Asiento con gravedad como dando importancia a su dolor. Por mi los dos están mejor muertos que vivos, sobre todo mientras la chica me obedezca y me divierta. Cuando eso cambie, en un mundo como este que se va a la mierda ya veremos.

Entonces lo mejor sera que la tenga yo por el momento. No soy un experto con ella, pero al menos se lo que hay que hacer para que ninguno se pegue un tiro por error.

Le doy unos segundos mas y retomo la marcha.

Sigamos a ver si encontramos esas casas. Dormir con tranquilidad nos hará bien.

-Tienes que entenderlo, Tim. Hace tres días que el mundo se ha vuelto loco y esa gente a lo mejor ha sufrido mucho. En situaciones como esta, donde no hay ningún control, la gente tiende a caer en sus más bajos instintos ¿comprendes? Saqueos, asesinatos, robos. Ya no hay más policía que te vigile -el anciano hace un gesto al sheriff que asiente con una media sonrisa-. El mundo tal y como lo conocemos se ha terminado y ahora impera la ley del más fuerte. Con el permiso de ellos, por supuesto -señala hacia el exterior, refiriéndose a los infectados.

-Es cierto, la ley se ha acabado -comenta el sheriff arrojando el sombrero sobre una mesa-. Y si no fuera por las presiones del dueño de esta isla, ni siquiera nosotros estaríamos aquí. Desde ayer no sé nada de la central, al otro lado del mar. Mis compañeros, mi familia... todos estaban allí.

La radio vuelve a chasquear:

Mira ca...-dice vuestro interlocutor con enfado. Aunque se detiene antes de volver a hablar de manera más relajada-. Esta bien, estamos esperando a parte de nuestros compañeros. Trataremos de seguir en contacto y en cuanto hayan vuelto empezaremos a hacer los viajes. Seguimos con el problema de que Danielson es un infierno, ¿se os ocurre algo?

Alice asiente y vuelves a poner en marcha el coche. Proseguís por el camino forestal hasta que este termina en una pequeña explanada. Un poco más allá, un estrecho sendero continua hasta la orilla del lago.

Cogiendo todas vuestras cosas del vehículo, andáis por el camino prestando atención a todo lo que podéis oir a vuestro alrededor. Sin embargo el único sonido es el de una suave brisa moviendo las ramas y el sonido de los pájaros. El lago, azul y quieto como un espejo, se adivina un poco más allá entre los árboles.

En la orilla se abre un amplio claro despejado donde hay tres pequeños chalets de aspecto agradable separados unos de otros por unos cincuenta metros. Frente a una de las casas hay aparcado un todoterreno y también se ha construido un pequeño embarcadero que se adentra en las aguas otros veinte metros. Sin embargo no hay absolutamente nadie por la zona. Las puertas de las casas están cerradas y no hay ningún cadáver por las proximidades.

Traté de tranquilizarme y sopesar las vías de escape, empezaba a comprender la tremenda suerte que tuvimos al solo toparnos con un par de infectados por el camino; pero un rescate sería mucho mas complicado.

-Vamos a pensar algo, y que la próxima vez hable la chica, se nos están quitando las ganas de ir a ningún lado, eres un desmotivador nato.-Dije antes de soltar el aparato para hablar con el Sheriff y Jebediah.

-Sheriff, ¿disponemos de algún vehículo acuático?, ¿una lancha por ejemplo o un pequeño barco? Pienso que podríamos acercarnos a la costa y allí recogerlos, pero claro, ellos tendrían que hacer el viaje hasta la costa.

Si ellos pudiesen llegar a la costa el traslado sería mas fácil, simplemente recogerlos y traerlos, haríamos menos ruido y sería mas sencillo, siempre y cuando ellos pudiesen desplazarse a la costa en algún vehículo.

Una vez comprobado que no hay nadie por los alrededores, ni vivo, ni muerto ni infectado o lo que sea que les pasa a los caníbales, saco el rifle y aprovecho la mira para inspeccionar el terreno y las casas. No me fió del todo terreno en la casa y la aparente falta de vida humana.

Sí, tenemos una pequeña motora -responde el sheriff-. Pienso que podrían caber unas cuatro personas en ella. Pero es un viaje largo para hacerlo en lancha, piensa que las distancias entre la costa las recorre un barco. Tendríamos que usar demasiada gasolina.

Entonces Mark interviene.

-¿Y por qué no usamos el propio ferry? Los infectados ya han sido neutralizados y su tripulación está aquí con nosotros. Mejor no se nos podía presentar la cosa dentro de las circunstancias.

La radio chasquea y se escucha la voz de Joy nuevamente:

-Hola Tim, soy Joy otra vez. Antes de que las cosas se calienten más, vamos a esperar a los que faltan nuestro grupo. Esta noche volveremos a encender la radio y hablaremos con las cosas claras. Por el momento solo puedo deciros que algunos de nosotros si queremos ir con vosotros a Block Island, y que hemos encontrado un aeropuerto cercano. Se trata del aeropuerto Toutant en Woodstock Valley. La única población que hay allí es muy pequeña por lo que sería fácil asegurar la pista para el aterrizaje y el despegue -la joven da las coordenadas y luego añade- ¿Hablamos esta noche? Gracias.

Con el rifle ajustado al hombro, recorres el terreno usando la mira telescópica. Con ayuda del zoom registras todos los alrededores para descubrir únicamente el cadáver de un perro destripado junto a una de las esquinas de la casa que tiene el todoterreno aparcado. Está en un lugar donde da la sombra así que es lógico que se te pasara en la primera inspección. Aún así, no hay nadie en la zona, ni se ve a nadie tras las pocas ventanas de las casas que no tienen cortinas o están cerradas.

-¿Qué ocurre? -pregunta Alice nerviosa al verte sacar el rifle- ¿Hay alguien? ¿Estamos en peligro?

Aparto el rifle de mi cara. La distancia es demasiado grande para ver si la rajaron con un cuchillo o con las manos y los dientes...pero siempre hay que esperar lo peor.

Alice...viste algún perro contagiado como los humanos?...o a alguno de ellos atacando un perro.

Tras la pregunta entro en el coche y cierro la puerta. Al menos los...zombis parecen demasiado torpes como para cerrar puertas, por lo que si hay alguno que mato al perro estará por fuera.

Tal vez sea el perro del cazador que mato el guarda...

-No, nunca vi ninguno infectado. Cuando salíamos de la ciudad vimos varios perros andando entre los zombies. Los infectados los ignoraban y ninguno mostraba indicios de estar enfermo ¿Por qué lo preguntas?

Pienso un poco en lo que ha dicho. En cierta forma me alegra porque me gustan mas los perros que las personas, pero aun así...

Bueno...lo decía porque ahí abajo hay un perro muerto y pensé que podría haberlo matado el cazador que nos cruzamos antes. Pero si los perros no son su presa y tampoco lo mato alguien por estar contagiado...solo nos quedan los humanos o algún animal.

Dicho lo cual, pongo en marcha el todo terreno y me dirijo a la casa de el extremo derecho.

Tardé un poco en contestar sopesando las acciones que podríamos llevar a cabo para lograr culminar con éxito aquella empresa.

-Hola, me alegro de oirte, estaba empezando a arrepentirme de haber encendido la radio.-Acerté a contestar, aunque aún permaneciendo divagando en mi cabeza.-Pensadlo bien, nosotros estaremos a la espera, hasta pronto.-Me despedí.

Me giré cuando escuché lo del ferry.¿Hay tripulación para llevar al ferry?-Pregunté en primera instancia.-Aún en caso de hacerlo deberíamos revisar los cadáveres y ver que siguen en su sitio y por supuesto echar un vistazo al barco por completo.Es un barco muy grande y podría haber algún polizón que ha pasado desapercibido y suponer un disgusto. ¿Hay algún barco mas pequeño, un catamarán, velero...

-Claro que hay tripulación, hijo -contestó el sheriff-. La que ha conseguido llevar el barco hasta aquí. Supongo que usar el barco es lo más propicio. Aquí hay algunos barcos privados, veleros sobre todo. Pero ya has visto cómo son los clientes de este club, no creo que te dejasen usar sus embarcaciones para traer a más gente aún.

Llevas el todoterreno hacia la casa elegida que tiene pinta de estar deshabitada. Aparcas frente a la puerta orientándo el vehículo hacia el camino por si hubiera que salir pitando a toda ostia. Cuando apagas el motor, el silencio que os rodea vuelve a caeros encima como una losa.

Dada la experiencia que tuvimos con los infectados antes y como reaccionan al sonido, después de examinar un par de minutos los alrededores para ver si se nos acerca alguno, me subo al tejado del todo terreno y desde allí lanzo una de las latas de bebida vacías contra la puerta de entrada, luego me paro a escuchar a ver si algún sonido llega desde la casa.