Partida Rol por web

Todo va bien a bordo de la Pulga, el motor, las ruedas, todo parece funcionar correctamente. Descendéis del Monte Pedroso por una carretera estrecha que serpentea entre los pinos, algunos de vosotros ya conocéis este camino. Da a parar a una antigua carretera que lleva a Santiago, la seguís, pero antes de llegar a la ciudad tomáis un desvío. Nara va dando indicaciones precisas a Gaspar, quien demuestra cierta habilidad al volante sorteando algún zombi y muchos obstáculos sobre el viejo y agrietado asfalto. Llegáis a un pequeño puente de piedra que cruza un arroyo, ahí enfrente empieza la ciudad. En algún momento esto fue un barrio residencial, las casas se aprietan a ambos lados de la calle, más allá hay una zona más abierta, con bloques altos. Podéis ver zombis parados aquí y allá, son pocos. Estas zonas ya las han explorado mucho los adultos, están más que recolectadas, ya no queda nada aquí. Seguís adelante, con precaución, muy atentos a cualquier movimiento, hasta llegar a donde empieza la carretera de Romaño. Sunhee descubrió que es por aquí por donde parece que salió Clemente. Gaspar frena y detiene la furgoneta.

Desde este punto nadie ha pasado, o al menos nadie ha vuelto para contarlo. Nara alguna vez estuvo aquí, fue lo más lejos que ha llegado nunca, lo más lejos que ninguno de vosotros ha llegado jamás. El asfalto está completamente cubierto de hierba, no es como la carretera que baja de Pedroso, donde el paso de vehículos, aunque escaso, deja marcas. Aquí todo está invadido por la naturaleza, los árboles han reconquistado lo que fue una calle de la ciudad, tras ellos se esconden edificios, bajo los arbustos pueden difícilmente adivinarse bancos, papeleras, vestigios de una civilización ya extinguida si no fuera por vosotros cuatro.

Aquí empieza lo que los adultos llamaban el Cinturón, una vasta zona plagada de zombis, de grupos de zombis, de cientos de ellos, que rodea Santiago. Estos zombis un día fueron peregrinos, visitantes y turistas llegados a la ciudad con motivo del Xacobeo 2021. Fue tal la avalancha de personas que hubo que levantar extensos campamentos provisionales para albergar a tal masa de visitantes. Los antiguos se maravillaban de ello.

A unos escasos cincuenta metros ya podéis ver el primer grupo de zombis, son unos ocho, más allá hay más. Han oído el rugir del motor de la Pulga, se han girado y vienen hacia vosotros. Al fondo podéis ver el giro que hace la carretera hacia la izquierda, perdiéndose de vuestra vista en dirección a Santa Comba. 

Al ver el primer grupo, sin dudarlo voy a la parte delantera de la Pulga y le digo a Sunhee:

"Sunhee, no me sueltes, por dios agárrame bien. Voy a facilitarle las cosas a Gaspar"

Abro la ventanilla, saco medio cuerpo y miro a Sunhee para que me agarre fuerte.

"Gaspar, ¡No pares, llévatelos por delante!"

Mientras grito, sentada en la puerta de la furgo con medio cuerpo por fuera, saco una flecha y disparo al primer zombi del grupo más adelantado. Estará a unos 15 metros.

Cae desplomado y me meto corriendo a la furgo de nuevo, cerrando corriendo la ventanilla. 

Sentada encima de Sunhee miro a los demás con aire triunfal, pero no me da tiempo de regodearme demasiado porque vamos a colisionar directamente contra el grupo de zombis!!!

Esa tirada de Disparo tendría +2 por ir en movimiento y +2 por apuntar a la cabeza. Sería un 19. Aún así aciertas. Pero tenlo en cuenta para las próximas.

Sunhee, haz una tirada de Fuerza a Dif10 para sujetar a Nara.

Gaspar, la Dificultad A pasa a ser 22.

Bueno, nuestro plan se define ahora. Nuestro modo de escape se pone se prueba. Solo debo enbestir todos esos zombis y pasar atropellando. Pan comido. Me acomodo el sonbrero para ver con claridad y acelero. - Pan comido - Me repito en voz alta.

Presiono el acelerador a fondo. Antes de pasar al siguiente cambio paso un poco decrevoluciones el motor para hacer el csmbio un instante antes de impactar para aprovechar el impulso.

Nunca los había visto tan de cerca. La flecha impacto sobre la cabeza y el desgraciado cayo a plomo. No se cansaban, no tenían miedo, ni frio, ni hambre y solo eran vulnerables en la cabeza pero, ahora que los tenía ante mí, no daban tanto miedo. Pese a todo eso eran lentos y estúpidos, no son capaces de defenderse, esconderse o tomar decisiones.

Eso es lo que nos hará prevalecer… nuestro intelecto. Mi madre me preparo bien. Siempre habrán tipos fuertes que maten zombis, pero siempre habrá mas zombis. Pero con conocimientos e inteligencia no solo sobreviviremos… nos adaptaremos y volveremos a dominar la tierra!

Los gritos de Sunhee me sacaron de mis pensamientos mientras Nara parecía balancearse peligrosamente. Como puedo, me abro camino entre los asientos para intentar ayudarlas.

¡Aguanta!

¡Ay, dios! Ver a Gaspar pisando el acelerador, y la pila de zombies en frente nuestra no auguraba nada buen... Yo que me llevé la mano al cinturón de seguridad y bien que me lo abroché por si acaso.

—No sería mejor esquiv... 

Justo cuando estaba diciendo aquello, Nara se tiró encima mía y empezó a disparar flechas. ¡Era buena idea! Así que yo bien que la agarré, no fuese a ser cosa que entre atropello de zombie y giro brusco de volante acabara en el suelo... Eso sí que sería un auténtico problema...

—¡José, ayúdame!

El chico no tardó en echarme una mano. Todo esto estaba controlado, Nara no tenía nada que temer con los dos sujetándola, pero Gaspar... ¿sería capaz de destrozar a todos los zombies?

Apenas a unos metros del primer grupo de zombis Nara asoma su cuerpo por la ventanilla del copiloto, sujeta por Sunhee y Jose, y demuestra lo buena arquera que es. Hace blanco en el entrecejo justo del zombi, y un segundo después Gaspar arrasa con la Pulga y masacra a los zombis. Sigue acelerando y vuelve a hacerlo con el segundo grupo. La sangre salpica los cristales y el entusiasmo os inunda. Sin embargo el limpiazombis acumula varios cuerpos y hace que la Pulga se frene levemente. Al alcanzar al tercer grupo y arrollar a casi todos, la carga del limpiazombis ya es demasiada, la Pulga se levanta y las ruedas delanteras patinan sobre restos de vísceras. Por un momento os detenéis. Dos de los zombis han quedado intactos y se aproximan a Nara, que aún está asomada a la ventanilla.

Es aquí donde Sunhee casi por acto reflejo la mete para dentro de un fuerte tirón, y lanza su daga hacia la cabeza de uno de ellos, que cae al suelo. El segundo se abalanza sobre ella, y tras un breve forcejeo empuña su cuchillo y le asesta el golpe mortal. Su rápida acción, además de salvar a Nara, os da el tiempo necesario para que las ruedas acaben de descomponer el cuerpo y agarre de nuevo en el asfalto. Tras recuperar su daga la Pulga toca el suelo y un tirón os sacude al volver a poneros en movimiento. Os miráis los cuatro, y mirais aliviados a Sunhee. Por un momento habéis temido lo peor, sobretodo Nara.

El cuarto grupo vuelve a ser pulverizado por el limpiazombis de Gaspar. Llegáis al final de esta recta y tomáis la curva a la izquierda. Un puente, el Puente Romaño, cruza aquí el río Sarela y marca el límite del municipio. Ya estáis fuera de Santiago. Ya no hay aceras ni edificios.

Pero el peligro todavía no ha desaparecido. Ante vosotros se muestra una larga y aparentemente infinita recta, plagada de coches, obstáculos y zombis. Esta vez son demasiados y debéis tomar un desvío más adelante. La zona está plagada de ellos, hay muchos. Debéis encontrar un camino por el que la Pulga pueda pasar sin problemas, y sin exponeros demasiado a los zombis. Ya es pasado el mediodía.

¡He estado bien cerca de ser devorada! Pero Sunhee me salva en el último segundo...

Perpleja, la abrazo y le doy las más sinceras gracias.

¡Hemos pasado! ¡Hemos pasado! ¡Hemos pasado!

No me lo puedo creer. Después de tantísimo miedo, después de temer por mi vida cada vez que veía moverse algo tras un matorral resulta que hemos llegado mas lejos de lo que nadie se habría imaginado.

De repente el futuro parecía esperanzador. Aun quedaba mucho por hacer, muchos kilómetros por recorrer y, al final, nos dirigíamos a un destino incierto. Pero aun con todo me sentía esperanzado. Gaspar, Nara y Sunhee eran unos auténticos supervivientes.

Sonreí ante el abrazo de Nara y le correspondí con un buen achuchón. Había estado cerca, pero lo habíamos conseguido sin que nadie saliera herido. ¡Estaba orgullosa!

Sin embargo, ahora nos enfrentábamos a otro problema... ¡Había demasiados zombies! Pero no sólo zombies, sino también obstáculos que dificultaban el tránsito de la Pulga. Teníamos que encontrar una alternativa... Miré por ambas ventanas, e incluso asomé la cabeza como si el cristal de la ventanilla supusiera un impedimento. Bueno, en realidad lo era... ya que estaba manchado de restos de zombies.

—Quizás podamos coger por aquí —les dije a mis compañeros, señalándoles un pequeño sendero que, aunque presentaba algunos riesgos, era mucho mejor que intentar circular por la recta que teníamos delante—. La Pulga podrá pasar y aparentemente parece despejado, pero... podríamos pinchar, o quizás toparnos con zombies más adelante... Jose, tú tenías los prismáticos, ¿verdad? ¿Ves algo mejor?

Aunque la barriga me rugía del hambre, intenté no comer aún. No quería gastar mi única provisión antes de estar segura de que podríamos encontrar pronto más...

Lo cinseguimos por poco. ¡Que gran equipo somos! Juntos nada podrá con nisotros.

Una vez pasados los primeros grupos de zombis la situación no hace más que complicarse. El estado de las carreteras es deplorable, está claro que hace cincuenta años que nadie pasa por aquí. La naturaleza ha reconquistado prácticamente todo, y sumado a la falta de mantenimiento de las infraestructuras hace que todo sea un caos. Hordas de zombis campan aquí y allá, y el ruido de la Pulga los atrae con facilidad.

ejemplos del estado general de las carreteras

A pesar de tener el mapa de carreteras, nada tiene que ver con lo que existe hoy. Os topáis con tramos de carretera arrancados literalmente por cauces de ríos, carreteras que prácticamente han desaparecido engullidas por el bosque, puentes en un estado ruinoso por el que ni siquiera a pie podríais cruzar. Dais muchas vueltas, os metéis en muchos lugares sin salida y os veis forzados a volver atrás. En más de una ocasión debéis hacer frente a zombis que no conseguís esquivar. Debéis apartar obstáculos de la calzada o empujarlos con el limpiazombis. Realmente atravesar esta zona es una verdadera odisea. Sufrís heridas, la Pulga ha tenido algún que otro percance, y el cansancio se apodera de vosotros.

Tras diez horas de trayecto, casi perdidos en un laberinto de carreteras cortadas, caminos irreconocibles, y tramos que directamente habéis hecho campo a través, la noche se os echa encima. Seguí un poco más, y ya con las últimas luces divisáis lo que en su día fue un área de servicio. Nunca habéis visto ninguno, pero habéis oído hablar de ellos. Sabéis lo que son y lo que albergan. Un monolito en el que se puede leer algo como REPS__ marca el lugar. Estáis agotados.

Vista aérea del Área de Servicio de Brins

El lugar parece tener un perímetro sólido construido con muro de bloques de cemento, chapas, y alambrada. La hierba lo invade todo y os llega por los tobillos. Tiene dos accesos, uno bloqueado y el otro completamente abierto. La puerta de éste está caída en el suelo, pero pensáis que podéis ponerla en su sitio y asegurarla fácilmente. Dentro hay varios coches y otros vehículos completamente desmantelados, quizá podáis recuperar algunas piezas para la Pulga, quizá haya herramientas. A primera vista unos cinco zombis dispersos 'custodian' el lugar. El techo de la gasolinera está medio caído, los surtidores aún están ahí. Varios edificios se agrupan al fondo, de derecha a izquierda: lo que parece que fue una cafetería, la tienda de la gasolinera y zonas de lavado de coches. La cafetería y la tienda están cerradas a cal y canto, las ventanas están bloqueadas con tablas y las rejas están echadas hasta abajo, llevan así décadas.

La Pulga (y vosotros) necesita descansar. La temperatura del motor está altísima debido a la larga jornada sin pausa de hoy. Ha recibido golpes, y le habéis exigido muchísimo. No estaría mal echarle un ojo a su estado general. Tampoco estaría mal asegurarse del estado del perímetro y reforzarlo un poco si es necesario, al igual que intentar acceder al interior de los edificios, quién sabe si todavía hay algo útil aquí, pero tened cuidado.

plano del Área de Servicio de Brins

Zombis 1 3 4 5: 10Defensa 0Absorción
Zombi 2: 13Defensa 4Absorción Era un motero, lleva casco y cazadora de motorista.

Coches: nada de valor. En uno de ellos hay un zombi atrapado.
Surtidores: pueden obtener hasta 3 de combustible de los depósitos del suelo (20Dif) (la llave está en la tienda)
Café: algo de comida
Tienda: 
? tallercillo: herramientas, recambios...

Parecía un milagro pero de algún modo habíamos encontrado lo que parecía otro refugio fortificado. Si estaba vacío y en condiciones podría servir para pasar la noche, quizás incluso más si encontrábamos algunos suministros. La primera parte del viaje había sido dura para todos y necesitábamos reponer fuerzas, curar heridas y preparar la Pulga para otro posible camino complicado.

Chicos, he leído sobre este lugar. Aparentemente es una estación de servicio, comúnmente llamada gasolinera. Aquí venia la gente a comprar gasolina y también solían tener tienda y cafetería. Parece abandonado, lo cual nos beneficia. Si lo abandonaron porque se quedaron sin suministros será difícil encontrar algo. Si por el contrario tuvieron problemas con la seguridad como esa puerta rota parece indicar… podríamos estar de suerte.

Sea como fuere, lo primero es acabar con los zombis que podemos ver y, mientras tres de nosotros aseguran la puerta de algún modo, otro debería vigilar para que no se aproxime algún zombi silencioso mientras estamos despistados.

Después deberíamos investigar la zona a ver si quedan mas muertos. Aquí podría haber almacenes, refrigeradores o arcones que podrían tener algún muerto dentro. Para una primera vuelta previa iría por parejas. Cuando todo este asegurado lo mejor seria separarnos para buscar cosas útiles. Si encontramos comida o gasolina seria genial.

Cada vez estoy más animado a pesar del esfuerzo que estamos haciendo. Somos un equipo genial. Cuando parece que las cosas se complican, que no podremos seguir una flecha de Nara borra el obstáculo, Sunhee descubre algo salvador, José tiene una observación reveladora o yo mismo evito el peligro con un giro de volante.

Una vez más, cuando empiezo a desalentarme levemente, ante nosotros un posible refugio, una solución momentánea. Respiro profundo y aliviado.  Manejar 10 horas seguidas en medio de tensión y peligro constantes es extenuante. Estoy tremendamente cansado.

- Bueno, creo que hemos dado con un buen lugar. Creo que si eliminamos a los que están dentro y ponemos esa puerta en su lugar podremos dormir tranquilos. – Miro con desconfianza – Esos lugares tan bloqueados – Digo señalando los edificios de cafetería y tienda – Me dan muy mala espina, pueden estar llenos de caminantes. Tratemos de asegurar otro lugar para dormir esta noche. Incluso dormir dentro de La Pulga estaría bien por mí.

Cada vez tengo menos deseo de abandonar el vehículo, es la pequeña seguridad que me queda, desde que salimos de Pedroso no he bajado y lo haré lo menos posible. Observo bien los alrededores tratando de encontrar con qué asegurar la puerta caída.

"Me parece genial, chicos, vayamos con cautela. Gaspar, podemos entrar dentro, y aparcar de momento la Pulga bloqueado la puerta rota haciendo de parapeto. Así tendremos ya una puerta y estará cerrado el recinto. Entonces saldré y mataré a los 5 zombis que hay."

Así lo hacemos. Eiminar esta amenaza es lo más apremiante ahora mismo, y luego podemos seguir con los planes que han descrito. Gaspar aparca la Pulga bloqueando la puerta, y salgo lentamente por la puerta que da al recinto por dentro. Lentamente y con sigilo coloco la flecha, estoy alerta y ando despacio, observando atentamente a mi alrededor. Sunhee está junto a la puerta de la Pulga para abrirla si necesito volver corriendo.

"Tú vas a ser el primero" - y apunto al primer zombi que veo merodeando, ocultándome tras unos contenedores caídos.

Afortunadamente no fallo y el primero cae como un saco al suelo.

Esto alerta a los demás, que empiezan a moverse hacia mí. Aún no me han visto.

Gaspar maniobra un poco para colocar a la Pulga en mitad de la puerta caída. Aún hay bastante hueco a ambos lados. Un pequeño grupo de zombis se acerca lentamente por la carretera desde donde habéis venido, os siguen, pero aún están muy muy lejos. Gaspar inspecciona su alrededor desde el lugar del conductor, en busca de algo que os pueda servir para sujetar la puerta, y al mismo tiempo preparado por si hay que huir.

Sunhee y Jose bajan del vehículo con intención de asegurar y observar alrededor de la Pulga, mientras Nara limpia el recinto. Aparentemente no hay nada que os haga alertaros. Guardáis mucho silencio y prestais mucha atención a cada coche, arbusto, rincón oscuro... la noche empieza a ser inminente y el anaranjado sol proyecta sombras largas. Desde aquí no podéis distinguir nada más sobre los edificios. Todo está en calma, salvo por esos cinco no-muertos.

Nara se acerca al primero, con actitud furtiva, agachada, moviéndose ágilmente entre los oxidados coches del aparcamiento. A través de la ventanilla sin vidrio de uno de ellos abate al primero. El ruido llama la atención de los dos más cercanos. Junto a lo que parecía ser la cafetería hay uno, el que está más cerca. Más allá hay otro, bajo lo que queda del techo sobre los surtidores. El primero debió ser un motero, lleva casco y cazadora de cuero, en principio no va a ser posible atravesarle con una flecha, aunque tampoco podrá morder. El de allá será más fácil de abatir. Ambos se acercan lentamente a Nara. Los otros dos están lejos, no han percibido nada y siguen inmóviles.

situación actual