Partida Rol por web

Agradecí que Declan tomara las riendas ya que Sunhee y yo estábamos demasiado en shock. Cuando le amordazaron y ataron, caí en la cuenta de que los zombis no hacen cortes. Quizá haya sido atacado por un animal, pero parecían más cortes hechos por personas. Encontraré a esos hijos de puta y los mataré si estoy en lo cierto. Y si ha sido Rut... Acabaré con ella lentamente. Aguanta, Gaspar...  Sabía que no tenía que haberse ido con ella, lo sabía. Menos mal que Sunhee volvió, algo extraño está ocurriendo. Mientras se lo llevaban, miré a Sunhee con gran preocupación y le puse una mano en el hombro. Esperé con todo mi corazón que fueran solo heridas hechas por humanos, aunque al fin y al cabo fueran consecuencias más graves.

Lo primero fue atarle las manosy los pies a la cama y colocarle bien la mordaza. Con cuidado fui retirándole los restos de ropa que tenía pegada a las heridas y observando la forma y profundidad de las mismas. Anuncia me iba ayudando manteniendo siempre una gasa en agua cuando me hacía falta. 

Anuncia y Elica habían dejado todo preparado en el barracón del mar, entré un momento en el refugio donde dormía y cogí todo lo que iba a necesitar. -Anuncia, tú te quedarás conmigo, los demás os quiero fuera atentos y preparados a lo que pueda pasar- y tras esto cuando todos salieron, cerré la puerta.

Te mira atentamente. Cada gesto que haces, cada objeto que sacas de tu maletín y de tu botiquín. Te ayuda en lo que puede, aunque a pesar de su edad y de la experiencia que se le supone le tiemblan las manos.

- Joder...

Susurra con un hilo de voz casi inaudible, sin dejar de prestar atención a tus indicaciones.

Lo primero que haces es tomarle el pulso: está vivo. Pero respira con dificultad y el corazón le late muy despacio. Está muy débil. Por otro lado es buena señal, pues la zombificación empieza con altas temperaturas, fiebre y un ritmo alto de pulsaciones que culmina con un infarto. Que esté tranquilo es buena señal.

Tras atarle y asegurarle, preparas algunos medicamentos y sustancias que te servirán sobretodo para limpiar y desinfectar las heridas. Sabes bien que debes hacerlo con delicadeza y muchísima atención, pues un error le costará la vida al chico. Limpias las heridas con cuidado, y vas viendo que son cortes largos y profundos, causados por un objeto cortante y contundente; le han hecho esto con una especie de pachete o cuchillo grande. El resto del cuerpo lo tiene lleno de moratones, ha debido sufrir mucho, y han debido ser varios los que le han hecho esto, o alguien con mucha furia y saña. Los cortes más feos los tiene en la cara, puede que pierda un ojo.

Al rato, casi una hora después, Gaspar está vendado y estabilizado. Necesitará mucho reposo, descanso, y tratamiento continuado durante varios días o incluso semanas. Existe la posibilidad también de que no despierte nunca, o de que termine por morir a causa de muchas posibles complicaciones. Por ahora lo mejor es dejarle descansar, y no desatarle por si las moscas.

Declan os echa del barracón. Esperáis afuera. El tiempo pasa. Casi una hora. Dentro no se oye nada, sólo silencio.

-Vamos, chicas, separaos, dejadnos moverlo, no queremos que os pase nada. Y no veo que respire, pero no significa nada, ha sido muy raro, muy raro... Declan, movámoslo. 

Aparté a las chicas, sabía que querían mucho a Gaspar, que eran familia. Y por la familia, se hacen locuras, cómo el por su madre, entrar en la Zona. Y ellas por Gaspar, harían lo mismo. Por eso no quería que les pasase nada, les debía la vida, y los apreciaba. Y le dolía lo que le pasaba a Gaspar. Si estaba muerto, y era zombi, era muy raro. Si estaba vivo, estaba destrozado y podía pasarle algo... y hacerles daño a ellas. Estoy con muchas dudas, no se qué pensar. Me parece todo demasiado raro, extraño. Pobre Gaspar. Pobres chicas. Algo me agobiaba, no sabía qué pasaba, y eso... me hacía dudar... 

Lo llevamos adentro, y pronto Declan nos echó al resto. Salí diligentemente. No sabía tanto curar como él, y sobre todo quería cuidar a las muchachas. - Chicas, calma. No se que pasa, pero... contad conmigo. Os debo mi vida. Confiemos... 

La espera es terrible, y yo tomo un palo, lo afilo hasta desgastarlo, cojo otro, y repito. No se como gastar mis nervios... Sobre todo, quiero que no sufran lo que yo... - Yo diría que cuanto más tarda... mejor noticia es... bfff... 

Mientras están dentro del barracón no puedo estarme quieta, doy paseos en círculos mirando a Sunhee. Me encuentro angustiada e incrédula. Me siento en el suelo, tocando las piedrecitas y las puntas de mis flechas, me levanto de nuevo...

Cuánto tardan -les digo a Sunhee y Xose - Voy a llamar a ver si me dicen algo.

Me acerco a la puerta y llamo tímidamente a la puerta, y la abro despacio.

¿Cómo está?

Al verte, Anuncia se enfada:

- ¡Sal de aquí niña! ¡¡Es mejor que no veas esto!!

Y te da con la puerta en las narices.

Y ciertamente, lo que has visto no te gusta. Hay mucha sangre por todas partes, muchos paños teñidos de rojo, y en ese momento Declan está cosiendo algo en la cara de Gaspar.

Antes de que Anuncia cerrara apresuradamente la puerta, pude mirar al interior un instante y ver postrado a Gaspar. Verle así me aterró, llenando mi cuerpo de demasiada adrenalina, y me revolvió instantáneamente el estómago. Me eché a un lado e instintivamente me agaché apoyándome en la pared del barrancón, y vomité con fuerza. Me encontraba fatal de repente.

- ¡Puto asco!

Tardamos bastante en dejar listo el cuerpo de Gaspar, la verdad es que estaba bastante mal. Miré a mi enfermera improvisada -Buen trabajo Anuncia, muchas gracias, no era nada fácil. Yo me encargo de hablar con el resto- directamente nos pusimos a recoger todo. Ella se llevó el barreño lleno de restos de ropa y vendas para tirarlo, yo me quedé en el umbral de la puerta con la idea de comunicar todo lo que había pasado pero a la vez, interponiéndome al acceso. 

Sabía que estarían muy nerviosos así que intentaba pensar qué palabras utilizar para que se tranquilizasen - Hemos terminado y aunque tenemos que ver cómo evoluciona, soy optimista. Lo bueno es que no tiene, aparentemente, ningún signo de mordedura, aún así lo mantendré atado para asegurarme. Lo que lo atacó llevaba un machete o un cuchillo, porque sus cortes eran muy profundos además de que tiene el cuerpo lleno de moratones, tal vez, tuvo que luchar con varios. Lo que tiene menos posibilidades para recuperarse es que uno de sus ojos tenía un corte, así que es probable que lo pierda. Ahora mismo está muy débil, su respiración es muy lenta y necesita mucho reposo y tranquilidad, sé que queréis verle, pero ahora no puede ser, necesita descansar. El momento clave en la recuperación es poder descansar y dejar que su cuerpo vaya poco a poco regenerándose, debemos y tenéis que entenderlo y aceptarlo. Sólo os dejaré pasar cuando crea que vuestra visita no lo pone en riesgo, lo siento, os pido que me entendáis- en ese momento me alegraba de no tener un fuerte vínculo con él porque así sería más fácil atenderlo, cuando otros sentimientos se interponen se pueden cometer errores. Estaba convencido de que se recuperaría muy pronto era joven y fuerte.

La noticia de Declan fue como un milagro. ¿No tenía mordeduras de zombie? ¿Entonces se podría recuperar bien? Aunque... en el estado que estaba... ¿Qué salvaje le había hecho aquello? ¿Los fráteres? ¿Rut? Las respuestas las sabríamos en cuanto Gaspar recuperara las energías... sólo tenía que tener paciencia.

—Declan, Anuncia... gracias.

No podía hacer otra cosa que agradecerles todo lo que habían hecho. Si Gaspar lograba salvar la vida, les estaría eternamente agradecida. Ya sólo teníamos que dejarle descansar y esperar a que sanara las heridas. Fue en ese momento, cuando la tensión de todo desapareció, que me vino el bajón del cansancio que tenía por el largo viaje de aquella noche...

—Chicos, voy a descansar un poco yo también.

Sin embargo, antes de salir de allí, miré a Nara y le hice un disimulado gesto con la cabeza. Quería hablar con ella en privado... Solas, ella y yo.

Cuando veo que Nara intenta entrar, niego con la cabeza. Hay que ser pacientes, como en la pesca, aunque a mí me consume también el nervio por saber qué pasa ahí dentro. Continuo destrozando  palos, para pasar el tiempo...

Hasta que salió Declan. Cuando comentó todo lo que le pasaba a Gaspar, me sentí por un lado aliviado, y por otro un desgraciado. Estabá dispuesto a destrozarlo, y sin embargo, todavía era humano... Fui hacia Declan, y le di un apretón de manos, agradeciéndole lo que había hecho. Casi no podía hablar, me alegraba mucho lo que decía. -Se que se muy poco de curar, pero si me necesitas, puedo ayudar a las curas. 

Luego me dirigí a las chicas. -Me alegro mucho, Nara, Sunhee. Siento haber sido duro, siento haber estado tan tenso en ese momento. 

-El que aquello fuese originado por un ataque de personas... Me preocupaba. Pero tendríamos que hablarlo luego. 

Vi el gesto de Sunhee y lo capté al instante. Me puse a su lado mientras caminábamos al refugio a descansar. Se la veía cansadísima. Ya en el refugio, esperé a que ella decidiese dónde descansar. Me mataba la intriga, ¿quizá tenía nueva información que yo no sabía aún? La miré toda demacrada y me dio un apretón el estómago, las náuseas y la preocupación me podían, yo también necesitaba descansar y comer algo.

¿Quieres que te traiga algo? Me voy a tumbar contigo un rato.

Antes de marcharme, escuché las palabras de Xose. No pude menos que sonreír con una sonrisa cansada pero sincera.

—No te preocupes, Xose —contesté—. Hiciste lo correcto...

Lo decía de verdad. Porque, aunque le había hecho poco caso en casi todas las órdenes que había dado, viéndolo ahora desde la calma, había cometido demasiadas imprudencias. Si Gaspar hubiera sido un zombie, le había puesto en bandeja que me diera un bocado... Me había dejado llevar por el nerviosismo y el temor de que Gaspar pudiera morir... y era comprensible, pero eso no restaba que hubiera actuado como una tonta.

Cuando salí respiré profundamente y miré un rato al cielo. No estábamos en un lugar seguro... por desgracia.

Cuando Nara salió, y se encontró conmigo, le abracé directamente. Había faltado muy poco para que hubiéramos perdido a alguien más de nuestra familia... aún temblaba del miedo, pero el abrazo me reconfortaba... Con Nara me sentía segura, y sabía que, mientras estuviese a su lado, no tenía nada que temer.

Luego, me separé poco a poco de ella, y le miré al rostro. Ella también se veía cansada...

—Nara, creo que... alguien del refugio está haciendo esto —le susurré—. No sé, quizás me estoy volviendo paranoica, pero... empiezo a temer que haya alguien que no quiera que Hoke prospere... Ahora mismo sólo puedo confiar en ti y... en Gaspar.

Solo la idea de que alguien a quien les habíamos tendido nuestro hogar y a quienes estábamos protegiendo nos estuviera jugando una mala pasada me ponía enferma. Pero... mi mente no paraba de darle vuelta a aquello.

—Si estoy en lo cierto, la vida de Gaspar corre peligro —continué—. Sólo él sabe quién le ha atacado o, quizás, si alguien ha dado un chivatazo para que les atacasen. Así que... si hay un infiltrado, lo querrá muerto para que no pueda decir nada. Será mejor que estemos atentas, y no le quitemos ojo...

Nara y Sunhee entran al barracón de Hoke.