Partida Rol por web

El hombre te mira como si le hubieras dado una bofetada con un guantelete de hierro forjado. Es más, retrocede en su silla un momento como si le hubiera picado un insecto en la frente. Te mira extrañado, doblemente extrañado por tus palabras. ¿Dejarlo pasar sin más? ¿Al puente de mando? ¿En medio de una operación de embarque y con un protocolo de seguridad Beta en marcha? El operador de la ante sala parece realmente extrañado, es más parece perdido, como si jamás le hubieran dicho algo semejante, o si nunca eso hubiera sucedido antes. ¿Se trata de alguna clase de broma señor? Porque he de asegurarle que en estos momentos la situación no es como para gastar ese tipo de bromas. Señor... Otros operarios que se encontraban a su alrrededor dejan sus comunicaciones un segundo pendientes y os miran extrañados, algo les ha llamado a atención. Los guardias de la entrada, con armas de seguridad al hombro os miran con el ceño arrugado bajo sus cascos, extrañados de aquella situación y alerta.

Mal. Muy mal. Atreus. ¡Espabila!

Le pido mil disculpas si le he ofendido. Hagámoslo de otro modo... -el clerigo se inclinó junto al operario y habló lo más bajo que puedo, con las manos cruzadas en la espalda para demostrarle a los guardias que no hacía nada peligroso- Informe al capitán de que el comité del Adeptus Mechanicus procedente de la nave inquisitorial Orgullo del sacerdote ha llegado. Si no desea molestar al capitán avise al oficial de guardia.

El hombre aun receloso de la situación, se volvió tras su escritorio y activando el enlace de voz que tenía en su oreja y que llegaba hasta su boca comentó unas palabras: Señor, tenemos en la zona de control un grupo que dice provenir del Orgullo del Sacerdote.... Otras voces que no logras entender os llegan rápidas desde su enlace. Sí señor, exactamente, los mismos... Más voces ...Del Adeptus Mechanicus en efecto... Está bien, a sus ordenes señor.

Alistándose la pechera del pulcro uniforme se vuelve en su silla giratoria hacia ti y comenta sin mayor tapujo. Le pido disculpas señor, pero el puente de mando es una zona vital de este navío, las medidas de seguridad son necesarias... De una impresora sacó unos carnets plastificados que entregó a los miembros del equipo tras estampar su huella genética, que al parecer, ya había sido registrada por sensores nada más entrar en la zona. El operario señala la puerta en forma circular que está custodiada por los soldados armados.

Pueden acceder al puente señores, el Almirante Ornford los está esperando en la cúpula. Presenten estos documentos en la entrada. Y tras ello volvió a sus funciones de comprobación, atendiendo nuevas llamadas por su enlace.

     Los soldados que custodiaban el puente parecían mas tensos que las cuerdas de un violín. Respondió a sus maneras con una mirada neutra. La misma mirada que dedicaría a unos niños jugando en el parque al pasar. Una mirada que por casualidad se asemejaba a la que habría puesto un verdadero servidor del Dios Maquina, sin apenas sentimientos. Otra vez será... pensó cuando les dieron las autorizaciones. De haberles atacado las cosas se habrían puesto mal... para ellos. Aunque luego les habría sido imposible escapar de la nave, así que se alegraba de la calma. A pesar del conato de encontronazo, parecía que podrían continuar con lo que quiera que Atreus tenía en mente. Espero que ésto mismo no vuelva a pasar cuando estemos tratando con gente menos disciplinada.

El viaje habia sido rapido pero intranquilo. Si bien estaba seguro de que no nos seguian, uno nunca sabe, sobre todo cuando trata con personas expertas. Esos tipos eran extraños, pero estoy convencido que eran un grupo de elite, por lo que deben estar preparados para diversas situaciones.

Aun así, me uní a mi grupo solamente diciendo:

- "Estamos solos por ahora."

Continué en silencio y así llegamos hasta una sala de seguridad que antecede al Puente de la nave. Despues de la intervención de nuestro jefe, nos dan credenciales de seguridad y nos dejan pasar. Al parecer la Inquisición hace bien su trabajo y aqui hay alguien de confianza que sabe quienes somos y nuestro objetivo. Me alegra saber de que es la persona más poderosa de la nave.

Sigo en silencio a mi grupo, mientras miro a todas partes, tanto en la sala de seguridad como en el interior. La paranoia se vuelve costumbre en el trabajo de Arbitrador y la Inquisición no ayuda mucho a sanarla.

Pasado el momento de nerviosismo ahora parecía todo en calma, parece que su cohartada de momento se mantenía aunque por un momento Telion llegó a pensar que se vendría todo abajo y acabaríamos presos en las bodegas de carga o algo peor. Por suerte Atreus como buen orador había sabido resolver la situación y ahora se dirigían al puente de mando. No era algo novedoso para Telion que había estado infinidad de veces en el puente de mando de la Orgullo pero esta nave tan nueva seguro que le sorprendería. En realidad Telion estaba interesado por primera vez desde que salió de la Orgullo, iba a conocer una nave nueva, lastima que no le dejarían seguramente manejar algunos controles ni familiarizarse con los protocolos de mantenimiento y programación.

Los guardias que custodiaban el lugar se pusieron firmes con un movimiento rígido cuando leyeron vuestras autorizaciones, dando un severo taconazo que resonó en el lugar y que a nadie sorprendió. Protocolo... Supusisteis. Cuando la puerta en forma circular se replegó sobre si misma pudisteis acceder a la sala del puente de mando. Como si fuese algo de obligado cumplimiento que ya esperabais, los dos agentes de seguridad que esperaban al otro lado de la puerta volvieron a comprobar las identificaciones y con un además concesivo os dieron paso.

El puente de mando era el lugar más importante de aquella nava, era el cerebro, el punto neurálgico desde donde mediante impulsos toda aquella embarcación de guerra recibía las ordenes y las funciones vitales. Por todos lados había cantidad de Alférez, Capitanes y ayudantes pululando con documentos y reunidos sobre tableros holográficos salpicados de estrellas y constelaciones, calculando quizás rutas o lugares, atando cabos antes de partir.

Pudisteis ver que en el fondo de la sala donde acabáis de entrar había un pasadizo que ascendía levemente a otra sala. Lo curioso que podéis percibir en aquel entorno es que nadie parece reparar en vosotros, y que todo el mundo parece horriblemente atareado, como si de la evacuación antes de un ataque exterminatus se tratara lo que se está llevando a cabo en aquella sala.

Tras permanecer de pie unos momentos, un hombre de aspecto joven con una cantidad significativamente reducida de condecoraciones en el pecho acude hasta vosotros y se pone firmes dando otro taconazo, con el ayudante hemos topado al final, pensáis rápidamente. Tras carraspear y aclararse la garganta os comunica: El Almirante Ornford los está esperando en el estrategum, sígname por favor.

Tras cruzar toda la sala observando a los grupos que hablaban concentrados y señalaban puntos en sus consolas llegáis hasta la rampa del fondo de la sala y tras un leve ascenso accedéis a otra estancia. Esta se encuentra iluminada con una luz mucho más tenue, y en ella, a parte de los dos puestos de control automatizados para servidores navales ahora vacios, observáis que tan solo se encuentran presentes dos sujetos en torno a una consola holográfica que está proyectando una imagen de la nave mientras marca con colores vivos las pequeñas embarcaciones que la rodean.

Cuando los dos hombres escuchan los pasos que repiquetean sobre la rejilla metálica de la rampa se vuelven y guardan silencio mientras os ven acercaros. El ayudante hace una inclinación formal de respeto y anuncia con voz monótona: Señor, el equipo del Adeptus Mechanicus transladado desde la Orgullo del Sacerdote, señor. El Almirante os mira sin decir nada y con un gesto de asentimiento hace que el ayudante se retire, dejando a los dos hombres que esperan frente a la consola como los únicos sujetos.

Que el Omnisiah os guíe, Almirante -Atreus decidió cambiar Emperador por Omnisiah en el último momento, no sabiendo si ya estaban en una zona segura, había visto muchos ojos y oídos en la sala inferior, pese a que nadie parecía haberles visto.

Se mostró cortés y corto de conversación, para darle al oficial la ooprtunidad de llevar la iniciativa.

     En éste momento no había mucho que decir. Decidió dejar que Atreus hablara, como líder del grupo que era, mientras que él se quedaría quieto y firme como un buen mecano... y con los oídos y la mente abierta a todo lo que se dijese aquí.

El hombre que ante vosotros se erguía era recio, de anchos hombros y de una edad más que avanzada, punto que realmente era difícil calibrar debido a los rejuvenecedores que eran accesibles para los altos escalafones de los mandos. Llevaba una perilla bien remarcada y su pelo estaba pulcramente echado hacia atrás. Con su uniforme que incluía los galones, medallas y capa oficiales del almirantazgo tenía un aspecto soberbio, regio, firme. Cuando habló su voz se mostró calmada y grave, de las que mucho habían hablado pero mucho han tenido que callar en su vida. Sin ningún tipo de formalidad tigicia de estos encuentros anuncio: Almirante Ornford, oficial superior de la Zeus. Señores... Se me ha comunicado que querían verme, y debido a su rango he tenido que aceptar dicho encuentro, pero nos encontramos en un punto importante de la operación, les rogaría ser bebes y concisos. Tras él, el mapa holográfico parpadeaba en movimiento con nuevas runas.

asintió a todo el mundo,saludó de forma protocolaria a todos los guardias y oficiales que los saludaban,pero aún así seguia sintiendose incomodo en esa puta lata chirriante que era para el la nave,Odiaba las naves a muerte,con todo su ser era algo que escapaba a su conocimiento y que para el estaba lleno de errores,en cualquier momento esa mierda podía romperse y echarlos a todos al vacío como un grox que vomita algo que le sienta mal.-¿He dicho alguna vez cuanto odio estos malditos lugares?.-susurra al grupo entre dientes mientras caminan hacia la sala del oficial,tuvo que lidiar con naves de guerra en su época de servicio...y ya no le gustaría tener que lidiar con mas de ellas.

Su entrada en la sala es como la del resto de compañeros con los brazos ocultos bajo la capa y la cara seria,pero el como hombre de armas que es no puede evitar tener una mano cerca de la funda de su pistola en la cadera,a medida que el oficial habla Glask comienza a dejarse llevar por la sala y a recorrerla con la vista con mirada ausente mientras se mesa la barba con la mano libre.

Señor, cierto conocido común nos informó de que usted, y su personal de confianza, sabía quiénes éramos y nos estaría esperando para facilitarnos, sin que ello le estorbara, en nuestro cometido. 

Mantengo silencio mientras nos presentan al Almirante de la Zeus, la nave más imponente en la que he tenido el agrado de estar. Bueno, no sé si agrado, tampoco me agrada mucho el espacio, pero son cosas que es bueno haberlas conocido alguna vez.

Ante las palabras de Atreus no hago más que asentir sutilmente con la cabeza. A pesar de no usar información directa, me parece que es un poco temerario pues si en verdad no está enterado podría someternos a tortura por nuestras identificaciones falsas hasta saber realmente quien aborda su nave. El jefe de la nave es el señor absoluto, solo debajo del todopoderoso Dios-Emperador.

Mantengo mi posición de apoyo al grupo con la boca cerrada y los ojos bien abiertos.

El oficial de la Zeus se apoyó en la consola que tras el iluminaba la escena, mientras con dos dedos de la mano derecha hacia pinza sobre el puente de la nariz. Cerró los ojos mientras decía las siguientes palabras. Ahhhhggg... Creo que ha habido un error de algún tipo. Yo fui informado de que un grupo con insignias del Adeptus Mechanicus sería transferido de la Orgullo del Sacerdote a la Zeus. La decodificación del mensaje confirmó la procedencia del mismo como la Inquisición. Se me ordenaba no hacer preguntas, y ayudarlos en lo que estuviera en mi mano, a la par que se mencionaba el hecho de que acompañarían la maniobra de traslado hasta el planeta Dimark XI. Tras esas palabras cruza sus brazos sobre el pecho y os mira preocupados.

Esas fueron las ordenes, y eso estamos cumpliendo, no hay más, no se nos informó de más, la inquisición, como siempre tan escueta, no creyó oportuno contar nada más... Por lo que les pregunto lo siguiente. ¿Qué están haciendo en mi nave perdidos y sin un supuesto "cometido"? Las preguntas fueron suaves, pero cargadas de preocupación.

El otro oficial presente que no había participado en la conversación, que por los galones de sus charreteras rápidamente veis que pertenece al escalafón de Mayor, se pone tieso y descuidadamente posa su mano como si se apoyase sobre la pistola que lleva al cinto, soltando la guarda de la misma. Ninguno percibe este último movimiento, pues se encuentra en segundo plano tras la máquina de mapas, y su cadera queda por debajo de la línea de visión.

Más problemas, Telion dudó en interceder por Atreus pero acostumbrado a ser uno más decidió que si Atreus estaba al mando tenía que responder él, además había visto al clerigo en otras vicisitudes como está o peores y había salido airoso.

Tranquilicemonos todos...señor mi superior pasará a informarle mejor,no buscamos molestar.-La mano de glask al menos la que estaba dentro de la capa se desplazó hacia el hacha con dedos ágiles.-chaval...te recomendaría relajarte y que hablemos como personas que somos....-dejó de mesarse la barba,y clavó sus ojos en el chaval mientras alzaba la mano libre demostrando que no buscaba pelea.-Por que mis ordenes son claras y si sacas esa pistola ante mi jefe tendré que abrirte una nueva cavidad pectoral de un hachazo...así que tranquilicemonos.-Susurraba por lo bajo mientras sonreía para quitarle hierro al asunto,pero sus ojos la verdad es que mentían, esperaban simplemente una locura por parte del oficial ese para clavarlo y con todo el respeto del mundo seguir conversando con el Almirante.-Señor...expliquese mejor para que ¨todos¨ nos relajemos.

Viendo que la situación se estaba poniendo más tensa de lo que debería y que Glask, como siempre no ayuda, levanto las manos en signo de que todos se calmen y hablo para aquello, primero increpando a nuestro compañeros "Sonrisas":

 - "¿Siempre tienes que ser tan bocazas? Todos somos rudos y podemos sacar las armas y volarnos en pedazos, pero esa no es nuestra misión  y estos hombres, tan desinformados como todos los que reciben instrucciones de la Sagrada Inquisición son nuestros aliados. El enemigo está fuera, se llaman Herejes, Traidores, Mutantes, Xenos, Demonios y ya perdí la cuenta de cuantos más, así que cultivemos la camaradería entre los que somos humanos y servimos al Emperador."

Luego le hablo al Almirante directamente:

 - "Nuestro cometido no es otro que llegar a Dimark XI junto con el resto, pero viajando en un ambiente más discreto que el que hemos tenido hasta ahora entre las tropas. Le pido amablemente que nos asigne una zona en la que no seamos importunados y podamos contar con la calma que necesitamos. Nuestro cometido, como han dicho, no tiene intención alguna en su nave más que gozar de la amabilidad de ser transportado. Lo que hagamos en el planeta de destino, entenderá no puedo decirlo por ordenes directas de la Sagrada Inquisición. De su hospitalidad solo requerimos un lugar para descansar, viajar en calma, y amarrar y amordazar a nuestro compañero."

Termino mis palabras indicando con la mano a Glask en un tono un poco más humorístico, para relajar la tensión del momento y de las palabras de grueso calibre.

tragó saliva,entrecerró los ojos y giró levemente la muñeca,aferró los dedos torció el pie y....-Seamos civilizados por el trono,mi buen compañero y ¨amigo¨.-Relajó la postura,era impropio de él lo que había pensado así que lentamente quitó los dedos de ¨Susan¨ aquel hombre no merecía probar el filo de ¨Susan¨....aunque el deseara clavársela en su puta calva,pero una vez mas recordó espacio,lugar incómodo,tipo de colmena...y el tipo de mundo salvaje...ellos se crían con sus penas, sus tristezas y sus tonterías de que dura es la vida y pobres de nosotros que las bandas nos pegan.-Claro atarme...ya te desplumaré jugando a las cartas luego.-pero nadie admite que beber tuétano a los 8 años para sobrevivir no es duro...mariconadas sin sentido....18 días y el tenía que perderlos en gilipolleces como estas?...¨Trono dame paciencia¨.-Haya paz..-Sonrió nuevamente para si mismo,un buen chiste.

El Almirante vio como respondían los sujetos a una acción ofensiva que él no había iniciado, y buscó la causa tras él. Se giró mirando sobre su hombro y vio a su segundo al mando con la mano en la guarda del arma. ¿Cómo demonios lo han visto si estaba fuera de toda visión? Piensa el almirante mientras el Mayor, como un autómata mantiene la mano en el arma atada a su cadera. Con una mano le hizo el gesto internacional de "Calma, calma" y el segundo oficial relajo su postura. El Almirante se volvió hacia vosotros:

Bien, aclarado el malentendido creo que podremos satisfacer sus necesidades. Su mirada se centra en Jericus. No preguntare quienes son ni nada similar, pero necesitaré saber cómo dirigirme a ustedes en caso de algún contratiempo. Dispondremos unos camarotes contiguos en la sección Beta-6/4. Una zona tranquila entre la tropa y la zona del adeptus Mechanicus, no puedo ofrecerles nada cerca de los oficiales si su intención es pasar desapercibidos.

Luego señaló con un gesto resignado a Glask, que aun tenia la mano bajo su capa agarrando algún objeto que el oficial superior de la Zeus no tenía idea de que podía ser, pero si para que serviría. Este joven... sería capaz de matar el primer y segundo oficial de una nave de transporte Imperial con 4 regimientos y quedarse anclado mientras se abre una investigación... Extraña gente. Dedujo que no era responsabilidad suya preocuparse de ellos así que con una pregunta clara y concisa esperó a ver si había algo más que requiriera su atención. ¿Algo más caballeros?

Viendo que la situación se había calmado, y atendiendo a la pregunta casi directa del Almirante, le señalo con un gesto respetuoso de mi mano al Padre Atreus mientras le contesto con voz suave:

 - "El Padre aquí presente es nuestro líder. Él se encargará de nosotros y es el canal entre nuestro grupo y la tripulación. ¿Padre?"

Le pregunto al Clérigo, para que se imponga ante nosotros como el jefe y representante nuestro.