Partida Rol por web

Los acólitos se adentran en la mina Gorgónida sin saber muy bien a los que se van a enfrentar.

Pasáis todos el sello y escucháis como revierten el sistema para que comience a cerrarse o no esperan que salgáis o no se fían de que se os pase algo. El túnel que tenéis delante es muy amplio y aunque al principio hay algunas permilámparas colgadas del techo en soportes, al cabo de unas decenas de metros desaparecen. La luz que entra por la abertura del sello ilumina poco más.

Ante las palabras de que dos de nuestros compañeros no llevan ningún tipo de soporte de visión nocturna. Doy dos pasos alejandome de ellos cuandomencionan este pequeño problemila  Pues podríamos pintarles unas bonitas diananas en la parte frontal de sus armaduras, para ver como están los herejes de puntería Depués Albrek comenta sobre la posibilidad de que vayamos el y yo delante para cubrir mejor a nuestros compañeros. Si claro, yo me voy a pintar la diana y tendré que estar pendiente de lo de alante y de las abominables invoncaciones que seguro vendrán de atrás. Jaja lo llevais claro. Miro a caín. Yo considero que debería ir delante Caín para sacar provecho de sus cualidades y actitudes como hombre de subterfugio. Si quereis puedo ir detras cerrando el grupo, parando imprevistos que vengan por la espalda

El sacerdote observa preocupado la oscuridad unos metros por delante de ellos, sin duda la falta de medios de sus dos hermanos va a ser un duro golpe. Sumido en sus pensamientos estaba cuando la voz de Atellus le sacó de su ensimismamiento. Lo cierto es que la idea del soldado tenía su lógica, pero a pesar de todo, tenían el inconveniente de que dos miembros del equipo se moverían a ciegas.

- ¿Que opinas Caín?- pregunta en su susurro. -Parece una buena estrategia que alguien vigile la retaguardia y no podemos contar con que Zaddion ni Teccus puedan hacerlo.-

Lo sabía, al final me toca a mí ir por delante como si fuera un puto explorardor...Caín descuelga su rifle y revisa la mira para asegurarse que está alineada.

- De acuerdo, dejadme treinta o cuarenta metros para que las luces no revelen mi posición...en exceso y que si me hace falta podáis llegar a tiempo.

Albrek asiente ante las palabras de Cain.

-Sea hermano, yo os seguiré en segundo lugar y Atellus cerrará el grupo vigilando nuestra espalda.-

El sacerdote quedó a la espera para ver si alguno de sus compañeros tenían algo que añadir.

Vale, entonces, ¿Teccus y yo vamos en medio, con una linterna?

Caín se adelanta y los demás tomáis las posiciones acordadas. Los túneles se oscurecen y se van estrechando conforme avanzáis; la humedad aumenta y la temperatura desciende a cada paso que dais. Los sonidos que os llegan de los diversos túneles y ramificaciones hablan de tuberías rotas o filtraciones de agua, pequeños derrumbamientos, ratas y algún que otro extraño animal.

Siguiendo las indicaciones dadas por el Comisario al cabo de media hora el asesino os da el alto y os hace señas para que os acerquéis. Llegáis a una gran cámara cuyo techo se eleva a casi treinta metros por encima de vuestras cabezas. Del suelo nacen inmensas columnas de tres metros de diámetro y cinco metros de separación, que se pierden en las alturas para sustentar el techo de la sala. El suelo de la cámara está cubierto por un entramado de numerosas vías férreas entrelazadas en direcciones aparentemente aleatorias.

Uhmmm y yo sin un mapa o saber que exactamente tengo que hacer, eso me pasa por no haber ido a ver al comisario....  Mientras me coloco en una posición por donde dar cobertura al grupo a un par de metros de separación, atento a cualquier movimiento o sonido extraño. En un susurro y por el microcomunicador. ¿Donde se supone que estamos y a donde vamos?. y si no no vamos a mover, apagar un poco esa luz delatora. 

- El comisario nos dio las indicaciones para poder llegar a la zona donde tuvo lugar el último enfrentamiento, parece ser que hay tantos túneles aquí abajo que dejaron de molestarse en hacer mapas hace tiempo. Se supone que necesitamos casi un día para llegar.

Apago la luz, quedándome a ciegas. Mi única nexo con mis compañeros es el microcomunicador, y eso me inquieta...

Coño, esto es inreíble. Incluso cuando estaba solo en la nave, en medio de la inmenso negrura del universo, tenía algo de luz a mi alcance...

Vale, pues vosotros diréis. Tiene que haber alguna señal si los marines salieron cagando leches de aquí, y algún túnel tiene que parecer más usado. Uniendo eso a las indicaciones del comisario, no deberíamos tener demasiados problemas para encontrar el camino...

Tras las palabras de Zaddion identificáis con bastante certeza el túnel que debéis tomar.

Albrek se queda mirando el tunel que parece ser por el que salieron huyendo los marines, y luego mira a sus compañeros, bastante intranquilo, la situación no era desde luego nada prometedora, con dos miembros del grupo ciegos.

-Bien, este parece ser el túnel, quizás deberiamos adelantarnos para intentar saber que nos vamos a encontrar. Entrar ahí con una linterna, es cuanto menos arriesgado.-

El sacerdote mira a Cain - Cain y yo podemos hacer una primera incursión, y os vamos guiando con los comunicadores, vosotros tened las linternas y las armas listas, quizás la luz moleste en cierto grado a esas criaturas.-

- No quisiera parecer desagradecido por la compañía pero no creo que sepas moverte para que no te detecten...prefiero ir solo, contesta Caín a las palabras de Albrek.

Seguís andando varios kilómetros hasta que Caín os informa por el comunicador que el túnel se corta. El corredor termina bruscamente y el suelo ha desaparecido para dejar paso a una abismal oscuridad. Gracias a la quimilámpara de Zaddion descubría que el suelo continúa tres metros por debajo de donde os encontráis pero hay abismo a ambos lados.

Bueno chicos, que el más fuerte use una cuerda para sujetar a los que van bajando, no vaya a ser que alguien se caiga... Yo por mi parte prefiero ir el último. Así podéis asegurar el túnel de abajo antes de que yo baje con el faro... Y no, no os preocupéis, no necesitaré ayuda, me las puedo apañar solo esta vez.