Partida Rol por web

A sangre y fuego

Capítulo 2: En la oscuridad

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05/01/2011, 12:52
Atellus

Empiezo a correr detrás del sujeto. Al mismo paso que Albrek ¿Lo quieres vivo para interrogarle?. Al mismo tiempo cambio la escopeta por el rezón, con un gancho afilado. Si quieres lo pesco con mi nueva caña

Notas de juego

¿Puedo tratar de pescarlo? xD. En la descrippción pone que se puede usar como arma el rezón, por lo que ..... jajaja

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07/01/2011, 10:40
Director

Cuando Atellus echa a correr escucháis que la figura dice: ¡En nombre del Emperador, un paso más y juro que abriré fuego!, en ese momento se activa de nuevo la mira láser en dirección de los más adelantados.

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07/01/2011, 20:31
Albrek

Al oir el grito, Albrek levanta el puño, indicando a atellus que se detuviera, e inmediatamente después, le hace unas señas para que avanzara agachado pegado a la pared, mientras él se ponía totalmente al descubierto.

- Atento Atellus, veremos que sale de todo esto- le dice por el comunicador.

-En nombre del emperador decís? Identificaos entonces, no teníamos noticias de ningún rezagado en este sector!!- grita el clérigo.

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08/01/2011, 11:25
Christoph

- ¡Christoph Von Hauffer, - respondo inmediatamente con tono autoritario - Agente de la Inquisición. Decidme que sois al fin los acólitos que esperaba o mi dedo apretará el gatillo tan rápido que ni siquiera tendréis tiempo de arrepentiros de vuestros pecados!

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08/01/2011, 17:44
Atellus

Me paro a la orden de abrek y apunto con el rezón en dirección hacia la voz, esperando una respuesta de Albrek. La sorpresas y encuentros en mitad de una misión nunca son unaa buena noticia

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08/01/2011, 21:00
Albrek

A pesar de la respuesta, el clérigo no rebaja la tensión de su cuerpo ante la amenaza del desconocido, amén de preguntarse que hacía un agente de la inquisición rezagado en las lúgubres minas.

-Albrek, Clérigo de nuestro Emperador y, sí, uno de los acólitos enviados por la Inquisición a investigar lo que ha ocurrido en estas minas. Dejaos ver, ya hemos organizado demasiado escándalo en estos túneles.-

COn un gesto de la mano, indicó a Atellus que se acercara.

-Cain, ante la mas minima duda, frielo.-  Le susurró al asesino por el microcomunicador.

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08/01/2011, 21:49
Christoph

Enciendo una quimilámpara y la sostengo delante de mi con el brazo extendido con tal de arrojar luz entre el grupo desconocido y yo. La escopeta sigue estando sujeta por el brazo libre, todavía no sabía si tendría que hacer uso de ella al final o no ya que los herejes podrían estar en cualquier parte, enfrente mía justamente ahora.

Examino los rostros que veo a la trémula luz que ahora ilumina ligeramente el espacio entre nosotros y frunzo el ceño mientras lo hago tratando de descubrir señas de corrupción en ellos. Al no apreciar nada, hago viajar la escopeta hasta estar apoyada sobre mi hombro derecho en actitud más pacífica.

- Ya era hora ¿dónde os habíais metido?

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11/01/2011, 13:45
Albrek

Albrek indica al resto de sus compañeros que bajaran las armas y se acercaran hacia su posición, mientras se acerca hacia Cristoph, cubriéndose en parte los ojos, molesto por la luz de la quimilámpara.

-Hemos llegado hace unas horas, lo que el comisario ha tardado en ponernos al día y realizar unas preguntas en el campamento, pero lo que mas me inquieta es que no se nos ha notificado que quedase ningún hijo del emperador en las minas, hermano Cristoph ¿Como es eso posible? ¿Habeis descubierto algo?-

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11/01/2011, 13:50
Caín

Caín baja su rifle y coloca las tapas de la mira. Se acerca a Zaddion y le indica que puede encender su luz y avanzar con los demás.

Notas de juego

PNJotizado

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11/01/2011, 14:42
Christoph

- Cuando fui enviado hacia aquí ya conocía de vuestra misión, de vuestra inminente llegada, si bien esperaba que fuera antes. - dice con un cierto tono de reproche para nada intencionado - La Inquisición se puso en contacto conmigo para que me adelantara a vuestros pasos. - respondo en relación a la primera pregunta - Sin embargo mucho me temo que sé lo mismo que vosotros en relación al incidente aquí acontecido. El comisario Nihilius se encargó de ponerme en antecedentes acerca de la revuelta producida y de la medida de sellar la mina debido a la locura que mora en su interior. Supongo que ya habréis oído hablar de la única y pobre alma atormentada que regresó de la última expedición que mandaron para localizar a los rebeldes no capturados o eliminados.

Hago una ligera pausa en la que bajo de nuevo la escopeta apuntando hacia el suelo.

- He estado durante horas dando vueltas tratando de dar con la entrada a la Escombrera, las indicaciones que me facilitaron no coincidían, y así hasta que mis sentidos me alertaron de vuestra presencia...

Miro uno a uno los rostros de los acólitos frente mía antes de continuar.

- Ahora, identificaos y acabemos el trabajo.

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11/01/2011, 15:34
Zaddion

Pasado el peligro, bajo de la pared y relajo el brazo que sostiene el rifle. Cojo la quimilámpara y la enciendo para poder tener un visión de la situación. Por lo que parece un compañero estaba esperando nuestra llegada...

Me acerco al grupo, no sin antes echar un vistazo a la charca de agua que tanto repelus nos ha dado.

Sigo pensando que algo raro hay ahí...

Yo me llamo Zaddion, y bueno... alguo de estos te contará cosas raras de mi, Pero no te asustes, que no muerdo...

Una sonrisilla traviesa aflora a mi cara...

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13/01/2011, 12:13
Atellus

Sigo callado, cambiando el rezón por la escopeta. Miro como se empiezan a presentar la gente, cuando zaddion se presenta. Miro al Arbitre Soy Atellus, soldado Imperial. Dicho eso miro otra vez a Albrek, ¿no crees que deberiamos seguiravanzando? llevamos basstante tiempo perdido.

Dicho esto empiezo a impacientarme con la llegada del nuevo. Queriendo saber que es lo que exactamente hace aquí. Pero considero que habrá un momento mejor para presentearnos.

Notas de juego

Me cole me cole, jajaja, es que estaba pensando de cuando teccus iba a abrir la boca, si tiene xD

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13/01/2011, 15:20
Director

Notas de juego

Cita:

Soy Teccus, soldado Imperial. 

¿Le estás engañando o has equivocado el nombre? XD

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14/01/2011, 10:07
Caín

Caín...acólito -La escasez de palabras es más concreta- Nadie nos dijo que estaría aquí, ni la Inquisisción ni el comisario...

El sonido del rifle al cerrojearlo llena la cavidad en la que nos encontramos, ha quedado bien claro cuál es mi postura respecto al recién llegado; en realidad es la misma actitud para todos los demás: desconfianza. Si eres suspicaz vives más.

 Es una ley muy lógica.

Y tal vez podría decirnos cómo ha entrado aquí, y cuándo...

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14/01/2011, 10:22
Christoph

Lanzo una mirada acorde a la actitud del presentado como Caín.

- La Inquisición actúa por dictados que sólo la Inquisición conoce, hermano Caín. Respecto al Comisario Nihilius, quién sabe, supongo que quizá crea que soy, al igual que vosotros, un obstáculo para colgarse más medallitas a pesar de que le estemos salvando el culo.

Hace un gesto con la mano libre para dejar claro que no le importa lo más mínimo lo que piensen de él.

- Entré hace varias horas usando la entrada sellada. ¿A qué también la cerraron tras vuestro paso? Lo mismo hicieron conmigo, el mensaje está claro: no se fían de que arreglemos por nuestra cuenta el meollo. Pero se equivocan. Ahora, creo que tenemos una misión por cumplir, y habrá que llevarla a cabo juntos si la mano del caos se encuentra detrás. ¿Qué me decís, hermanos?

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14/01/2011, 13:10
Director

Notas de juego

Existen códigos imperiales que podéis daros los unos a los otros para verificar la identidad.

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15/01/2011, 21:31
Atellus

tras pensar en lo que decia, todavia no me fio mucho del susodicho arbitre. Pues Pa lante, que demomento no hemos visto ni ratas, vamos que un comodo paseo por la mina, solo nos haría falta un guía.

 

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17/01/2011, 14:46
Albrek

-Bien, hechas las presentaciones deberíamos continuar - Comenta el sacerdote acariciando la empuñadura de su revolver sin quitar la vista del recién incorporado

- ¿En el tiempo que habéis explorado las minas habéis encontrado algo? Esto parece estar desierto - Mientras hablaba a Albrek se le vino a la cabeza la sala llena de cadáveres de unos metros antes.

- Caín, continuamos contigo en punta y Atelles cerrando el grupo, Hermano Cristoph, sería buena idea saber algo de ti y tus cualidades.- Pregunta Albrek casi mas en tono imperativo que a modo de pregunta.

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17/01/2011, 16:23
Christoph

- Nada de verdadero interés. Realmente nada de mínimo interés siquiera - rectifico - Mi trayecto en solitario me hizo dar varias vueltas en círculos sin encontrar nada ni nadie, como ya comenté las indicaciones recibidas fueron erróneas.

Mi rostros pese a pasar prácticamente imperturbable, en el tono de voz se puede intuir un ligero grado de frustración.

- Y lamento el descuido pero no traje mi carta de presentación conmigo a la misión para detallaros mis habilidades - digo sarcásticamente -  Si bien podéis dejarme en la línea frontal y mi cuerpo sabrá protegeros si la cosa se pone fea, mi garrote hará el resto - y acompaño la frase dando un par de rítmicos golpecitos a arma que cuelga en la diestra de mi cinturón - Encontraréis que mi falta de sutileza puede llegar a ser una bendición llegado el momento.

Lanzo una nueva mirada a cada uno de los improvisados compañeros que la mano del Emperador ha colocado en mi camino para esta misión.

- Estoy listo hermanos.

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17/01/2011, 16:58
Director
Habéis estado siguiendo las indicaciones desde hace horas, explorando lo que se os antoja una sucesión interminable de túneles, y aún seguís sin ver rastro alguno de las criaturas que los guardias imperiales afirmaban haber encontrado. Pero bien es cierto que habéis hallado muchas cosas inusuales y sugerentes por el camino: sospechosos charcos de sangre, inquietantes arañazos y otras cosas similares. Y todo ello no hace sino confirmar que vais en la dirección correcta.
 
Finalmente, el corredor de acceso que habéis estado recorriendo termina en una vieja compuerta oxidada, marcada con el indicativo XII, pero cubierta con pintadas rojas que la anuncian como la entrada a la Escombrera. Haciendo honor a su sobrenombre, alcanzáis a ver escombros y rocas desprendidas alrededor de la entrada; una sustancia viscosa y líquida de color grisáceo gotea de diversas grietas en la pared y se acumula formando charcos en la base de los muros. La compuerta está sucia y mugrienta, y dispone de un burdo volante como mecanismo de apertura.