Partida Rol por web

 
Las tres galeras de la flota pasaron a todo trapo entre las islas rumbo al sur, al rescate de la Revivida, ignorando a los tres barcos que esperaban a los exploradores.

Afortunadamente, al amanecer encontraron al viejo buque, que había escapado milagrosamente de su perseguidor. Hubo alivio entre los marineros de las galeras, que sin duda esperaban lo peor. ¿Quién iba a imaginar que ese viejo cascarón le ganaría la carrera a una galera?

La Revivida se reunió con el Emperador, y tanto el Almirante como el alto mando y el Capitán Ardell de la Revivida se reunieron en la cubierta de la galera insignia.

Me alegro de verles de una pieza. No parece que tenga daños, ¿Fue todo bien?

 Sí, pudimos escapar sin un rasguño, pero creo que ahora saben que estamos aquí. Lo lamento, nos descubrimos al mismo tiempo ella a nosotros y nosotros a ella.

La Defensora suspiró de alivio al ver llegar a la Revivida sola y sin ningún tipo de rasguño. Saludó con un gesto y una leve sonrisa al resto y dirigió su atención a Ardell. Tras escuchar la conversación entre el Almirante y éste, se dispuso a hablar.

- No se preocupe, capitán, es un riesgo que teníamos que correr. Se habrían enterado más tarde o más temprano, es una lástima que se hayan enterado ya pero no podemos hacer nada al respecto. - dijo Brynhildr, quitándole algo de hierro al asunto. Lo que importaba de verdad es que ellos estaban bien. - No sé al resto, pero al menos a mi me han dejado con mucha curiosidad al respecto de la exploración tras su mensaje. ¿Qué han encontrado al sur? -

Karla tenía unas profundas ojeras aquella mañana, como si hubiese pasado una noche de mil demonios.

--No me costó ningún esfuerzo dejar a esos amnianos detrás, señorías. Puede parecer antigua, pero La Revivida es la nave más veloz de La Costa de la Espada cuando un miembro de sangre de los Catlin está al timón --era un golpe directo contra la autoridad de Ardell, pero Karla necesitaba que el Almirante y la Señora Defensora supieran quién había salvado el día. Necesita su ayuda y su apoyo como el aire que respiraba, así que siguió informando siendo todo lo útil que podía--. Cuando se despejó la espesura encontramos un río que se adentraba llanuras adentro. La Revivida podría pasar por allí, pero los barcos de más calado...  --negó con la cabeza--. Habría que comprobarlo primero para no arriesgarse. Más adelante había dos asentamientos de nativos, uno en un islote y otro en la costa, en un acantilado de roca. El de la costa no tuvimos tiempo de investigarlo: nos dirigimos en primer lugar al del islote y es allí donde nos encontramos con el asentamiento de los amnianos. Parecían mezclados con los nativos, así que o tienen algún trato con ellos o simplemente los han conquistado.

Karla les tendió una copia de la cartas de navegación que había estado elaborando mientras no podía dormir.

--Aquí tienen un mapa del fragmento de costa que hemos podido explorar --hizo una sencilla reverencia--, señorías.

Sheliane'e suspiró. Durante todo aquel largo viaje tan sólo había salido de su camarote alguna que otra noche, para poder avistar las estrellas en el gran firmamento. Aquella visión tan impresionante serenaba su alma. Tras eso se volvía a encerrar bajo la estricta orden de que no la molestaran. 

Al principio habían sido los mareos ocasionados por el vaivén de las olas. La elfa no había viajado nunca en barco, y la falta de costumbre le ocasionó bastante malestar. Pero, tras las dos primeras decanas, su estómago parecía haber recuperado su habitual consistencia. Entonces vinieron los sueños... Prefería no pensar en ellos. Así que se pasaba las largas noches contemplando las estrellas, y al alba se encerraba en su camarote y cerraba sus cansados ojos... Entonces acudían raudos, pero los sonidos de vida que se trasladaban por todo el barco, conseguían alejarlos lo suficiente para que la elfa pudiera descansar. 

Ya habían pasado 2 largos meses desde que Sheliane'e había visto alejarse la tierra que la vio nacer. Volvió a suspirar con el convencimiento de que su actitud tan retroactiva no la ayudaría en el futuro inminente. 

Se levantó de su cama, y cogió un vestido sencillo pero a la vez elegante. Tras arreglarse mirando su delgada figura en el espejo que le habían concedido, salió finalmente de su camarote. 

Hacía tiempo ya que no veía un amanecer, y aunque el sol ya había salido, se podían vislumbrar todavía las tonalidades rojizas en el horizonte. Sheliane'e se llevó la blanca mano a los ojos, haciendo visera y evitando que éstos lagrimearan tras la exposición al resplandor solar que tanto tiempo había evitado. 

Observó que el capitán estaba reunido con varias personas. Allí había ocurrido algo, pero su reclusión había conseguido que ignorara los últimos acontecimientos. Se acercó en silencio, intentando escuchar qué había ocurrido; por qué esas personas tenían aspecto de haber sobrevivido a algún acontecimiento siniestro...

 
El Almirante cogió las cartas y habló mientras los miraba

Así que el fuerte del acantilado de la costa es nativo... pensábamos que sería de los amnianos. Mejor. Se tomó unos segundos. El río parece un sitio excelente para enviar un barco a explorar Maztica adentro, pero si los amnianos también lo usan, el barco que entre ahí no tendrá escapatoria a menos que dejemos varios barcos en la entrada por si acaso. Pero antes habrá que ver dónde fundamos la Colonia... las islas no parecen un mal sitio, el terreno de pradera entre el rio pequeño y el bosque tampoco... incluso las que hay al norte tampoco parecen mal, esperando que Kossut no le dé por... enfadarse, claro.

Suspiró. Gobernador, solo falta esperar si los exploradores han encontrado nativos en las islas. ¿Regresamos? ¿O tomamos ya una decisión?

 Si la gente ya tenía ganas de desembarcar, desde lo del sabotaje y ahora la galera amniana, las cosas están tensas, señores. La gente se vigila los unos a los otros y han habido unas cuantas peleas a bordo.

 Ardell no dijo nada, pero con la mirada que le echaba a Karla no hacía falta

--¿Sabotaje? --inquirió Karla, enarcando una ceja en un gesto inquisitivo.

 En aquella reunión también se encontraba Oropher, un elfo solar de apuesto semblante y dorados cabellos. Su aspecto exótico sólo era fruto de sus andanzas por el mundo, las mismas que le habían encaminado a estar ahora mismo en la cubierta de aquel barco acompañando entre otros a la "ayudante" del gran y justo capitán Ardell. Huelga decir que su mirada estaba más centrada en los cintos de los presentes para situar cada una de sus armas y otros bultos que no siempre son considerados como tal. No era el caso de Gargun, cuyos bultos prefería mantener al margen por el momento.

  Se encontraba cerca del enano, erguido en el máximo explendor de su estatura y con el mentón en alto. Las manos, entrelazadas al final de su espalda. Sin ánimo de hacerse notar, sino todo lo contrario, permanecía en una posición disciplinada como si se tratase de un soldado en vez de un marinero o un simple explorador. A decir verdad, se le daba bastante mal adoptar otros papeles que no fueran aquel para el que había sido convencido y "contratado" se veía a la legua que estaría mucho más cómodo en tierra sumergido en aquel selvático continente o en la llanura vigilando las andanzas de algún nativo.  

Guardaba silencio y al hacerlo su mentón sobresalía ligeramente otorgandole un aire más varonil...aún así resultaba joven a simple vista y también poco experimentado.

 La brisa acariciaba su cabello rubio y mecía sus mechones como cascadas de oro en tanto que su cuidada trenza, bordeando la nuca, se lo permitía. Su cabello caía sobre los hombros con gracilidad.

 Sólo hubo una expresión que no pudo forzarse en ocultar. La de sorpresa.

 ¿Un sabotaje?

Tras haber sobrevivido a lo que hubiese sido una muerte anunciada a manos del acero Amniano, o quizás una larga tortura en la que las sogas de una áspera cuerda rozasen su delicada piel mientras los piratas abusaban de la belleza del elfo, no podía sino preguntarse quien podría haber cometido un acto en contra de la flota.  

- ¿Has oído eso, Gargun?

 Le susurró a riesgo de que los allí concentrados le oyesen algo que pretendía evitar a toda costa, después de todo, eran gente importante.

 Apretó ligeramente la mandibula y bajó el mentón de forma que uno de los mechos de su flequillo cayó sobre su mejilla...

 Sin embargo su concentración en el diálogo no duró mucho y aunque escuchaba con cierta atención sus ojos terminaron por posarse sobre uno de los presentes. Aquella mujer de cabello claro, reluciente armadura, y voz que reflejaba su seguridad en sí misma...era...

  *Oropher suspira quedamente....*

 Sus ojos ambarinos se alejan rápidamente de aquel rostro y observan las puntiagudas orejas de una nueva personalidad.

 mmm..esa no está mal. Aunque el caballero repeinado de gesto duro...

 Oropher sacudió ligeramente la cabeza y parpadeó inclinandose hacia adelante para escuchar mejor.

 Oropher deseaba parecer distraído, aunque no siempre era fácil...los que le conocían sabían de sobra que disfrutaba de la belleza de la gente, y a veces no era ni necesario ser alguien esbelto para llamar su atención. Medía a la gente con muy diferentes patrones, y aquella defensora le había llegado a uno de sus órganos más importantes, aunque no se trataba del corazón. Sin embargo nisiquiera aquella mujer de aspecto tan estirado podría impedirle oir lo que realmente quería oir, y no era su voz...sino la de ella o cualquiera que supiese donde iba a instaurarse la nueva colonia.

 Toda su atención estaba, en realidad...puesta en conseguir aquella información.

 ¿Había sido una buena elección asociarse con Karla? ¿O simplemente había sido adecuado no llamar demasiado la atención de Ardell?

 La respuesta no estaba demasiado clara...¿Cómo explicar la presencia de Gargun allí?

Finalmente el gobernador Doranin tomó la palabra. Hasta el momento se había mantenido en silencio, escuchando atentamente el relato de la Revivida. Se fijó en una marinera de lengua afilada, que había dicho sin pudor alguno que no se le debía ningún mérito al capitán Ardell por haber escapado.

- Mis felicitaciones, señores... y señora.- dijo el gobernador con un inicio de sonrisa. Y añadió con tono sincero: - Me alegro de que no sufrieran ningún percance para traer esta valiosa información.- y se puso a observar el mapa junto al almirante.

El almirante Alsar necesitaba que se tomara una decisión, y Amiël seguía presionando con las urgencias de la flota por desembarcar. El gobernador torció el gesto cuando a la "representante" del pueblo se le escapó lo del sabotaje. ¿Pero es que era imposible la discreción a bordo de un barco?

La situación exigía que desembarcaran lo antes posible. Ignorando las caras de sorpresa por lo del sabotaje, Valeus contestó al almirante.

- No esperaremos a los exploradores del norte. Podemos ir desembarcando, y ya enviaremos a alguien a buscarlos. Este sitio de aquí,- dijo, señalando en el mapa el trozo de pradera entre el río pequeño y el bosque- me parece perfecto para establecernos.

Hizo una pausa para mirar a Amiël.

- Espero que eso satisfaga al pueblo. Ya puede ir a decir que desembarcamos.- dijo, a modo de despedida.

Cuando se hubo marchado, el gobernador siguió con el otro tema.

- En cuanto a mandar un barco a explorar por el río, lo contemplaremos. Si la Revivida u otro navío de poco calado se ofrece voluntario, de acuerdo. Pero no quiero presionarles, ya han tenido su ración de acción por hoy, capitán.- sonrió al capitán Ardell, aunque en realidad miraba a aquella marinera descarada.

Ya que todavía no lo había hecho, dirigió su mirada al resto de presentes allí, uno a uno, para llevarse al menos una primera impresión de cada uno. El enano parecía tener una expresión campechana y quizás tuviera el humor que a veces portaban los de su raza (y que le parecía muy agradable), la mujer que con tanta crítica había hablado de su capitán se había definido a si misma. No le gustaba el método ni las maneras, pero le gustaba la energía que demostraba para dejar claro cómo eran las cosas. Aun así había mantenido el trato de respeto a la autoridad y eso le agradaba. El elfo solar le incomodaba por alguna razón, parecía bastante joven pero estaba muy tranquilo y calmado para la edad que podría tener. Era una sensación bastante extraña.

- Siendo así, señorita, la felicito, me alegra mucho saber que todo el asunto de la galera amniana ha acabado de la mejor de las maneras, sin percances ni problemas. Que nos hayan visto es lo de menos. - dijo haciendo un gesto de cabeza hacia Karla en señal de agradecimiento. Al igual que el gobernador Valeus Doranin, la Defensora torció el gesto ante la mención del sabotaje por parte de Amiël. No tiene remedio... aunque supongo que es su trabajo.

Cuando el gobernador dió órden de desembarcar, Brynhildr retomó su sonrisa inicial. Aunque no lo dijera, ella también estaba deseando salir de la rutina de aquellos navíos que tanto la cohibía. Entonces advirtió que Valeus no había hecho comentarios al respecto sobre el sabotaje. Ya habían descubierto lo ocurrido, así que guardar información ahora sería plantar la semilla de la discordia entre aún más gente.

Se aclaró la garganta brevemente y retomó la palabra. - Sobre ese asunto, puedo decirles que lo tenemos controlado. Intento de sabotaje es la palabra adecuada para lo que ha ocurrido, alguien creyó ser más listo que nosotros y pretendía frustrar la llegada del Emperador a Maztica. Encontramos el artefacto del sabotaje a tiempo y tenemos a un sospechoso implicado casi sin duda. Pueden agradecérselo al ingeniero Hightower... - movió el brazo para señalar al mediano con su mano - ... ya que él fue el encargado en desenmascarar al saboteador. -

- En cuanto tomemos tierra profundizaremos en la investigación e interrogaremos al sospechoso, que ahora mismo está encerrado y bajo vigilancia constante. -

Gargun Dun solo quedo mirando sin opinar mucho de otra vez la union del gran navio El Emperador y LaRevivida. Si bien antes solo vio al Almirante Alsar, al que reconocio por hace poco haber traido a los nuevos tripulantes al navio de Karla, los demas le parecieron caras nuevas, muchos primos-hermanos de Sirouten y Oropher al parecer.

En un momento escucho la palabra SABOTAJE! dicha por Karla y otros miembros, como tambien el susurro del romantico elfo rubio. Al escuchar eso solo hizo un pequeño gruñido pensativo cuando el elfo le susurro eso y tras escuchar la palabra como 3 o 4 veces. Hizo gestos enanos de que no le sorprenderian nada de esas cosas.

Mira las caras de los tripulantes bastante bien presentados, como Karla aveces suele hacer. Un par de mujeres parecidas a elfas, entre otros.
Se sorprendio lo que parecia haber visto de lejos a un gnomo y tambien cuando unas de esas diplomaticas rubias comento de un mediano ingeniero. Tras eso solo comenta en voz baja a su compañero Oropher "ya has visto, Elfo Oropher, creo que pronto tendras unas buenas novias de las tuyas, y quizas de Sirouten tambien, jajaja... Bueno quizas algunos humanos se dejen llevar por sus encantos, jejeje" comenta yendo del elfo al marinero Sirouten(aunque este por ahi no escuchara ni estuviera muy enterado) con un pequeño gesto de broma con el codo hacia el segundo y señalando hacia el lado de El Emperador.

Luego vuelve a comentar tras ver El Emperador y escuchar los comentarios de la joven elfica, el respetuoso diplomatico Valeus Doranin y otros y le comenta: "haz escuchado, un mediano ingeniero.... hum he sabido que los medianos son algo pilluelos, je! Como se habra hecho ingeniero? son como niños con dedos inquietos.
Y por lo que vi, tambien hay un gnomo, jeje... Cuando desembarquemos esto sera mas que divertido, no lo creen compañeros? jeje!" comenta susurradamente como hablando de costado entre sus compañeros elfo y semielfo mas cercano.

Karla hizo una gentil inclinación de cabeza para responder a las alabanzas sobre su gesta. No iba a permitir que Ardell se apuntara el tanto. No con lo que estaba en juego.

--No puedo hablar por el capitán actual de La Revivida --replicó, sosteniendo la mirada de Ardell antes de volver a posarla en el gobernador. Mirada que pronto extendió a la Señora Defensora y al almirante--, pero en lo que a mi respecta mi barco está a vuestra disposición, señorías. Mi tripulación está formada por los más bravos y experimentados marineros de Aguas Profundas. Estamos habituados a navegar largas temporadas y amamos la mar. Estaremos listos para zarpar de nuevo cuando vuestras mercedes lo consideren oportuno. 

El rostro del mediano mostraba una expresión de profunda preocupación, pero no dijo nada.

Grower pensó que el desenbarco ofrecería a la mujer que participó en el complot una oportunidad única para escapar, si es que se enteraba de la captura de su campañero en el complot (cosa que pasaría tarde o temprano, dadas las circunstancias).

Al parecer, los Amnitas estaban lejos por tierra hacia el sur. Grower no dudaba que sobrevivir sola en territorio deconocido le resultaría difícil a la saboteadora. Pero sí se arriesgaba y lo conseguía, los Amnitas tendrían información util, como el número y tipo de navíos, así como de tropas.

Por supuesto, Grower no dudaba que los saboteadores, lo supieran o no, trabajaban para los Amnitas.

Grower también se sentía profundamente preocupado por la actitud de la Comandante ante lo que había sido un claro Motín por parte de esa mujer, Karla. ¿Acaso la habían felicitado?

Eso era sentar las bases de un peligroso precedente.

Admiraba el comportamiento de esa marinera, tomando las riendas en una circunstancia difícil. No negaba que la mujer había demostrado destacable aptitud en su especialidad, puede que incluso hubiera salvado el navío, pero también mostraba un preocupante desprecio hacia la autoridad. Si algo sabía Hightower, es que la disciplina era vital en un navío. Un barco con dos capitanes era un serio problema, más aún si uno de ellos era un pusinánime incapaz de hacer valer su derecho y el otro una oficial que desprecia  la autoridad de su capitán.

Sin embargo, Hightower pensó que sería más contraproducente aún poner en evidencia a la Comandante, el Almirante, o al Gobernador delante de tanta gente. Eso socabaría aún más su autoridad. Así que permaneció callado como una puta.

 - Gargun...¿recuerdas eso que te dije de tratar de no ser tan directo...?

 Le susurró con el ceño ligeramente fruncido no por enojo sino más bien por simple resignación.

 A decir verdad el ánimo del enano era un reflejo bastante fiable del espíritu que reinaba en la revivida, todos estaban dispuestos a "coger" "el asunto" con ambas manos, y el enano, junto a Oropher, eran siempre los primeros voluntarios. De hecho, si no respetase a Ardell y a Karla ya hubiese intervenido para dejar claro que tendrían todo bajo control, ni más ni menos llevaban al mejor explorador de toda la flota a bordo ...y no pienso dejar que nadie se pierda por el camino ¡claro!

 Mostró cierto interés por ver donde señalaban en el mapa, después de todo sabía algo de la naturaleza y no tenía ninguna gana de que lo echasen todo a perder por una mala ubicación.

 Dando por hecho aquello tan importante, había que reconocer que Gargun tenía buen ojo para algunas cosas, y Oropher no pudo evitar echar un vistazo a la elfa a la que se refería.

 Sirouten podía hacer lo que quisiera, pero esperaba de él mejor comportamiento que el de Dun, a fin de cuentas...si se "portaban mal" o como crios eso repercutiría en la imagen que daban a la Revivida, por tanto a Ardell y definitivamente a la "joven" Karla, como su buen compañero la llamaba normalmente.

 Bueno...yo le hubiese echado mejores modales, pero ha tenido valor. Pensó mientras, sin darse cuenta, se había quedado mirando en alguna parta entre el escote de la marinera "casi" capitana, y el mentón serio de la defensora.

 - ¿Entre tantas chicas guapas y se te ocurre pensar en un mediano y un gnomo? - Le recriminó bromeando. Luego negó suspirando y apartó de un empujoncito con los dedos un mechón de cabello que ocultaba su mejilla y en ella su tatuaje.

 - ¿Qué tal si vamos a conocerlos? - dijo guiñandole un ojo. Si tu no te atreves....

 me pregunto si no serás tu el "pilluelo" estimado Gargun...

 Inspirando profundamente para reunir valor avanzó tratando de pasar desapercivido alrededor de todas aquellas personalidades para acercarse al gnomo y al mediano. Se refirió al primero en primer lugar, tratando de resultar informal.

 - ¿Un buen viaje, amigo?

 Después se inclinó cordial y añadió esta vez para el mediano. - Ey, relajate. Pareces algo tenso.

 ¿Conoceis a Gargun? - entonces señaló con el mentón y una irresistible sonrisa al enano, mostraba los dientes con orgullo.

Oropher trataba a toda costa pero con la mayor naturalidad en sus acciones de adoptar una posición idónea para ver el lugar que señalaban en el mapa. La vida le iba en ello...aunque para eso tuviera que hablar con un maldito gnomo y un mediano, que...en realidad, le traían sin cuidado. Eso si, no les deseaba ningún mal.

Hightower se encontraba distraído, sumido en profundos pensamientos. La llegada de la pareja formada por el elfo y el enano a las cercanías de donde se encontraba junto al señor Blim no pareció sacarle de su ensimismamiento.

Al oir al elfo dorado dirigirse al Señor Blim en plan amistoso, Hightower casi dió un respingo. Se sorprendió al descubrir a los dos individuos recién llegados dirigirse a miembros de la cúpula, como el gnomo.

Repentinamente, y sin previo abiso, el elfo dorado se dirigió también hacia él. Se inclinó cordial y añadió esta vez para el mediano. - Ey, relajate. Pareces algo tenso.

Hightower mostró un apreciable gesto de disgusto hacia el elfo. A decir verdad, aquella expresión malhumorada y cejicunta era la habitual en él.

Antes siquiera de tener tiempo de responderle, el elfo añadió  - ¿Conoceis a Gargun? - entonces señaló con el mentón y una irresistible sonrisa al enano, mostraba los dientes con orgullo.

Entonces se fijó en el enano, y fué cuando al ingeniero le picó la curiosidad. El radiante elfo dorado y el rudo y pelirrojo enano formaban una pareja bastante singular. Sin duda, el contraste entre ellos era tremendo, y Hightower no pudo menos que preguntarse qué clase de circunstancias habrían llevado a la disonante pareja a formar una sociedad tan singular.

Tras espabilarse de su sorpresa, Hightower se dirigió directamente hacia el enano, obviando claramente al elfo dorado:

- No, la verdad es que no lo conocía... Aunque siempre es agradable saludar a un laborioso miembro de la raza enana, ejemplo de esfuerzo, empeño, y saber estar ... - Antes de acabar, aparta claramente su mirada del enano para fijarla en la figura del elfo.. - ... cualidades de las que, al parecer, otras razas carecen...-

 Se gira de nuevo hacia el enano - Grower Hightower, Ingeniero Mediano para servirle a usted, Caballero. Es más, Señor Gargun, ... por cierto, ahora que lo pienso, supongo que es Sr. Gargun, porque espero que nos hayan presentado por el apellido, no por el nombre, lo cuál implicaría una grave falta de etiqueta, por supuesto, je, je, je, je ... Disculpe ... ¿Qué estaba diciendo? ... Ah, sí ¿Han llegado ustedes con esa vieja nave ¿no? ¡¡Asombroso que pudieran escapar!! La Revivida es, sin duda, el cascarón de nuez más deplorable que mis ojos hayan vito jamás: Diseño nefasto y estado deplorable. Sin duda, han tenido la fortuna de contar con tripulantes "de su talla"... -

Se acerca al enano como para susurrarle al oído, aunque claramente levanta la voz para que todo el mundo le oiga. - ... otros, sin embargo, nunca saben estar "a la altura" de las circunstancias. Se dirigen a los miembros de razas de baja estatura, como usted, yo, o el señor Blim, aquí presente, como si fuéramos niños o estúpidos, en vez de mostrarnos el debido respeto que nos merecemos. - Lanza una nueva mirada de desdén al elfo dorado.

El enano se quedo mirando mientras escuchaba los interesantes y gracias del mediano bastante serio, pero con esa picardia que los mediano se caracterizan, tambien vio un poco al gnomo con un saludo de cabeza y sonrisa hacia todos, en especial al señor mediano a lo cual mas le simpatizo los comentarios de aquel mediano con un aire a nobleza.
Dando una sonrisa, expresa con amabilidad dando su mano al mediando diciendole en saludo "Un saludo cordial buen amigo Grower Hightower!
Asique un mediano ingeniero eh? jejeje! Muy bien muy bien!
Gargun Dun para ud!
Disculpe al enamorado caballeroso del elfo rubio Oropher, le encanta hacer presentaciones poeticas en susurros, ja!"

Comenta con alegria haciendo una pequeña pausa y luego prosigue tras los comentarios "Lo que tiene El Emperador de bueno, tambien lo tiene LaRevivida... La Señorita Karla heredera de ese navio y muchos de nosotros estamos contentos. Como tambien contentos de conocerlos a todos ustedes, je!" y asi hace un saludo general, en especial un saludo al gnomo que le hacen simpatia.

Hace unos gruñidos de sentirse contento y feliz y sigue hablando con el mediano Grower "bueeeno, me sigo presentando, soy Gargun Dun tripulante marinero, explorador... Hice y hago diversos trabajo cuando puedo, soy armero, herrero, minero, joyero, marinero, comerciante y otras cosas mas! jejeje si ud es ingeniero y si alguien tambien le interesara algo, podriamos en un futuro cercano hacer muchas cosas juntos! Que divertido sera no? Viajes, Aventuras, Ventas de objetos exoticos, muestras itinerantes, aaah! Si señor, la vida ofrece tantas cosas... Amigos aca, amigos alla, ron, vino, comidas, jejejeee y por cierto, todo gracias a la gran heredera Karla y La Revivida y todos los de EL Emperador, si señor! Jejeee!" dice mientras otra vez hizo con sus dedos la cuenta de algunos de sus oficios terminando con el gesto y tocandose el estomago, la barba y haciendo señas con sus manos del orgullo de estos navios y sus gentes. Hasta tiene unos gestos mas cercano a un paladin que un marinero.

El último comentario de Gargan le llamó la atención - ...¿Heredera? ¿Esa mujer tan desaliñada? - Hightower se fijó en la mujer llamada Karla, cuya aspecto era más el de una curtida marinera que la de una hija de casa pudiente - Jamás lo hubiera dicho, con esas ... ¡Pintas! - 

Se fija de nuevo en el enano - Sin duda, La Revivida cuenta con una tripulación ciertamente pintoresca ... a la vez que osada. Ahora que lo dice, maese enano, su oferta de sociedad me resulta muy atrayente. Precisamente, estaba pensando en descender a tierra para examinar de cerca el terreno sobre el que el gobernador ha decidido que fundemos nuestra colonia, y un hombre de ciencia y despacho como yo, tan poco dado al "trabajo de campo", necesitaría de avezados exploradores como ustedes como guía y protección sobre un terreno tan peligroso ... -

Sheliane'e no había dicho nada hasta aquel momento. La elfa se había mantenido en un discreto segundo plano, escuchando los comentarios de la tripulación. La palabra sabotaje había conseguido alarmarla. ¿Qué había ocurrido allí? ¿Por qué nadie le había informado? Sintiéndose ofendida, y olvidando momentáneamente la orden expresa ejercida por ella de no ser molestada, se acercó si cabe más al grupo donde se encontraba el almirante y el gobernador. 

Una suave sonrisa asomó a su rostro cuando escuchó que el gobernador daba la orden de desembarcar. Por fin podría sentir nuevamente tierra firme bajos sus pies. Se llevó la mano al medallón que pendía de su cuello y elevó en silencio una plegaria a Lazhander. La culpa la remordía por dentro, ya que en todo aquel viaje su fe parecía haber cojeado un poco. Pero nuevamente sentía su corazón henchido de la luz del amanecer. 

- Buenos días caballeros - . Finalmente se dirigió con suave y dulce voz a la gente que allí se encontraba reunida. - Mi nombre es Sheliane'e. Por lo que he escuchado mientras hablaban ha habido ciertos problemas durante el viaje. Lamento no haber podido servir de ayuda, pero el mar me dejó bastante indispuesta - . Dijo mirando fijamente al gobernador. Había bajado su nívea mano dejando a la vista el medallón que la identificaba como una lazhanderita. 

Suspiró mientras con gesto delicado apartaba un oscuro mechón que había caído sobre sus rasgados ojos. Observó a cada uno de los presentes y nuevamente dirigió su tranquila mirada a Valeus Doranin. - Contad con mis servicios para lo que necesitéis -. Dijo finalmente con un ligero movimiento de cabeza.