Partida Rol por web

El Almirante asintió un poco pensando para sí mismo mirando el mapa 

Bien, entonces al fin tomaremos tierra. Como la mayor parte de la carga la tenemos en las tres galeras, que la Revivida vaya a buscar al resto de los barcos ligeros al Norte y que vuelvan todos al punto acordado. Tanders, comuníqueselo a la flota.

 Sí Capitán Asintió y fue al otro lado del barco a comunicárselo a los otros dos.

 Entendido Dijo Ardell, y sonrió al Almirante 

 Que los soldados se queden en su barco con el permiso de la Defensora, por si hicieran falta, que esperemos que no.

 Bien. Asintió y escuchó el comentario de Hightower, no pudiendo evitar una sonrisa para sí.

 Amiël sonrió escuchando a Gargun. Pero Hightower tendrá mucho que hacer para planificar la construcción de la colonia. Mientras termina, si quiere puede pasarse por mi despacho en un rato, creo que tendré algún encargo para usted, si quiere escucharlo al menos.

 
 Al volver a la Revivida, Airoa guiñó un ojo a Karla y levantó el pulgar. La fantasma estaba sentada sobre uno de los palos horizontales.

 Laure, desde el timón, sonrió y asintió discretamente a Karla.

 Sube a bordo a ese hijo de puta medio metro que ningunea mi barco! Va a tener unas pesadillas que no va a dormir en lo poco que le quede de vida!!

 Tranquiiiilo compañero! ¡Él se lo pierde!

 ¡¡¡BAH!!!

El gobernador Doranin tomó la mano de Sheliane'e, se la llevó a los labios y la besó con delicadeza, apenas un roce.

- Encantado de conocerla, servidora de Lazhander. Le tomo la palabra, pues a buen seguro que necesitaremos a los dioses de nuestra parte.- le sonrió.

Dicho esto, se puso a supervisar junto al almirante el proceso de desembarco y reunión de toda la flota.

Karla dedicó una sonrisa desdeñosa a Hightower. Su madre había dicho lo mismo que él, en el mismo tono horrorizado.

--Si dedicara mi tiempo a maquillarme y a echarme perfume no me quedaría nada de tiempo para trabajar a bordo. Una cosa es la roña de la dejadez y otra el sudor del trabajo honesto. La diferencia es sutil, pero tenéis pinta de ser un tipo listo --apostilló con descaro.

Diferencia que, por lo visto, no había aprendido cierta florecilla delicada demasiado importante para mover el trasero. La heredera de la Revivida soltó una risita.

--¿Habéis viajado todo el tiempo en el camarote, mi señora? --le preguntó a Sheliane'e, no sin antes hacer una sencilla reverencia--. Si me permitís el consejo, viajad la próxima vez en cubierta, sin que nada se interponga entre vos y el horizonte. Así no os marearéis.

Dedicó sendas reverencias a las autoridades antes de girar sobre sus talones.

--¡En marcha! --dijo a su tripulación haciendo un gesto con la mano. Quienes estaban más cerca la vieron guiñar un ojo, aparentemente a nadie en particular.

 
Antes de marcharse, el capitán Ardell se acercó con su hijo a la Defensora para tratar con ella un tema en privado.

Dis...culpe, defensora Carraspeó Hay un tema un poco peliagudo a bordo que creo que podría echarme una mano. Y no, no se trata 'solo' de la insubordinación de Karla. Resulta que a bordo hay un... es decir, "al menos un"... fantasma Hizo un gesto alarmado con las manos Pero por favor, que no se sepa o me quedo sin tripulación, ya sabe cómo son de supersticiosos, y... bueno, por si tenía algún clérigo o paladín que pudiera ayudar a exorcizarlo... Pero tiene que ser algo discreto, lo más discreto posible... Entiende...?

 
Antes de marcharse, el capitán Ardell y su hijo subieron al Emperador, a hablar con Brynhildr en privado.

La mujer se llevó la mano al mentón atendiendo a las palabras del capitán Ardell. Su ceño se frunció al escuchar la palabra 'fantasma'. El temor del capitán se notaba a la legua, quizás no tanto por el propio fantasma si no porque podría conseguir que la tal Karla se separara de su capitán junto al resto de la tripulación si aquello salía a la luz. Pobre hombre, creo que está abocado a perder la capitanía de la Revivida...

- Entiendo. En su momento mandé a 5 de mis clérigos a la Revivida, capitán, les haré llegar una orden de que con la mayor discrección posible busquen a ese ente y le destierren del navío. Me preocuparé de avisarle cuando tenga alguna noticia, puede estar tranquilo... - iba a darse la vuelta para continuar dando órdenes para el desembarco, pero se le ocurrió decir algo. - Ya que puede despreocuparse de ese tema, admita un consejo... gánese la confianza de su tripulación de alguna manera, me temo que si no hace algo al respecto su posición pende de un hilo. Suerte. -

 
Gracias, de veras... Y otra cosa... mi chico está bastante... afectado por el asunto. Si no le importa hacerle un hueco en el Emperador... él ya no quiere estar más en la Revivida, al menos hasta que solucionemos esto

- Desde luego mi querido amigo. Hay tipos que no comprenden el valor de una buena charla con un apuesto mediano, un enano o un gnomo.

 Pero....en fín... - Se encogió de hombros jovial - Que le vamos a hacer.

 Alzando ligeramente la voz con una gran sonrisa pues era toda una alegría comprobar como se manejaban otros en su situación se destidió.

 - Creo que es hora de irse. - dijo ante la exclamación de Karla aunque aún pensando...

 ....De baja estatura, como usted, yo, o el señor Blim, aquí presente...bueno, supongo que el burro delante para que no se espante...

 Negó para sí. Por un momento aquella forma de despreciar a otras razas, aunque tratandolo de hacer de una forma "positiva" en lo referente a las más parecidas a la suya le recordó a su pueblo. Muy pocos tomaban la opción, como Oropher, de echarse a un lado y quizás...no ser importantes artesanos que dedican toda una vida a perfeccionar su obra. Si Oropher tenía una obra maestra en alguna parte puede que la llevara consigo...y..o le dedicaba todo su tiempo o ninguno.

  Era una personalidad curiosa aquel maese, Gargun, como siempre, no tuvo problemas en encajar. Empezaba a pensar que iba a seguir siendo un problema ser tan sumamente irresistible...los menos agraciados se sienten...ofendidos, atacados.

  Hum...quizás si me arreglara menos...y hablando de arreglarse.

 Oropher se acarició el cabello con sus pulcras manos y echó ligeramente la cabeza hacia atrás con los párpados en un gesto de ensoñación y satisfacción y una afilada sonrisa de medio lado.

 ...Bien...

 - Mucho gusto, Señores. Y...Señoritas... - Con una ceja ligeramente inclinada se reverenció ante los allí reunidos evitando miradas directas a excepción de una persona, aquella defensora. Los labios de Oropher brillaban en su suave superficie pulida y ligeramente húmeda...pero aquello...fue un efímero instante.

 Repetiría una ligera reverencia con la diestra a la altura del pecho ante el mediano , mucho más prolongada, y el gnomo.

 - Ha sido un placer.

 Y terminó por darle una palmadita en el hombro al gnomo y colocar la siniestra sobre el hombro de Gargun.

 - No seais "pilluelos" - dijo mientras les guiñaba el ojo.

 Luego optó por retirarse junto con Karla, eran las órdenes y no pensaba ir en contra de ellas, y sólo para ella...

 - En lo referente a su aspecto, estimada Karla. Puedo echaros una mano, o dos si son necesarias.

 Aunque os veo agradable tal y como estais. Prima la comodidad. ¿verdad?

 Mentira. Pero no le exigía más a Karla, cuando debía arreglarse lo hacía...aunque...quizás pudiese lograr pulir algunas de sus elecciones, y en eso Oropher podía ayudar.

 - Aún así, hay formas de mejorar la imagen...¡siempre la hay! en lo referente a eso...

 Y continuó, si se lo permitían, con algo de charla sobre tejidos y otros complementos.

Karla echó la cabeza atrás y lanzó una risotada.

--No me cabe la menor duda --le contestó a Oropher, y le dejó a su imaginación si se refería a que siempre había formas de mejorar su imagen, a que le gustaba su imagen actual o a que le echaría un par de manos si ella le dejara. Y si estaba empezando a conocer al elfo dorado, tenía la sospecha de que él iba a disfrutar de aquella decidida ambigüedad.

No obstante, no interrumpió su cháchara de tejidos. Tenía la impresión de que tenía consejos interesantes al respecto. Desde luego, le recordaba a los mercaderes eunucos de Calishám. Al formar la comparación en su mente no pudo evitar reprimir una sonrisa.

El gnomo hasta ahora había permanecido en silencio y no por que no le guste hablar, si no por alto gusto a escuchar.

Por lo que parece, Oropher dige ignorando la cuestión sobre si el nombre con el que cada uno ha sido presentado es nombre o apellido- es usted la persona adecuada para romper el hielo entre el grupo. Apenas nos conocemos, llega usted aquí y parece como si ya os conociera de todo el viaje sonríe. Estoy seguro que en La revivida el viaje ha sido un poco mejor gracias a usted.

Bueno señor Dargun... Si es usted explorador como dice, ya somos dos barbudos exploradores. Así que si en algún momento han de coger Karla y ustedes la revivida para remontar un rio o cosas así, cuenten con mi compañía si no les molesto. Pues mi trabajo es precisamente en explorarlo todo en busca de metales, rocas o maderas que sean preciosas, valiosas o en fin... Comienza a sonreír Si los dioses nos son favorables quizá encontremos alguna mina de adamantita, mithril o algo así, se que los enanos valoráis como es debido estas cosas. Yo también soy herrero ¿sabe usted? Bueno, y alquimista, comerciante, y alguna cosa más.

Hace un movimiento dinámico de manos Entre todos lo exploraremos todo, encontraremos lo materiales para hacer una ciudad increíble ya lo veréis. sonríe

Se gira hacia Sheliane Si llego a saber que una persona tan indispensable como una sacerdotisa de Lazhander sufre de mareos que le impiden nada menos que ver el sol, yo mismo hubiese fabricado un brebaje especial que tengo para las travesías, que calman el mareo. Yo nunca lo he necesitado pero tengo amigos que sí y vaya, que si viajo con ellos les tengo bien provistos de esto. Un placer conocerla señorita, espero que la luz del sol brille en la colonia mientras estemos. Dice poéticamente.

Y ya casi llega la hora del desembarco caballeros. Espero que tengamos la oportunidad de trabajar en equipo el máximo de tiempo posible.

- Sois demasiado amable conmigo.

 Su trabajo es precisamente...explorarlo todo en....¡Oh dioses!

 - Es fácil - Declaró confiado a la par de halagado - Además Gargun tiene un don especial para ganarse a la gente. Sólo que a veces le cuesta dar el primer paso. - Bromeó, en realidad no pensaba que le costase nada, simplemente estaba entretenido en otras filigranas.

 El gnomo anunció lo que empezaba a ser una necesidad para todos, pronto tomarían tierra o se dispersarían para hacer lo que habían venido a hacer...además, habló con la elfa, que, por algún motivo no le agradaba demasiado. No se mostraría reacio a observar su rostro tan familiar, ni su peculiar belleza, a la que, por otro lado, estaba más acostumbrado...quizás fueran prejuicios, de cualquier forma, trataba de no parecer a la defensiva, sino...todo lo contrario.

 - Vaya que sí. Estoy seguro de que lleva algo encima para eso y mucho más...¡seguro!

 entonces comenzó a indagar alrededor del Gnomo con la mirada. ¡Iba cargado!

 - Confianza los unos en los otros. Es el espíritu. Aunque haya algunos que ataquen para tratar de debilitarnos - se refería al sabotaje - lo hacen porque saben que es ahí donde somos realmente fuertes. - Explicó tratando de hacerse el interesante.

 - Seguro que podremos intercambiar historias de antes y de ahora cuando tomemos tierra.

 Por supuesto...estais invitada. - Dijo con respeto y dedicación mientras se reverenciaba ante la adoradora de Lazhander.

 Palmeó nuevamente el hombro del gnomo para despedirse y siguió definitivamente a Karla...cuyos comentarios hicieron que le entrase un cosquilleo. Sonrió atraído por sus palabras.

 y mientras se alejaban..

 - El modelito de antes...¿es heredado?

Antes de volverse con Karla, escucha los interesantes comentarios del agradable Gnomo, mientras camina mira hacia atras y le contesta "jajaja, Que Bien! Un gnomo con su alquimia, herrero. Hightower un mediano ingeniero... Esto se pone cada vez maaas interesante... Nos divertiremos y seremos grandes amigos! jajaja! a ver que trucos se trae ud, amigo Gnomo! Se que ustedes tienen muchos de esos... Alla, en Tierras de Faerun, muchos gnomos he tenido conocidos... Que divertidos son! Tan ingeniosos, he comerciado y compartido gratos momentos con los Gnomos!
Aaah, los viejos tiempos... Nos veremos despues, seremos buenos compinches, se los aseguro, jejeje" lo dice tirando miradas hay horizonte asi como al gnomo y al mediano, ya luego hablando mientras camina haciendo señas y movimientos con su cabeza y manos con señas de seguridad y abundante libertad.

"nos hablamos luego... y cuiden a las mujersitas jovenes, que Oropher y Sirouten seguro querran sus romances! jajaja, ellos piensan que no me gustan las mujeres. Pero... bah! las enanan, gnomas y esas quedaron en Faerun...
De momento mi enamoramiento es La Revivida, el Viaje, la buena compañia, enfin...jejeje!" comenta ya alejandose con una palabreria entre chistosa, sincera y con un toque de sentimentalismo.

Brynhildr captó la mirada del elfo solar al hacerle la reverencia y no pudo evitar sentirse algo nerviosa por un instante hasta que se dió cuenta de ello y se estiró un poco más dentro de su armadura. Estaba acostumbrada... pero no a eso. Moviéndose en el mundo militar eran habituales los piropos, algún que otro comentario machista y varias miradas lascivas. Por suerte para ella desde que la habían ascendido aquello se había reducido muchísimo, tanto por respeto como por miedo a represalias. Pero había algo a lo que no estaba acostumbrada y era a... eso. Esa mirada de ¿deseo? tan distante y relajada, pero a la vez cargada de intensidad. Era demasiado sutil para lo que ella había visto y eso le chocaba mucho. Por suerte fue un sólo breve instante, pero suficiente para desconcertarla.

No hay uno normal en la Revivida...

Tras eso el capitán Ardell se acercó a ella y tras intercambiar un par de palabras con el preocupado hombre, fue con sus tropas para prepararlas, el desembarque estaba cerca.