Partida Rol por web

Leto continua su movimiento hacia Farent mientras efectúa sendos disparos en dirección a los Tuskens. Espera poder derribar a alguno de ellos antes de que vuelvan a bajar sus armas contra el granuja. El problema es que su posición es muy mala para poder alcanzarles. Sin embargo, la puntería de Leto es lo suficientemente buena como para que quiera arriesgarse sin problemas.

Los dos disparos pasan a milímetros del cuerpo del granuja, y Farent siente el calor de ambos haces de energía, pero los que lo sienten de verdad y los reciben en el pecho son los dos últimos incursores Tusken que caen hacia atrás con sendos impactos.

Durante unos segundos os miráis asombrados, ¡habéis sobrevivido! pero ¿por que os atacarían una veintena de Tusken? que por cierto estaban sin banthas, sin armas que pudiesen disparar y ávidos de sangre.

Leto coloca su mano con el blaster apoyando éste sobre su hombro del mismo lado. Eran una gran cantidad de moradores de las arenas y realmente no sabían muy bien cual era la razón que les había llevado a eso.

- ¿Creeis que los moradores de las arenas tendrán algo más que harapos y palos? - dijo levantándose el casco por encima de la cabeza.

Miró en una dirección y en otra esperando una respuesta de sus compañeros, en realidad era una pregunta retórica, sabía ya desde hacía mucho tiempo que no. Nunca había entendido a los Tusken, pese a haber nacido en Tatooine. Lo único que se sabía de ellos era que les movía la violencia, secuestraban y mataban a cualquiera que se perdiera en el desierto. Se usaban como cuentos para asustar a los niños y obligarles a dormir.

Pegó una patada a uno de los Gaffi (es el arma de los Tusken). ¿Por qué razón no llevaban rifles?

- Démonos prisa. - ignoró a Farent y sus heridas. Se las sanarían dentro, incluso si tenía que ser él. Pero no quería permanecer más tiempo en el desierto abierto. - Una cosa es segura, si éstos eran muchos,... los que pueden venir serán muchos más. Algúno de ellos habrá ido a avisar sobre nuestra presencia antes del ataque y no me extrañaría que estuvieran al llegar.

-Estais todos bien? digo mirando de soslayo a todos e intentando confirmar mirando al horizonte que no hay ninguna otra sorpresita para hoy -Es muy raro Leto le digo contestando a su pregunta los tusken son osados, pero nunca los habia visto llegar a estos extremos, quizas los jawa puedan decirnos algo. Mientras digo esto voy palpando con el pie y examinando los cuerpos por si veo algo "raro" en ellos a simple vista.

 El Explorador Kel Dor guardó colgó el arma de su hombro y se acercó a uno de los Tusken que yacían junto a él. Se agachó y recogió uno de sus palos gaffi mientras lo observaba con detenimiento. Siempre le habían fascinado esas primitivas armas hechas con desechos. No comprendía a estos salvajes, ni comprendía su tecnología, ni su cultura; pero veinte de ellos parecían haber salido de debajo de la caliente arena de Tatooine. ¿Por qué... //Tjó tjó shhhh//

 Turuk se levantó. Su respirador se estaba llenando de la odiosa y fina arena del Mar de Dunas. Tosió. Recogió el palo gaffi (siempre había querido tener uno, aunque no supiera cómo usarlo) y se dirigió a la nave. Necesitaba quitarse la mascarilla en su camarote presurizado y llenarlo con la atmósfera de Dorin.

 -Vamos... a intentar sacar... este trasto de... aquí antes de... que la arena lo... termine de... joder -Consigue decir a duras penas.

 Sin más palabras, entra en la nave y busca su camarote.

Anzak, mira a sus compañeros una vez acabada la amenaza Tusken. ¿Por qué les habrían atacado? La verdad es que no he tenido mucha relación con estos bárbaros, aunque sí que creo que eran belicosos. Pero no me cuadra que nos quisieran atacar a personas armadas, aun siendo 20. Anzak estaba pensando en eso, cuando su mirada se cruzó con la de Moesla. Su cara se volvió roja de la vergüenza. Sin embargo, tuvo el valor suficiente como para acercarse a su joven amiga.- ¿Estás bien?.- Le preguntó tímidamente.

Antes de que respondiera, escuchó la frase de Turuk:

Cita:

- Estoy con Turuk.- Dijo Anzak volviéndose a sus compañeros.- Debemos sacar la nave cuanto antes y encontrar una puerta que nos tape el agujero.- Después de decir esto, miró a sus amigos, faltaba Farent. Luego miró a Moesla y le dijo.- ¿Me acompañas a ver que tal se encuentra Farent? Quizás necesite de nuestra ayuda.- Dicho esto Anzak comenzó a andar en dirección a su compañero.

Dann Zarz examina los cuerpos de los Incursores y se da cuenta que el ataque simplemente no tenia sentido... era algo simplemente suicida, además registrando los cuerpos se da cuenta que no llevaban agua... algo bastante raro en Tatooine.

Farent se encuentra bastante bien, solo un poco cansado y con algún moratón.

Cita:

-Claro...- entre los dos veis que Farent se encuentra bastante bien...

-No había razón para estas muertes, no tienen sentido...- Te das cuenta que Moesla está al borde de las lágrimas...

Estáis a punto de subiros otra vez a la nave cuando veis a otro incursor que se acerca casi arrastrándose poco a poco por la arena, su pierna derecha es una ruina quemada y avanza apoyándose en un fusil doblado.

Levanta su palo Gaffi hacia vosotros y empieza a avanzar a trompicones con intenciones asesinas...

Leto agarra su rifle blaster. No tiene puesto el casco por lo que en su cara podeis ver una mezcla entre asco y piedad. Avanza un par de pasos con intenciones claras de disparar.

Al menos, libraremos a éste pobre ser de su desdicha en el desierto.

Muchas veces era mejor morir por un disparo que muchas de las maneras en las que el desierto podía matarte.

Anzak, junto con Moesla, se acercan a donde está Farent, miran su estado y parece encontrarse bien. Al levantar la vista mira la cara descompuesta de Moesla, quien al borde del llanto le dice estas "muertes no tenía sentido". Anzak se levanta y, en un esfuerzo abismal contra su introvertismo, se hacerca a ella para darle un abrazo y consolarse mutuamente, pues la tensión vivida merecía ese abrazo.

En ese momento, otro tusken, herido en su pierna, se acerca a ellos con similares intenciones a las de sus compañeros a los que acaban de aniquilar. Raudamente, se puso entre Moesla y el nuevo enemigo. Observandolo, vio que su rifle gaffi, doblado no era una amenaza, pero su sed de sangre le nublaba la vista.- No lo entieno.- Comentó Anzak.- Podría comprender a sus compañeros que nos atacaran siendo 20, pero uno solo, contra seis y encima armados, no es lógi...

Anzak se giró mientras decía esta última frase, cuando vio que Leto apuntaba al pobre desgraciado, levantó los brazos al aire y gritando dijo.- ¡¡¡NOOOOOOOO!!! , ¡¡¡NO DISPARÉIS, NO PUEDE HACERNOS DAÑO!!!.- Gritó Anzak a sus compañeros.

Dicho esto, miró a Moesla y asintio. Su complicidad, marcada por innumerables situaciones dramáricas, hizo que pensaran lo mismo. Uno, por un lado y otro por otro, se acercaron al incursor con la esperanza de retenerlo y llevarlo a donde estaban todos. Luego, con más calma y algo de agua, intentarían sonsacarle el por qué de su reacción.

Leto se encogió de hombros y se acercó con ellos.

Las intenciones del soldado eran claras, no dejaría que ese incursor, por herido o destrozado que pareciese estar, hiciera daño a sus compañeros. Esa había sido siempre su labor, sobretodo con Dann.

Una vez cerca, trataría de arrancarle las armas de las manos, antes de que el inocente de Anzak consiguiera que mataran a alguien. No hay nadie más peligroso en el desierto que una presa acorralada y con sed de sangre.

 Turuk ya está subiendo la rampa hacia la nave cuando oye el grito de Anzak y se vuelve. A lo lejos, ve a otro morador de las arenas acercarse cojeando. Con el fusil de caza en la mano, apunta y dispara. Ve caer al incursor y mira a Anzak. "¡Quizás sea lo mejor para él!", le grita como puede. Luego se vuelve hacia el interior de la nave mientras, a través de su respirador lleno de arena se le oye murmurar <<Odio Tatooine>>.

Leto, Anzak y Moesla se acercan al obviamente inofensivo incursor, lleva un tocado de objetos brillantes y parece ser algún tipo de jefe o líder; su pierna parece un amasijo de músculos quemados, obviamente productos del disparo de algún arma báster de gran calibre, probablemente alguna montada en un vehículo, cuando llegáis hasta él trata de agrediros mientras murmura ya que no tiene apenas fuerza para hablar, al parecer trata de que entendáis las razones por las que os ataca ... si hasta sabe algo de básico...

-Vosotros, pueblo sin alma... disparásteis con vuestras monturas de los cielos contra los guerreros, contra los banthas, con vuestras naves negras...-

El disparo de Turuk le ida en el pecho y cae al suelo silente.

-Nooooo ¿porqué lo ha hecho?- da una patada a la arena... ¿Es que sois jueces jurado y asesino?-

Leto miró a Turuk con gesto contrariado. Era su amigo y no iba a reprocharle lo que él mismo habia pensado un rato antes. Sin más, se dió la vuelta, se encogió de hombros, y dijo en voz alta:

- Los moradores de las arenas nos han atacado sin motivo. Nos han confundido, nosotros nos hemos defendido. Eso no nos convierte realmente en asesinos. No deberías de preocuparte tanto de eso, sino ¿de quién estaba hablando? ¿Qué naves negras?

Dicho ésto se dirigió al interior de la nave. Sería mejor que nos movieramos rápido.

 -Un Tusken hablando básico -Turuk se colgó el rifle del hombro-. Si lo llego a saber no le disparo... tan fuerte. Moesla, si te interesa y te hace sentir mejor podemos usar la nave para investigar de dónde venía ese Morador de las Arenas; pero después de que veinte de ellos nos ataquen sin razón aparente no esperarás que le salude y le de la bienvenida. -Luego cae en la cuenta de la pregunta de su amigo-. ¿Naves negras? ¿A qué demonios se refiere?