Partida Rol por web

Anzak se arrodilla al lado del incursor al que acaba de disparar Turuk. Sin poder todavía creerselo, agacha la cabeza y niega. Sus manos, postradas en la arena, recogen un puñado de ésta y la aprieta como si esto pudiera calmar su rabia. Mientras, su mente dibaga por sus recuerdos, al oir las palabras del tusken abatido: "Naves negras", otra vez esas siniestras máquinas portadoras de la muerte. Al pensar en esto, Anzak levanta un poco la cabeza hasta toparse con el incursor muerto. Una lágrima cae por su mejilla.- Y somos nosotros los que les llamamos bárbaros y asesinos.- comenta casi en un susurro.

Anzak se levanta a duras penas y mirando a Leto, le pregunta.- ¿Por qué no le preguntas sobre las naves negras?... A no, si está ¡¡¡MUERTOOOO!!!.- Grita Anzak a su compañero.- Leto, no sabes la diferencia entre qué es defenderse y qué es asesinar, creo que deberías plantearte lo que haces y por qué lo haces.- Dicho esto Anzak anda hacia la nave rabioso por los acontecimientos vividos.

Volvéis a meteros en la nave por el agujero de la escotilla, os encontráis todos en la sala común, Anzak y Moesla miran con cara de muy malas pulgas a Turuk.

- Yo sé muy bien lo que hago y por qué lo hago Anzak - dijo Leto sin inmutarse por las duras palabras de su compañero - Os salvo el culo por comer caliente y seguir volando. - Realmente eso era cierto. Leto era el mercenario y el guardaespaldas del grupo, al igual que en el problema con los Tusken y anteriormente en los otros enfrentamientos de los últimos días, Leto siempre demostraba su valía con el arma, eso era algo que no se le podía negar. Y eso, más de una vez, había significado que entre ellas, Aznak fuese una de esas personas a las que, entre comillas, le había salvado la vida.

Pero el mercenario entendía porque los hombres "sin armas" le criticaban. Y en parte les daba la razón. Tener la sangre fría para matar a otros y no tener pesadillas por la noche, no lo podía hacer todo el mundo. Pero él no sentía pena por si mismo, era su profesión. Anzak no tenía ni idea de lo que era un morador de las arenas. Nunca habían raptado a su mejor amigo, violado a sus vecinas, asesinado a sangre fría a algún familiar,...

La cara de Leto no cambió en absoluto.

- No sabes lo que dices, amigo - dijo Leto, y se dió la vuelta hacia el interior de la nave.

Habia dejado actuar y hablar sin decir nada, incluso no le parecio nada del otro mundo la muerte del tusken, como podria alguien saber que no iba a atacar? aparte, los conocia perfectamente y eran poco mas que animales, sin sentimientos ni emociones aparentes, al menos con los que no eran tusken. Si que me sorprendio el hecho de verle escupir unas palabras en basico, sabia de pocos tusken que lo hablaran y no lo habia visto nunca. -Turuk ha actuado como hay que hacer, esta claro que has visto pocos combates Anzak, no hay que darle respiro al enemigo armado, puede costarte la vida, y estoy seguro de que Leto hubiera hecho lo mismo, cualquier cosa para salvaguardar al grupo. Y queriendo cambiar claramente de tema para no dar mas importancia a la muerte de un enemigo les comento a todos -Alguien sabe a que se referia con eso de naves negras? tenemos que conseguir lo necesario para volar cuanto antes digo echando un vistazo buscando donde se han escondido los jawas.

Las palabras de Leto, no hicieron otra cosa que enfurecer más a Anzak. No era un hombre de armas, a pesar de las aspiraciones y entrenamisntos recibidos de su padre. Él era una persona más cercana a los ordenadores y las naves. Sabía lo que hacían los tusken y de sus horribles prácticas, pero también sabía de la compasión, otra de las capacidades humanas.- Gracias por salvarme el culo, Leto.- Dicho esto se dirigió a la nave. A su espalda escuchaba como Leto le seguía "la corriente irónica".- Sí, ya.- Fue su escueta respuesta. A pesar de no ser un tipo de armas, creo que me he defendido bastante bien con los tusken... pero eso nunca lo reconocerán los "hombres de armas". Para ellos solo soy un maldito granuja, que les hace las ñapas que necesitan. Pensó mientras se escurría dentro de la nave un tanto irritado.

Al llegar, Dan habló también con él. Parecía que todos le querían dar lecciones de moral. Como si hubiera vivido toda su vida en una burbuja. Pero sin duda fueron las palabras de dan las que le hicieron más daño:

Cita:

Tras escuchar a su amigo y compañero, Anzak miró a este a los ojos y dejó, por una vez, a un lado su timidez. Unas lágrimas recorrieron su rostro, casi inexpresivo. El daño que sentía no era físico y no era de un hecho reciente. La herida que sentía en el corazón, venía casi desde su nacimiento y se agrandó con los acontecimientos vividos- Es verdad Dan... he visto pocos combates... y menos Moesla.- La voz del chico denotaba un terrible dolor.- No... no puedo saber lo que es un combate, solo porque me dedico a arreglar la nave o la computadora.- Anzak suspiró y, ahora sí, agachándo la cabeza les dijo.- Las naves negras me dejaron huerfano. Esas mismas mataron a todo lo que Moesla conocía y quería. Quizás los Tusken sean de naturaleza guerrera y depravada, pero los que van en esas naves, ni siquiera conocen esos sentimientos.

Dicho esto, Anzak, se giró y se dirigió a su habitación (no sé si cada uno tiene la suya o compartimos todos la misma ¿?). Justo antes de entrar, sin mirar a nadie, se giró y dijo.- Yo... yo también me preocupo por el grupo, de verdad. Po... podéis... podéis confiar en mí.- Hizo un amago de sonrisa forzada, que, al no levantar la cabeza, casi nadie la pudo ver, pero al momento se borró de sus labios. Sin duda, rezumaba tristeza por todos los poros de su ser.

- Sabes que siempre es un placer - añadió Leto captando la ironía de Anzak. Era un granuja, no un soldado, y por ello entendía algunas cosas de manera diferente. Leto no pretendía que las cosas fueran a más, pero había sido el chapuzas el que había elevado el tono contra él, por algo que había hecho otro de ellos.

Leto no esperaba una disculpa, ni nada por el estilo. Seguramente se olvidaría de todo cuando se metiera en su habitación de la nave a limpiar su preciado blaster. Siguió al ladronzuelo con la mirada hasta que se metió y permitió que su cara formara una ligera sonrisa.

Si no hubiera matado a dos Tusken hace cinco minutos, quizás su queridisima novia estaría muerta. Pero parece que eso nunca lo reconocerá. ¿qué te preocupas por el grupo? Eso ya lo sé. Leto sonrió

Con un saludo militar a Dann, de gran parecido al saludo imperial, dijo por úlitmo:

- Creo que deberíamos de buscar a los jawas señor, aún necesitamos el metal para cerrar la nave. Permítame ser su escolta.

Moesla se sienta delante de la puerta de la habitación de Anzak como haciendo guardia mientras Leto y Dann Zarz se dirigen a hablar con los Jawas...

De ellos no sacan suficientes planchas para reparar totalmente la nave, pero entre las buenas relaciones que había entablado Dann anteriormente y entre que habéis acabado con los Tusken, los jawas os informan que a unos cincuenta kilómetros hay un pueblo de granjeros de humedad, en el que podríais comprar chapa de sobra para acabar las reparaciones.

-Utxili pothic awlilisha sigui-

Podríais alcanzar el pueblo en unos minutos con la nave volando despacio y a baja altura, lo que no os la descompondría, si allí os vendiesen el metal para reparar la cubierta ya podríais huir al espacio.

Cuando Leto y Dann salen a hablar con los Jawas, Turuk se queda solo en la nave, desde su improvisado asiento delante de la puerta de la habitación de Anak, Moesla habla al Kel Dor, su voz es extraña y tiene los ojos como puestos en blanco.

-Si no encuentras nada a lo que agarrar tu alma serás presa fácil para El Oscuro-

Todo habia ido muy rapido.

Los golpes volavan hacia mi y de pronto la nada estba a salvo y mis compañero derribavan a un tusken rezagado.

Despues se pusieron a discutir. Maldita sea los moratones dolian mas de lo que pensava en un primer instante.

Naves negras? Intento recordar si habia escuchado algo parecido, en sus epoca en los bajos fondos, pero nada, no le sonavan de nada.

De camino a can Jawa, Les comente a mis compañeros algo que me dava mala espina.

Chicos, no tengo ni la mas remota idea si esta relacionado o no. Pero tengo el mal presentimento de que  las mafias puden estar detras de esto, un terreno sin ley como este planeta, todo tiene algo que ver con la mafia.

Pero esta vez creo que vamos a meter el ozico en algo grande, talvez demasiado.

Una vez con los jawas Farent permanecio en silecio, observando algun que otro cachivache, mientras sus compañeros hacian las transacciones

 Turuk se ha quitado su mascarilla de respiración y las gafas protectoras de los ojos en su camarote, especialmente adaptado a la atmósfera de Dorin. Permanece sentado en la cama mientras el resto del grupo decide qué hacer. Él lo tiene claro: Sacar la nave de esa horrible arena de una maldita vez. 

 La voz de Moesla le llega a través de la puerta de su habitación, sellada para evitar que su atmósfera (tóxica para la mayoría de las especies) inunde la nave. Los fríos ojos de Turuk, que alguien rara vez ha visto sin las gafas protectoras, miran fijamente hacia la puerta, como si pudiera ver a Moesla desde allí. Si le disparó a aquel morador de las arenas fue por la pura adrenalina del combate. Pero ahora que se detiene a pensarlo cae en la cuenta de que, a lo peor, el Tusken solo buscaba en ellos protección; y no la destrucción como sus veinte hermanos anteriores. 

 Tras unos instantes perdido en sus pensamientos vuelve a la tarea de limpiar y engrasar su respirador, tratando de sacar la fina y odiosa arena de Tatooine de los filtros de la mascarilla.

Me quedo quieto observando a Anzak mientras se va a su camarote pienso, uf! ahora estoy muy preocupado por todos para hablar con el, cuando consigamos las piezas que nos faltan tengo que hacerlo, sin duda, es un integrante importante del grupo. -Vamos pues Leto, prefiero estar aqui lo menos posible. Despues de conseguir la informacion de los jawas les doy 10 creditos por las molestias (es suficiente "propina"?) y Leto y yo nos montamos en la nave dando la informacion recogida a todos -Vamos a echar un vistazo a una granja de humedad cerca de aqui, quizas encontremos en ella los materiales que necesitamos. Mientras nos dirigimos hacia alli voy a la habitacion de Anzak y llamo con cuidado -se puede Anzak?

Moesla se aparta un poco cuando Dann va a hablar con Anzak, mirandole con esperanza.

Leto acompañó a Dann a la nave sin decir nada más. Normalmente era un soldado callado y servicial. Miraba su arma de vez en cuando y le pasaba un paño con frecuencia. La mimaba como si fuera su hija.

Al llegar a la nave, se sentó en la zona del artillero, su lugar habitual, esperando que el piloto, Turuk, se sentara a su lado. Juntos, conseguían que su queridisima Arouse viajara contantemente, y no llegara a detenerse nunca en un lugar demasiado tiempo.

Viendo que Anzak no esta por la labor de sacar lo que tiene dentro, no al menos conmigo, me voy a la cabina para no perder detarlle de los acontecimientos.