Partida Rol por web

Aquella noche iba a ser intensa. Itami hizo de maestra de ceremonias con sus galas y sus estimulantes.

El yggdrasyl era un lugar de gran tamaño,específicamente una nave industrial de procesado de alimentos reconvertida en un local de música y fiestas. La decoración exterior era realmente insignificante a excepción de runas de neón de difrentes colores fosforescentes. Por supuesto el nombre del local era tremendamente visible y un arbol del revés sustituía la "Y".

Una vez en el interior, trás pasar por vuestra cara bonita el cerco de seguridad y las colas de espera, os encontráis un lugar inmenso lleno de escaleras metálicas, pasarelas y seudocráteres en el suelo del que surgen luces y humo. Los lásrres vuelna de forma aleatoria por todoel lugar como relámpagos desbocados, la música de varias pistas se entremezcla en una cacofonía disonante y taquicárdica. Y sobre todo se escucha las broncas voces de un grupo de de metal industrial, noruego, finlandés o sueco.

El local se halla repartido en varias alturas y probablemente tenga mesas y reservados, per lo que se ve a primera vista son banco similares a tuberías en las paredes de las distintas salas y barras dispuestas estratégicamente dónde se sirven cocteles.

Itami pasó sonriente delante de todos aquellos palurdos que debían esperar en la cola para pasar. Justo antes tomó el brazo de Lenna y lo apretó con fuerza cuando divisó el árbol invertido que hacía de "Y" de Yggdrasil. En su mente resonaba el mensaje de auxilio del coronel atómico.

La casa del Árbol del Yggdrasyl es una casa de secretos.

¿Cómo no había caído antes?

-La casa del árbol.- Dijo en alto para que Lenna también se diera cuenta. Una vez dentro Itami se sentía como pez en el agua. Primero una vuelta de reconocimiento. Ver qué tipo de música había en cada piso, observar a la gente y, sobre todo, tener bien localizados los baños. En las cabinas de los baños es donde se repartía todo el bacalao, vamos, donde te ponían hasta las patas de drogas. Aunque al avanzar la noche la gente no solía cortarse un pelo y ya podían ver a la gente haciéndolo delante de todo el mundo.-¡Joder, que buena música!- Gritó Itami por encima del estridente ruido que emitían los altavoces. La joven no dejaba de observarlo todo. Se acercó a una de las barras, donde había un camarero sin camiseta luciendo sus músculos y allí se dirigió. Itami se le quedó mirando muy fíjamente, mientras admiraba sus enormes y fuertes manos. Con esas podría agarrarla del cuello y dejarla casi sin respiración justo al alcanzar el clímax. Se humedeció solo de pensarlo.- Ponme un "red bull", estoy muuuuy necesitada.

Ahora que tenía la bebida se dirigió a uno de los servicios. Como siempre el de las tías estaba a rebosar, así que Itami pasó de él y se metió en el de los hombres, saltándose la cola. Uno de los chicos que esperaba le llamó la atención. Itami le mostró el dedo y continuo haciar una de las cabinas.

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Los tíos "hetero" jamás pondrían pegas a que una tía se metiera en su baño pues su mente calenturienta sólo podría imaginarse cosas buenas. Sólo una "marika mala" como aquella podría poner alguna pega, pero a esas sabía cómo tratarlas. - ¡Qué te follen, maricón!*-Una vez en la cabina sacó  un paquetito envuelto en papel albal que contenía un polvo blanco, Ketamina.-En polvo "entra" más rápido aunque dura menos.- Se chupó el dedo y lo untó en los polvos para luego metérselo en la boca.- Uffff.- Bebió un trago de su bebida espirituosa.- Ya estoy lista. ¿Queréis?- Miró a sus compañeras a la espera de su respuesta.

Cargando con una cesta de la ropa me habia vuelto a concentrar en mis tareas, pero despistada me tropece con Alva.

-Ouch!- dije frotandome el trasero .

-Lo siento,¿estas bien? - dije tendiendole la mano para ayudarla a levantarse.

Despues ambas recogimos la ropa.

-Espera voy contigo a lavarla, he terminado mis tareas- dije cogiendo una de las asas de la gran cesta.

Tras un breve camino llegamos a nuestro destino donde dejamos la ropa junto a la pileta. Hendrika estaba bastante distraida.

-Te ha pasado algo ¿te has peleado con Godwyn?-

Me remangue las mangas y ajuste el delantal. Ante la pregunta me sonroje, parecia que no era ningun secreto.

-No, no estamos bien-

Me mordi el labio dudosa pero al final se lo contaria

-Alva...bueno he visto algo raro-

Sonrei ante el sonrojo a la mencion de Godwyn, no era un secreto que ambos paseaban juntos y cosas asi.

-¿Que ha pasado?- pregunte extrañada.

Meti ropa en agua y comence a frotarla con suavidad, teniamos tiempo.

-Bueno veras- meti las manos al agua para comenzar a frotar la ropa- estaba haciendo mis tareas tan tranquila, con las chicas por ahi a sus cosas cuando vi como se besaban itami y Asuna.

Negue con la cabeza

-Estan muy perdidas, ya decia yo que era mala idea una torre donde no habia chicos-

Alce las cejas ante la historia.

-¿Enserio?...vaya- me quede un instante pensado- tienes razon...

Durante unos minutos el unico sonido era el jabon contra la ropa y el agua.

-Y si les traemos un hombre, en las otras torres hay muchos-

Algo nerviosa Lenna no le pierde la pista a Itami, Al llegar a la barra le dice a Itami Me quedare aqui tomando algo, te espero en un rato ok, voltea hacia el barman y le dice Un trago por favor, de cuales tiene?

Itami se movía como pez en el agua,y una vez que empezóa consumir más todavía. Era como si las líneas de ley del lugar o alguna esencia similar llamase a aquellos que se integraban.

Pronto Itami estaba hablando-mediosobándose con una especie de anarcopunkarra (por su pelo puntiagudo y teñido, tatuajes y piercings) con el cual intercambiaba algunas palabras además de saliva. LAs diversiones usuales dellugar incluían la música pero además había algunas drogas que se podían conseguir de los dueños que permitían seguir el flujo de la música: verla vibrar, e incluso algún tipo extraordinariamente raro dijo no hace mucho que le dieron un polvo que le hizo: "Rezumar el alma como si fuera un volcán"

Hablaron de las cámaras oscuras de elevación corporal y mental que había puerta adentro del local y sobre algunas otras cosas más extrambóticas que eran simples rumores pero desafiaban la capacidad de resitencia física y mental de quienes se ponían a prueba. De entre losmás sencillo era que debía haber alguna especie de club de la lucha terriblemente activo.

Con el efecto de las drogas Itami estaba deshinibida. Su normalmente rígida postura corporal había desaparecido para dejar paso a un fluidez inusitada en ella. Se movía al compás monótono de la música techno dejando vibrar sus cuerpo y su alma al mismo tiempo.

Se lo estaba pasando en grande con aquel tío lleno de piercings y que parecía un "sintecho" que viviera en la calle, un desarrapado, un okupa. Le ponían cachonda ese tipo de hombres. Aparentemente pasaban de la moda, de cuidarse, pero bajo esa fachada, la mayor parte eran vanidosos y solían tener cuerpos fibrados y duros. Para comprobarlo metió su mano por debajo de la camiseta rasgada y sucia que llevaba y, efectivamente, palpó su marcada delgadez y sus abdominales perfectamente definidos. Subió caminando con los dedos de la mano cual pequeños piececillos por la piel  sudada hasta llevar al pezón atravesado por una enorme barra de acero quirúrgico.

- ¿Has probado a que te calienten el piercing con un mechero?- Le susurró al oído para después lamerle la cara desde la oreja a la comisura de los labios. Cuando el punkarra abrió la boca para besarla, ella se apartó con una mirada lasciva.

- Jeje. Tranquilo chico.- Itami sopesaba la información que había sonsacado al pobre incauto, pero el efecto de las drogas no la dejaba ver con claridad. Tiró de él hasta llegar a la barra donde esperaba Lenna.- Mira esta es mi amiga Lenna. - Le estuvo hablando de lo que había descubierto.- Venga tío, cuéntaselo a ella, que a mí no va a creerme.- Itami estaba insoportable para alguien que no estuviera drogado o bebido. Exaltación de la amistad es como dicen los psicólogos que se llama a ese efecto de las drogas.  No paraba de meter mano a Lenna, tratando de poner cachonda al punkarra y de ver si conseguía que se liaran los tres. Le parecía que Lenna estaba más aburrida que de costumbre. ¡Ya que estaban allí tenían que aprovechar! Pasárselo bien, joder.- Besó al chico de una manera tan exagerada que parecía que iba a engullirlo como hacen las boas y luego le preguntó.- Y en ese club de la lucha...¿pueden participar las mujeres?- Le dijo desafiante, como si se fuera a presentarse voluntaria.

El desenfreno,omejor dicho la deshinibición llegaban a cotas llenas de adrenalina;mientras el hombre e Itami buscaban formas de estimularse ávidamente y de paso involucrar a Lenna en ello.

Uno de esos momentos contestó a supregunta. No es que se prohiba, pero no suele ocurrir. Orgullo y miedo a que una mujer como tú los deje en ridículo.

Trás eso la exhibición de sensualidad continuó su cauce mientras a vuestro al rededor loscuerpos bailaban frenéticos al ritmo de la música electrónica que producía éxtasis. Pronto el ambiente estaba bastante caldeado y bullente de energía y sentimientos.

El calor y el sudor. Los latidos del corazón acompasados con la música. Las emociones a flor de piel gracias a los efectos de las drogas. Todo eso estaba muy bien pero no había ido allí sólo para pasárselo bien. Algo más tenía que pasar allí y estaba impaciente por verlo. Así que,decidió apretar un poco más las tuercas del punkarra con el que se divertía. Parecía una gata experimentada jugueteando con un ratoncillo indefenso. Metió su menuda mano por entre el pantalón del chico, buscando su miembro. No le costó demasiado pues el punkarra, a pesar de llevar pantalones pitillo y ajustados, estaba muy delgado.

- Estás todo sudado cerdo.- Sacó la mano en cuanto sintió que aquello se ponía duro. Se pasó la mano sudada de las entre pierna del chico y la olió. Enseguida se puso cachonda.- Dime, ¿esto va a seguir así o va a pasar algo más?

Lenna se dedicaba a observar el comportamiento de Itami, le parecia una locura y por ello solo se dedicaba a actuar como expectadora...!

La situación era un volcán a punto de estallar, entre Itami y el punkarra amenazaban con que iba a ocurrir alguna cosa realmente sucia y dolorosa; y para estupor de Lenna parecía que pretendían incluirla.

Peroen ese instante algo cambió. El punkarra pusomomentáneamente los ojos en blanco y con un largo suspiro de sorpresa se derramó; casi perdió la verticalidad, como si sus piernas fueran un elástico o una goma. Su faz permanecía enrojecida y sudorosa, los ojos chispeantes y en el pelocomenzaba a perlarse un sudor acre y brillante.

Atrás de él un tipoque seguramente no sobrepasaba los diecinueve o veinte, vestido con sudaderay cubierto por una capucha sotenía un vaso de un líquido ambarino dónde se diluía algo hermoso y fosforecente, similar a purpurina.

Desde luego Itami no se esperaba una respuesta semejante a su pregunta. El efecto de las drogas ponía las sensaciones a flor de piel pero a la vez adormecía la consciencia. Se quedó mirando con una medio sonrisa como su "aperitivo" se derramaba.

Vaya, pensaba que iba a aguantar más antes de derramarse encima de mí jeje.- Su pensamiento hizo que soltara una carcajada a la japonesa, es decir, tapándose la boca con la palma de su mano.

- Jijijiji.- Miró al joven que llevaba ese extraño frasco.- ¿ Y tú quien eres?