Partida Rol por web

When, que alegría verte. Saludará Shen cuando este llame a su cuarto. Aunque ha tardado poco en abrir la puerta y se mueve con normalidad, es evidente por sus ojos, que hace apenas unos minutos estaba durmiendo. Le invita a pasar mientras escucha su relato sobre su viaje a la capilla. (Referente al recibimiento que les dieron:) No es un tema de buen gusto, pero es un enemigo que no puede ignorarse.

Yo descubrí que era 7-3I: la séptima fila de mesas y de entre ellas el la tercera hacia la izquierda si tomas la posición de entrar la biblioteca. Lei el libro, pero no encontré nada de ayuda, "solo" era una descripción de atroces laberitos mentales e iluminación mediante el dolor. No te preocupes compartimente mi mente para que no me afectara.

Entonces cuál es nuestro siguiente paso?

- Creo que te encontré en un mal momento, no me di cuenta que había pasado tanto tiempo - digo disculpándome por despertarle - Será mejor que sigas durmiendo, yo estaré en la biblioteca intentando sacar algo en concreto de todo esto. El libro sigue allí? Me refiero a ambos. - añado luego de una fugaz pausa

Si, el libro sigue en su sitio. No te preocupes, tuve un sueño reparador. Me siento como si hubiese dormido dos meses. Te acompaño a la biblioteca.

Con un "disculpa un segundo", se ira al baño a lavarse la cara y, con un poco de gomina en agua, redireccionar su pelo en la posición correcta, apenas tarda 90 segundos. Cuando acompaña a When ya tiene su aspecto normal.

Yo la verdad que, tras mi fracaso con el libro, el único hilo del que tirar que se me ocurre es la asesina chalada y la señora dragón ¿Crees que vendrá o mandara algún mensajero al templo?

- Espero que ninguna de las dos se nos aparezca. Me preocupa más el asunto del libro que el asesinato. Llegaste a leer algo del tomo que copiaron? Suponiendo que lo hayan copiado, estoy empezando a sospechar que podría haber sido una ilusión. Explicaría la falta de una mente. Aunque honestamente es más un deseo que algo real.

Solo leí el que había en la estantería. No obstante quizá podamos repasar ambos libros. ¿El que vinieron a copiar lo escribieron a mano? puede que haya alguna huella digital o un pelo entre las hojas. Quizá la grafologia pueda delatar al culpable.

- Sí, lo copiaron a mano. Pero no tenemos la copia que hicieron así que la grafología no creo que pueda sernos útil. Una huella o un pelo... eso sí sería posible. Incluso podría habersele caído algo mientras se iba. Supongo que incluso algo de piel muerta nos podría servir de algo, pero para ello necesitaríamos a Daniel. Él es quien conoce más sobre los secretos de la materia y podría encontrar lo que no pertenezca a la biblioteca.

- Déjame intentar algo - digo a Shen antes de tomar mi libreta de notas y mi lapiz junto a mi kindle.

La historia estaba llena de mitos sobre brujas y otros seres capaces de encontrar a alguien mirando en una superficie reflejada, un espejo o un estanque. Lo importante no era tanto el estanque y cómo lo hacían ya que solían encontrarse críticas diferencias en los paradigmas de estos iluminados, lo importante era que alguien se había tomado el cuidado de registrar dichos mitos y durante mucho tiempo aquello había resultado creíble. Necesitaba algún foco, algo que pudiera unirme al intruso y tenía su resonancia de la vez que conté la historia.

Shen procura hacer el menor ruido posible para dejar a When trabajar y concentrarse, se lo toma como un ejercicio de respiración apartando incluso su atención y pensamientos de su compañero de cábala.
 

Frustrante. Esa sería la única palabra apropiada para definirlo. NAda fuera de la habitación, nada más allá del Anaquel o el asiento. Y ni siquiera tienes la resistencia o sospecha que alguien pudiera haber realizado guardas contra espionaje. La existencia de alguien tan anodino e insidioso te alarma, o te lleva a pensar que su aparición no fuera casual,sino premeditada.

Simplemente notas la ausencia de pruebas.

Me mantengo observando la libreta de notas por unos cuantos segundos sin llegar a escribir nunca nada.

- Mierda... - exclamo al levantar la vista de mi libreta y volver a guardarla junto con el libro electrónico - Nada... y no puedo decir que se esté defendiendo siquiera. No es que me haya encontrado con ninguna resistencia, tan solo que no encuentro nada. Conoces a alguien cuyo rostro sea tan común que resulta difícil describirlo? He escuchado de casos extremos, gente cuyo rostro nadie recuerda e incluso escuché de un caso de alguien con quien las cámaras fallaban. Quizás nuestro intruso sea alguien así.

Shen procesa la pregunta de su compañero,… no había conocido a nadie así, aunque había escuchado las leyendas de magos que pasan desapercibidos, cuyas casas eran ignoradas hasta por el cartero (arcano).

-Se me ocurren dos cosas: un bloqueo con tiempo para escudar el momento de su fechoría de precognición y postcognición. O que aunque demos por sentado que es humano, realmente no lo sea. Quizá estemos ante otra cosa.

- Manipulando los hilos del tiempo supongo que podría haber hecho para que nos enteráramos tarde de todo lo sucedido, aunque no lo veo claro... sin embargo eso no impediría que lo ubicara por su resonancia. Además, no es tan solo eso. Ni tú lo viste con claridad durante el sueño ni yo logré hacerlo cuando reescribí lo sucedido. Incluso cuando se fue era como si nunca se hubiera ido, como si aún siguiera aquí. Como si una parte de su ser se hubiera quedado. Incluso intenté notar cambios en el tapiz y no encontré nada, como si nunca hubiera sucedido nada. Puede que no sea humano y estando en este reino quizás sea lo más probable. Algo que juega con las reglas del reino, que respeta el tapiz y logra pasar desapercibido sin modificarlo.

Resoplo algo frustrado mientras comienzo a jugar con el libro electrónico haciendo pasar hacia delante y atrás el listado de libros.

- Lo único que logré sentir fue la maldad, el egoísmo, las cargas negativas por decirlo de algún modo. Y ni siquiera puedo estar seguro de que no vinieran del libro. Y ahora mismo el único rastro que encuentro siguiendo su resonancia está en el asiento y el anaquel donde se encontraba el libro.