Partida Rol por web

 Viktor se encontraba fuera del restaurante, mirando desde la sucia y gris calle el interior de este cuyo lujo y limpieza junto a la uniformidad de sus comensales contrastaba como una pared blanca el negro de la calle de aquellos que se arrastran dia a dia para vivir un dia mas.

 Llevaba una chaqueta con capucha negra para resguardarse del viento helado que cruzaba la calle casi echandolo de alli. De un lado colgaba una pequeña bolsa de color marron claro y llevaba unos pantalones vaqueros un poco holgados, cosa que se notaba al ver sus zapatillas que calzaba cuyas cordoneras quedaban ligeramente ocultas por el pantalon.

El restaurante era para peces gordos, gente con dinero, y Viktor tenia que entrar. El Sr.Tong no aguardaria para siempre.

Le habian descrito al hombre, calvo de mirada adusta y mofletes hinchados, estaria siempre acompañado por dos mujeres que combinarian con el conjunto que llevase el Sr. Tong en ese momento, le dijeron que era un hombre serio

 El principal problema para Viktor era obvio, ese restaurante aun no estando en la zona "alta" de la ciudad si que tenia unos estandares, esto se debia a que era un nido de gordas y cebadas ratas que habian establecido una determinada etiqueta para alejar a la "chusma", ¿la mayor ironia? La chusma ya esta dentro y a Viktor le encantaria tener una bomba con la cual limpiar esta ciudad de escoria de ese tipo.

 Claro esta en esa misma calle habria 6 o 7 matones armados para "devolverle" el favor, ¿pero que pequeño precio es su vida por limpiar un poco mas este mundo de escoria? No es que Viktor fuera un heroe, pero si que estaba un poco perturbado.

¿Pero quien le juzgaria despues de lo que paso? Bastante tiene con vivir con ello cada dia.

 Viktor se fue a un callejon trasero, detras del restaurante. Un lugar ironicamente seguro teniendo en cuenta todo lo que habia delante, pero las organizaciones criminales habian declarado este sitio neutral y no se podian llevar a cabo negocios agresivos, lo cual resultaba tranquilizador pero con esta gente no hay nada seguro pues otra de sus reglas es que "si nadie se ha enterado nunca ha pasado".

 Claro esta no es el primero con esta idea, y un hombre asiatico oculto en un lado le dio un aviso, era obvio que tendria que haber seguridad pero Viktor no era un Dios para ser invisible y pasar por delante de todos sin ser percibido de forma alguna. Pero tenia que intentar entrar por su cuenta, ahora tendria que hacerlo a la manera de ellos.

-He venido a ver al señor Tong.-Dijo Viktor, a lo cual recibio una respuesta en Chino que Viktor no entendio, a fin de cuentas solo llevaba un mes por aqui y la mitad de ese tiempo la paso solo y aislado, no es que hubiera hecho mucho contacto con el idioma y el se preparo para defenderse en ingles fue una sorpresa que le enviaran a Hong Kong.

-El pase es... "el amanecer dorado".-Esa era la contraseña que le dieron a Viktor y chapurreo en chino pateticamente y espero a que reaccionara.

 Pero los ojos como platos de aquel hombre dejaron claro que se habia entendido, ¿en que demonios le habian metido? El guardia se alejo y se fue al comienzo del callejon haciendo como sino pasara nada, ¿tenia miedo? Era obvio que el Sr.Tong debia tener varias contraseñas para distintas situaciones y origenes, pero ¿que tenia esta de especial? 

 Viktor se concentro y continuo hacia delante, aunque metio una mano dentro  de su bolsa mientras miraba nerviosamente todo a su alrededor. Rapidamente busco una puerta que atravesar y al encontrarla no dudo en abrirla sin contemplaciones, debia acabar con esto cuanto antes y para colmo Viktor vio la hora y se dio cuenta de que faltaba poco para se retrasara un par de minutos, en dicho caso tan solo le quedaria desear que el reloj de Tong estuvera lo bastante retrasado como para llegar a tiempo.

 Avanzo por un pasillo oscuro apenas iluminado por un par de bombillas incandescente que colgaban del techo como ahorcados, la zona estaba ademas completamente desierta y habia un olor a humedad en el aire bastante fuerte que se combinaba con una pared descuidada cuyas losas tenian huecos o roturas entre ellas.

"Como de costumbre, limpio por fuera sucio por dentro".

 Avanzo por el pasillo con cuidado de no tropezar con alguna sadica broma que le hayan preparado pero llego hasta el final de este sano y salvo para atravesar una puerta de madera maciza finamente tallada. Coloco una mano sobre la puerta para atravesarla con cuidado pero se lo penso dos veces, aun estaba a tiempo de dar marcha atras ¡que le den al señor Tong! Seguro que hay capos con mas modales que este ya que ni se ha molestado en darle un lugar exacto donde esperarle.

 Viktor se echo a un lado y extrajo un largo vial de cristal de la bolsa, etiquetadas con dos extrañas runas. Rapidamente introdujo el vial en una pistola inyectora y espero a que se diera la mezcla exacta de sustancia para inyectarselo en el brazo. Entonces Viktor parpadeo nerviosamente y al abrir de nuevo sus ojos vio diversos puntos de colores y tamaños, la sustancia era una droga especial. Alteraba los fotoreceptores oculares para que se conformaran en estructuras antena mientras absorvian ciertos elementos como silicio o tecnecio que se organizaban de una forma concreta para actuar como receptores de emisores de ondas mentales, de esta forma percibia con formas y colores la actividad neuronal de los seres vivos ya que su mente interpretaba la informacion como le llegaba y la readaptaba.

 Los efectos no durarian mucho, pero se notaban, este metodo aparte de permitir ver a otros daba mas datos como si estaban pensando intensamente o no, si su sexo era femenino serian un circulo y si era masculino serian un triangulo... pero su vision se volvia mas borrosa y desenfocada todo esto se basaba en el "poder de los estados elementales" de Viktor.

 Por lo pronto sus ojos le decian que en la siguiente habitacion solo habia un hombre solo y sentado y mas atras bullia de actividad, resultaba una organizacion muy extraña para un restaurante la verdad y Viktor temio que el Sr. Tong tal vez fuera mas poderoso de lo que parece.

 Viktor guardo la pistola y el vial en la bolsa y llame a la puerta.

-Sr. Viktor Alexanderovich Sokolov pase, le estaba esperando.-Viktor escucho una voz grave y ronca invitarle a pasar y lo hizo medio a tientas tratando de evitar parecer medio ciego.-Por favor sientese.-Vi que una figura extendia la mano hacia delante, Viktor supuso que ofrecia el asiento y tratando de seguir la direccion de la mancha encontro la silla, la cual agradecio ya que asi se notaria bastante menos su estado.

 Y en cuanto Viktor se sento se dio cuenta de dos cosas esenciales, la primera es que el hombre hablaba en ruso y la segunda es que sabia su nombre completo. Una amenaza muy sutil e indirecta "te conozco mas de lo que crees" y el estado en el que se encontraba Viktor consiguio ponerlo mas nervioso.

-Buenas he venido... 

-Ya se a lo que ha venido.-Dijo el Sr Tong con un tono tranquilizador.-Por favor haganos un favor y calmese, si matara a mis clientes ¿con quien haria negocios? Yo tengo algo y usted lo necesita centrese en eso.-Tenia macabra razon el Sr Tong, y Viktor se centro un poco mas, desde su vision apenas notaba que el Sr Tong estuviera alterado de alguna forma o maquinando con rapidez, era un mar de calma en este momento.

-Bien entonces sabra que pertenezco a una sociedad que puede pagarle unos 1.000 dolares al mes.-Y entonces el Sr Tong solto una sonora carcajada.

-¿1000?¡Ja,ja!-Era una carcajda atronadora que solo consiguio poner aun mas nervioso a Viktor.-1.000... normalmente cobro 10.000 por este servicio mensual ¡y es una ganga!¿1000?-Tong espero a que el efecto de sus carcajadas terminara de poner nervioso a su adversario que ya habia empezado a juguetear con los dedos sobre la mesa, y cuando penso que lo habia conseguido su mancha se acerco mas a Viktor y su mirada consiguio llegar a sus ojos medio ciegos.-Sabia que los occidentales erais raros, pero nunca he conocido a alguien que se atreva a empezar por un precio tan bajo.

-Bueno... .-Viktor se aclaro la garganta.-Podemos subir a unos 3.000 mensuales.

-Me siento de buenas, 7.000 entiendo que los comienzos son dificiles para la gente nueva.

-7.000 es excesivo para nuestra organizacion, ademas usted no tiene el monopolio en el asunto Sr Tong ni la maxima calidad, de hecho tengo entrenamiento cientifico y se de que esta compuesto ¿no querra que vaya diciendo por ahi sus trapos sucios verdad?-Viktor parecio armarse de valor al centrarse en la conversacion y empezo a mostrar sus cartas.

-Ten cuidado a quien amenazas y como lo amenazas Sr Vicktor.

-Tengo mucho cuidado Sr Tong, si muero liberare la informacion sobre sus materiales a sus socios y competidores, saldran como carroñeros a llevarse sus clientes prometiendoles un producto mas puro y estos desesperados se iran sin dudarlo, accion-reaccion Sr Tong.-Viktor iba creciendose en su amenaza, de hecho se iba creciendo tanto que no habia escuchado la respuesta de Tong.

-Bien, me pone contra las cuerdas Sr. Viktor, 5.000 no soy la caridad despues de todo.

-4.000 pero le tendremos en cuenta para futuros negocios.

-No puedo fiarme de su palabra Sr Vicktor y menos como se ha presentado, mi ultima oferta va a los 4.500 aunque pierda mucha clientela podre recuperarme.

-Hecho.-Dijo Viktor, aliviado, y en ese momento recupero la vision.

 Estaba rodeado y ese no era el Sr. Tong.

-Llevaos al Sr. Viktor y paseadlo por el comedor antes de echarlo.

 Unos brazos extremadamente fuertes le hicieron una presa mientras otro lo llevaba por los pies mientras Viktor trataba de entender que estaba sucediendo ¿habia cometido algun error al crear el vial?¿Tal vez el agua se contamino o algo asi? 

-Dentro de unas semanas tendra noticias mias Sr Viktor-Dijo el Sr Tong antes de salir por el pasillo a las cocinas por donde lo llevarian al comedor.

 El objetivo era claro, mostrar la cara de Viktor a todo el mundo mientras lo echaban por sorpresa del restaurante. Como no habia entrado por la puerta principal y el guardia de la trasera debia haberlo dejado pasar era obvio que se trataba de alguien que trataba de colarse y lo que mas odiaban esas ratas es que alguien, sea quien sea, trate de colarse en territorio que ellos consideren seguro para lo que fuera.

 Y por alli paso, en silencio y forcejeando para echarse la capucha sobre la cabeza pero no podia. Solo consiguio una presa mas fuerte y que lo lanzaran mas lejos por la calle. Sin perder tiempo, echo a correr para tratar de desaparecer de las calles cuanto antes. No se iba a quedar a analizar como cada comensal del restaurante habia interpretadoo esa irrupcion, porque no era buena idea.

Al menos ese tiempo fuera de las calles le valdra para tratar de mejorar su formula. No todo es malo despues de todo ¿no?

La mayor parte del día la paso estudiando el pasado y la forma como este nos ha moldeado. Todo es un reflejo de lo que ya sucedió y de lo que se cree que sucedió, incluso nosotros mismos.

Los empleados del hotel tienen la obligación de hacerme saber cada vez que alguien nuevo llega o un inquilino nos abandona. Me dan una copia de sus documentos y su firma. Apenas enterarme, sin importar el momento del día, dedico unos minutos a conocer su persona desde mi sanctasanctorum. Lo primero es el estudio del avatar, una mirada a su escritura me es suficiente para saber si el escribiente posee la capacidad de realizar maravillas en su sangre¹. El siguiente paso es el de encontrar la verdad en sus declaraciones, cada documento y firma existe como la declaración de identidad de una persona y es posible notar en esta declaración su veracidad². Especialmente si se cuenta con la escritura de su propia mano.

Luego realizo una investigación superficial de su carácter estudiando su nombre y su caligrafía, busco rastros de violencia, embuste, ambiciones desmedidas y cualquier otra característica que pudiera ser un problema³.

Con el conocimiento de su verdadera identidad dedico algo de tiempo a estudiar su pasado y cómo este le ha afectado⁴, dado que la historia nos vincula y moldea, el estudio de la historia de los lugares donde ha vivido y de sus antepasados me sirve de inicio. En algunos casos apoyo mi búsqueda en Yu Wen, quien puede proveerme de más información sobre el inquilino.

Tan solo en aquellos casos que el estudio previo me indicara que el recién llegado es un peligro para la cábala realizo un pequeño estudio de su futuro. Interpolando su pasado y su carácter escribo la continuación de su historia intentando ver sus intenciones⁵.

Antes de dedicarme al sondeo del inquilino me aseguro de realizar las protecciones necesarias por si el objetivo de mi investigación resultara ser un mago con intenciones violentas⁶.

Al terminar el estudio doy aviso al resto de la cábala de ser necesario. En cada caso además envío un escueto informe a Shùzi sin importar mis conclusiones dado que ella está a cargo del funcionamiento del hotel.

El resto de mi tiempo lo dedico casi completamente al estudio de diversos temas dependiendo de lo que ocupe mi mente en ese momento específico. Esto no es algo que me tome como un trabajo sino como un hobby, el estudio me relaja y me permite descansar mientras me siento útil.

No suelo mezclarme entre los inquilinos, prefiriendo dejarlos disfrutar de su experiencia sin mi intervención.

No me gusta comer a solas por lo que siempre busco compañía dentro de los miembros de la cábala para almorzar y cenar. Me gusta ser de los primeros en despertar y por tanto suelo acostarme medianamente temprano para a las 6 ya estar en pie y con todas mis facultades luego de darme un buen baño y tomar un ligero desayuno de te con una tostada que suelo reforzar cuando el resto del hotel toma su desayuno.

Me despierto, mi mano se alarga hasta el despertador, unos segundos después este anuncia que son las 4 con la alarma. Lo apago. Me levanto y me dirijo a mi gimnasio personal. Tengo un estilo de vida muy duro: la mortificación del cuerpo para el pleno control de la mente. Es un paradigma que pocos entienden. En una era donde el placer y la satisfacción están al alcance de casi cualquiera, donde la recompensa es exigida sin ofrecer esfuerzo por lograrla yo me empeño en ir en la otra dirección; en golpearme a mí mismo como un martillo cae sobre una espada en el yunque, forjándola, afilándola.

Mis rituales mañaneros incluyen una hora de ejercicio intenso, y media de práctica de artes marciales  tras la cual me sumerjo en una bañera llena de agua con hielos que he dejado preparando la noche anterior, después sauna y por fin rompo mi ayuno: arroz blanco con venenos. Es una técnica del budismo esotérico: ingerir venenos para convertirlos en fuerza vital (amrita) mediante la propia voluntad. Si no habéis oído hablar del budismo esotérico ni de la amrita, quizá “el agua de la vida” de “Dune” os suene más.

Tras mi pequeña ordalía, cuando termino de retorcerme de dolor y nauseas, a veces vomitando, siempre intento subir la dosis, acudo a la zona del restaurante. Allí  ya está When Zi, con su te verde y su tostada. A ninguno de los dos nos gusta comer en soledad, así que le acompaño en su desayuno, mientras a nuestro alrededor el hotel va dando sus primeros pasos: Aparecen algunos madrugadores a suplicar café para resucitar, llega el servicio de limpieza que comenzara a danzar por los pasillos, el/la recepcionista de la noche es sustituido por el de la mañana. Le acompaño con otro té mientras intercambiamos opiniones, escucharle sobre alguna noticia en el periódico es muy interesante pues conoce todos los antecedentes y las causas de la situación y tiene buen ojo para adivinar la evolución de los acontecimientos.  

Si la mañana está libre acudo a cierto gimnasio de artes marciales muy especial (y caro). Allí me someto a unos ejercicios de lucha diseñados por mí mismo, donde varios jóvenes se acercan a darme varazos mientras yo me defiendo a mano desnuda y con los ojos vendados.

Después comienza la verdadera tortura: mi faceta de “abogado”. Me toca acudir a comilonas con ricachones extranjeros, con copa y puro y/o con políticos y otras personalidades locales. Mi ámbito de trabajo es bastante amplio: políticos, empresarios, artistas, etc. Y mi oficio consiste en convencer, engatusar, sobornar,… siempre en interés de algún interés creado. También presento gente entre sí para que coordinen sus intereses, expandan su influencia, etc. Si en esta ciudad hay mil personas extremadamente influyentes, yo le rio los chistes a 600 de ellas.

Restaurantes caros para comer, tardes de golf, si tengo suerte y dispongo de tiempo puedo pasarme por mi despacho a leer boletines oficiales, atender los mails en un ordenador de verdad y no en un portátil caro que acarreo de un lado a otro como una vaca a un cencerro solo porque da buena imagen.

Los fines de semana paso las tardes durmiendo para prepararme para los terrores de la noche: fiestas.  Recepciones, fiestas en mansiones y áticos de lujo o trasatlánticos cercanos a la costa, acompañar a algún constructor al burdel donde se gasta el dinero público el concejal de urbanismo para presentárselo en el bar, etc.

Disfruto de esta vida de elite, aunque mi conocimiento de la esfera de mente le ha quitado la gracia a mi papel de manipulador social. Me paso la noche paseando cocteles que no bebo y cogiendo canapés que luego tiro disimuladamente a las palomas. Conforme pasan los años entiendo más a los obstinados de la hermandad, deseosos de continuar con las artes marciales encerrados en monasterios lejanos en altas cumbres, a veces yo también tiraría mi deportivo de lujo el portátil y el móvil a la bahía y ascendería descalzo a unos de sus monasterios a buscar la ascensión pacíficamente a mi aire. Pero mal que nos pese el siglo XXI esta aquí y si queremos que la hermandad mantenga su presencia y no sea olvidada tiene que saber encontrarse un lugar en el mundo global.