Partida Rol por web

Desde el otro lado

6. El hospital

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12/03/2011, 15:08
Director

Arturo fue arrastrado a través de las corrientes heladas y húmedas, con tanto viento que apenas podía abrir los ojos. Los gritos y el silbido del viento llenaron sus oídos, con lamentos y llantos, y gemidos de niños. Alguna mano trató de agarrarle en la oscuridad, pero la fuerza que lo arrastraba era mucho más poderosa. Mareado y desorientado, todo terminó cuando fue escupido a la luz.

Se descubrio a sí mismo junto a la cama de un hospital. Todo era blanco y azul, luminoso. La puerta tras de sí estaba cerrada, y un pitido rítmico daba a entender que quienquiera que estuviera tumbado, seguía con vida y tenía buen pulso.

Al ponerse en pie se percató de que a su alrededor había más personas de las que pensaba en un primer momento. Sentada en el sillón y dormitando había una mujer de unos cuarenta y pocos. Se le había deslizado la manta hasta las rodillas, pero aún no se había dado cuenta de ello. Las luces bajaron poco a poco. No había sido más que una sensación súbita de estar deslumbrado, tras abandonar el tunel de oscuridad.

En la cama yacía una joven de no más de quince años, con un brazo vendado y una pierna en alto. Tenía el pelo recogido en una coleta, y el rostro lleno de arañazos y pequeñas heridas, pero no revestían mucha gravedad. El replandor que la rodeaba era brillante. Aún le quedaba mucha vida por delante, a pesar de su lastimoso aspecto y sus labios cuarteados. A pesar de que todo a su alrededor estaba polvoriento y viejo, Arturo intuyó que no debía de serlo en realidad, pues funcionaba correctamente.

Laura abrió los ojos y parpadeó, como si se hubiese despertado de un sueño vívido. Miró a la mujer de la silla y suspiró.

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12/03/2011, 23:56
Arturo

El vértigo regreso con fuerza... pero ahora el grito del prisionero fue cambiado por lamentos y chillidos que se sucedían a su alrededor mientras todo daba vueltas en un paisaje negro. De nuevo perdió la orientación, la capacidad de definir arriba y abajo, se encontró lanzado con fuerza hacia un abismo, sin entender ni poder pensar lo sucedido, su mente parecía reaccionar malamente a aquel maltrato, mientras su corpus se agitaba como sintiéndose repelido y sobrecogido ante la sensación oscura y angustiante que parecía recubrir las tenebrosas paredes de aquel agujero infinito.

El tiempo perdió su significado, los llantos parecían tan vívidos algunas veces, como si ocurriesen junto a él, y podría jurar que en medio del agitado tormento de estar desplomándose sobre la oscuridad infinita, ojos furiosos le observaban con rabia e impotencia, como si quisiesen lanzarse sobre él y despedazarse.

Lo siguiente que sintió fue el dolor deslumbrante de la luz y el tacto del piso, nuevamente frío. Tardo unos segundos en tratar de entender cómo y donde estaba. No se sentía cansado, más allá del desgasto espiritual de la aterradora experiencia, del tribunal, de las elecciones. Miró su mano, descubriéndola en su sitio... y trató de levantarse para descubrir hasta que punto todo aquello había sido un sueño.

Al principio, la luminosidad solo le daba imágenes borrosas, el sitio tenía un aspecto claro y cómodo, y por primera vez se sintió tranquilo. Pronto, pudo discernir algunas formas. Notó el desgaste de las paredes y el deterioro de los elementos, tocados por la corrupción y la dejadez. Entonces descubrió que se trataba de la habitación de un hospital. Intentó tomar aire, pero ningún movimientos surgió, llevó una mano al pecho, para entender que seguía estando tan muerto como en el calabozo. Por un momento se sintió abatido al pensar que no había recibido la oportunidad por la que había rogado al demoníaco tribunal... aunque pronto trató de animarse. Estaba muerto, pero estaba... consciente.

Alguien en la camilla se movió un poco y su curiosidad le hizo dar un paso. Si era un fantasma, eso significaba que tal y como cuando fueron llevados por la calle por sus captores, los vivos no les verían. Aquella niña tenía un rostro que mostraba la marca del deterioro y la enfermedad, pero brillaba con aquel fulgor reconfortante que indicaba que aún se agitaba mucha vida dentro de ella.

Era Laura.

Se sintió feliz, la volvía a ver, sentía como si llevara años sin verla, su corpus se estremeció con una explosión de alegría, con un sentimiento de tranquilidad al verla viva, sana y con tan pocas heridas, las palabras se ahogaron, mientras se acerca e intenta tomar su mano, para sentir como su incorporeidad tan solo roza suavemente su piel. No le importa. Por primera vez desde que está muerto, sonríe.

-Lo hice bien... la salvé... la salvé...- susurra. La mujer en el sillón se mueve un poco. Asume que es su madre. Mira con gran alivio a la chica, sin atreverse a moverse. Lo último que le había dicho... intentaba recordarlo. Laura se mueve y suspira, él la sigue con su mirada, mientras siente como una emoción cálida y reconfortante se extiende por todo él, diferente a lo que había experimentado, a la tristeza o a la rabia a la que había estado sometido. Esto era más bien tranquilizante, acogedor, como si algo de vitalidad pasara a él y le llenara de esperanza.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He pensado que por ver ahora que ha salvado y protegido a Laura dando su propia vida, sería un momento adecuado para tirar por su pasión. Esto le daría 3 puntos de Pathos :). Si estás de acuerdo, me los anotaré en la ficha.

Duda: ¿La espada que me traje de la Ciudadela, llegó conmigo?

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13/03/2011, 13:43
Director

Clara se había aprendido el camino de memoria. Habiéndose curado las heridas, caminaba bastante aprisa. No se cansaba al correr, lo que era toda una ventaja, de modo que alcanzó el hospital muy pronto.

La llegada al hospital le dio una paz que creía que no podría alcanzar. Si ya en vida le era importante, en la muerte tenía un efecto aplacador en todo su Corpus, como un bálsamo curativo. Estaba en casa, podìa sentirlo. A pesar de haber muerto, estaba en casa.

El hospital tenía la misma forma de siempre, pero la fachada se veía resquebrajada, con los muros retorcidos y llenos de moho y zarzas, los coches del aparcamiento oxidados y estropeados. Las ventanas tenía rayones o agujeros, y la zona entera olía a tierra de cementerio, como un sitio de muerte y perdición.

La gente que iba y venía estaba demacrada, pero tenían ese resplandor de la vida. Algunos más vivos que otros, eso estaba claro. Uno no iba al hospital a no ser que algo fuese mal, y desde el otro lado del Manto, con las perspectiva de un fantasma, Clara podía observar claramente las causas de las enfermedades y la próxima muerte de los que peor se encontraban. Un médico muerto diagnosticaría mejor que uno vivo. No dejaba de ser irónico.

No había fantasmas en los alrededores, sólo vivos que nada sabían de su presencia. Clara pudo entrar por la puerta principal, abierta para todo el mundo. Ya había anochecido, pero todavía quedaban un par de horas de atención al público. Más tarde sólo estaría abierta la zona de urgencias.

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13/03/2011, 14:32
Sombra de Clara

Clara la fantástica, la heroica, siempre jugándose la vida para salvar a los demás.

Un gato saltó detrás de ella, agazapándose como si se preparara para cazar.

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13/03/2011, 14:35
Director

La sensación de haberlo logrado, de haberla salvado, fue tan poderosa como el mejor colocón de heroina. Tan dichoso y fuerte, después de atravesar aquel tunel lleno de ruido y angustia, que apenas podía creerlo.

Laura no podía verlo, pero fijó su mirada a través de él. Hizo un mohín y apretó los labios. Empezó a llorar queda pero apasionadamente, tapándose la boca con la mano libre para no despertar a la mujer de la silla ni a la enferma de la cama adyacente, donde descansaba entre goteros una chica de unos veinte años. A su lado había un señor de barba también dormido plácidamente.

Notas de juego

Sí, tienes tres de Pathos, no llevas la espada y, como recompensa por solucionar el Tormento, tienes dos puntos de FdV temporal más.

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13/03/2011, 14:40
Clara

Había pensado que el tener que ir a pié (pues no había visto ningún tipo de vehículo fantasma aún, aunque dado cuán macabro era el panorama, se imaginaba a los fantasmas viajando de un lugar a otro en coches fúnebres). Sin embargo, haber muerto significaba que no se cansaba, así que podía hacer todo el trayecto corriendo. Fue una sensación extraña, poder echar a correr sin tener que controlar el tiempo o la frecuencia cardíaca, sin preocuparse de si forzaba demasiado su débil corazón.

Por suerte el camino hasta el hospital fue tranquilo. No vio ningún otro fantasma, aunque las muchas advertencias de su tío la habían puesto en alerta y de vez en cuando tuvo la sensación de sentirse observada. Tampoco escuchó ninguna voz en su cabeza, cosa que agradeció. La sola idea de tener una sombra maligna que le hablaba y le quería mal le parecía ridícula. Aunque por otro lado, ayer la idea de un mundo superpuesto al nuestro donde viven los fantasmas también le parecía una estupidez, y sin embargo ahí estaba...

Al llegar al hospital, a pesar de su aspecto abandonado y vetusto, se sintió llena de alegría. Con la proximidad de ese edificio, donde había pasado tantas horas, donde había volcado sus sueños y su futuro, se sintió mejor de lo que había estado desde su muerte y su llegada a esta extraña parodia de vida en la que ahora se encontraba. Pero decidió no entretenerse, pues su amiga podía necesitarla. Aprovechó cuando un hombre entraba con su hijo de la mano y las puertas automáticas se abrían a su paso para colarse rápidamente, sin tener que atravesarlas y dañar su Corpus.

Allí dentro quedó sobrecogida al ver algunas personas con enfermedades y problemas que, desde su percepción de fantasma, eran muy evidentes, y sin embargo estaban siendo diagnosticadas mal. Sin embargo, no podía hacer nada: nadie la oía, nadie la veía. Era como ver un drama médico por la tele, y saber cómo arreglar una situación, pero no poder hacer nada más que ver cómo se va al garete. No había interacción posible... y era mil veces más frustrante que cuando sucedía frente al televisor. Porque esa gente era real, y ese era SU hospital.

Echó un vistazo a su alrededor. No podía preguntar en recepción, pero igual sí podía echar un vistazo a las pantallas de ordenador para ver los registros de las víctimas de la explosión. Sin embargo, probablemente habría muchas, y quizá era más práctico ir directamente a urgencias. Estaba aún decidiendo cómo proceder cuando alguien la llamó por su nombre. Se giró y vio a un gato, mirándola. Echó un vistazo a su alrededor, buscando el origen de la voz, manteniendo la distancia con el gato. Era un fantasma, como ella, pues no podía verle esa chispa vital que incluso los pacientes terminales mostraban. Pero los otros únicos animales que había visto eran los perros de presa de los legionarios, y se había llevado un mal recuerdo suyo. El gato parecía menos peligroso, pero eso no significaba que debiese ser imprudente. Dio un paso atrás y habló en voz alta.

- ¿Quién me llama? ¿Cómo es que sabes mi nombre?

Se preguntó si sería Loreto. Quizá ya había muerto, y la estaba llamando... pero no parecía su voz.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro para recuperar Pathos. Recupero 2, con lo que me quedan 3 de Pathos.

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13/03/2011, 19:34
Sombra de Clara

Tu también sabes mi nombre... Yo soy tu y tu eres yo.

El gato se sentó frente a ella y la miró directamente a los ojos probocando un escalofrio en Clara. ¿La voz venía de aquel animal? Fuera cual fuese la verdad, lo que estaba claro es que aquel gato la estaba mirando y que, por lo tanto, era consciente de que estaba allí.

Por eso quiero lo mejor para ambos. ¿En serio vas a ahcer caso a tu nuestro tio? ¿A alguien que funde niños inocentes y los convierte en ladrillos para hacerse una cómoda casa? Y todo por salvar a tu amiga... Siempre tan egoista.

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13/03/2011, 21:10
Clara

- ¿Que tú eres yo? - le preguntó al gato, sintiéndose algo ridícula al hacerlo. El animal le devolvía la mirada, y lo hacía de forma muy inquietante. Tardó unos segundos en comprender lo que le estaba diciendo.

- ...entonces tu debes ser mi "sombra". Pues escúchame, a mi tampoco me gusta lo que hace mi tío, pero ahora eso da igual, porque tengo que buscar a Loreto. ¿O es que no estabas allí cuando me encadenaron y me vendieron? ¿Que tiene de egoísta querer evitarle eso a mi amiga?

Le parecía raro que su tío hubiese dicho "una voz en tu cabeza" si luego era un gato. ¿Y si eso no era realmente su sombra, sino otro fantasma? Pero sabía demasiado para ser otro muerto que sólo pasaba por ahí. Clara estaba tensa y, en realidad, más pendiente de lo que hacía o decía el gato que de encontrar a su amiga, que es lo que había venido a hacer en ese lugar.

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13/03/2011, 21:52
Sombra de Clara

Nuestra amiga, de haber venido aquí, está perdida. Probablemente encerrada en otra celda de medidas similares a la nuestra. Aunque puede que haya tenido la suerte de sobrevivir y evitar este destino unos años más. ¿No te das cuenta de que no puedes salvar a todo el mundo? Hagas lo que hagas vas a fracasar como lo intentes, y no será porque yo no te he avisado. Vas a volver a esa celda y te van a convertir en un retrete.

El gato parpadeó y movió la cola una única vez, violentamente y como si le hubiera dado un espasmo.

Solo quiero poner las cartas sobre la mesa, mostrarte la situación. Está claro que nuestro tio no es de fiar, es uno de ellos. Enviarnos aquí solos pudiendo habernos acompañado... Quiere aprovecharse de tu confusión. Seguro que quiere utilizarnos para hacer las baldosas de su baño y no tener que esperar a que se las cedan.  Y no queremos que eso pase...

Con un agil movimiento, el gato saltó ahcia delante y caminó entre las piernas de Clara ronroneando.

Solo nos tenemos la una a la otra.

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13/03/2011, 22:52
Clara

No le gustaba que el gato hablase de "nuestra amiga" y "nuestro tío" como si lo compartiesen todo. Pero sin embargo, le daba la impresión de que así era, de que en realidad sí lo compartían. O casi todo. Porque aunque su "sombra" y ella estaban de acuerdo en algunas cosas, en otras no podía darle la razón.

- Si Loreto estuviese ya prisionera lo sabríamos. Sólo parecía haber esa celda en la Ciudadela, y si la hubiesen recogido... "segado" más tarde, nos hubiesemos encontrado con los esclavistas de camino. No, creo que tiene que seguir aquí. Y si está viva me alegraré mucho por ella, pero si no, debemos ayudarla. Ella no tiene por qué acabar en ese lugar horrible.

Lo dijo con bastante convicción, aunque no absoluta. Luego echó un vistazo a su alrededor.

- Y mi tío no me hará daño. Puede que no sea el mismo que solía ser, puede que haga cosas malas, pero no a mí. Somos família, y las familias se mantienen unidas. Se apoyan.

Dio cuatro pasos en dirección al ala de urgencias, pero se detuvo para esperar al gato.

- Tengo que encontrar a Loreto. ¿Vas a venir o qué?

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13/03/2011, 23:04
Sombra de Clara

¡Grrmiau!

El gato saltó de nuevo para ponerse a la altura de Clara y la siguió dando pequeños pero rápidos pasitos.

Espero que sepas muy bien lo que haces y a lo que te estás exponiendo. La forja no es un lugar bonito... Por ahora solo te diré una cosa más de camino allí. Seis años cambian mucho a una persona, sobretodo si ahn sido seis años de convertir niños en argamasa.

 

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13/03/2011, 23:53
Clara

Clara no dijo nada, pero no podía negar la verdad en lo que el gato-sombra decía. Sin embargo, ya habría tiempo para pensar en eso luego.

"Concéntrate en lo que tienes delante. Los problemas debes solucionarlos uno por uno, como siempre has hecho", se dijo.

Así pues, llegó al ala de urgencias y empezó a mirar en las habitaciones y en los pasillos, y a escuchar las conversaciones de los médicos y enfermeros, a ver si lograba averiguar algo sobre Loreto. Claramente la explosión que la había matado sería el tema de conversación predominante, así que con un poco de suerte se enteraría de dónde y en qué estado estaba, o la podría encontrar por propia iniciativa.

Notas de juego

Ahora debería postear la máster, ¿no?

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14/03/2011, 11:27
Arturo

La sensación placentera se fue desvaneciendo poco a poco, se sentía en comunión con aquellas poderosas emociones. Ahora entendía que había de atractivo en aquel brillo de vitalidad de las personas que vivían. Al observar luego como Laura cambia su rostro y comienza a llorar de tristeza, siente como también un aura sombría de aflicción se cierne sobre él con pena. Siente deseos de llorar también, pero no puede, no hay lágrimas desde su corpus, solo una angustia persistente en su interior que relaja y oscurece las sensaciones de su propia naturaleza incorpórea.

Siente pena, siente rabia y siente impotencia al no poder más que observar. -Estoy bien Laura...- trata de decir desde su lado del manto. Su voz se pierde inaudible para ella. Siente como aquel torrente emocional se acumula dentro de sí, como buscando una salida, podría decir que desde su pecho experimenta una opresión... aunque una que viene desde adentro hacia afuera.

Lleva su mano con nostalgia, con congoja hasta el cabello de la chica, como si fuese a hacer el intento de arreglar algunos cabellos que caen sobre su rostro, tratando de consolarla inútilmente. Jamás había tenido un gesto así en vida... no que recordara al menos, pero en su cabeza las imágenes inconexas de su madre parecen llevarle a una lejana familiaridad en su niñez, una niñez olvidada, abandonada y destruida por la necesidad. Se concentró como si tomara aire, para observar atentamente la escena, aunque no pudiese más que acariciar la suave y cálida textura de la frente de la chica, sin que nadie más entre los vivos lo notase.

Notas de juego

Este sería un momento muy apropiado para que Arturo use el Roce Fantasmal de Materializar sin darse cuenta. Lo dejo a tu elección.

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14/03/2011, 11:58
Director

A Clara no le costó averiguar dónde estaba Loreto. Había sobrevivido, y en teoría su estado no revestía mucha gravedad. Descubrió su nombre en uno de los paneles y el número de habitación, la 311. Como a aquella hora los ascensores no estaban muy transitados tuvo que subir por las escaleras, con cuidado de no toparse con ningún otro fantasma. Debían de estar todos en quirófano o en urgencias: en planta no es que haya demasiados moribundos.

Al llegar a la 311 descubrió que la puerta se encontraba, cómo no, cerrada. Iba a tener que atravesarla, con lo que ello conllevaba.

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14/03/2011, 12:03
Laura

La caricia de Arturo, de algún modo, traspasó la barrera entre los dos mundos. Había sido mínima, casi imperceptible, pero tanto ella como él habían sentido algo, un pequeño roce. Incluso las palabras susurradas por el wraith lograron llegar a ella, que miró a los lados buscando el origen. Fuera como fuese, habían logrado calmarla.

-Eso espero -susurró al aire. Se encogió de un hombro, como si no estuviese muy segura de si lo que había ocurrido era real o tenía alguna relevancia. Pero era poco más que una niña. Aún podía creer en esas cosas.

Notas de juego

Me he tomado la libertad de activarte también Susurros.

Tira por tu Pasión de Cariño a dif 6.

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14/03/2011, 13:59
Arturo

Dio un paso hacia atrás sorprendido, escuchó su respuesta y sintió como su esencia reaccionaba con una euforia violenta y una sensación de afecto, que empezó a llenarle. Cerró sus ojos y se sintió refrescado, renovado, como si ahora una luz brillara en su interior. Era mejor que beber o que comer, era como si la emoción misma se transmitiera de forma natural, primaria a él mismo, y se hiciese experimentar con intensidades que nunca hubiese imaginado. Se sentía alegre, se sentía diferente, se sentía satisfecho, como si el paraíso mismo hubiese descendido y no necesitara nada más.

Estaba iluminado.

Abrió los ojos, con aquella impresión de estar completo. Observó su mano y una vez sus sentidos fueron descargados del embotamiento producido por aquella experiencia, su expresión cambió para convertirse en confusión y sorpresa.

"¿Me ha escuchado?... porque... porque me ha respondido... joder, me ha respondido" piensa y luego baja la mano para mirarla con una dulzura que parece difícil de creer en sus facciones, endurecidas y marcadas por su aspecto de una juventud criminal. No está seguro de que ha sucedido, pero de alguna forma parece haber afectado el mundo de los vivos al concentrarse... y a eso, a eso le suma aquella sensación tan reconfortante que siente cuando está cerca a Laura, como si lo atara a ella aún en la muerte. Como si ahora se hubiese convertido en su guardián.

-Laura... estoy aquí... contigo. No dejaré que nada te suceda. No de nuevo.- dice una vez más, para ella, para él mismo. Y observa, no sabe si le escuchará, se queda atento, tratando de ver si esta vez las palabras llegaban a ella una vez más.

- Tiradas (2)

Notas de juego

4 éxitos, pero no tengo espacio para guardar todo ese Pathos xD. Sabía que debía haberme comprado algunos contenedores de Pathos.

He lanzado susurros de nuevo, como no se la dificultad, puse 6. (La tirada no estuvo mal del todo).

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14/03/2011, 14:52
Clara

La noticia de que su amiga había sobrevivido a la explosión la cogió un poco por sorpresa, pues imaginaba que al estar juntas en el coche habrían corrido las dos la misma suerte. Pero al parecer Loreto se había librado de morir... se alegró por ella. El mundo de los muertos no era un lugar en el que desease ver a sus seres queridos. De hecho, no les deseaba una existencia en el mismo ni a sus peores enemigos. Nadie merecía pasar el resto de la eternidad convertido en picaporte o algo parecido.

Ya tenía la respuesta que había venido a buscar, pero no se quedaría tranquila hasta que no viese a su amiga con sus propios ojos. Así que, viendo difícil usar el ascensor, subió por las escaleras. Le sorprendió lo tranquilo que estaba todo. Tras las palabras de su tío, le parecía raro no haberse encontrado con ningún "Segador" de esos. Pero se alegraba. No sabía cómo serían los demás fantasmas, pero por lo poco que sabía de los llamados "Segadores", no parecían gente agradable.

Se detuvo frente a la puerta de la habitación 311, donde debía estar Loreto. Tras un vistazo a un lado y al otro del pasillo para ver si tenía suerte y venía alguna enfermera, decidió que no merecía la pena esperar. Por costumbre, quiso respirar profundamente para calmarse, pero eso es difícil cuando estás muerto. Cabeceando, recostó la palma de la mano contra la puerta e hizo presión, notando como su Corpus temblaba a medida que su cuerpo atravesaba el objeto sólido. Ya lo había sentido en el camino hacia la Ciudadela, pero ahora, al ser consciente de que ocurriría y ser por voluntad propia, le fue un poco menos desagradable. Aunque seguía siendo doloroso. Pero no podía detenerse estando tan cerca. Debía ver a su amiga y asegurarse de que estaba bien.

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14/03/2011, 17:09
Sombra de Arturo

Que escena tan bonita, me da arcadas. ¿te das cuenta de que morirte es lo mejor que podías hacer por ella?

Pero si puedes tocar a los vivos tal vez puedas vengarte de todos esos cabrones que te jodieron la vida, eso sería mucho mas divertido que esto

Notas de juego

Nota: Cuidado con los destinatarios, Raangar.

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15/03/2011, 01:00
Director

Con cada nuevo susurro, la joven iba inquietándose más, a pesar de la naturaleza pacífica de las frases. Tragó saliva y buscó a su alrededor. Terminó dejándose caer en la cama y arrebujándose bien en la sábana, con un ojo abierto y otro cerrado.

De pronto, por la puerta entró otro fantasma, atravesándola y volviéndose inmaterial en el proceso. Se trataba de la chica que había pegado una patada en la cara al legionario, a la que se habían llevado a rastras hasta la Forja.

Clara vio al entrar la habitación del hospital a oscuras. Había dos camas y cuatro personas vivas (una mujer y un hombre de mediana edad, dormidos en las butacas junto a los enfermos). Junto a la puerta había otro fantasma, el del chico calvo que había montado en cólera y gritaba todo el tiempo en la celda. Se encontraba susurrando a la chica de la primera cama, despierta y con un semblante inquieto.

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15/03/2011, 08:18
Clara

La sobresaltó ver a otro fantasma, y más después de las advertencias de Gonzalo, así que dio un paso atrás instintivamente, alejándose de él. Sin embargo, ver que se trataba de uno de sus compañeros de celda la tranquilizó... hasta que empezó a preguntarse qué hacía allí. Y cómo había llegado tan rápido, porque cuando ella había pasado por delante de la celda al salir de la Ciudadela, esta seguía cerrada y bien protegida. Decidió que sería cauta, pero no había motivo para ser hostil, por ahora. No sabía exáctamente como comenzar una conversación con otro fantasma, así que dijo lo primero que se le pasó por la cabeza.

- Eh... esto... hola de nuevo. Estábamos en la celda juntos hace un rato... bueno, hasta que se me llevaron. ¿Cómo saliste de ahí?

De reojo miró a la mujer viva con la que el fantasma parecía estar hablando, a ver si se trataba de su amiga.

Notas de juego

Dire, ¿lo es?