Partida Rol por web

El sol brilla a través de las ventanas, la última, en concreto, está abierta. El viento caluroso del final de Septiembre entra por esta, reciclando el condensado ambiente que se había creado dentro del aula. Los estudiantes, sentados en sus pupitres, escuchaban los últimos sermones del profesor, que quería cerrar la sesión de la mañana cuanto antes para poder almorzar temprano.

Haruo, sentado al lado de la ventana abierta, miraba a través de ella la pista de atletismo vacía, aburrido. Fumiko atendía al profesor con entusiasmo, como sin querer perderse una palabra, siempre en primera fila. Emi, sin embargo, estaba dibujando en su mesa, en la última fila, lejos de la vista del mismo.

Ryûnosuke, en la tercera fila, echaba miradas a la líder de las cuatro diablesas, que se giraba para cotillear con sus amigas cada vez que este lo hacía. Ella tenía novio, pero no podía evitar rumorear con sus compañeras. Sinichi observaba esto desde la segunda fila, con una mirada que no se sabría decir si denotaba aburrimiento o envidia.

Kaede, también en la primera fila, atendía al maestro. Cada cierto tiempo apuntaba algo en su libreta, y luego seguía mirando al profesor. Takeshi, justo a su lado, de vez en cuando se giraba para hablar con Masaru, preguntándose cuándo iba a acabar este martirio. Murata hacía lo contrario, se encorbaba sobre su asiento para preguntar a Akemi, delante suya, la hora. Esta se volvía molesta, contestaba bruscamente y seguía prestando atención.

Yuzuke y Yusura, en las últimas filas, se turnaban para preguntar a Miyu sobre su transferencia a este curso, que contestaba breve y tímidamente sobre el asunto.

- ... y bueno, cerramos la clase eligiendo al delegado de la clase. - Concluía el profesor - Recordad que este puesto da acceso a tutorías con el profesorado por imprevistos, y habla en representación de toda la clase. Además se os dejará en cargo del resto de vuestros compañeros en caso de emergencia dónde ningún profesor este presente.

¿Algún voluntario? Levantad las manos.

Sakura, Takara y Masaru levantan las manos, este último dándose codazos con su amigo Toranosuke y riéndose. ¿Quién más la levanta?

Ryu levanta la mano.

Yo también me presento.

<En clase>

Murata vuelve a reclinarse en su silla, casi encogiéndose en ella tras la brusca contestación de Akemi, y trata de pasar todo lo desaparecibido que puede cuando el profesor pregunta por voluntarios. Él no servía para delegado y lo sabía. Demasiado expuesto, demasiado..."Público". Que se encargase otro...

Yuzuke coge una hoja de su cuaderno, la arruga y la lanza sobre Ryu, apuntando a la cabeza.

en clase

Kaede sabía que el resto no eran rivales para ella, tenía que ser elegida delegada, su gran inteligencia la avalaba.

Yo, maestro, me gustaría ser la delegada de esta clase.

<Clase>

-Hmm, podría ser ​interesante estar en el club de atletismo, no, seguro que entrenan constantemente y no tendría tiempo.- Pensaba Haruo mientras observaba la pista antes de mover su atención hacia el interior de la clase.

-Seguro que se esta presentando porque sabe que le van a votar, pobre Muranaka no tiene muchas posibilidades.- Dilucido en sus adentros mientras miraba a Takeshi y Kaede.

Haruo no se presentaría como de costumbre, abría un libro por debajo del escritorio y pasaba el rato ignorando el "acontecimiento".

Eeeeeh, a qué ha venido eso? - pregunta Mizuno. no estes celoso porque llame la atención de Miyu también.

En el fondo, ella se sentía fea y despistada, pero eso no significaba que fuese a dejar que sus compañeros les molestasen. 

Solo porque seas atractivo no tienes derecho a hacerme bullying...  Decía mientras miraba hacía otro lado, avergonzada.

Saliendo de su pequeño mundo, Emi rápidamente levanta la mano:

Yo yo yo yo yo yo yo profe yo yo yo yo yo!

Energéticamente mueve la mano como queriendo llamar la atención de todos, como si así fuese a ser elegida de milagro. Le hacía feliz la idea de ser útil para sus compañeros, quizás así dejasen de tratarla como un chico... Solo tenía que demostrar fuerza de voluntad y coraje!

Con la vista fija en su cuaderno, Fumiko trataba de hacerse cada vez más invisible, a ver si por alguna casualidad de la vida al profesor se le ocurría postularla a ella. Hizo lo que solía hacer en clase cuando no estaba tomando ávidas notas y puso todo su esmero en volverse invisible, acomodándose sus anteojos que al moverse se le habían deslizado hacia abajo por la nariz. ¡Dios, cómo los odiaba! Afeaban aún más su rostro...
A pesar de bajar la vista mantuvo el oído atento, para escuchar todo lo que decían sus compañeros.

Mientras sus compañeros gritaban y se agitaban, Sinichi no podía importarle menos lo que sucediese. Miraba con celos a Ryu, "yo soy igual de guapo, por qué no me miran a mí?". No podía imaginar por qué su atractivo no gustaba a las chicas.

Luego echó un vistazo al profesor: "termina ya con esto, quiero salir de clase" pensaba aburrido.

<En clase>

Que les pasa por la cabeza a todos estos locos, para querer ese puesto, son solo problemas innecesarios y no muchas ventajas.

Pensaba mientras veía a tantos levantar las manos, aunque ya que sera alguien que nos representara no perdia nada con intentarlo, lo mas probable es que ya que Ryu había levantado la mano no quede yo, pero no perdía nada por intentar, podría dejarme acercar mas a los demás, por lo que levante la mano.

Agregeme a mi también.

El profesor, rápidamente, va apuntando nombres en la pizarra, en cierto momento se vuelve al oír quejas que provienen de la última fila, pero finalmente prefiere ignorarlo. Cuando llega el turno de Emi, se vuelve y mueve la mano de arriba hacia abajo, indicando que la oye y que baje el tono.

Tras terminar de listar los alumnos, hay una votación en la clase, saliendo ganador Ryu. El profesor coge lo que parece una llave del cajón de su escritorio, y se acerca al pupitre de este.

- Toma, Ryûnosuke, esta es la llave de la sala de audiovisuales. Si necesitamos material como televisiones, serás el encargado de traérlos. Recuerda que la habitación está en la planta más baja de este edificio, y que además solo una llave como esta puede abrir esa puerta, que siempre debe permanecer cerrada.

Dirigiéndose al resto de la clase, continúa - Esto es todo por ahora, ahora en un mome... - De repente, se ve interrumpido por una figura.

Su-subdirectora Akamine... - Dice el profesor, tragando saliva - Estaba esperando al responsable del edificio C-2, debe de estar al lle...

Está enfermo - Corta tajante al anciano maestro - Yo seré la encargada de mostrar a los alumnos las instalaciones de su nueva zona de estudio. No perdamos más tiempo. - Mira hacia el estudiantado, con unos ojos fríos y calculadores - Todos ustedes, síganme de inmediato - A pesar de que dice esto sin gritar, su voz retumba como un témpano frágil chocando contra el suelo, poniendo al menos a la mitad de la clase en pie en menos de medio segundo.

En menos de cinco minutos os encontráis delante de uno de los laboratorios, y la subdirectora está peleándose con la cerradura, que no acepta la llave que ella porta. En frente de esta sala hay una clase, que se puede dislumbrar vacía gracias a las ventanas interiores que dan al pasillo.

Esto no funciona. Alguien tiene que ir a por la llave maestra, no os puedo dejar sin vigilancia. ¿Algún voluntario? - Más que una pregunta, esto parece una orden.

Mientras la subdirectora protesta, ves algo brillar en la mesa dentro de la clase vacía. Resulta parecer un dado azul, pero desde lejos no lo distingues bien. Piensas que ha sido algo que el profesor ha confiscado a alguno de sus alumnos.

No sabes por qué, pero sientes una fuerza que te incita a cogerlo. La puerta de la clase está medio abierta y estáis todos en grupo colocados delante de esta. Podrías probar a entrar, pero si la subdirectora te pillase, podría pensar que estás robando... o peor. También puedes quedarte quieto y ser un buen chico.

Estáis todos en grupo esperando a entrar, cuando te fijas en algo extraño: Miyu lleva su mochila consigo, en lugar de dejarla en la clase. Para mayor colmo, el bolsillo pequeño de esta se mantiene abierto, mostrando en su interior algo que reluce con tonalidades azules de forma muy extraña.

Sientes algo en tu interior, quieres tomarlo*, no entiendes el motivo, pero necesitas poseer el dado para ti misma. ¿Qué deberías hacer?

Pasándose una mano por el cabello, Yuzuke da un paso al frente.

—Yo iré —sentencia—. Dígame, ¿qué debo hacer?

Te acompaño Yuzuke. No sea que pierdas la llave por el camino. -bromeo

Me levanto sin esperar la aprobación de nadie. Iba a ir a por esa llave. Siempre hacia lo que quería.
Al pasar por el lado de las chicas malas dejo que mi mano roce el hombro de la lider.

Que buena está...

Cuando salgamos a por la llave buscare en algún sitio un taco de plastelina.

¡Una llave maestra! Me voy a hacer una copia de esa llave por mis cojones.

<En el pasillo>

Sin decir palabra, Murata sigue a la subdirectora de forma sumisa y con la cabeza siempre agachada, mirando al suelo. Para él, cuanto más desapercibido pasara y más jaleos se evitara, mejor. Cuando ella preguntó por un voluntario para ir a por la llave maestra Murata se limitó a negar con la cabeza, más para si mismo que para los demás, y se pegó a la pared.

He hecho damage control lo mejor que he podido. Te recuerdo, la tirada debe ir en oculto. Los PNJ no tienen modificadores por habilidades, cualquiera que viese lo que estás sumando sabría que eres un jugador nada más comenzar. Aquí tienes tu mensaje, para que lo copies y lo pegues de nuevo:

En serio que esto era genial, la llave no servía y alguien debía ir por la otra, lo bueno es que ya se habían ofrecido, mientras se decidían a irse yo empecé a girar la cabeza para ver un poco más el pasillo, y tras un buen escaneo empecé a curiosear con los detalles de las paredes, las ventanas interiores y la puerta de la otra aula.

Tras lo cual decidí revisar rápidamente algunos detalles interiores más de manera rauda y sigilosa.

En serio que esto era genial, la llave no servía y alguien debía ir por la otra, lo bueno es que ya se habían ofrecido, mientras se decidían a irse yo empecé a girar la cabeza para ver un poco más el pasillo, y tras un buen escaneo empecé a curiosear con los detalles de las paredes, las ventanas interiores y la puerta de la otra aula.

Tras lo cual decidí revisar rápidamente algunos detalles interiores más de manera rauda y sigilosa.