Partida Rol por web

<Secretaria>

Sea como fuere solo necesitaba la llave un instante para marcarla en la plastilina. Cuando lleguemos a secretaria le pido la llave a la secretaria primero.

De camino la imprimare en el molde y después se la entregare a Yuzuke.

Con mi suerte… seguro que me dan la llave a mí y no al capullo este.

Si no lo consigo… probare a ser yo quien devuelva la llave a secretaria.

Caminas junto a Ryû, malhumorado por su presencia. Vuestros pasos resuenan en el pasillo, miras hacia los lados, distraído. 

De repente, oyes como unas pisadas se alejan a una gran velocidad. Cuando te vas a girar para mirar a tu compañero, ya no está ahí. 

Está enfrente tuya, ha salido corriendo para llegar antes que tú a secretaría sin decir ni una palabra ¿Qué pretende? ¿Qué haces tú?

Tras las protestas de los estudiantes, la subdirectora se encuentra un poco en shock. No lo notáis en su cara, excepto por sus ojos, cuyas pupilas se dilatan un poco. Tras esto mira hacia abajo, con las manos en sus gafas. Os parece ver una ilusión del intento de una sonrisa en la comisura de sus labios, una sonrisa que solo habíais visto en villanos de películas.

Así... que estáis... aburridos... - Cada palabra resuena con más fuerza que la anterior. Como si le costase entender el significado de cada una, pero haciendo obvio que no le gustaba lo más mínimo la implicación de cada una.

Tras esto levanta la cabeza, vuelve a ser la cara seria de siempre ¿O eso os parece? Se dirije a vosotros con la frialdad de alguien a quién no le importaría abandonaros en la mitad de la mar en tempestad.

- Muy bien, divirtámonos entonces. Vosotros cinco - Refiriéndose a Emi, Haruo, Murata, Takeshi y Yusura - ¿Todos tenéis dispositivos móviles, verdad? El instituto se encarga de recopilar ese tipo de datos. En realidad vuestros compañeros, el chico y la chica, han ido de vuelta a la clase, pero también traerán un listado con vuestros nombres.

A partir de ahora, nos divertiremos todos. Durante el resto del curso vais a recibir llamadas, no os diré cómo lo hago, pero tengo distintos números desde los que puedo enviar estas. Durante cada una, esperaré cinco tonos. Si el estudiante no coge la llamada, tiene un strike - Alza su mano y levanta su dedo índice, después el corazón - Al segundo strike, será expulsado del instituto.

Escuchais como una ligera risita, la subdirectora sabía que estaba en pleno derecho a hacer este tipo de cosas, puesto que el reglamento del instituto tenía una jerarquía y cadena de mando que daba total flexibilidad cuanto más alto estaba. Podían expulsarte por no caer bien a un profesor veterano, pero apenas había ocurrido. Lo de la subdirectora era incluso peor. Ella hacía sufrir a los alumnos.

- Durmiendo, en la ducha, en mitad de un examen. No hay excusas y desde luego no quiero a nadie implorándome piedad. Pensaba que queríais diversión ¿Eh? - Su mirada ya no era fría, quemaba como un fuego infernal y podíais ver el placer que vuestro miedo causaba en Akamine.

Va por el camino correcto.

¿Ehh? ¿De qué hablas? -hizo una pausa, mirando a su compañera de arriba a abajo con cara preocupada, como ignorando la pregunta de ella, para distraerla. Intentó ser todo lo convincente que pudo- Realmente me preocupa tu aspecto, Miyu. ¿Por qué no te acompaño a la enfermería? -hizo otra pausa- Sí, vamos a la enfermería, no quiero que te desmayes o algo.

Fumiko empezó a caminar hacia la puerta del baño decidida a no dudar ni un segundo en su farsa.

En caso de no llegar a interceptarlo antes de que llegue a las llaves, me gustaría saber por dónde puedo emboscarlo de vuelta a la clase. A Yuzuke Urahada no se la juega nadie.

La cara de Haruo era un poema después de presenciar la escena que habían montado los alumnos y la directora, no podía ser serio lo que estaba escuchando, quería protestar o decir algo pero no encontraba palabras y cuando lo hacia veía que era mejor no comentar nada por si acaso, en definitiva una mirada de terror mezclada con la mas pura incredulidad es lo que quedaba en el rostro de Hanayami.

Las palabras de la dire sonaron en los oídos de Emi como una explosion de una granada ¿Era esto su culpa? ¿Era la responsable de este peligroso juego? No le parecía nada justo, esto era pasarse. Así que intentó defenderse a ella y sus compañeros:

Por favor subdirectora Akamine no haga esto, solo estábamos intentando entretenernos ¡Además de que Murata y Hasuo no han hecho nada! ¿Por qué nos castiga a todos nosotros cinco?

Ryûnosuke está corriendo por el pasillo del primer piso, apuntando a encontrar las escaleras hacia la planta baja cuando, de repente, siente una fuerza contra su espalda. Gracias a su equilibrio y reflejos, se da la vuelta antes de caer al suelo, sin daño alguno.

Encima suya se encuentra ahora Yuzuke, que se incorpora sobre sus rodillas justo antes de ver cómo un derechazo de Ryû se dirije hacia él.

Empiezas a caminar hacia la puerta, decidida a salir del baño cuanto antes. Coges el pomo, empujas la puerta y... bam.

La puerta se cierra con fuerza hacia ti (se abría hacia afuera). A través de la semi-transparente ventana de esta, ves el pelo azul oscuro de Miyu. Rápidamente te giras, y ella ya no está ahí, solo queda la mochila, tirada en el suelo. Oyes una voz desde fuera del baño:

- Fumiko, no estoy bromeando. Devuélveme de inmediato el dado. Sácalo de dónde lo hayas escondido y muéstramelo a través de la ventana. 

Intentas empujar la puerta, pero no hay manera de abrirla. La pateas, la embistes, pero no se mueve ni un poco. Crees que puedes ver a Miyu con la mano apoyada en esta, pero es una chica muy pequeña ¿De dónde saca tanta fuerza?

- Créeme, esto es lo más gentil que puedo llegar a ser. Quiero mi dado, Fumiko.

Yuzuke intenta esquivar el golpe.

Quería reclamar de lo injusto que  era el que la subdirectora iniciara ese juego sin sentido pero lo más posible era que solo lo haríamos más grande, además, poniendo de lado el que podíamos ser expulsados se oía divertido el reto.

Bien, pero para que sea divertido nosotros debemos ganar algo en caso de terminar sin problemas, al terminar el curso los que quedemos tendrán la calificación máxima y si los cinco continuamos usted cederá su puesto.

Tal vez me estaba pasando un poco con la negociación pero no creía que Akamine se retracte debía intentar que el riesgo valga la pena.