Voy hacia mi compañera de distrito en los descansos para hablar con ella sobre un tema importante:
¿Crees que una alianza nos beneficiaría?
La cierva le sonrió amablemente antes de contestar.
-¿Y lo pregunta así? ¿Sin invitarme antes a comer o tomar una taza de té? Creo que está usted demasiado acostumbrado a tratar con adolescentes alocadas.
Le hace un gesto con la cabeza invitándole a sentarse a su lado.
-No tengo mucho, pero puede picar un poco de hierba fresca y servirse un vaso de agua del arrollo por si quiere beber mientras hablamos. Dígame, ¿qué tenía en mente?