Partida Rol por web

Pumba, había engordado, si si eso es lo que hacen los cerdos pero no por eso tenia que quedar así las cosas. Una buena forma de mantenerse en forma era hacer algún deporte. Había probado algunos, el tenis no se le daba bien ni el golf baya cualquier deporte en el que se usaran las manos. entonces intento jugar a fútbol y lo echaron cuando reventó el tercer balón. 

Un día hablando con un viejo amigo del distrito 13, le comento de su afán por encontrar un deporte en el que adelgazarse y Zazú le comento que estaban haciendo un casting para no se que juego del hambre...

Debe de ser uno de esos típicos realities en el que los protagonistas pasan hambre eso puede que te funcione.

Y sin pensarlo mucho no fuera que le entrara dolor de cabeza se ofreció voluntario. Que suerte que me hayan elegido a mi, no he visto a muchos mas en el casting.

Se matemáticamente cuales son mis posibilidades de ganar este juego, ninguna. Por este motivo y porque no tengo la menor intención de sucumbir (sería catastrófico para el mundo la pérdida de un gran sabio como yo, además de apreciar enormemente mi pellejo) me dedicaré a lo que mejor podría hacer. Utilizar mis ingentes capacidades mentales para criticar, desmoralizar y aburrir a mis rivales, pasando lo más desapercibido posible entre la multitud de ineptos malandrines que tengo como compañeros, que no camaradas.

Desde un punto de vista objetivo, como es el mío, entiendo este juego como una aberración científica. Hecho que me veré obligado a comunicar al director de este despropósito. Mi enojo se ve amplificado por mi reclusión obligada junto a estos seres, entre los que se encuentra un artiodáctilo de nombre Pumba, un auténtico y porcino incordio. 

Vaya vaya, ¿qué tenemos por aquí? Un auténtico facóquero africano. Maloliente sin duda, aunque mis bulbos olfativos no son capaces de percibir tal hedor. Mira que ponerme de compañero a un cerdo...

Saludos mi cochinesco amigo. Como puedes apreciar vamos a compartir un gran número de horas en estas salas, rodeados de generosos placeres que pienso disfrutar antes de tratar de salir de aquí. Si, salir de aquí. No tengo intención alguna de competir en este depravado juego falto de lógica.

Aunque supongo que tu estás aquí por voluntad propia ¿me equivoco? Yo en cambio fui vilmente engañado, no un astuto engaño, sino un engaño con trampa. Y odio las trampas, son repulsivas, el honor es un principio que se debe seguir si uno quiere ser una persona sensata.

Y bien, ahora si me permites, me dispondré a acomodarme en mi asiento para disfrutar de un poco de pescado frito y unos cuantos gusanos. Por cierto, ¿te gustan los gusanos?. Son un manjar sabes, muy nutritivos, algunas etnias de humanos los utilizan a menudo... eh...umm...no se por qué te cuento esto. ¿Quieres gusanos?