Partida Rol por web

Maléfica mira desde su carroza al joven chiquillo como revolotea y observa su lluvia de hojas. En silencio observa cómo como la gente allí presente disfruta con el espectáculo de su compañero de distrito.

Cuando el joven Peter se posa en su carroza y este le habla Maléfica sonríe y le mira. Lo divertido esta aun por llegar muchachito.  En ese momento Maléfica golpea el suelo de su carroza con su cetro, segundo después se puede escuchar el graznido de una bandada de cuervos viniendo de todas partes haciendo que por un segundo el cielo se vuelva negro. Todos los cuervos vuelan en círculos sobre la carroza de la bruja cuando esta de pronto da un pequeño golpe con su cetro sobre la carroza. 

Sin dudarlo todos los pájaros se lanzan sobre la carroza y se enganchan sobre unos alambres que sobre salen de ella y hacen que esta empiece a avanzar sorprendentemente a una velocidad considerable haciendo que las hojas secas que dejo caer su compañero se levanten.

Maléfica levanta sus brazos y con ellos estirados a modo de saludo a todos los allí presentes hace un pequeño gesto con la mano en la que lleva su cetro y hace que todas las hojas que están volando se prendan fuego en un fuego de color verde haciendo que todo el lugar se ilumine. 

Cuando llega al final Maléfica baja de la carroza dejando ver su precioso vestido negro y su capa. Hace una reverencia y coge de la mano a su compañero para ayudarlo a bajar de la carroza. Después mira de nuevo al público y sonríe. Aquí tenéis al distrito siete, esperamos ser de vuestro agrado.

El jolgorio del gentío abarrotaba el pasillo central por donde iban avanzando los diferentes carros de los distritos. Del arco de salida, tras los otros carros, salió uno diferente al resto. En vez de ser un carruaje grande y fastuoso era un coche. El coche parecía una grua roñosa de color marrón oxidado y tenía ojos en las lunas y piños torcidos que requerirían ortodoncia en el bastidor. El coche parecía no ser consciente de que todos los ojos estaban posados sobre él. Cuando fue consciente del hecho, pareció recordar que tenía algo que hacer. Con una tosecilla, se aclaró la garganta y dijo sobre un micro que tenía pegado con celo en la matrícula.

- Ejem... ejem... Con todos ustedes, damas y caballeros... ¡Jack Jack!

Y entonces, con prontitud, lanzó el gancho de su grua al umbral, como un pescador que lanza su sedal a un río. Por la tensión del cable pareció enganchar algo y no sin efuerzo comenzó a tirar de ello, con signos de costarle mucho por el chirriar de sus engranajes mientras avanzaba lenta y trabajosamente.

Al poco, lentamente, apareció algo enganchado al mismo. Algo parecido a un carruaje, aunque atípico. Parecía una especie de carrito de juguete rojo, de esos que usan los niños para transportar sus juguetes. Solo que de titánicas dimensiones, y este en vez de llevar juguetes portaba un enorme juego de blafles negos de aspecto potente, mirando hacia los lados y formando una plataforma sobre si mismos. De estos, empezaron a salir una música potente de guitarra eléctrica. Un punteado constante, mientras el carrito rojo titánico seguía saliendo por el umbral.

Mientras el metálico sonido inundaba el pabellón, comenzaron a saltar chispas de todas partes, como rayos cayendo del suelo con chispazos atronadores. De unos tubos laterales, sobre los bafles, había unos cañones que empezaron a soltar llamaradas de fuego, chorros impresionantes que creaban arcos que no llegaban hasta el público por muy poco. El público, emocionado y extasiado, comenzó a entonar un cántico al ritmo de la música pegadiza, unificando su éxtasis en una sola voz retumbante y reberverante a lo largo de la vía.

El carrito rojo gigante siguió avanzando y apareció en la parte más alta, sobre los bafles y entre los chorros de fuego, una especie de cuna gigante llena de motivos infantiles adornándolo, como peces payaso y tortugas colocadas, bichos antropomórficos de aspecto adorable, y manojos enormes de globos atados a cañones de confetti cuyas detonaciones hacían que los globos temblaran. Robotitos blancos voladores orbitaban el carro a toda velocidad esquivando fuego y rayos con suma habilidad. Luces de colores, focos con forma de monstruos verdes y esféricos de un solo ojo por donde salía la luz y una increible parafernalia tecnológica y luminaria completaban la carroza, obra sin duda de un ingeniero cualificado. Sobre amplia la plataforma que creaban los bafles, parejas de astronautas y vaqueros hacían demostraciones de combates de capoeira entre ellos, mientras unas gogos pelirrojas de pelo ensortijado se agarraban a unas barras y hacían exhibición piruetística de sus cuerpos cubiertos por tan solo unos bikinis con la bandera de Escocia. Y en el centro del corralito, un bebé vestido con un body rojo y un antifaz negos iba sentado en una trona, dominándolo todo desde el punto más alto. Lejos de amedrentarlo, el crío parecía disfrutar mucho con el estruendo, el fuego, los rayos y todo el jaleo de su alrededor. Miraba a todos lados y saludaba al público con su manitas pequeñas y una amplia sonrisa en los labios. Cerrando la carroza, en la parte de atrás, un grupo imposible de ratas lanzaban al público pasteles y dulces de una artesaía excelente con cañones de aíre. Tras las ratas, bajo el culo de la cuna gigante, podía leerse una pantalla con un mensaje en letra de videojuego con el lema:

-¡Distrito nueve, al escenario! -vociferan por los altavoces. La mayoría del público comienza a aplaudir.

De repente, un sonoro frenazo hace eco en la habitación, al instante todos los presentes descubren una limusina blanca, la parte delantera tiene forma de pico. Aparece en la sala tocando varias veces el claxon que curiosamente es el graznido de un pato. Cuando la limusina se detiene, el chofer de la misma abre la puerta trasera y de ella sale una figura erguida apoyada en un bastón, vestida con un traje de seda negro y un sombrero de copa a juego. "Una entrada triunfal, sin duda."

-Buenas tardes, Gilito McPato, desde el Distrito nueve -comenta de forma educada quitándose la chistera para saludar.

Justo entonces repara en la presencia de los demás tributos. "Menudo atajo de personajes, los han sacado del circo seguramente. Y vaya ropa, algunos desde luego creen que van al club de campo. Qué vergüenza, simplemente... Lamentable." Gilito coge una moneda de su bolsillo y se la enseña a todos. "Varios no habrán visto una de estas en su vida."

-Compraos un traj... Bueno no, mejor no -masculla guardando de nuevo la moneda-. No merece la pena dar dinero a nadie, y menos a unos desconocidos (además, así fardo de galones y calidad). Ah, me olvidaba de esto -dice dirigiéndose a la limusina de nuevo.

 Con el bastón en alto, comienza a girarlo varias veces hasta acabar golpeando un lateral del coche, click. Un mecanismo es activado pues unos lanza confetis de tamaño medio surgen de los laterales y comienzan a disparar billetes con la cara del pato. "Qué bonito, menos mal que mi dinero está a buen recaudo en la caja fuerte... O eso espero."

-¡Vote por Quimby, digo... por McPato! 

¡¡SALUDOS A TODOS, Y BIENVENIDOS A LOS PRIMEROS JUEGOS DEL HAMBRE DEL REINO DE LA LUZ!!

Tronó en la gigantesca sala una voz que parecía provenir de todos lados. El enorme espacio estaba diseñado como una colosal avenida, con graderíos que alojaban a miles de personas a ambos lados de un ancho camino de suelo brillante. En el techo abovedado, multitud de focos y luces varias, y colgando de la parte central, varios enormes espejos. Algunos espejos más estaban repartidos por los lados de la sala, y en todos ellos apareció el mismo rostro intimidatorio y verdoso, que retransmitía a todo el Reino mediante los espejos.

- Y, ¡sí! parece que el evento está siendo todo un éxito. El graderío está a rebosar, y no queda ni una sola entrada sin vender, pronto saldrán los tributos. Recordamos a todo nuestro público que éste es un momento histórico. Es la primera vez que se celebran estos novedosos Juegos como conmemoración a la victoria del Capitolio como conquistadores de todos los mundos, que fueron divididos en Distritos ¡¡y de los cuales cada uno ha aportado dos tributos que lucharán valerosamente con el resto hasta que sólo quede uno!!

El público estalló en aplausos, que fueron disminuyendo a medida que la luz bajaba también en intensidad.

Bien, parece que el desfile de presentación está a punto de comenzar…..

¡¡Y ahí les tenemos, en su flamante carroza, los tributos del Distrito 1, El Sombrerero Loco, y la Madre de Bambi!! ¿podrán un excéntrico sombrerero y una cierva resultar dignos combatientes? ¡Seguro que sí, y les deseamos toda la suerte del mundo!

La carroza que portaba al sombrerero y a la cierva pasó ante las gradas sin pena ni gloria.

¡¡Viniendo desde el Distrito 2, el gran candelabro, Lumière, y!!… oh, bueno, nos informan que el Programador, Kevin Flynn, ha sido víctima de una catástrofe de formateo en el Distrito 2, de modo que no podrá participar en los Juegos, pero ¡miren! En la carroza, junto a Lumière, hay un hermoso homenaje en forma de estatua de cera que… ¡Vaya, fíjense en esa llamarada, ahora toda la carroza parece un enorme candelabro, qué imagen más impresionante!

Y ahora, desde el Distrito 3… ¿una carroza bastante pétrea, no creen? Esperen, parece que hay un ingenioso mecanismo revelándonos a los tributos ¿qué ser monstruoso es ése? ¿Un lagarto? ¡¡No, es Mushu, el Guardián Dragón!! Y allí, en la vitrina que surge en la parte delantera de la carroza, ¡¡El Experimento 626, Stitch!! Estoy seguro de que ambos tributos van a dar muchísimo de qué hablar en los próximos días, y darán aún más juego cuando empiecen los combates.

Ya se acerca la carroza del Distrito 4, y en ella vienen ¡¡Rafiki, el simio chamán!! El cual, ha preferido bajarse y dar un paseo… ¡¡Y el Doctor Facilier!! A este tipo no hay muchos que le hagan sombra, jajaja… mirad cómo maneja las cartas ¿qué carta es esa que muestra? ¿tenemos un primer plano?

Los espejos mostraron la carta aumentada para que todos la pudiesen ver:

¡Sí, es la Muerte! ¡Excelente elección, Doctor!

A continuación podremos ver a los tributos del Distrito 5 y, ¡miren eso, menuda cantidad de globos! ¿Qué es eso que cuelga de todos ellos, es un tributo? ¡¡sí, es el Cupido Borracho!! ¡Y, a juzgar por su expresión, está haciendo honor a su nombre! Un cordel mantiene sus globos unidos a la carroza de su distrito y en ella podemos ver al otro tributo ¡¡Un Pequeño Hombrecillo Verde!! ¿Tendrán los tributos del Distrito 5 lo que hay que tener para sobrevivir? ¿alguno de ellos será quien llegue hasta el final? No lo sabemos, pero algo es seguro: ¡su presencia hará mucho más divertidos los Juegos!

¡Aquí está el Distrito 6! ¡¡Clopín el Bufón, y Riku!! Y parece que su carroza está pensada para acentuar aún más el claro contraste entre ambos tributos. La luz, y la oscuridad. Los colores contra la monocromía, el espectáculo, contra el hieratismo. Clopín nos ofrece una demostración de su artes, y Riku… bueno, está ahí.

Enseguida saldrán los tributos del Distrito 7… ¡vaya, uno de los tributos también ha decidido ir por encima de la carroza! ¡Fíjense con qué maestría vuela! ¡¡Es el mismísimo Peter Pan!! ¡Y qué atuendo más llamativo lleva, una gran presentación! ¡Parece que ha optado por un tema otoñal, cientos de hojas cayendo!

Y, en la carroza podemos ver  a la única, la terrorífica, la tenebrosa… ¡¡Maléfica!! Y el Hada Oscura nos está ofreciendo un impresionante espectáculo de sombras y llamas, realmente impresionante.

La puerta por donde salían las carrozas se oscureció en aquel momento, precediento la aparición de una tétrica carroza

Desde el Distrito 8… ¡¡Jack Skellington, el Rey de Halloween!! Y… ¿Ese hombre es uno de los tributos? ¡No! Sólo está ahí para llevar la Lámpara en la que viene…

En aquel momento de la lámpara salió el Genio, que hizo su propia presentación, con público particular y todo.

…bueno, ya le han oído, jeje.

Aquí llega la carroza con los tributos del Distrito 9. Bueno, es un decir, ya que lo que por ahí viene es una limusina ¿y quién baja de ella? ¡¡Gilito McPato!! Y esos cañones, lanzando dinero ¿será auténtico? ¿podrá comprar el apoyo de los patrocinadores? Parece que el otro tributo del Distrito 9, Hades, no podrá participar en estos juegos. Al parecer alguien ha tirado de la cadenaaa….

Una música precedió a la entrada de la siguiente carroza

Y a continuación pasa el tributo que representará al Distrito 10… ¡¡Alicia!!

En el graderío se hizo el silencio, pese a que lo único que había que ver era una niña sobre una carroza muy sencilla. El comentarista rompió el silencio con una voz moderada, casi susurrando para los espectadores.

En el Distrito 10 no parecen haber trabajado mucho en la presentación de su… ¿qué es eso? ¡¡Cielo santo, fíjense en eso!! ¡Esas flores que salen de su vestido y rodean la carroza entera, es impresionante, no creen! Ciertamente es una presentación muy conseguida.

El público estaba aún aplaudiendo la  triunfal entrada de Alice cuando el comentarista llamó de nuevo su atención, al tiempo que otra carroza salía prácticamente siguiendo la de la niña, casi como si fuese tirada de ella.

Bien, al parecer el Distrito 10, pese a las dificultades que había habido para encontrar un segundo tributo, bueno, parece que al final han podido presentar a ambos. ¿Será esa grúa oxidada la carroza?

Entonces habló la grúa

-Ejem…ejem… Con todos ustedes, damas y caballeros… ¡¡Jack Jack!!

Cuando la monumental carroza comenzó a hacer vibrar la sala entera, un coro comenzó a sonar y el público, entusiasmado, se unió al fervor del cántico. Incluso el comentarista se unió a la excitación, teniendo que elevar mucho la megafonía para que se pudiera oír algo de lo que decía.

¡Oh, por todos los hechizos de….! ¡¡A ESO ES A LO QUE YO LLAMO UNA ENTRADA A LO GRANDE, SEÑORAS Y SEÑORES!! ¡SÍ SEÑOR! Creo que los tributos del Distrito 10 ya tienen en el bote a algún que otro patrocinador.

¿Quién viene en la próxima carroza? ¡Con todos ustedes, los representantes del Distrito 11! ¡¡Dumbo y Mary Poppins!! Parece que han elegido una presentación algo… pasada por agua. Dumbo muestra una gran habilidad como manguera…

Dumbo comenzó a agitar las orejas, levantando la falda de Mary Poppins.

… y como ventilador también. La Srta. Poppins nos muestra sus habilidades de danza, y, vaya, está regalando cosas que saca de su bolso, qué gesto más bonito, qué entrañable, qué gentil, que… ¡¡QUÉ DEMONIOS!!

El propio comentarista se alarmó al ver que Poppins lanzaba motos, coches, y apartamentos hacia el público. Por suerte, unos campos de seguridad impidieron que parte de los espectadores quedaran sepultados, y varias hadas de mantenimiento se pusieron de inmediato a limpiar aquel desastre embadurnado de azúcar.

Un pañuelo apareció en el espejo junto al rostro y comenzó a secar de éste unas leves gotas de sudor, mientras las hadas limpiaban algunos de los espejos del azúcar que les había caído encima.

Fiuuuuu, bueno, en fin, ahora llegan ¡Los representantes del Distrito 12! ¡¡El gran Dindon!! Pero… ¿Dónde está el otro tritubo? ¿Dónde se ha metido la vaquera? ¡Falta uno! Oh, ¡mirad! ¡¡La gran Cowgirl del Distrito 12, Jessie!! Y nos ofrecen el impresionante rescate de Dindon ¿Todo eso estaba planeado, o han improvisado? En cualquier caso, ha sido impresionante.

Ya llegamos al final, ¡¡Y recién llegados desde el Distrito 13,  el Adalid de la Sabiduría, la Ciencia hecha ave, el azote de la ignorancia, Arquímedes, y el Jabalí amigo íntimo del Rey Simba, el gran Pumba!! Cierran con… bueno, elegancia, la comitiva.

La carroza que llevaba al jabalí, que paseaba sobre ella alegremente, cerraba la impresionante comitiva (pues no podía recibir ningún otro adjetivo, aquel desfile), y justo cuando los vehículos se iban deteniendo, formando un arco al final de la sala, encarando a los tributos al palco, fue entonces cuando el accidente ocurrió

Vaya, parece que Arquímedes se ha caído del lomo de si compañero tributo, justo cuando ya habían llegado… ¡Un momento, un tributo del Distrito 4 va en su ayuda, es Rafiki, y le ha recogido, subiéndose a lomos de Pumba, ¿qué está haciendo?!

En aquel momento, Rafiki alzó al desdichado Arquímedes ante la multitud, que estalló en aplausos. Un rayo de luz incidió directamente sobre la escena, que pese a lo improvisado resultaba grandiosa, pues aún quedaban restos de las hojas de Pan consumiéndose en destellos verdes, y las últimas flores de Alice se iban desvaneciendo.

Un ave cruzó la sala entera, desde el extremo por el que habían entrado los tributos, hasta el lado en el que ahora se encontraban. Según cruzaba el lugar, las gradas se iluminaron con bellas y brillantes luces de colores y en la parte final, ante los tributos, se iluminó un portentoso castillo, que había permanecido invisible hasta entonces, y en cuya parte frontal se encontraba el palco con los dirigentes del Capitolio.

El pájaro, cuyo gran pico similar a un plátano brillaba sobre las cabezas de todos, planeó hasta posarse en el palco. Tosió, carraspeó, y se inclinó en señal de respeto.

Es para mí un gran placer presentarles, a nuestro Presidente y su primera Dama, el Consejero Principal, y el Administrador General.

Dos ratones humanoides, él y ella, bien vestidos de gala, y acompañados por unos igualmente elegantes perro y pato antropomorfos, se pusieron en pie y se acercaron al borde del palco, ante la gran ovación del público. De todos ellos, fue el ratón el que se adelantó hasta el micrófono para hablar con su aguda voz, mientras Pico de Plátano se hacía a un lado.

¡Haha! ¡Bienvenidos, bienvenidos! ¡Bienvenidos Tributos! ¡Os agradecemos vuestra valentía y sacrificio! Puede que algunos no comprendáis del todo el valor de lo que este acto representa, pero sed conscientes, de que honráis a cada uno de vuestros Distritos. Con estos Juegos, se muestra lo mejor de cada uno de vuestros hogares, y reconocéis la supremacía del Capitolio, que sabiamente os gobierna y ha conquistado todos los Mundos.

Habrá quien se plantee el porqué de este método ¿por qué luchar a muerte hasta que sólo quede uno? Bueno, mi querido Zazú os responderá encantado.

Siento ser un aguafiestas, pero creo, queridos tributitos, que no tenéis elección, es una tradición de generaciones…

El público aclamó aquella frase, pero luego volvió a a callar cuando el Presidente se acercó de nuevo al micrófono.

¡¡Bien, así pues, os deseo a todos unos felices Juegos del Hambre!! ¡Y que la suerte esté siempre de vuestra parte!

En lo alto de una de las torres del castillo, se pudo ver una silueta de un ser robusto y encorvado, que tomó una cuerda y tiró de ella con todas sus fuerzas, haciendo sonar con gran claridad una campana.

Los primeros Juegos del Hambre se declaraban oficialmente inaugurados, y los espectadores prorrumpieron en vítores y aplausos. El momento no podía ser más solemne, ni los tributos estar más orgullosos. Pero nada puede durar para siempre, y una a una las carrozas se fueron poniendo en marcha conduciendo a los tributos a través de la puerta del gran castillo. Ahora era cuando los Juegos de verdad iban a dar comienzo.