Partida Rol por web

El Camino del Héroe

3. Campamento.

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02/09/2011, 10:51
Khaila

Durante toda la conversación, Khaila había estado meditando en las palabras de Aidé. Ella no creía que fuera tan mala idea intentar pillar al dragón desprevenido, eso les daría una pequeña ventaja que quizás fuera necesaria para tener una mínima oportunidad de acabar con aquella criatura.

Se había quedado en silencio, mirando las llamas del fuego. Sentía como sus compañeros le hacían un gran vacío, incluso Rengar, desde que habían salido del pueblo, ni se había dignado a mirarla. Suspiró y cogiendo un guijarro del suelo lo lanzó hacia la hoguera, consiguiendo que las llamas chisporrotearan durante un instante. 

- Nunca he luchado contra un dragón y desconozco cuales pueden ser sus habilidades. Lo único que sé es que son muy fieros y peligrosos. Si puedes conseguir cualquier cosa bienvenida sea - . Dijo volviendo sus oscuros ojos hacia Galatea. - Ahora, creo que deberíamos empezar a plantearnos el descansar. Mañana será un día muy largo - . Por un momento se quedó en silencio, recorriendo con la mirada los rostros de sus compañeros. - Ya haré yo la primera guardia - . Se ofreció como muchas otras noches. Pero esta vez se debía a que sabía que tardaría mucho en llegar a conciliar el sueño...

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10/09/2011, 13:11
Rengar

Rengar había permanecido a la espera, observando cómo se desenvolvían las cosas. Era curiosa la relación que tenían los magos y lanzadores de conjuros con sus mascotas. Siempre los había envidiado. Él sólo tenía a Mo, que no hablaba y que tampoco parecía tener demasiada conversación más allá del pasto o de las zanahorias de premio que recibía de vez en cuando. Mientras pensaba una vez más en cómo sería, Galatea le hizo una pregunta. El paladín, distraído, tardó un poco en contestar:

-Ah... Sí. Ya lo habéis visto. Uso la energía del bien para hacer daño al mal. Es básico.

Se necesitaba mucha fuerza de voluntad para ser capaz de hacerlo. Durante el entrenamiento, Lodin había sido muy severo. Para hacer daño al mal, hay que desearlo de verdad, decía. Los paladines podían modificar las energías benignas y utilizarlas en su favor, pero hacerlo de modo pasivo o activo eran cosas distintas. Rengar siempre pensaba en los inocentes dañados por el egoismo y la codicia cuando enarbolaba su hacha para castigar el mal.

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14/09/2011, 22:25
Galatea

Galatea arqueó ligeramente una ceja imitando un amago de gesto cómplice.

Pues eso a un Dragón Cromático no va a hacerle ni pizca de gracia.

Alargó entonces un brazo para apartar suavemente a Áscalon que pese a andar tumbado junto a ella había estirado el cuello y olfateaba curioso una de las botas de Aidé. La elfa pegó la cabeza del lobo a su propia rodilla  y le rascó el cuello como "compensación" por haber saboteado su incursión exploradora.

Está bien... —suspiró cuando Khaila se ofreció a la primera guardia. Lo cierto es que quería hablar con la hechicera pero estaba cansada y prefería hacerlo cuando no tuviese la cabeza como un tambor—. Tras las primeras cuatro horas, ya haré yo el resto de las guardias.

Viniendo de un humano habría sonado tremendamente sacrificado el chuparse tanta guardia seguida para que lso demás pudieran descansar completamente pero viniendo de un elfo que descansaba la mitad pues... era más normal.

Y de lo más práctico.

Post de empujoncito...

Por mí ya podemos pasar al día siguiente (a menos que alguien quiera decir algo más, comentadlo en el Offtopic si eso)

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17/09/2011, 11:23
Director

El silencio de la noche era casi tenso, expectante. Aquellos que hacíais guardia os esforzabais por escuchar por encima del crepitar de las llamas de la hoguera y el monótono cántico de los grillos. Parecía que en cualquier momento fuera a escucharse el batir de las titánicas alas del dragón, volando por encima del bosque para caer sobre vosotros como una monstruosa montaña de muerte. Las sombras se arremolinaban en formas extrañas, provistas de dientes recurvados y astas crueles. Vuestro sueño fue intranquilo, poblado de pesadillas en las que el dragón rojo estaba siempre presente. Los dragones, supremos cazadores, hacían sentir a cualquiera indefenso y asustado como un cervatillo. Pero para vuestro consuelo, rompió el alba y el ataque no se produjo.

El día se había levantado plomizo, y el cielo estaba cubierto por nubarrones negros. El viento fresco del este traía el olor a tierra mojada, así que no tardaría en haber tormenta sobre Velarburgo.

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17/09/2011, 11:37
Ossian

Estupendo —comentó ociosamente Ossian—, si tenemos las ropas mojadas no prenderán con el fuego del dragón.

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17/09/2011, 11:38
Aidé

Aidé se miró la suela de sus botas.

Vaya, creo que he pisado tu cerebro, Ossian. Se te ha debido caer al suelo mientras dormías.

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17/09/2011, 11:40
Ossian

Ossian esbozó una sonrisa forzada.

Muy graciosa.

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17/09/2011, 11:40
Aidé

Aidé correspondió con una sonrisilla sardónica.

Gracias.

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17/09/2011, 14:37
Galatea

A mí lo que me preocupa no es la lluvia, es el viento... —Galatea no pudo evitar inspirar disimuladamente la esencia que flotaba en el aire, le gustaba el olor a tormenta. Cuando se avecinaba una era como si el agua del ambiente acentuase todos los olores de la naturaleza—. Arrastra olores, y no me haría gracia que nos detectase un kilómetro antes de llegar.

Áscalon parecía haberse levantado con energía, deambulaba en círculos por el campamento olfateando los rastros de sus compañeros (al parecer a modo de juego porque era evidente que se encontraban todos allí) esperando a que decidieran cuál era el primer paso a dar.

Mientras os preparáis, voy a... acercarme un momento al Templo. No tardo nada.

Lo dijo sin ponerse en marcha inmediatamente por cortesía pero estaba claro que pensaba demorarse lo menos posible.

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17/09/2011, 14:58
Ossian

Te acompaño, Gala —dijo Ossian, todo sonrisas—. ¿Puedo llamarte Gala?

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17/09/2011, 16:30
Galatea

Galatea arqueó ligeramente las cejas con la ocurrencia del bardo, ni si quiera su hermana se dirigía a ella por un diminutivo así que no era precisamente el tipo de pregunta que se esperara de nadie. Sí que trababa confianza rápido aquél hombre con un grupo.

Eh... sí, claro.

"Supongo... ".

Bueno, si la acompañaba sólo una persona no se demoraría mucho, además. Ossian había caído bien entre la gente con su discurso, al menos no habría miradas recelosas.

En ese momento Áscalon dejó su jugueteo de deambular por el campamento y se acercó a ella en cuanto la vio dar un paso en dirección a Velarburgo pero la elfa se agachó y le cogió la cabeza por las quijadas con ambas manos.

No, tú te quedas aquí—dijo como quien le recuerda a su hermano pequeño que no debe hablar con desconocidos o algo similar—. Ya sabes que a la gente del pueblo no le gusta ver lobos rondando por sus calles.

El animal emitió un gañido sordo y aplanó las orejas con fastidio ante la perspectiva de tener que esperarla en el campamento, Galatea sonrió y le rascó el cuello con las manos antes de soltarlo.

No me mires así, soy inmune a tus encantos—recordó—. Además, piensa que si cuando vuelva has conseguido animarle el humor a nuestra hechicera o a nuestra guerrera con ellos, serás el nuevo héroe del grupo.

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17/09/2011, 16:34
Áscalon

Áscalon ladeó la cabeza y levantó las orejas emitiendo otro gañido que sonó hasta interrogante, casi parecía estar diciendo "No seas tramposa, ¡sabes que eso es imposible!".

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17/09/2011, 16:35
Galatea

Galatea pareció interpretar el gesto de algún modo porque rió por lo bajo, le dio un beso en la frente al lobo y se puso de pie de nuevo haciéndole un gesto a Ossian con la mano, luego se puso a andar.

Vamos entonces.

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19/09/2011, 16:44
Khaila

Mientras Khaila dormía, intranquila, fantasmas del pasado la visitaron, los recuerdos que durante tantos años había intentado enterrar, seguían allí, acechando a que la guerrera bajara la guardia. En las horas donde las estrellas subían, y la oscuridad lo cubría todo, en aquellas horas, era cuando volvían a aparecer, dándole una palmada en la espalda y como una broma cruel, recordándole que todavía se encontraban allí. 

Khaila se despertó, tras una mala noche, con la espalda dolorida. Abrió los ojos y se incorporó. Sus músculos poco a poco se fueron desentumeciendo. Apartó su manta y se levantó, el sol, no tardaría en despuntar y tenían que ponerse en marcha. Aunque con un vistazo al cielo, la guerrera observó los grandes nubarrones, aquello tenía pinta de seguir así durante el resto de la jornada.

Enseguida recogió sus cosas, dejó la mochila cerca de donde habían preparado la hoguera aquella noche, y se sentó para comer algo. Todo aquello lo hizo en el más absoluto silencio. Su cabello, suelto, caía sobre sus ojos, mientras la joven iba llevándose como una autómata los pequeños frutos secos que le proporcionaban sus raciones.

- Hasta luego... - Le dijo a la druida cuando ésta informó que se dirigía hacia el templo. Cuando terminó de comer cogió su espada y empezó a afilarla, con movimientos monótonos y fijos. Levantó la mirada y observó al paladín. Desde lo ocurrido en el pueblo no habían vuelto a dirigirse la palabra. Khaila se mordió el labio, indecisa, no sabía como le respondería, pero esperaba que respetara su decisión y no tuviera prejuicios para con ella.

- Nunca he visto un dragón, pero es sabido que vuelan... ¿Cómo lucharemos contra él? - Le preguntó finalmente, clavando sus oscuros ojos en Rengar.

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19/09/2011, 21:48
Rengar

Rengar no parecía tan molesto por los sueños como el resto. Al ser un paladín era inmune a ese tipo de cosas. Galatea y Khaila ya lo habían experimentado: cuanto más cerca de él durmieran, menos susceptibles eran a pesadillas. En el templo maldito de Selûne les había servido bien.

El semiorco notó que tenía algo de dolor de cabeza y por eso no habló demasiado mientras realizaba sus rituales mañaneros. Rezó sus oraciones, se lavó la cara, las manos y todo lo que le era posible sin quitarse ropa. Notaba la barba bastante crecida, pero hasta que no pudiese acicalarse como era debido no podría recortársela. Chascó la lengua, y volvió a chascarla mientras Ossian y Aidé discutían. Parecía que su enemistad iba a ir creciendo conforme pasaran tiempo juntos. Chascó la lengua otra vez cuando el bardo se ofreció a acompañar a Galatea. Quizá era que se estaba volviendo protector con la elfa o que no quería quedarse con Aidé, pero aquello no le gustó demasiado. Sin embargo, su deber era mantenerse cerca de la maga para asegurarse de que no huía. Tendría que dejar que Ossian y Galatea se marchasen.

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19/09/2011, 22:05
Rengar

-Nunca he luchado contra un dragón -afirmó Rengar mientras se ponía la armadura-. Pero eso ya lo sabes.

El semiorco se rascó la barba, pensativo.

-Como vuelan no es muy fácil darles. Además, escupen fuego. Si no podemos hacer nada... al menos tú y yo, que atacamos con armas, mal vamos a ir. Menos mal que Galatea sabe usar la magia. Tenemos que acorralarlo para que no pueda volar y atacarnos desde arriba. Pero sin conocer este lugar, es difícil. No sé, a mí no se me ocurre cómo.

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19/09/2011, 22:13
Aidé

Aidé soltó una risita.

Desde luego, menos mal que tenéis a Galatea. De lo contrario, no os encontraríais ni la lazada de la bragueta —dijo la maga con una sonrisilla desdeñosa.

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19/09/2011, 22:27
Rengar

-Cada uno tiene su papel -dijo el paladín tajante.

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19/09/2011, 22:28
Aidé

Aidé abrió mucho los ojos, enarcó ambas cejas y asintió lentamente, como si Rengar hubiera dicho algo muy profundo.

Y en el reparto de papeles a ti no te tocó el de pensar ¿eh? Déjame adivinar: ¿te producía dolor de cabeza?

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19/09/2011, 22:46
Rengar

Rengar miró a Aidé con el ceño fruncido y la mandíbula crispada. Hacía tiempo que no se reían de él por ser poco inteligente. Generalmente, las antorchas y las azadas eran por el color de su piel, no por el contenido de su cabeza. Galatea y Khaila le habían aceptado tal y como era y no habían hecho reproches a su condición. Su papel en el grupo no era pensar, para eso estaba Galatea, que era muy lista.

Se planteó si decirle algo, pero intuía que era capaz de desarmarlo verbalmente de cualquier manera. Era una de esas personas. Prefirió obviarlo y dejarlo estar para prevenir algo peor.