Partida Rol por web

Turno 239 bis (Situación)

Darin no quedó satisfecho ni con el contenido de la bolsa ni con las palabras de Alvard. La realidad es que ahí estaban las monedas en una bolsa peculiar. La bolsa resultaba tan distintiva que llamaría la atención de cualquiera de la calaña de ese hombre, luego hasta cierto punto era ilógico llevarla a menos que le hubieran sido entregadas hace poco tiempo, como parecía ser. Por otra parte, tampoco podían tener la confianza en que no hubieran sido leídos los papeles, toda vez que los sellos habían sido abiertos.

En todo aquello había misterios que Alvard, a juicio de Darin, trataba de distraer con su razonamiento. No obstante, no le dio más importancia, por ahora. Se quedó con la bolsa en la mano, pero sin saber bien qué hacer con las monedas. En cierto modo eran fruto de un acto violento y no veía justo simplemente gastarlas en cualquier cosa. Su corta experiencia en el mundo le había llevado a ser suspicaz con las limosnas a los pobres pilluelos de la ciudad, sin duda ya tan corrompidos que eran incapaces de escapar de las redes de la delincuencia. Dárselo a Alvard o a Gideon era un sinsentido, de modo que de mala gana las guardó en la bolsa para la ocasión propicia y extendió al Tuk su mano con ella.

-Espero que tengáis la prudencia y el buen tino como para emplear esto de la forma más justa, maese Pertegaz.

Turno 239 (Situación)

"A saber a pago de que fueron esas monedas, aunque seguramente fueron mal ganadas..."

Contra todos los pronósticos habíamos logrado salir de aquel barrio con las bolsas en el cinto, el pellejo intacto y además, con lo robado recuperado. Cualquiera hubiera pensado que la noche estaba dando un vuelco para bien, pero yo solo podía pensar que ese manco nos las iba a querer devolver multiplicadas por diez.

-Levántame cuando te canses Darrick, yo me encargo del segundo turno.-

Turno 239 (Situación)

Durante todo el camino hacia la posada, Thorkin no pierde ningún detalle, abriendo paso a la comitiva lo más rápidamente que puede. Está tenso, como si se encontrase en terreno enemigo. Cuando por fin ve aparecer la fachada de la posada, respira aliviado.

Tras subir a las habitaciones, se plantea la posibilidad de quedarse allí esa noche y hacer guardias para evitar una sorpresa desagradable, antes de partir de inmediato al día siguiente.

-Lo veo bien, yo me ofrezco para una de las guardias. Que Alvard y Girion duerman toda la noche y descansen, si os parece.

Thorkin examina la habitación

-Puertas y ventanas bien cerradas, incluso podríamos vigilar dos, uno al lado de la puerta y otro de la ventana, pero como veáis. Nuestra estancia puede pagarse a costa de las monedas del manco.

Se sienta dejando el escudo a su lado, al igual que su arma.

-Antes de salir de la ciudad tendremos que pasar por la posada donde nos alojábamos, tenemos allí nuestras cosas. Espero que sigan allí. Si nuestro equipo ha desaparecido, bueno, tenemos las monedas del manco para comprar si no todo parte del mismo.

Turno 239/2 (Situación)

- Ehhh??!!! Yo??!!, digo, abriendo mucho los ojos y metiendo las manos en los bolsillos de mi chaleco, cuando Dárin me ofrece la bolsa de terciopelo con monedas de plata, como si de una araña peligrosísima se tratase. - Estais seguro de que estarán seguras conmigo?? - Bendita Yavanna, no vendrá ese manco a recuperarla?? Había algo extraño en ese hombre...Sin embargo, no puedo aguantar la mirada de Dárin, dura como la piedra de la que viene, y acabo cogiendola, encogiendome de hombros, aunque la oculto bien dentro de mi chaleco, diciendo: - En cualquier caso, si fueron robadas, como reza el dicho: "Quien roba a un ladron, tiene cien años de perdon". Trataremos entonces de emplearlas en algo util...

Cuando los guerreros empiezan a organizar las guardias, la sensación de seguridad de encontrarnos por fin en "un lugar civilizado", y protegido por ellos, hace que me mi mente se vea finalmente sometida por el cansancio. Ni siquiera escucho a Thorkin, eximiendo de ella a los dos nobles, pues cuento con que tampoco cuenten con un Hobbit como yo. Al fin y al cabo, no soy mi hermano... Para ese momento, mis párpados habían caido, y mi cuerpo, hecho un ovillo, descansaba junto a la pared...

Turno 239 bis (Situación)

Escucho con cierto interés la conversación sobre la dichosa bolsa, cuando se descubre que no hay nada importante me reafirmo en mi idea.

-Poco pago para habernos hecho un acérrimo enemigo, la primera parte de nuestro "trato" podría haber sido un gaje del oficio, pero lo de la bolsa no nos lo va a perdonar...

Dejo mis cosas en un rincón, me quito la cota de malla sin pedir ayuda, aunque no son esfuerzo y procuro acomodarme lo mejor que puedo.

-Si todos estais conformes, yo haré la última guardia con el mediano.

Digo señalando al ovillo que ya forma en el lugar que ha elegido para caer fulminado por el sueño.

-En cuanto el primero que se despierte esté en pie, marcháremos a recoger nuestras pertenencias a la otra taberna.

Turno 239/3 (Situación)

Darin, descontento con el resultado final, trató de pasar página sobre lo ocurrido. La respuesta de Pertegaz le confirmó que se trataba de la decisión correnta. Esa modestia era curiosa para la raza enana, pero denotaba una fortaleza de espíritu inusual. Escuchó el orden de guardia y agregó:

-Sea pues. Yo la haré con Rothomir. De modo que habrá de guardia siempre dos, contando con que Borand la haga con Darrik.

Darin pensó en los objetos de la posada, con la esperanza de que nadie los tocara. No obstante, la venida de los enanos no había pasado desapercibida a los muchachos que sin duda trabajarían para el Manco. Resultaba difícil calcular la amenaza a la que se enfrentaban. Darin le dio vueltas a los acontecimientos que lo habían traído hasta aquí. Sin embargo pronto abandonó ese esfuerzo ante la necesidad de descanso.

-Si no hay nada más, me retiro a descansar en cualquier lado.