Partida Rol por web

Turno 501 (Situación)

Tewyr se arregló como pudo las ropas, una vez que Thorkin lo hubo soltado. Su predisposición a ayudar a los aventureros continuaba siendo firme, más aún después de lo acontecido con Darin; pero era el Jefe de los Cazadores del Bosque, y no acostumbraba a ser tratado así. Indudablemente estaba molesto por la actuación del enano. Compartieron la cena que había subido la somnolienta posadera en silencio. Las esperas, en especial, eran excelentes. Maduras y dulces, les hicieron olvidar momentaneamente el cansancio acumulado, aunque no disiparon el dolor y la preocupación que sentían por Darin.

El cazador bosquimano volvió a tomar la palabra.- Estoy muy apenado por lo sucedido, creedme. Pero las cosas son como son. Las arañas son las que diezman a mi pueblo, maese Thorkin, eso lo sabemos y no necesitamos mayor información para certificarlo. El hermano de Caldwyn, el joven cazador díscolo que conocisteis, murió hace tres semanas en la última partida de caza que dirigí, casi en contra de los designios de los Ancianos. No fue el único en morir aquel día. Como dije, son tiempos difíciles. No trato de excusarme, pero quiero que comprendáis mi posición.

Eothäin gruñó despectivamente ante las palabras de Tewyr, pero Alvard lo cortó en seco con una severa mirada. Tewyr hizo como si no se hubiese enterado de nada, y continuó hablando.

- No estoy muy seguro, pero apostaría que mañana a primera hora los Ancianos os convocarán para interrogaros. Es muy importante que no os resistáis, y que mostréis el máximo respeto y colaboración.- Dijo mirando a Thorkin.- Hace mucho tiempo que no recibimos noticias del exterior del Bosque, ni de otros hermanos. Y, como es natural, también a nosotros nos ha resultado imposible enviar ningún mensajero, ni averiguar lo que está ocurriendo. Habéis sido los primeros en llegar en mucho tiempo, y no sois precisamente los visitantes que esperábamos. Creo que recelarán de vosotros en un principio.- Suspiró.- Somos muchos los que pensamos que encerrarnos aquí y permanecer aislados significará nuestro fin tarde o temprano. Pero el miedo es grande, y los Ancianos han decidido seguir la senda de lo que ellos consideran "prudencia".

Después de la cena, se hacía tarde y Tewyr ardía en deseos de volver a su hogar tras aquel extraño día. Se levantó, pero antes de irse añadió.- Contestaré con gusto cualquier pregunta que podáis tener. Puede que ahora mismo estéis a salvo de las arañas, pero no deberíais consideraros en un lugar seguro. Debéis andaros con pies de plomo.

Turno 501 (Situación)

Thorkin permanecía callado mientras cenaba. Había notado el peso de la mirada de algunos de sus compañeros, cuestionando su comportamiento. Sabía lo que son las leyes, sabía que se crean para mantener el orden y proteger, pero en ocasiones una ley puede ser injusta y nunca suele abarcar todos los casos.

Si temen correr peligro por el exterior, no deberíamos estar aquí

Escuchó pacientemente, lanzando un bufido de tanto en tanto, las palabras de Tewyr pero continuó callado. Sólo cuando estaba a punto de irse Thorkin habló

-Dos cosas bosquimano, una, dices que no éramos precisamente los viajeros que esperábais, ¿esperábais a gente como vosotros pero de otras aldeas?

Tomó un trago y continuó

-La última y más acuciante. Afirmas que no estamos en un lugar seguro y que nos debemos andar con pies de plomo, ¿por qué?, ¿a quien hemos de temer?, ¿a los tuyos o a otra cosa?

Sonrió irónicamente

-Supongo que la ley de tu pueblo te permite responder estas preguntas, ¿verdad?

Dio otro trago

-Y ya que estamos, algunos de nosotros estamos heridos gracias a vuestras vecinas las arañas, ¿dónde podemos recibir atención?

Turno 501 (Situación)

Darrick había llegado al pueblo en silencio, un silencio cómplice y forzado, si se hubiera dejado llevar por sus sentimientos y opiniones hubiera hecho exactamente lo mismo que Thorkin si bien como un sobreviviente en el bosque conocía la necesidad de ponerse limites le costaba entender como los hombres del bosque no habían movido un musculo para ayudarlos. Al fin y al cabo ellos no solo estaban luchando por sus vidas sino por las vidas de la cuidad.

Thorkin créeme que el primero en haber preferido la ayuda de estos hombres soy yo. Como alguien que vivió en el bosque por tantos años se dos cosas. La primera es que el bosque es peligroso y que si las personas no se ayudan no sobreviven.

Darrick gira su cabeza y mira a los ojos de Tewyr.

Entiendo que tengan sus reglas, seguramente si atacan abiertamente a las arañas estas criaturas podrían rastrearlos y barrer esta ciudad del mapa. También entiendo que estando rodeados de enemigos hubieran sido precavidos con nosotros. Lo que no puedo entender es por que no nos ayudaron a sacar a Banin del puente una vez que cayó en combate.

El hombre suspiró y agregó.

El puente era frágil, y no podían levantar las armas contra las arañas, pero si hubieran ayudado a cargar al enano quizás no estaríamos tan nerviosos por su salud.

El hombre sigue con cara seria pero se acerca a Tewyr y le extiende la mano.

El enemigo de mi enemigo es mi amigo y creo que no tienen dudas que esas arañas también son nuestro enemigo. Puedo entender que tengan reglas, pero aquí es obvio que ninguno de nosotros quiere terminar como tus compañeros de caza y admenos que dejemos de echarnos la culpa los unos a los otros va a ser exactamente como terminaremos.

Luego mira a Thorkin.

Te entiendo perfectamente, créeme que si hay alguien que se frustró por la falta de ayuda fui yo. Pero ahora estamos en un lugar más seguro que el bosque, en el peor de los casos los ancianos nos desterrarán al bosque y seguiremos nuestro camino, en cualquier otra situación habremos ganado algo de ayuda. Lo más sensato será esperar hasta mañana y confiar en ellos una vez más.

Turno 501 (Situación)

Banin escuchaba a sus compañeros, oía las excusas de Tewyr y también se lamentaba de que no los hubiesen ayudado. Pero en parte, entendía que aquel pueblo era reservado y que gracias a sus leyes, se habían logrado mantener vivos. El bosque era peligroso, lleno de amenazas y si de aquella manera eran capaces de sentirse seguros, no había que reprocharles nada. No entraba a valorar si aquello estaba bien o mal, si del enano dependiese se hubiera lanzado a por las arañas y defendido a cualquiera que representara una amenaza para ellas.

- Han hecho todo cuanto sus leyes, nos gusten o no, les podían permitir - dijo el enano - Ahora no debemos reprocharles nada, estas les han mantenido a salvo a pesar de vivir aquí, cerca de las arañas - continuo diciendo - Dárin esta siendo tratado, y eso es lo que debemos agradecer - recordó.

- Mañana, si Tewyr esta lo cierto, podremos pedir a los Ancianos su ayuda para reparar el carro, y poder continuar con nuestro camino - recordó cual era su misión original. - Y si ellos nos piden ayuda a cambio, agradecido deberemos de dársela, pues la supervivencia de todos nosotros se la debemos a ellos, aunque no nos ayudaran. - Termino por decir.

- Tewyr, dime, ¿que ocurrio en el puente?¿Por que se marcharon las arañas en lugar de rematar su trabajo? - pregunto intrigado.

Turno 501 (Situación)

Tewyr volvió a tomar asiento, al ver que los aventureros tenían dudas que disipar y opiniones que dar. Había prometido aclararles todo cuanto estuviese en su mano, y eso iba a hacer. Pasándose una mano por la incipiente barba, en gesto reflexivo, procedió a contestar a las cuestiones planteadas por Thorkin.

- Sí, sin duda esperábamos a otros hermanos del bosque. Una parte importante de nuestra comunidad vive de manera nómada en el interior de la floresta. Para nosotros, el bosque, es como vuestras minas, señor enano. Hay mil tipos diferentes de madera, igual que hay tipos diferentes de metales y piedras preciosas. Unas son más valiosas, otras muy difíciles de encontrar; y las demandas del exterior varían de época en época y hemos de adaptarnos. Por eso no es raro encontrar dentro del bosque y en sus lindes, pequeñas aldeas y refugios ocultos, a veces poblados y a veces abandonados. Este en el que os encontráis ahora es el más grande de todos, y el único que tiene una población perenne. Aquí residen los Sabios Ancianos que aconsejan a nuestro pueblo y este es un refugio abierto a todas las gentes del bosque. Hace unos pocos años no era raro que cada semana llegasen o partiesen pequeñas comunidades de leñadores y sus familias, en busca de descanso, fortuna o noticias. Con el paso de los años, cada vez fueron menos y menos. La última llego hace 8 meses, y siguen aquí bajo presa de un gran temor irracional. Llegaron malheridos, medio desarrapados y habiendo perdido todas sus pertenencias y alguna de su gente por el camino. Hablaban de malvadas criaturas peores que las arañas; los Ancianos dijeron que el duro viaje hasta aquí huyendo de las arañas les había trastornado el juicio.

- No debéis temer nada per se. Pero como dije, sois extranjeros llegados en mal momento. No me resultaría extraño que las gentes de la ciudad desconfiasen de vosotros; e incluso que alguien os utilizase como blanco para volcar su ira, su impotencia y su miedo. Por eso debéis andar con pies de plomo, y no dar motivos a esto. Nuestras gentes no albergan maldad en el corazón, pero si se sienten amenazadas pueden convertirse en un peligro a tener en cuenta.- Finalmente, prestó oídos a la petición de un sanador.- Podéis encontrar a varias personas que puedan tratar vuestras heridas, las propiedades curativas de las plantas del bosque no son un secreto entre mi gente. Y los Ancianos son una eminencia en ello, como dije. Pero sin ir más lejos, la mujer que atiende esta posada os podrá ayudar en ese menester gustosamente; una vez le hayáis dejado dormir.

Tewyr dio las gracias amablemente a Darrick por sus palabras conciliadoras, reconociéndolo como un primo lejano de la estirpe de los Hombres del Bosque. Al fin y al cabo, los dominios de Thranduil actuaban de frontera natural entre las gentes de Tewyr y las gentes de Darrick, que mantenían un parentesco más próximo a los habitantes de Esgaroth que a los bosquimanos del Sur.

Finalmente, contestó a la pregunta de Banin sobre el comportamiento de las arañas.

- El motivo, lo desconozco por completo, señor enano. Como dije, las arañas se comportaban como simples bestias que cazan y comen y defienden su territorio y sus nidos desde el momento en que llegaron. Pero desde hace poco más de un año empezaron a actuar de manera extraña. Las más de las veces dan una muestra de inteligencia y organización escalofriantes, e incluso hemos tenido la sensación de que espiaban nuestros movimientos. Las menos, actúan de esta manera tan disparatada e irracional que vimos en el puente. Ni si quiera los ancianos han encontrado una explicación para estos sucesos tan extraños.

Turno 501/02 (Situación)

Thorkin atendió pacientemente a las palabras de Tewyr. Aunque seguía mostrando un semblante de enfado, se le podía ver más relajado y, tal vez, algo menos colérico. Incluso llegó a asentir ante algunas de las palabras del bosquimano.

-Entiendo, hemos escapado de los peligros del bosque para caer en manos de gente temerosa que pueden llegar a hacernos daño por el miedo que le tienen al mismo bosque dónde viven. ¡Menudo panorama! Supongo que tendrán vigilada la posada como precaución.

Con cierto esfuerzo se puso en pie, mostrando algunas señales de dolor al hacerlo.

-Pues en cuanto la posadera se levante que nos atienda, necesitamos cura. De momento estaremos en tus manos Borant, así que si puedes hacer algo, aunque sea un vendaje, nos conformaremos. El sueño reparador también nos vendrá bien.

Se giró hacia Tewyr, le miró unos segundos, observándole detenidamente, mientras torcía la boca, pensativo

-Desde que entramos en el bosque no hemos visto gran cosa, ninguna señal de gente, ni viajeros, salvo como las telarañas crecían en el camino principal y cada vez era más difícil transitar por él. Un accidente nos obligó a adentrarnos a buscar ayuda en este lugar, aunque me temo que poca ayuda recibiremos. No vimos a nada, ni a nadie, salvo a las arañas, con las cuales tuvimos un encontronazo y....-guardó silencio- De las únicas personas que vimos les hablaremos a los Ancianos, para prevenirles, siendo otro motivo para venir aquí, pero algo os podemos decir sobre la gente que desaparece, algo que no os gustará y que posiblemente nos haga objeto de la ira y el miedo de tu gente, aunque no seamos los causantes y no pudiésemos hacer nada. Pero de eso hablaremos en otro momento y mañana.

-También notamos ese comportamiento de las arañas. Parecían estar coordinadas, no parecían bestias y las dos veces que nos atacaron lo hicieron por sorpresa, un ataque casi perfecto, aunque antes es posible que nos vigilasen. Un gran poder tiene que estar detrás de todo esto, un poder maléfico y malvado, para conseguir su control.

Se sentó de nuevo, con cierto esfuerzo, y comió un poco. Thorkin estaba pensativo, evaluando todo lo que había pasado y lo que Tewyr les había contado.

Turno 501 (Situación)

El momento tenso con nuestro Capitán había pasado, y poco a poco fuí calmándome, mientras escuchaba como Tewyr daba explicaciones a todas y cada una de las dudas de mis compañeros. Thorkin pareció contentarse con ello, aunque el dolor de las heridas, y sobre todo el de casi haber perdido a un compañero, y mas un, congenere y amigo, la habían dejado un malestar que no conseguiría subsanar mas que con cura, descanso y alimento...

- Alimento..., musité, relamiendome, cuando la buena mujer, atendiendo a nuestras necesidades, había abandonado el lecho para traernos algo que comer. Y ahí acabó mi nudo en la boca del estómago: enseguida que las viandas fueron desplegadas, aunque con la educación que me había sido impartida y con el sonido de fondo de mis tripas exigiendo compensación por el largo y duro dia, me deleité en el sabor dulzón de las peras, mezclandolo con el ligeramente amargo y salado del queso de cabra, todo sobre una generosa cama de pan de centeno. Incluso el agua me supo a gloria, teniendo en cuenta que la mayor parte del final del viaje lo habiamos pasado anticipando un ataque, con la garganta seca. Al acabar, saciado, me preparé una pipa de tabaco ligeramente afrutado, y me dispuse a entrar en la conversación en la que, por pura necesidad, me había visto obligado a postergar: - Nunca se debe obviar una buena comida, y siempre es preferible postergar una negociación que arriesgarse a acometerla con el estómago vacío..., pensé, satisfecho, no solo por la plenitud de mi estómago, si no porque, al parecer, mis compañeros parecían todos mantener la misma linea argumental: molestia por no haber sido ayudados, pero comprensión con el bosquimano, que solo había seguido unas leyes forjadas por la necesidad de protección.

Tras dar unas profundas chupadas a la pipa, y tras dejar que el tabaco hiciese su función ayudando a tranquilizarme aun mas, me dirigí de nuevo a Tewyr:

- Maese Tewyr, muchas gracias por sus recomendaciones. No os preocupeis, estoy seguro de que sabremos tratar tanto con vuestros sabios ancianos, como con tus compañeros cuidadanos. Podreis ver como no solo no suponemos una amenaza, dije, mirando significativamente al eorlinga,  si no que podremos tratar de suponer un beneficio para vosotros, tanto con la delicada y no muy halagüeña información que ha anticipado mi buen amigo Thorkin, continué, de modo claramente conciliador, como con cualquier información que podais precisar del exterior. Tengo costumbre de reunir las distintias informaciones que llegan a mis oidos en posadas, plazas y caminos, y dado que llevo ya unos años en Valle, he loigrado recopilar un buen número de historias que podrían ser de interés para tu gente, y si no, al menos, tratar de alegrar vuestro atribulado corazón...

Despues, cambiando de tercio, me levanté del taburete, saltando al suelo, lo que hizo que una mueca de dolor, surcase mi sucio rostro, pues había olvidado la lesión en el hombro, y el duro suelo, me lo vino a recordar, paseando por la sala, dije:

- Sí, es bastante extraño el modo de comportarse de las arañas: yo las vi de cerca, demasiado cerca, en el ataque de antes de ayer, y algo malévolo brilla en el fondo de sus arracimados y facetados ojos, algo aun me provoca escalofríos..., continué, bajando el volumen paulatinamente, mientras un escalofrío recorria mi espalda. Que sería lo que las urgió a huir en el puente, cuando la victoria estaba cerca para ellas...??? Inconscientemente, me giré hacia Rothomir. El Dunedain apenas había hablado desde que entramos en el poblado de los Hombres del Bosque, aunque aquella mirada, orgullosa, herencia de sus antepasados de Oesternessë no había abandonado su semblante. Aun podía recordar como había saltado por encima de sus compañeros, dando el tiempo necesario para que Dárin pudiese ser recogido por Darrick y Borant, poniendose codo con codo con el hijo de Dúrin. - Y despues..., pensé, mientras le miraba fijamente durante unos instantes.

- Sí, maese Tewyr, sin duda agradeceremos los cuidados de la buena posadera, una vez haya descansado... hayamos descansado todos!! Aunque a buen seguro que maese Borant hace un gran trabajo en primera instancia, dije, sonriendo al atribulado beornida, cuya cara refeljaba una angustiosa carga, mientras la boca se me abría por primera vez y, como una losa, empezaba a notar el cansacio y la debilidad acumulada por el largo y dificilo dia: - Aunque, cuando nos confirmen que Darin está fuera de peligro, habrá sido un muy buen dia, despues de todo...

- Si no les parece mal, me retiraré a mi cama. Mañana promete ser un dia importante, y me gustaría estar lo mas descansado posible, amen de asearme, acabé, oliendome ligeramente las axilas, para constatar con horror que cualquier atisbo de limpieza había desaparecido hace dias. Que pasen ustedes una buena noche!! Aunque antes de dirigirme a mi catre, me giré de nuevo hacia Tewyr: - Mañana vendreis a acompañarnos a la audiencia con vuestros sabios, Maese Tewyr?? Despues de recibir ayuda médica, creo prioritario reunirnos con ellos para saber el estado de nuestro compañero, y acometer aquello que nos ha traido aquí... Mientras esperaba su respuesta, los párpados empezaban a ganar la batalla, ayudados por una mas que trabajosa digestión.

Turno 501 (Situación)

Luego de su intervención Darrick se quedó en silencio, solamente dedicándole un saludo con la cabeza a Tewyr cuando él le agradeció por sus palabras. El cazador estaba acostumbrado a vivir en un bosque peligroso y a tener trato con diferentes culturas, podía entender que la gente del pueblo tuviera miedo de las arañas, esas arañas estaban amenazando el lugar donde vivían por lo que no debía ser tan fácil armarse de coraje y enfrentarlas sabiendo que muchos de los que lo habían hecho habían muerto. También entendía a Thorkin Darrick también se sentía abandonado por los hombres del bosque cuando estos no los ayudaron, pero también podía notar algo más, los enanos era una raza que vivía en las montañas y siempre intentaba mantenerse alejada de los bosques, seguramente era difícil para él tener que pedir ayuda en un lugar como este.

Cuando todos terminaron de hablar el hombre miró al hobbit y asintió a sus palabras.

Todos estamos cansados y agradecemos la comida y el techo para poder dormir. Lo mejor sería aprovechar e irnos a dormir, hasta mañana no sabremos lo que nos dirán los ancianos por lo que sería un error sacar conclusiones precipitadas.

Le dedico una pequeña reverencia al cazador y miró a sus compañeros.

Será mejor ir a comer y aprovechar para descansar, si mañana resulta un fracaso y tenemos que volver al bosque no creo que tengamos una oportunidad tan buena para dormir como esta.

Turno 501 (Situación)

Borant se había ido cambiando de ropa mientras el resto de sus compañeros parlamentaban con el cazador. Cuando la posadera volvió con comida, el beórnida se acercó a la mesa vistiendo una camisa arrugada pero seca y unos pantalones de lona gruesos y calientes. Atrás había quedado el barro de la orilla de ese río maldito y el olor a sudor rancio que impregnaba su cuerpo.

—Gracias, mi señora —dijo ayudando a la mujer a repartir los platos a los comensales—. Que Yavanna la bendiga por estas viandas que tiene a bien servir a estos pobres y cansados viajeros y que Orome guarde a su pueblo en este oscuro bosque.

El aprendiz de animista cenó copiosamente, intentando recuperar la fuerza que la larga marcha había arrancado de sus ya de por sí endebles músculos. Comió un par de tajadas de tierno venado, regadas con una salsa de arándanos silvestres que hizo nacer una sonrisa de deleite en su angostado rostro. Mojó un par de rebanadas de pan de centeno en el guiso de verduras que humeaba en una pequeña marmita de metal, sorbiendo ruidosamente cuando un reguero de caldo amenazó con desbordarse por su mentón. 

—Una comida digna de un rey, mi señora —balbució con la boca llena, masticando una de las jugosas peras.

Aprovechando un silencio en la conversación, Borant reclamó la atención del Jefe de los Cazadores de la aldea.

—Disculpe, maese Tewyr, no sé si tendrá relación con lo que contáis vos, pero muchas jornadas atrás encontramos una aldea de leñadores al borde mismo de este gran bosque, lejos, al este. Había sido atacada y no encontramos supervivientes. ¿Es quizás esta aldea el hogar de esos conciudadanos suyos que aparecieron meses atrás? Tal vez nuestros hombres de armas —continuó señalando vagamente hacia Rothomir y Thorkin— puedan tengan una mayor seguridad en lo que voy a decir, pero mi impresión fue que ese pueblo había sido atacado por dos fuerzas enemigas actuando al unísono. Había restos de flechas  de muy diferente factura, como si las tropas del enemigo estuvieran formadas por dos grupos de distinto origen.

Los ojos de los presentes viraron hacia el beórnida, que bajó la mirada algo avergonzado sin saber si lo que relataba era o no importante. El joven Borant carraspeó incómodo.

—Disculpen... Tal vez debería ajustarme a mis funciones... —logró decir algo abochornado— Necesitaría si fuera posible algunas de esas hierbas de las que ha hablado y algo de vendaje para trabajar en las heridas de mis compañeros...

Turno 501/03 (Situación)

Thorkin miró al beórnida. En su rostro se reflejaba que aún no quería haber hablado de lo que decía Borant

-Así es -miró al beórnida- es una de las cosas que quería comentar a los ancianos. Parecía que hubo entre dos y tres fuerzas en conflicto. Dimos por sentado que una de las fuerzas acudió a ayudar a la gente de la aldea, pero tras los hechos en el bosque, de los cuales nada diremos aquí -miró a los presentes- tengo mis dudas.

Observó a Tewyr

-Encerrados aquí lo único que conseguiréis es que, tarde o temprano, sucumbéis. Necesitáis partir o al menos buscar ayuda, tal vez entre vuestros congéneres del bosque.

Turno 502 (Situación)

El rostro del Jefe de los Cazadores fue tornándose ceniciento a medida que los aventureros hablaban. Las nuevas no eran nada halagüeñas para su gente. - Noticias terribles traéis, maestro enano, mucho tiempo había pasado sin que las telerañas cubriesen los caminos y nuestros senderos luciesen abandonados.- Dijo a Thorkin.- Habláis de un poder maligno ¿Que puede haber más maligno que esas horribles arañas en este bosque que ha sido nuestro hogar durante tantas generaciones? Aunque vuestro discurso no me suena nuevo. El último grupo que consiguió llegar hasta aquí estaban muy asustados, y hablaban de sombras siniestras entre los árboles y aullidos terribles en la noche.

Luego se dirigió al Hobbit.- Eso depende en gran medida del designio de los Ancianos. Tal vez me equivoque y decidan llamaros más tarde, para deliberar entre ellos primero. Tal vez me convoquen a mi también para que rinda cuentas por haberos franqueado el paso a la ciudad, o tal vez no.- Lo cierto era que Tewyr no parecía agradarle demasiado la idea de tener que comparecer ante el grupo de sabios dirigentes.

Cuando habló Borant, Tewyr sí que pareció realmente alarmado.- ¿Un ataque? ¿Flechas decís?, ¿Un ataque contra nuestras gentes no cometido por las arañas?.- El cazador parecía hasta escéptico.- No puedo decir quien vivía en aquella aldea de la que habláis, como os dije, la mayoría de la gente del Bosque vive de manera nómada, y un mismo asentamiento puede ser usado por varios grupos durante el mismo año. Lo que si que puedo confirmar es que, aquellos que llegaron aquí, no hablaron de nada tan concreto como un ataque de ese tipo, de hecho siempre han dicho que empezaron a ser acosados cuando viajaban por el bosque hacia aquí; pero nunca hablaron de hombres o arqueros.

Tewyr se retiró, prometiéndoles ayuda al día siguiente y disculpándose de nuevo por la situación de Darin. Y los dejó para que descansasen y hablasen entre ellos. Mañana sería un día largo.

Turno 502 (Situación)

Thorkin quedó pensativo mientras Tewyr se retiraba, por fin se decidió a hablar

-Algo más vimos en la floresta, algo que intentamos impedir pero que no conseguimos, algo que nos afecta más de lo que quisiesemos

Calló por un instante

-¿Tenéis noticias de hogueras en la noche, cánticos extraños y figuras encapuchadas?

Turno 502 (Situación)

Tewyr miró extrañado a Thorkin por su pregunta.- Mmmm no, las hogueras de vivac de los nuestros suelen ser pequeñas y controladas; y no se nada de cánticos. Los últimos hombres del bosque que llegaron a la ciudad hablaron de sombras entre los árboles. Tal vez debierais hablar con ellos, quizá tenga que ver con las figuras encapuchadas de las que habláis. Pero vuestras palabras suenan igual de extrañas que las suyas.

Turno 502 (Situación)

Darrick había estado demasiado cansado para pensar en las extrañas cosas que estuvieron viendo a lo largo del bosque. Cuando sus compañeros hablaron, el hombre empezó a hacer un esfuerzo para asociar los hechos.

Las arañas no están haciendo lo que se supone que unos animales deben hacer. Creo que están pasando muchas cosas raras en este bosque y tanto lo que vimos como las arañas no son más que síntomas de algo peor.

Darick miró a Tewyr y luego a Thorkin.

Si todos estuvimos viendo cosas raras lo mejor que podríamos hacer es hablar con este hombre y tratar de atar todos los cabos sueltos que encontremos.

Turno 502 (Situación)

Banin escuchaba en silencio en un rincón. Sus compañeros relataban todo lo acontecido en los últimos días. Las arañas, el extraño encuentro en el bosque con aquel grupo de sádicos... Tewyr paciente escuchaba y opinaba sobre esos temas, abriendo mas dudas que explicaciones y dejando patente que ni el mismo era consciente de lo que ocurría fuera de aquella empalizada.

Los bosquimanos se habían encerrado en su burbuja, temerosos de los arácnidos que asolaban aquella parte del bosque. Pero no era el único problema, por mucho que ellos no lo vieran. El mal tenia gran poder en aquel lugar. El comportamiento de las arañas no era normal, estaban organizadas, parecían incluso inteligentes, y  eso no parecía llamar la atención del asentamiento.

Tan resignado como agotado, Banin se tumbo en su camastro mientras repasaba lo acontecido y ponía en orden sus ideas. El día siguiente seria un día importante, el consejo de Ancianos querría ver al grupo, y allí, tratarían de conseguir la ayuda que habían venido a buscar. El carromato necesitaba de la maestría de algún carpintero para poder continuar su vieja, pero también  necesitarían conseguir la protección de aquellos hombres, o al menos un guía que los guiara por el laberintico bosque.

- Descansemos, es tarde. - dijo el enano - Mañana con el nuevo dia, tendremos tiempo de organizar nuestras ideas. Hablaremos con los ancianos sin reparos y sacaremos algo en claro. - Tewyr le caía bien, lo consideraba un buen aliado, predispuesto a ayudarlos, pero necesitaban a alguien de mas autoridad, los Ancianos. - He de agradecerte, Tewyr, la ayuda prestada. - Pese a que no lanzaron ni una sola flecha, al menos el hombre se arriesgo para salvar a sus compañeros en el rio. - Espero que mañana nos acopañes si finalmente los Ancianos quieren recibirnos - Dijo agradeciendo y pidiéndole ayuda al jefe de los cazadores.

Preocupado por sus compañeros, heridos graves algunos, otros magullados, Banin dejo que el sueño se fuera apoderando de el. Seria la noche mas tranquila en mucho tiempo, pues allí se sentía seguro...

Thorkin asintió ante las palabras de Tewyr

-Entonces nada más diremos, necesitamos descansar. Mañana hablaremos ante los Ancianos de tu pueblo, si nos reciben. Espero que puedas estar presente para dar al menos una versión de lo sucedido de cuando nos encontraste. Con esta actitud vuestra, incluso venir a pedir ayuda como era nuestra intención, puede parecer sospechosa.

Thorkin se puso de pie y se dispuso a retirar para descansar, pero se detuvo unos segundos y sin girarse habló

-A pesar de todo, gracias por intentar salvar a Pertegaz e intentar ayudar a Dárin

Siguió caminando y se paró junto a Pertegaz

-Si esta buena mujer nos puede atender para curar nuestras heridas, despertarme sin demora. Por cierto hobbit, perdona mis anteriores palabras....-se inclina ante él- pero como vuelvas a cuestionar mis actos o decisiones delante de un desconocido te juro por Mahal que te envío de una patada a tu hogar.

Dicho esto se incorporó con una sonrisa de oreja a oreja y le palmeó el hombro antes de retirarse.

Turno 502 (Situación)

Enseguida, las viandas, aunque en frío, y sin la inapreciable presencia de un buen pedazo de carne o pescado humeante, empezaron a restañar, si no las heridas del cuerpo, sí las de la mente, ante tantas horas de ayuno corriendo por el tétrico y oscuro bosque, con el alma en vilo. Al acabar con la última pera, suspire, mientras escuchaba hablar a mis compañeros. El momento de tensión había pasado para mi, toda vez que mi nada desdeñable estómago estaba de nuevo repleto, así que, mientras preparaba una pipa con algo de tabaco dulce, no podía menos que asentir ante las distintas participaciones. Al principio pensaba que el enfado y la cerrazón de Thorkin echaría por tierra cualquier posibilidad de entendimiento con Tewyr, que de forma evidente, trataba de compensar el agravio de no haber intervenido en la lucha que había tenido lugar en el puente, pero, los Valar mediante, incluso el orgulloso enano relajó el tono, y, desde mi silencio, observando las participaciones desde mi nube de perezoso humo, pude comprobar, con creciente incredulidad, cuan hermético se había vuelto el pueblo del bosque con el exterior: - Normas de los Ancianos.., pensé soltando una bocanada de humo lentamente, Eso solo puede significar problemas en la reunión de mañana..., acabé, negando con la cabeza, preocupado.

- Buenas noches, Maese Tewyr!! Espero que el descanso nos permita recuperar fuerzas, y mañana podamos confirmar la mejoría de Darin!! De veras que sería un acierto que estuvieseis mañana en la reunión con vuestros Ancianos, a buen seguro que sería bueno para conseguir su confianza...

La noche estaba ya bien entrada cuando el cazador salió de la posada rumbo a su hogar. Los párpados me pesaban como losas, y la boca se abría insistentemente, muestra clara de que debía descansar. Incluso el dolor punzante en el hombro de había mitigado con la cena y con la pipa: - Hoy, por fin, dormire bien..., pensaba, aunque el estado de Darin flotaba sobre mi ánimo, - Bendita Yavanna, cuida de él, desde el principio me trato con respeto y cariño, y no dudó en encaramarse al árbol para salvarme de las arañas..., pensaba, a modo de rezo, sentado en mi taburete...

Cita:

En un principio asentí, correspondiendo a la sonrisa de Thorkin, pero la parte final de su frase caló en mi cerebro como una daga, haciendo que se me atragrantase la última calada. Me quedé paralizado en el sitio, los ojos como platos, la boca reseca. De un plumazo, había desaparecido todo rastro de sueño, y solo pude mirar la enano, asintiendo: - No tengo duda de que cumpliría su promesa.... Cuando se retiró, apagué la pipa, que de pronto me supo amarga, me bajé de mi banqueta, y me dirigí a mi cama. Tras prepararme en silencio, me meti en la cama, pero la desazón hizo que el sueño me fuese negado...

Turno 502 / 2 (Situación) El insomnio trataba de aferrarse a mi como una lapa, no dejando que cayese en los brazos del sueño, haciéndome dar vueltas a uno y otro lado. Al final, aburrido, me puse boca arriba y me quede mirando al techo en la oscuridad. No era solo la amenaza de Thorkin lo que me mantenía inquieto, recordaba, vívidamente, el momento en que las arañas habían huido, cuando tenían al bravo Thorkin a placer..., justo en el momento en que Rothomir había llevado su mano a su bolsillo izquierdo. Con cuidado gire la cabeza hacia donde dormía el dunedain y, tras unos minutos de disquisición, opté por acercarme hasta él, y preguntarle, así que, tras confirmar que todos los demás dormían, me acerqué en silencio y, tras desechar hurgar en sus cosas, le mecí con cuidado, diciendo, en voz baja: - Maese Rothomir, perdone que le moleste, pero necesito hacerle una pregunta... Lo primero, agradecerle su actuación en el puente, contra las arañas: fue digna de un heredero de Elendil..., susurré, antes de mordisquearme el labio inferior, y preguntarle: - Puedo saber que es lo que esconde en su bolsillo izquierdo, y que hizo huir a esas arañas??, tras lo que quedé azorado, sin mirarle directamente a los ojos.

Turno 502 (Situación)

El beórnida terminó la cena en silencio, consciente de que quizás se había excedido en sus atribuciones. Le habían contratado como sanador, sin muy buen tino a la vista de lo que había conseguido hasta el momento, no como embajador de la compañía. Mantén el pico cerrado y ocúpate de tus cosas, muchacho, gruñó la voz de su maestro desde allende sus recuerdos. Cuántas veces había escuchado esa frase de los apergaminados labios del anciano animista...

Despidiéndose de sus compañeros con un escueto "Buenas noches", Borant se encaminó al catre que había escogido y se tumbó cuan largo era en la sencilla cama. Después de tantas noches durmiendo al raso, apiñado entre los magros cuerpos de los enanos y sin más comodidades que una capa con la que taparse y su petate como almohada, ese simple armazón de madera con un jergón relleno de mullida paja le pareció al joven el lecho de un rey. Pronto, flotando entre el aroma dulzón de la hierba de la Comarca y con el eco de las jugosas peras resonando aún en el cielo del paladar, el beórnida sintió sus párpados caer y, con ellos, la llegada de un sueño tranquilo y merecido.

Turno 503 (Situación)

Los aventureros despertaron descansados, bien entrada la mañana; los lechos eran muy cómodos y la noche tranquila en aquella parte del bosque dominada por la Ciudad de los hombres. Un olor agradable subía desde la sala común en el piso inferior. Por lo visto, el desayuno estaba listo.

Cuando bajaron, no pudieron menos que agradecer y alabar las virtudes de la posadera. Todo estaba dispuesto en una gran mesa en la que cabía el grupo. Jarras de leche fresca, fruta, pan blanco, cuencos con una sabrosa mantequilla amarilla, y otros con mermelada de arándanos y una espesa miel. También había tiras de crujiente bacon, y huevos escalfados. Por lo visto, pese a las dificultades que parecían haber sufrido los cazadores de aquel lugar en los últimos tiempos, la despensa de la posada parecía estar bien servida.