- Ninguno fiel a este principado, aunque bien podría ser un refugio enemigo, no tengo constancia de ello. ¿Acaso deseas reclamarlas como tu dominio?
"No Alteza. Pensaba precisamente en lo primero que ha sugerido. Las cloacas son otra ciudad, bajo la ciudad. Una forma de entrar y salir a placer si no hay control sobre ellas. Y pienso que quizás el Sabbat haya podido hacer uso de ellas si no han tenido ningún tipo de supervisión o protección. Creo que debería echar un vistazo y tratar que no sean una entrada libre para cualquiera ajeno a su principado, si su Alteza da el beneplácito." Demetrio aprecía estar convencido de lo que pensaba a este respecto. Sus palabras salieron con convicción, sin titubeos.
- No deseo poner en peligro tu integridad por ahora, si pueden no ser seguras prefiero que las evites. No podemos deshacernos con facilidad del sabbat mientras tengan influencia sobre la sociedad mortal. Esa es la prioridad.
"Se hará como su Alteza diga". Replicó inclinando la cabeza. "Le mantendré informado regularmente. ¿Permiso para marchar, Alteza?"
El príncipe asintió
- Puedes retirarte.
Demetrio se levantó del sofá y se dirigió a la puerta. Miró al Príncipe e inclinó ligeramente la cabeza "Alteza...". Acto seguido salió por la puerta. Mucha tarea para un torpe Nosferatu y poca gente en quien confiar. Por un lado los deseos del Príncipe. Ni por asomo podía dejar de lado eso, ya que tenia claro que aquello era lo que le otorgaba tiempo sin una estaca en el pecho. Por otro averiguar quién les había traicionado, pues el resultado final podría ser el mismo aún dando todo aquello que el Príncipe desaba. Ya lo hizo una vez y nadie del consejo lo vió venir. Demetrio tenía la sospecha de que estaba relacionado con Elena y de alguna manera con el Sabbat. Tenía que localizar al Sabbat. Una jugada arriesgada pero necesaria. Ya tenía en mente otro plan. De momento si Elena tenía algo que ver con todo esto, mejor era no dar señal de sospecha, ni incordiarla...de momento. De momento necesitaba dos cosas. Ese plano de las alcantarillas y ver ese fabuloso libro llamado ordenador del que Aurelio le había hablado.
Segun saliste te topaste con Elena, debía ser ella a quien esperaba ver el príncipe.
"Doña Elena Gallego...siempre un placer contemplar su belleza. " Saludó acompañando con una leve inclinación. Su mirada era inquietante, quizás porque no apartó ni un segundo sus ojos de los de ella.
Te siguió con la mirada mientras te retirabas, su mirada se te hacía burlona, aunque era dificil de decir. Nunca estuvo del todo en sus cabales y los años no lo habrían mejorado.
Demetrio continuó caminando alejándose del despacho, sin mirar atrás. "Espero que la próxima vez que nos veamos no hayan tenido que pasar setenta años".
-No...claro que no-. Pensó para sí mismo -Bien por ti Demetrio. Nada de provocaciones...¡maldita sea!- Concluyó en su cabeza mientras apretaba sus mandíbulas, claramente disgustado consigo mismo.
No hubo respuesta por parte de Elena, hasta que llegaste a altura de Aurelio. Espera justo en el mismo lugar en que te dejó ir.
"Aurelio..." Trató de relajar un poco el rostro. Probablemente hubiese suspirado si hubiese podido. Se detuvo a su altura. "¿Cuándo dispondrás de un rato para mostrarme esa maravilla de libro del que me hablaste antes?
- Cuando quieras, será un momento - asegura
"Si es tan bueno como dices, no creas..." Le dijo con una cierta sonrisa. "Venga si tienes un momento, me gustaría aunque fuese mirar un par de cosas, y ya me dices un poco como funciona" Miró durante un instante hacia los lados. "Por cierto, ¿sabes algo de los otros?"
- Se pasaron la noche discutiendo en el pasillo, como si les pareciera discreto - se encoge de hombros
Te lleva hasta una habitación en la segunda planta, levanta la pantalla de su portátil, inicia sesión... y te deja a merced de google.
- Tu te pones aquí... - se pone en la cajita de búsqueda - con estos botones le escribes lo que quieres - el pone Valladolid como ejemplo - y luego pulsas aquí - le da al enter - y ahí lo tienes, páginas y páginas de información, imágenes, mapas...
Te invita a tomar asiento en la silla y se repite incansable hasta que captes la idea.
Frunció en ceño disgustado ante lo que Aurelio le había dicho sobre la discusión de sus compañeros. Si hasta Aurelio lo había escuchado... O tenían un plan muy bueno, o eran unos completos necios. Lo segundo cobraba protagonismo. Pero quizás eso pudiese ayudarle de alguna manera. Si en realidad Elena tenía que ver en toda la trama, quizás esto desviase su atención hacia ellos, loq ue podría dejarle un margen de actuación para seguir investigando por su cuenta. El problema era su plan para recuperar la Alcaldía. Si el Príncipe se lo contaba a Elena, podría ponerle en aprietos, pero hasta eso estrecharía el cerco de sus sospechas sobre ella.
Los ojos de Demetrio se abrieron como platos al ver el prodigio tecnológico que tenía ante él. Era como una máquina de escribir, con una pequeña pantalla de cine. Miró a Aurelio y sonrió con cierta emoción.
"Vale a ver... la flechita esta aquí ¿no?. ¿Se puede borrar?" Preguntó frotando con su pulgar en la pantalla. "Bueno, no hace falta. Necesito poner Teniente Alcalde delante del nombre de la ciudad a ver que hay escrito sobre él..."
Uktena, si el personaje llega al reparto de experiencia, me tienes que dejar ponerme un punto en informática :P
Te enseña la mágica tecla de borrar.
Y ahí tienes una noticia en cuanto le das al intro. Que gran GRAN invento.
Si, por supuesto jaja. Es más, te regalo el primer puntito ;) (gracias a la santa paciencia de aurelio)
"Jesús Enríquez..." Dijo a la finalización del video que había estado mirando con atención. "Depuradora, vertedero municipal, biogas. Muy interesante" Se quedó pensativo unos instantes. "Oye Aurelio, ¿Tú sabes si la tal González Calleja, tiene conocimiento de nuestra estirpe? ¿Es el ghoul de alguien?"
Asiente
- Ha visitado este eliseo - te asegura
"Bien, bien..." Volvió a mostrarse pensativo. "Y este Eliseo, ¿Qué es concretamente? ¿Algún tipo de edificio municipal?"